El demonio estaba emocionado; por primera vez en tanto tiempo tenía un reto por delante, ni siquiera el titán que enfrentaron antes era tan satisfactorio como la idea de por fin poder usar las manos de Naho para quemar y despedazar al maldito mocoso de cabellos azabache. No es que odiara a Soujiro de manera particular, empero, haber sido de las pocas personas que ayudaron a Naho, darle positivismo y ánimos eran cosas que sin duda detestaba, la volvía más difícil de manipular.

Esperaría, el mejor momento para poder tomar control y atacar al Izanagi, aun si tuviese que quitarse a la prima de ambos de por medio, mas aun asi… el destino fue distinto ¿Desde cuándo es que debía seguir órdenes de alguien mas?

—No; ataca. Debes ser mas fuerte, quita a los estorbos de en medio—

Le exigía a Naho desde dentro, ciertamente estaba encolerizado por causa de la interrupción, más la Izanami del todo ignoraría cualquier clase de palabra expelida por su voz interna. Había aprendido a controlar al primero de sus enemigos: Ella misma.

La reunión entre el escuadrón fue cuanto menos… aburrida; ella tenía la costumbre de actuar bajo sus propios designios, nunca antes había tenido que formar parte de una agrupación, mucho menos obedecer las órdenes de desconocidos. Inspiró profundamente, le molestaba un poco no tener nada para opinar en respecto a lo que estaban por hacer; pero, su mirada rojiza por unos instantes se fue hacia Soujiro, lo conoce mejor que nadie por tanto tiempo que han compartido, sabe que algo estaba escondiendo detrás de su templanza.

Un momento de paz, por su parte ella no descansaría, al menos no por ahora. Se dedicaría por un tiempo a solo recorrer las instalaciones, quizás familiarizarse un poco con el sitio; parecía alguna clase de gremio sofisticado al menos para su opinión, nada tan incómodo, pero tampoco fácil de tomar costumbre. Suspira, el demonio se había callado por ahora, facilitando el poder estar perdida en sus pensamientos.

Se aproximaba un poco mas al exterior, iría hasta un balcón cercano. Alzo la vista y en ese momento, fijó sus rubíes sobre la luna ¿Qué hacer? Toda su vida había tenido la misión de encontrar a su padre, fue lo último que su madre le expresó antes de perecer, y cuando por fin lo tuvo consigo… no pudo siquiera intercambiar palabras con el ¿Qué se supone que le depare desde ahora?

Vivía por sí misma, su caminar era más llevado por el azar que por una meta verdadera más allá de la que posee….

Pero no, quizás debe empezar a pensar realmente en lo que hará de su vida desde ahora, tal vez sea este el lugar para descubrirlo, o bien, se dará cuenta sobre la marcha. Si, asi es; su lugar en el mundo debe estar por ahí aún escondido de sus ojos.

En cuanto a lo demás, al regresar al interior fue capaz de ver a Soujiro a lo lejos, para ese momento ya Sakuya había hablado con él. Conoce muy bien sus expresiones, su mirada se tiende a volver tenue cuando algo ocupa su cabeza, y esta no era la excepción.

La mayor de los hijos de Kai próxima fue hasta el varón, su brazo entonces extendió para que la mano golpeó el costado suavemente, aunque no tan delicada como para que no fuese doloroso, lo forzara a volver a la realidad fuera de esto.

—Siempre he odiado que guardes todo lo que sientes. Eres una persona, no un maldito objeto que debe sostenerse a solas —la voz de Naho es seria, como pocas veces lo es para con él, lo miraba con cierto desdén que a la vez escondía preocupación — Eres fuerte Soujiro, pero ni por asomo invencible. Si vas a esconder lo que sientes, solo te romperás. Tienes amigos, tienes maestros, tienes personas a tu alrededor, incluso me tienes a mi. Esa horrenda costumbre de ocultar tu debilidad ya te hizo ser estupido una vez, si mal no recuerdo —hizo referencia a una situación que solo ellos dos conocen- Deja de creer que el mundo gira en contra tuyo, o peor aun, que solo te debes esconder, de lo contrario, yo misma te forzare a hacerlo-

MUNDO DE EMERALD DREAM

Los integrantes que se dirigieron hacia Emerald Dream, fueron conocidos como la División Especial de la Legión 0, miembros de elevada jerarquía, confianza y con la respectiva aprobación del mismo Rey Blanco (de la Ciudadela) para dar solución a los asuntos ocasionales en los cuales no debiera ser necesario recurrir a todo un asalto que abarque grandes cantidades de soldados; fue así como Cel Paradiesisch, Sakuya Izanami, Soujiro Izanagi y Naho Izanami, fueron hacia el nuevo mundo en una de las naves transportadoras pertenecientes a The Orden. Desde su arribo, el regente Jumin Van Astrea llegó a recibirlos personalmente y junto a él se encontraba su principal General de armada, de nombre Cassandra, atendiéndolos con vasta cordialidad como suele ser con sus invitados y como era de esperarse, mientras los jóvenes Izanagi hacían un recorrido del inmenso palacio Van Astrea donde se hospedarían, Cel, Jumin y Cassandra sostendrían una larga plática acerca de los motivos de la visita en dicho lugar.

Palacio Van Astrea

Jumin Van Astrea — Regente de Emerald Dream

General Cassandra Wolf — Orden del Águila Negra

Es así que la reunión se ha extendido por un largo periodo de tiempo, mientras Cel brindaba los detalles de lo que sería la estadía de la División Especial en el reino de Emerald Dream.

