La mañana llegó como de costumbre, tranquila, monótona. Despertó con el suave sonido de la música ambiental sonando en su alarma mientras las luces de su habitación se aclimataban de forma automática para darle los buenos días.

—Buen día amo Kenji, son las 7:15 am, es hora de levantarse. La temperatura del agua está pre calentada a 26C para que pueda tomar su baño ¿Qué le gustaría desayunar?— hablaba la voz artificial de su asistente personal mientras la pantalla holográfica se desplegaba frente a él, mostrándole las opciones de menú.

Eligió una al azar, aún medio dormido mientras dejaba la cama. La noche anterior se había quedado despierto hasta la madrugada leyendo sobre los avances del movimiento ozgur en la web profunda, probablemente habría dormido tres horas como mucho. Era un pasatiempo insano pero era lo único que le entretenía, la idea de una conspiración entre los domos era interesante, cómo una novela de ficción, una guerra silenciosa entre el bien y el mal. Pero leer los posts en línea era lo máximo a lo que podía aspirar, él estaba muy lejos de aquel mundo y la verdad así estaba bien.

Le gustaba ser un expectador, alguien que podía ver todo desde fuera sin involucrarse por qué, sin mentir, él era un completo inútil y estaba consciente de ello.

Adormilado cómo estaba tomó un baño y se preparó para la escuela, no era un estudiante destacado pero lo intentaba, quizá era inteligente en otras áreas pero nada que le sirviera para la vida real. De todas formas no tenía que preocuparse por ello pues, gracias al trabajo de sus padres su vida estaba prácticamente asegurada.

—No olvide su almuerzo amo Kenji.— le recordó el asistente antes de salir.

Vivía bastante cerca de su instituto por lo que él único transporte que necesitaba era su bicicleta, le gustaba andar en ella, sin contaminantes, sintiendo el fresco aire correr sobre su rostro. En su recorrido saludaba algunos de sus vecinos, la mayoría de la gente en ese vecindario era bastante amigable.

—Qué tengas buen día Hiroto.— le dijo una de las mujeres que vivía casi afuera del bloque. Estaba en frente de una de las máquinas de lotto antiguas situada sobre la cuadra.

Regularmente aquel ejemplar no le llamaba la atención en lo absoluto, siempre pasaba de largo de las gachas en general dado que no había ningún tipo de premio que le interesara realmente, sin embargo, la noche anterior había leído un post interesante.

∴ ∴ sóʟᴏ ғᴜɴᴄɪᴏɴᴀ ᴇɴ ʟᴀs ᴍáǫᴜɪɴᴀs ᴍᴇᴄáɴɪᴄᴀs, ʟᴀs ᴅɪɢɪᴛᴀʟᴇs ʏᴀ ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇɴ ᴇsᴇ sɪsᴛᴇᴍᴀ. ᴜsᴀ ʟᴀ ᴘᴀʟᴀɴᴄᴀ ᴅᴇ ᴍᴀɴᴅᴏ ᴘᴀʀᴀ ɪɴᴛʀᴏᴅᴜᴄɪʀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄóᴅɪɢᴏ:
↓ → ↓ ↓ ← ↑ → ↑

ᴅᴇsᴘᴜés ᴀᴄᴄɪᴏɴᴀ ᴇʟ ʙᴏᴛóɴ ᴅᴇ ɪɴɪᴄɪᴏ ᴘᴀʀᴀ ʀᴇᴄɪʙɪʀ ᴜɴᴀ ᴄáᴘsᴜʟᴀ ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ. ∴ ∴

El post desapareció poco después de haberlo leído, así que no sabía si se trataba de una broma o no, de hecho él era bastante incrédulo pero, al tener la máquina ahí frente a él, su curiosidad fue más grande.

Espero a que la mujer terminara su juego, había ganado dinero algunos créditos para añadir a su cuenta bancaria. Luego de que se fuera y de asegurarse que no había más nadie a su al rededor, lo hizo. Introdujo aquel código que había memorizado con uno de sus pocos talentos, la memoria fotográfica.

Al principio no pasó nada del otro mundo, la máquina encendió sus luces e hizo los sonidos de siempre cuando entregaba un brote. Al recoger la cápsula se dio cuenta al instante que no era normal. No era color rosada ni tenía la flor impresa, esta era azul, sin ninguna clase de símbolo. Sorprendido y claramente asustado guardó la cápsula entre su ropa de forma disimulada, no era idiota, sabía que las cámaras de vigilancia observaban constantemente a los ciudadanos, tenía que actuar natural aunque en su pecho su corazón estuviera a punto de estallar en adrenalina.