Cel Paradiesisch: Su aspecto para nada se encontraba en óptimas condiciones, con varias noches sin dormir adecuadamente y con toda la preocupación que carga encima. — Como puedes ver, Jumin, la facción Reaper está avanzando vertiginosamente expandiendo sus territorios en diferentes mundos de Elysium y por el contrario, The Order cada día pierde más dominio, el poder de los Reaper nos supera conforme pasa cada día y es posible que intenten llegar a este mundo también. Jumin, hemos sido camaradas de guerra e incluso amigos durante la guerra contra la Entropía, no pienses que me he olvidado de la promesa que te hizo Okibame, de que Emerald Dream se conservaría como un reino independiente de The Order, pero a su vez, Emerald es posiblemente el siguiente objetivo de las fuerzas Reaper.— Suspira con bastante pesar puesto que la situación se ha puesto demasiado adversa para The Order. — Si tan sólo, Okibame y Kai no hubieran perecido en el Edén, posiblemente la situación sería muy distinta ahora… — El pesar de Cel es tal que éste termina sentándose en uno de los muebles del recinto, no parecía tener mayores opciones en su cabeza.

Cassandra Wolf: Firme totalmente a sus ideales como convicciones, la principal general de Emerald Dream no tardó en refutar. — Lamento contradecirlo Sir Cel Paradiesisch, pero Emerald Dream siempre confió en la Orden del Águila Negra (OAN) como una de las armadas más numerosas y poderosas de Elysium, nuestra organización es tal que ni siquiera en las ciudades más grandes del reino se tienen actos criminales o actividades que infrinjan nuestras leyes. Regente Van Astrea, el reino nunca fue gobernado por alguien que no lleve el apellido, no podemos permitir que soldados de otro reino custodien nuestras calles y que la OAN quede subyugada a recibir órdenes que no provengan de la sangre Van Astrea. Si los Reaper intentan invadirnos, tenemos la capacidad para poder repelerlos. — 

Cel Paradiesisch: Estando sentado, apoyó los codos sobre las rodillas y sujetó los cabellos con las manos en un claro gesto de desesperación. — ¡Tsk! No creas que no sé de eso, pero lamentablemente, los Reaper cuentan con un poderoso integrante que los lidera, me refiero a Muramasa cuya real identidad es Aoshi Izanagi, él es capaz de acceder a la Novena Puerta tal y como en el principio lo hizo el Izanagi Primigenio en el Edén; con el mismísimo poder de los Primordiales, no importa cuántos lleguemos a enfrentarlo, seremos carne de cañón para un posible ataque Reaper, además, también nos preocupan otros miembros como el Kai Izanagi que se corrompió, me refiero a Alter Kai, podría llegar a sorprendernos con que ya alcanzó también la Novena Puerta, los Reaper nos resultan invencibles ahora, no hay fuerza militar en todo Elysium que sea capaz de detenerlos. No tenemos forma alguna de enfrentarlos y ya no quedan Primordiales aliados que puedan ayudarnos en un posible ascenso a Novena Puerta, nuestra esperanza radicaba en Kai Izanagi de Edén, el Asesino de Primordiales, pero ahora está muerto; intentamos conseguir una poderosa criatura de Novena Puerta… la misión fue un fracaso. No nos quedan más opciones, o nos unimos o sucumbimos todos bajo la facción Reaper y por si fuera poco, el mando ahora lo posee Lancelot… ¡Maldita sea! Okibame… Kai… — estrelló su puño diestro contra la palma zurda mientras crujía los dientes.

Un diminuto insecto bastante extraño se pegó en una de las ventanas que da hacia el recinto de la reunión, por donde la luz matutina del despejado cielo ingresa.

[ Turno: ??? ]

El silencio invadió el recinto por unos breves instantes, calmado pero a su vez meditativo, el regente de cabellos azabache observó cómo en medio de la reunión irrumpió una pequeña gatita que se les acercó con cierta discreción, aquella llegó a emitir un leve maullido y aun con lo preocupado que se muestra Cel, ésta se le frotó en la pierna sorprendiendo al Comandante de The Order, para luego, verse cómo la felina dio media vuelta y ahora se dirigió hacia donde se encuentra Jumin, el mismo que esbozó una afable sonrisa al verla y de inmediato se agachó para acariciarle el lomo.

—Tranquila Cassandra, mira, parece que Cel llegó a agradarle mucho a Elizabeth (la gatita). Y sabes que ella suele ser arisca con las personas que no poseen integridad en sus corazones. —

La felina ronroneó a medida que el Regente de Emerald yergue el cuerpo sosteniendo a la felina en brazos y cambia su gesto por uno un tanto más confiado, tan así que hasta llega a manifestar seguridad en sus palabras.

— Cel, al principio, mencionaste que de los recién llegados dos son descendientes del llamado Asesino de Primordiales, son hijos de Kai Izanagi, aunque él haya muerto, no quita que esa sangre corre por sus venas, además la otra chica llamada Sakuya Izanami es hija de otro Aoshi Izanagi en un universo completamente distinto al líder de los Reaper, el Mundo Inferior es bastante vasto como impresionante, tantas realidades y universos con diferentes versiones de un mismo individuo. Pero a lo que me refiero, es que todos ellos no dejan de ser descendientes del Izanagi Primigenio, así que seguramente podrían alcanzar la Novena Puerta también, tal y como lo hicieron sus antecesores. —

Cassandra arqueó levemente el entrecejo, puesto que la general era la única en todo el reino enterada de que Jumin suele entretenerse viendo “algo” en el Mundo Inferior, actividad que él ha estado realizando con más frecuencia en las últimas semanas. No obstante, él también daría la mejor solución para los acontecimientos que están ocurriendo ahora mismo, así que no tardó en añadir.

— Y con esto me refiero a que hay otra alternativa, nuestros soldados se fortalecen en unos campos de entrenamiento especial, casi toda nuestra armada posee una Séptima Puerta debido a que se entrenan en dicho lugar. Emerald Dream cuenta con dos etapas de entrenamiento, una de nivel Principiante a Intermedio en un territorio ocupado por seres de la raza The Others. Digo, que podríamos aprovechar los genes que poseen los chicos que trajiste y tener una oportunidad de que alcancen la Novena Puerta por sí mismos tal y como lo hicieron Kai o Aoshi. De conseguirlo, tendrían esa fuerza de los Primordiales y como aliados, juntos podríamos repeler un posible ataque Reaper. —

Cassandra estuvo a punto de increparle algo, pero Jumin se adelantó y antes de que ella pudiera decir algo, mencionó.

— Antes de refutar mis palabras, créeme, confío plenamente en Cel Paradiesisch, sus palabras están llenas de verdad, transmiten el mismo sentir de la memoria de Okibame, alguien sumamente honorable a quien le guardo respeto, podemos tener como alternativa ver el crecimiento de estos muchachos y de esta forma uniremos fuerzas con The Order, eso sí, si mi apuesta brinda resultados, Emerald se mantendrá siendo un mundo aliado mas no estará subyugado por el ejército de The Order, yo confío mucho en mis fuerzas militares de la OAN, Cel, tómalo como un consejo de un amigo, deberías hacer lo mismo y confiar en los tuyos. —

Cel Paradiesisch se sorprendió ante las palabras emitidas por Jumin, han sido días en los que no ha logrado concretar ni una solución y al parecer, un nuevo camino se abrió ante sus ojos, el que podría ser la clave para poder hacerle frente a los Reaper, en ese preciso instante fue cuando pudo recapacitar ¿por qué había dejado que Lancelot lo manipulara a tal punto en que le hiciera pensar que no habría otra forma? En efecto, aquél siempre estuvo en contra de las decisiones de Okibame incluso tenía muchas referencias de la falta de honorabilidad o ética con las que Lancelot alcanzaba sus objetivos, así que se armó de valor y decidió seguirle el consejo al Regente de Emerald Dream. Poniéndose de pie, su gesto volvió a cambiar y esta vez mantuvo una mirada llena de determinación al instante en que mencionó.

— Jumin, tienes mucha razón en lo que has dicho, confiaré en el poder de esos jóvenes Izanagi, son los descendientes de esa familia, seguramente lograrán alcanzar la Novena Puerta a como dé lugar. Seguramente Okibame también confiaría en ellos. —

BOSQUES DE ENTRENAMIENTO — PRIMERA ETAPA DE LA PRUEBA

El lugar de entrenamiento, sería en una localización sumamente alejada de las ciudades principales, se trataría de un inmenso bosque con diversos tipos de vegetación, donde los árboles son tan altos que incluso llegan a ocultar la luz del sol, aunque distintos tipos de seres habitan en el interior, notándose cómo entre las ramas se filtra cierta luminosidad, así como luciérnagas que revolotean de un lado hacia otro.

Soujiro, Sakuya y Naho, ahora se encontraban In situ, su objetivo era sobrevivir por varios días para poder pasar la primera etapa del entrenamiento descrita por Jumin, aunque de momento la segunda etapa permanecería siendo un total misterio. Fue así que ha transcurrido una semana entera desde que los tres Izanagi se adentraron en dicho bosque, el cuál estaba repleto de seres pertenecientes a la raza de The Others los mismos que se manifiestan como entes espectrales tan similares a esqueletos cubiertos por rasgadas vestimentas, los ojos completamente oscuros mientras una especie de “miasma” llega a cubrirlos, donde todos portan una especie de lanza en la diestra, la cual usarían para atacar.

Por supuesto que durante los días, éstos seres aparecen cada ciertas determinadas horas de forma aleatoria, incluso han llegado a irrumpir mientras los Izanagi han estado durmiendo o incluso comiendo. En esos precisos momentos el grupo de jóvenes Izanagi es emboscado por un total de 15 espectros, los cuales poseen un nivel de Séptima Puerta Avanzada por lo que deberán tener bastante cuidado al momento de enfrentarlos. Éstos conformaron tres grupos de cinco para ir a atacarlos. ¿Podrán ellos sobrevivir ante esta primera etapa de la prueba?

[ A partir de aquí inicia esta primera etapa de Entrenamiento, los espectros pertenecen a la raza de The Others con una Séptima Puerta, así que sus ataques no serán de lo más sencillos, los turnos van como siguen:

Soujiro, Sakuya y Naho. ]

Misiones diplomáticas, nunca han sido sus favoritas, menos para Soujiro quien siendo alguien de pocas palabras fuera de combate, le resultaba poco interesante tener que dar argumentos u opiniones para convencer a alguien ¿Acaso era su espíritu de lucha, o simplemente su capacidad atroz para ser social? Tal vez una mezcla de ambas cosas. Para ese momento, aun su mente estaba siendo ocupada por lo ocurrido la noche anterior, la forma de aquella criatura que lo había visitado, las imágenes que aparecieron en su mente… cada una era un horrible infierno que le disgustaba repetir ¿Cuál era el significado de esto? ¿Un ataque de ansiedad como los que a veces tiene cuando esta a solas, o una premonición? Realmente lo desconoce.