¿En serio estaba pasando? Ni siquiera sabía por qué estaba tan nervioso, él no había hecho nada malo ¿O sí? Se ocultó en un callejón, lejos en un punto ciego de las cámaras antes de finalmente abrirlo.
La mañana llegó como de costumbre, tranquila, monótona. Despertó con el suave sonido de la música ambiental sonando en su alarma mientras las luces de su habitación se aclimataban de forma automática para darle los buenos días. —Buen día amo Kenji, son las 7:15 am, es hora de levantarse. La temperatura del agua está pre calentada a 26C para que pueda tomar su baño ¿Qué le gustaría desayunar?— hablaba la voz artificial de su asistente personal mientras la pantalla holográfica se desplegaba frente a él, mostrándole las opciones de menú. Eligió una al azar, aún medio dormido mientras dejaba la cama. La noche anterior se había quedado despierto hasta la madrugada leyendo sobre los avances del movimiento ozgur en la web profunda, probablemente habría dormido tres horas como mucho. Era un pasatiempo insano pero era lo único que le entretenía, la idea de una conspiración entre los domos era interesante, cómo una novela de ficción, una guerra silenciosa entre el bien y el mal. Pero leer los posts en línea era lo máximo a lo que podía aspirar, él estaba muy lejos de aquel mundo y la verdad así estaba bien. Le gustaba ser un expectador, alguien que podía ver todo desde fuera sin involucrarse por qué, sin mentir, él era un completo inútil y estaba consciente de ello. Adormilado cómo estaba tomó un baño y se preparó para la escuela, no era un estudiante destacado pero lo intentaba, quizá era inteligente en otras áreas pero nada que le sirviera para la vida real. De todas formas no tenía que preocuparse por ello pues, gracias al trabajo de sus padres su vida estaba prácticamente asegurada. —No olvide su almuerzo amo Kenji.— le recordó el asistente antes de salir. Vivía bastante cerca de su instituto por lo que él único transporte que necesitaba era su bicicleta, le gustaba andar en ella, sin contaminantes, sintiendo el fresco aire correr sobre su rostro. En su recorrido saludaba algunos de sus vecinos, la mayoría de la gente en ese vecindario era bastante amigable. —Qué tengas buen día Hiroto.— le dijo una de las mujeres que vivía casi afuera del bloque. Estaba en frente de una de las máquinas de lotto antiguas situada sobre la cuadra. Regularmente aquel ejemplar no le llamaba la atención en lo absoluto, siempre pasaba de largo de las gachas en general dado que no había ningún tipo de premio que le interesara realmente, sin embargo, la noche anterior había leído un post interesante. ∴ ∴ sóʟᴏ ғᴜɴᴄɪᴏɴᴀ ᴇɴ ʟᴀs ᴍáǫᴜɪɴᴀs ᴍᴇᴄáɴɪᴄᴀs, ʟᴀs ᴅɪɢɪᴛᴀʟᴇs ʏᴀ ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇɴ ᴇsᴇ sɪsᴛᴇᴍᴀ. ᴜsᴀ ʟᴀ ᴘᴀʟᴀɴᴄᴀ ᴅᴇ ᴍᴀɴᴅᴏ ᴘᴀʀᴀ ɪɴᴛʀᴏᴅᴜᴄɪʀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄóᴅɪɢᴏ: ↓ → ↓ ↓ ← ↑ → ↑ ᴅᴇsᴘᴜés ᴀᴄᴄɪᴏɴᴀ ᴇʟ ʙᴏᴛóɴ ᴅᴇ ɪɴɪᴄɪᴏ ᴘᴀʀᴀ ʀᴇᴄɪʙɪʀ ᴜɴᴀ ᴄáᴘsᴜʟᴀ ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ. ∴ ∴ El post desapareció poco después de haberlo leído, así que no sabía si se trataba de una broma o no, de hecho él era bastante incrédulo pero, al tener la máquina ahí frente a él, su curiosidad fue más grande. Espero a que la mujer terminara su juego, había ganado dinero algunos créditos para añadir a su cuenta bancaria. Luego de que se fuera y de asegurarse que no había más nadie a su al rededor, lo hizo. Introdujo aquel código que había memorizado con uno de sus pocos talentos, la memoria fotográfica. Al principio no pasó nada del otro mundo, la máquina encendió sus luces e hizo los sonidos de siempre cuando entregaba un brote. Al recoger la cápsula se dio cuenta al instante que no era normal. No era color rosada ni tenía la flor impresa, esta era azul, sin ninguna clase de símbolo. Sorprendido y claramente asustado guardó la cápsula entre su ropa de forma disimulada, no era idiota, sabía que las cámaras de vigilancia observaban constantemente a los ciudadanos, tenía que actuar natural aunque en su pecho su corazón estuviera a punto de estallar en adrenalina. ¿En serio estaba pasando? Ni siquiera sabía por qué estaba tan nervioso, él no había hecho nada malo ¿O sí? Se ocultó en un callejón, lejos en un punto ciego de las cámaras antes de finalmente abrirlo.
Me encocora
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