Ha estado pensando en esto durante el viaje hasta Emerald Dream, sin embargo, las palabras de Naho y de Sakuya calaron en su mente, se sentía ligeramente avergonzado por dentro, a sabiendas de que ha estado tan mal que no ha sabido esconderlo… sin embargo, en ello Naho tiene razón, no sirve de nada esconder las cosas y hacerse el fuerte, asi como también las palabras de Sakuya en hacerle ver que no es un pez a la deriva en el mundo.

Quizas, deba tener mas confianza desde ahora.

Durante la reunión no hubo mucha intervención de su parte, estaba mas que nada centrándose en escuchar, sin embargo, mediante las cosas se acaloraban mas, estaba barajando la idea de quizás… ¿poner a prueba las cosas? Si, internamente se pensaba si desafiar al rey o a su general podría ser suficiente para convencerlos; no porque compartiese la misma mentalidad de Lancelot, a quien nunca ha tratado, sin embargo, las pocas veces que ha visto desde lejos le genera muy mala espina, si no porque era su modo de “dialogar” con las personas.

Empero, en cuanto el regente finalmente hablo, los ojos de Soujiro se iluminaron de sorpresa ¿Una manera de llegar a la novena puerta? Pensaba que la única forma de hacerlo había perecido junto con Norris-sensei hace mucho tiempo durante el primer ataque a Eden. Sin pensarlo dos veces, y haciendo uso de sus horribles modales para socializar, se levanto de golpe delante de todos y puso ambas manos sobre la mesa, mostrándose en este momento ciertamente llamado por la idea.

- ¡Estoy dentro! Sea cual sea la manera, no importa si representa peligro. Si existe una manera de igualarlos quiero formar parte.- Las miradas de los presentes lo hicieron detenerse un instante, se dio cuenta que a pesar de su edad a veces se comportaba como niño. Inspiro y sin esperar nada solo se sento tratando de que se lo tragara la tierra(¿). Habia una enorme necesidad por parte de el en pos de alcanzar la tan mitica novena puerta, pero ¿Estaba teniendo las motivaciones correctas? ¿O sus rencores internos hablaban mas que su voluntad de pelear?

Sin embargo, las cosas ocurrieron, muy para la suerte de los tres. La primera etapa era cuanto menos… compleja, The Others siempre fue una especie problemática, incluso dentro de Eden, ha estado en algunas cacerias con estas criaturas como evento principal, y ciertamente resultaba en las peores experiencias que ha llegado a vivir. Ahora enfrentar un territorio infestado de estos resultaba todo un reto.
Matar, recolectar, descansar, matar, recolectar, descansar; habían ideado un sistema donde alguno de los tres debia quedarse despierto para guardar a los demás, los ataques si bien eran mas controlados, nunca dejaban de ser molestos. El problema era que la falta de descanso parecía estarles pasando factura mas de lo que podían pensar.

Un ataque de quince contra tres, ya estaban divididos como acostumbraban. Soujiro encabezaba la guardia al mantener una mezcla de ataque bruto como cierto toque de planeación, por ahora no podían combinar estrategias, sin embargo, cada uno sabia como lidiar a solas. Por su lado, el Izanagi estaba alternando entre las armas que puede proyectar con energía prima; espadas cortas para retener los embates con las lanzas y desviarlos, luego deshacerlas y usar una lanza para poder responder con cortes, trataba de hacer que cada Other atacase lo mas cerca del otro para que al desviarlos se atacaran entre ellos. Sus armas se rompían fácilmente dado la falta de concentración, debia ser veloz con cada movimiento, mas aun no ha logrado hacer caer a ninguno.

-Tsk…- Se le ocurrió entonces; en cuanto volvió a usar sus espadas cortas, dejaría que una de las lanzas se le aproximase peligrosamente al rostro; lo suficiente para poder exponer mejor el torso de la criatura, y que con esto usase la otra espada corta para atravesarle el pecho de una vez. Le sonrio con bastante confianza en su mirada -Adios, imbécil.- Con esto, sobrecargaría el arma clavada con energía prima, la suficiente para que, de una patada en el estomago, este fuese empujado hacia atrás y chocara con otro de los Others. El arma termino explotando, envolviendo a dos de estos y terminando por despedazarlos.

-Dos…- Alzo la mirada, pudo ver como los demás estaban preparando ya sus lanzas para atacar. Sus ojos azulados brillaron como muestra de la séptima puerta avanzada, finalmente con esto, subio su mano a la espalda, consigo siempre cargaba enfundada en vendas la primera espada que llego a forjar de manera completa, una enorme arma que había bautizado como Entetsu gracias a que la hoja irradiaba uno de sus elementos: El fuego. Su acero se encendio prontamente en un tono rojizo, un aura llameante la estaba envolviendo, y ante esto solo se preparo para atacar de nuevo.

-Faltan tres ¡Vengan, hijos de puta!- Grito a los aires para resumir el combate contra los que quedaban de su lado. Confiaba en Naho y Sakuya, sabia que ellas estarían bien.

Por su parte, Sakuya era mucho más modesta y callada que su primo, solía analizar cada situación y guardarse sus opiniones hasta que fueran necesarias si es que tenía que darlas. En todo momento, miró a Cel y después a Jumin, intercalando su vista en uno y en otro cada vez que tomaban la palabra; ciertamente, no entendía demasiado de toda la situación, todo había sido tan rápido para ella, se había desconectado por completo de esta realidad en Elysium que perdió su camino al menos por un momento. 

Al escuchar el nombre de su "padre" de este actual universo, diferente al de donde había nacido, la ira corrió por sus venas, una vez más recordó que de nueva cuenta su "padre" hacía de las suyas, tanto así que ya no le sorprendía. Río bajo, de manera irónica y negó con la cabeza, liberando un pesado suspiro... "¿Acaso mi padre en todos los universos y realidades es un desgraciado?" Se preguntó a si misma, volviendo a mirar a todos, bajando la cabeza para ver su mano izquierda, la cual estaba completamente vendada, por su cabeza pasó la idea de llegar a la tan ansiada novena puerta, pero algo en su interior le hacía temer, era un terror casi incontrolable que tragaba para no demostrar tal sentimiento. "No quiero llegar a ser como mi padre, no quiero... Tengo miedo. ¿De verdad somos la única esperanza? ¿Y si... Termino haciendo cosas malas?" Había tantas preguntas para si misma, tanto terror, tenía la sangre Izanagi corriendo por sus venas, pero desgraciadamente era la sangre de un cruel hombre que tanto en su universo, como en Elysium, eran unos villanos. 

"Confía en ti, Sakuya, tú no eres tu padre, tú no tienes porque pagar sus platos rotos. Eres su hija, pero solo tú puedes trazar tu propio camino, forjar tu propio destino."

Recordó las palabras que solía decirle su madre cada vez que, cuando era niña, despertaba llorando por todas las veces que decían que ella sería igual que su padre, que seguiría sus pasos. Llevó la diestra sobre su frente y sonrió de medio labio, ocultando la melancolía que había en sus ojos. 

— H-Haré lo que sea... Lo que esté en mis manos para detener a mi padr... — Carraspeó. — A Aoshi Izanagi de este universo, aún si deba dar mi vida para ello, lo haré. 

Cerró sus ojos por un momento y bajó su mano, descubriendo su rostro. Posteriormente, abrió los ojos, teniendo en ellos una mirada fija y determinada, confiada en sus palabras y en ese sentimiento que, gracias a recordar a su preciosa y dulce madre, pudo volver a confiar en si misma. 

Después de la reunión, fue enviada con sus primos a un arduo entrenamiento. Sudor, malestar, cansancio, estrés... Habían un montón de sentimientos y emociones en cada instante, donde las criaturas The Others los tenían en jaque a cada instante, no teniendo un momento concreto de descanso, ni siquiera para poder comer. Afortunadamente, Sakuya estaba acostumbrada a esa clase de vida tan extremista, tan fría y con poco tiempo para poder reponerse, ya que vivió unos cuantos años internada en un bosque en Elysium, donde se mantenía en constante entrenamiento, aislada del mundo, como una hermitaña que solo aprendía a cazar para comer, comía lo más rápido y ligero posible, las suficientes proteínas para mantener su energía y vitalidad, y sobre todo, a mantener un "ojo abierto y otro cerrado" al dormir. Gracias a todo eso, su vista y su oído eran más agudos. Se sentía en su territorio, pero tonta sería si se confiara pues durante toda esa semana, aprendió a no subestimar a los The Others, que eran diferentes a las criaturas de clase inferior, del bosque donde vivía. 

Y ahí estaba, de nueva cuenta, cuando ya finalmente pensó que podrían descansar y hablar tranquilamente con sus primos, pues no había tenido el tiempo suficiente para charlar, es cuando les llegaron por sorpresa esas terribles criaturas.

15 The Others que les rodearon, que los separaron y les hicieron quedar 5 vs 1, en una clara desventaja. De inicio, tuvo un poco de molestia y miedo pues no quería que lastimaran a sus primos - Y pese a saber que eran muy fuertes, incluso hasta seguramente mucho más fuertes que ella, Sakuya al final de cuentas era la mayor de los tres y siempre se mantenía en ella la responsabilidad de ver y cuidar de ellos. - 

Soltó un pesado suspiro, frunció el entrecejo y tragó un poco de saliva, dispersando sus pensamientos, debía entender que sus primos podían cuidarse a si mismos, al final de cuentas eran una familia fuerte y esto era un entrenamiento para los tres. 

— Tenía tantas ganas de saber más de ellos... Aún recuerdo a Soujiro cuando era más joven, cuando me fui no supe nada más de él ni de Kairi. También quería conocer más de Naho, pues no la conocí... ¿Realmente no nos darán tregua, verdad?

Preguntó a los The Others, a esas criaturas que seguramente ni siquiera prestarían atención a sus palabras y mucho menos responderían a sus preguntas, pero a medida de que hablaba, Sakuya iba dando pasos lentos y calmos hacia ellos mientras retiraba la venda de su brazo izquierdo. 

— He aprendido muchas nuevas técnicas, pero esta es mi favorita... Aún duele, no la he podido controlar del todo aquí, pero la desarrollaré... Lograré mis objetivos, no decepcionaré a nadie, ni a mi misma. 

Al caer la última parte de la venda en el suelo, poco a poco su brazo fue emanando una especie de vapor denso de color negro que se fue convirtiendo en flamas oscuras, flamas que llegaron hasta la altura de su hombro. Las flamas entonces crecieron y al dispersarse, de entre ellas se pudo divisar como el brazo de Sakuya había cambiado completamente, no solo en tamaño, sino que era por completo un "brazo" de dragón, con unas garras prominentes, con su piel dura, negra y escamosa que emanaba una aura oscura y ardiente, como si fueran llamaradas que se desprendían de este. 

Pese a la "presentación" de su técnica, los The Others parecían no sentir nada, ni articular si quiera un gesto - Como era obvio para ella -, más si se lanzaron al ataque, al menos dos de ellos, de principio, uno por el lado izquierdo y otro por el lado derecho. El del lado izquierdo fue interceptado por la gran garra de dragón la cual había empuñado y usó para desviar el ataque hacia un lado, mientras el del lado derecho lo esquivó al moverse hacia atrás en un largo salto. Con su mano derecho sujetó su brazo izquierdo, pues a pesar de desviar el ataque, aún sus escamas no eran lo suficientemente fuertes como para resistir la lanza de los The Others, aún no se acostumbraba del todo, su piel no se había adaptado, así que era evidente que un ligero corte fuera hecho en el dorso de su garra. 

Hizo un gesto de molestia y agitó su brazo diestro, dando pequeños saltitos para prepararse a atacar. Por un momento vio a los lados, donde estaban sus primos concentrados en sus batallas. 

— Me temo que aún no es momento de usar esa habilidad, podría salirse de control y dañar a Soujiro y Naho... Creo que esto se me va a complicar un poco... Jm... Me gustan las complicaciones. 

Abrió su inmensa garra de la cual, en la palma de su mano, se formó una inmensa llamarada de fuego oscuro. Empuñó una vez más esa garra y echó el brazo hacia atrás, concentrando su poder en el puño, mezclado con el fuego oscuro.

— Jaou ensatsu...

Grandes destellos de energía oscura chocaban con las llamas negras, tomando incluso tonalidades moradas alrededor de esa. A medida que pasaban los segundos, la carga se expandió por su brazo, hasta que finalmente "lanzó" el golpe; de su puño se desprendió una gran llamarada envuelta en energía propia que tomó la forma de un mediano pero largo dragón oscuro. 

— ... Ken Rengokushou. 



Aquel se dirigió hacia los 2 primeros The Others que se habían encargado de atacarla, abriendo sus fauces a medida que se desplazaba rápidamente por la zona, como si buscara tragarlos completamente; parecía una criatura con vida propia, pero que aún se conectaba al brazo de Sakuya, la cual parecía recibir una especie de daño propio, pues su hombro comenzaba a quemarse debido a las llamaradas y tal enegría que estaba casi incontrolable, más aún así, no se detenía, estaba determinada a acabar con esos enemigos.



Más... ¿Ese dragón sería suficiente para acabar con los 5 o la fuerza de la Izanami se vería afectada por los daños que causaba tan osada técnica? Ni ella misma lo sabía.  

Todo lo ocurrido fue demasiado nuevo para ella; desde las reuniones diplomáticas hasta el hecho de tener que trabajar con un grupo de personas. Y es que pese a que Naho realmente soñaba con tener una especie de "familia", encajar en todo aquello le costó trabajo, pues carecía enormemente de habilidades sociales debido a sus años en aparente soledad. 

Sin embargo, de algún modo y con ayuda, logró camuflarse lo mejor que pudo, y avanzar. Después de todo para eso estaba ahí, ¿no? Para evitar seguir estancada en un ciclo de descontrol. 

Durante la primera estancia la reunión entre el albino y una clase de regente le resultó un tanto aburrida; después de todo, aquella junta no era lo mismo que reunirse en grupos para planear estrategias de batalla o para aprender algo nuevo. Aquello era mas como una especie de confinamiento.

Inspiró para sí misma, ni siquiera pareció prestar atención cuando la reunión se hizo mas acalorada; buscó con la mirada a Soujiro y a Sakuya. No era uba experta conocedora de esta nueva familia suya, pero la energía demoníaca en su interior pareció reconocer en el pasado a la que vendría siendo su prima. Como si le indicara que estaba ante una igual.

Gracias a los cielos, el demonio en su interior no hizo aparición en aquel momento. Naho creyó que posiblemente estaba apagado por una suerte de cansancio tras todas las noches en las que habían discutido sin descanso, y aunque la fémina tenía amoratada la parte inferior de los ojos, soportaba el sueño a cambio de una mente despejada y en paz; así fuese momentáneamente. 

Cuando al fin dejó de divagar y prestó un poco de atención, escuchó las palabras del anfitrión. ¿Al fin algo de acción? ¡Qué suerte! No dijo nada, pero internamente y por su expresión podía notarse el interés súbito que tuvo, al punto de levantarse de forma semejante a su hermano menor.

—¡Yo también estoy dentro! —fue como ver a un cordero perdido, haciendo todo por poder volver a pertenecer al rebaño. 

Los días siguientes fueron ciertamente familiares, le recordaron a la época inicial donde había tenido que sobrevivir por su cuenta. Cazar, recolectar, alimentarse, dormir; -aún si era a duras penas- era como estar en casa. Pudo hablar poco con ambos integrantes de su grupo, pero con el tiempo le resultó más llamativa la dinámica de tener un equipo, pues eran tres seres que se entendían, por más que no los conociera tanto como se debería. ¿Era eso lo que acostumbrado el lado paternal de su familia? Naho esperó que sí, la vena aventurera de la primogénita de Kai Izanagi pareció al fin encenderse por otra cosa que no fuese buscar su supervivencia básica. 

Pero, por otro lado, estaban aquellos llamados The Others, criaturas que hasta su demonio reconocía debido a que ella se había topado algunas veces con esa raza. Siempre mirando de lejos y estudiandolos para no tener que encontrarselos en el futuro; empero se le indicó que tratar con ellos era necesario. Las batallas que ocurrieron casi siempre por la noche desgastaron, como era de esperarse, había momentos donde se preguntaba si su demonio podría ser de ayuda pese al precio que tuviese que pagar, pero no; le dolió el simple hecho de saber que podría lastimar a su propia familia por ahorrarse molestias… Decidió omitir la idea. 

Fue durante uno de los últimos ataques que las cosas se tornaron más peligrosas, fueron divididos en tres, estrategia funcional por parte de estos monstruos, mas no por eso se dejó acorralar. Tuvo una buena distancia para pelear, y esta permitió que pudiese atacar de manera individual. Fue por ello que decidió dejarse ir un poco más.

—Si es así como debe ser… — El demonio le transmitió un poco de euforia y energía para poder pelear de forma salvaje como antes. Sus ojos irradiaron el elemento fuego que la caracterizaba. Primero usó las llamas para incendiar a uno de los Others de una vez, una esfera de fuego que al impactar reventaría, haciendo que el espectral cuerpo ardiera con rapidez. Su enorme espada fue el arma principal que cargó consigo, cuando otros dos Others se aproximaron a ella por la espalda, Naho volvió su mirada e hizo que sus ojos violeta se volvieran amarillos rápidamente. 

—Atrás. 

La hoja de su arma se calentó con rapidez; un solo corte bastó, dirigió un tajo veloz en dirección a los dos Others que la estaban atacando, uno fue rápidamente partido por la mitad y el otro se defendió, bloqueando la espada con su lanza. Ella bufó, y sin dudarlo le sopló en el rostro, por lo que la criatura se vio cubrió el rostro con ambas manos en la cara, pues lo que salió de su boca fue el fuego mismo que el demonio dentro de ella le enseñó a crear. 

Naho se separó y buscó así un punto más céntrico, mantuvo su séptima puerta activada para estar atenta por los flancos que pudiesen usar contra ella. No le gustaba ser tan destructiva, sin embargo, era ya una guerrera letal cuando tenía el control del cuerpo, y el demonio… pareció estar despertando de su letargo, feliz con el resultado.

En las zonas aledañas al bosque, Cel Paradiesisch se encontraba dentro de una caseta de campo junto a Cassandra, ambos de pie observando los hechos por medio de una especie de recipiente en cuyo espejo de agua albergaba Energía Prima que permitía presenciar acontecimientos incluso a gran distancia, es así que no perdía de vista la serie de entrenamientos que han estado efectuando Soujiro, Sakuya y Naho, manteniendo un gesto serio debido a que era prioritario que ellos puedan superar el nivel en el que se encuentran ahora.

Cassandra notaría la forma en la que los tres descendientes de Izanagi se desenvuelven en el campo de batalla, en cierto modo luce sorprendida, puesto que no esperaba que ellos tuviesen un nivel tan bueno.

Cassandra: — Incluso estando en las condiciones más adversas, han logrado arreglárselas para distribuir sus fuerzas y enfrentarse a esos innumerables seres de The Others en todos estos días, pelean mucho mejor que nuestros soldados de élite, así que ese es el motivo por el que desean que alcancen la Novena Puerta. No puedo decir que tuve mis dudas al principio cuando pretendieron soltarlos en la zona más hostil de entrenamiento, pero se las han arreglado perfectamente. ¿Dices que dos de ellos son capaces de alcanzar la Octava Puerta? —

Cel Paradiesisch: — Sí, la chica posee un poder que aún nos resulta desconocido y que tan sólo se ha manifestado en ocasiones, pero es precisamente ahí cuando ha superado la Séptima Puerta, por su parte Soujiro ha logrado alcanzarla, aunque aún no termina de adaptarse a ella, es lógico puesto que el proceso de dominio es mucho más duradero en un nivel tan alto. Sakuya posee la raza demoniaca, eso le da una ventaja respecto a otros seres de su mismo nivel. Nos hace falta tiempo y es necesario que ellos alcancen un nivel mucho mayor. —

En efecto, Soujiro logró derrotar a dos de The Others, siendo que ahora tres se dirigen a atacarlo mortíferamente, por otro lado, el dragón que empleó Sakuya, fue lo suficientemente fuerte para aniquilar a sus cinco contrincantes aunque con mucha dificultad, puesto que al emplear su nueva técnica, ella recibiría el daño colateral siendo expulsada hacia atrás y cayendo de espaldas sobre el suelo con el brazo completamente entumecido y yaciendo casi sin fuerzas, al ser una nueva técnica que está aprendiendo, no la tendría del todo controlada y el precio a pagar fue bastante caro.

Por su lado, Naho logró hacer frente a tres de los The Others que fueron a atacarla, siendo que el primero de ellos fue completamente cubierto por las llamas de la Izanami lanzadas con una bola de fuego, quedando reducido a cenizas, el segundo fue cortado por la mitad, recibiendo terribles heridas en ambas mitades que acabaron por consumirlo y el tercero, fue víctima del soplido con el bastante calor que llega a emanar el aliento de la primogénita de Kai. Aunque de momento, faltaban dos The Others más que estaban dispuestos a continuar con el enfrentamiento, pero cuando Naho quiso buscarlo ¿dónde se encontrarían ellos? Volviendo a la caseta donde están Cel y Casandra, el primero mencionó:

Cel Paradiesisch: — Con esto, será más que suficiente para que ellos pasen a la segunda etapa del entrenamiento que les ofrece Jumin. — Permaneció un momento más observando y se percató de algo inusual, la mirada de Soujiro se quedó completamente perdida al momento de esperar a sus tres adversarios para atacarlos usando esa poderosa espada que ha logrado crear, no sólo eso, la nariz le estaba sangrando al Izanagi por la fosa izquierda mientras sus manos parecen temblar constantemente al instante de sujetar la espada. — ¿Hm? —

Algo fuera de lo común estaba pasando, Cel sabía a ciencia cierta que Soujiro era quién finalmente poseía mayor dominio de Energía Prima en su grupo, pero por alguna razón, estaba siendo afectando.

De pronto, un total de veinte unidades de The Others más aparecieron en distintas posiciones, incluso algunos estuvieron flotando en los aires, otros tantos en el terreno y los tres Others que se dirigen a Soujiro no desaprovecharían la oportunidad para atacarlo, aunque el Izanagi aún no parecía poder reaccionar, sus pensamientos estaban nublados, como si su cuerpo estuviese presente pero su consciencia no.

Sakuya estaba sin fuerzas y los Others se acercaban peligrosamente hacia ella, quién sabe cuánto tiempo le tomaría recuperarse del uso de su técnica recién adquirida, empero, la situación se iría poniendo cada vez peor. Y para complicar las cosas, Naho quien no logró advertir a los dos Others Restantes, notó cómo desde el suelo emergieron dos brazos espectrales sujetándole la pierna izquierda, lo mismo ocurrió con la pierna derecha, para que de los veinte Others atacantes, un total de seis fuesen en contra de ella.

[ Turnos: Jumin, ???, ??? ]

Cerca de Cel y de Cassandra, el regente de Emerald también observaba la situación adoptando un gesto mucho más serio cuando vio el comportamiento de Soujiro, por lo que mencionó para los presentes. — Creo que está bien por ahora, no tienen que demostrar más y pasarán al siguiente nivel de entrenamiento, además los refuerzos que trajiste a escondidas, Cel, ya están por llegar al punto de encuentro. — Al parecer tanto Cel como Jumin sabían algo que todavía no le habían contado al equipo conformado por Soujiro, Naho y Sakuya. En ese instante, una especie de portal se abrió bajo los pies de Jumin quien desapareció de la vista de Cel como de Cassandra, quedando el primero bastante sorprendido, desconociendo completamente que Jumin pudiera tener la cualidad de usar portales de teletransportación.

En cuanto los tres enemigos estaban tan cerca de Soujiro, una especie de resplandor dorado acompañado de llamaradas se abrió paso en el campo de batalla, donde la fisonomía de aquél regente llegó a cambiar significativamente, con el cabello mucho más largo sujetado en una sola cola de caballo, mientras las puntas de las hebras cambiaban de color oscuro a un tono más rojizo, vistiendo un traje diferente al que emplea, bastante elegante pero con detalles platinados en las hombreras, coderas y confecciones plateadas a lo largo del saco, siendo que en la derecha sujetaba una ostentosa lanza a la que denominó como Dark Maiden. Su mirada era sumamente seria, lejos de lo galante que se veía en su estado base, ahora manifestaba la más dura determinación para enfrentarse a sus adversarios y hacer saber que él era quién protegía Emerald Dream.

El regente Van Astrea ha activado su Octava Puerta y el nivel era sumamente elevado, como si estuviera muy cerca de llegar a la Novena Puerta. En un abrir y cerrar de ojos, los tres The Others fueron destajados en incontables pedazos, tanto que para cuando se dieran cuenta, cayeron cortados en diminutos prismas que finalmente acabaron por ser consumidos por violentas llamaradas doradas.

— Elévate, Dark Maiden, acaba con los impuros de este reino. —

Y a una imperceptible velocidad para los presentes, una incontable cantidad de halos de luz dorada salieron disparados hacia todas las amenazas que estaban llegando, quedando traspasados en distintas partes de su cuerpo, para luego vérselos ser quebrantados en incontables trozos de cristales hasta convertirse en polvo que se llevaba el viento. Realizada su hazaña, el protector de Emerald Dream volteó hacia Soujiro para observarlo y mencionarle.

— Tranquilo, imagino que has estado bastante exhausto al no descansar del todo bien, ya pronto irán a su nueva etapa de entrenamiento, créeme que será muy efectivo. —

Si Soujiro puede percibirlo, el nivel que posee Van Astrea en ese nivel, era tan elevado que superaba a la Octava Puerta que éste alcanzó, aunque claro, se debía a que el Regente posee mucha más estabilidad y puede controlarla a la perfección. Jumin se percató de la presencia de alguien y ahora añadió.

— Parece que ya están aquí. —

Los refuerzos habrían llegado satisfactoriamente hacia el campo de batalla, algo que Cel como Jumin y Cassandra tuvieron oculto, fue la integración de Kairi Izanami como de Aleyda Moore, la primera era la ya conocida hija de Kai Izanagi, mientras que de Aleyda, se sabría que se habría incorporado a las fuerzas de The Order siendo que Cel vio bastante potencial como habilidades en ella, incluso Aleyda ha alcanzado el nivel de Octava Puerta aunque aún está en un reciente despertar, por lo que al igual que Soujiro no tiene completo control de dicho estado.

Pasaron unos minutos y todos estaban reunidos allí donde ocurrió el último enfrentamiento contra los Others, también arribaron al punto de encuentro Cassandra y obviamente Jumin; por su parte Cel fue el primero en dar un paso al frente mientras se dirigía hacia los presentes.

Cel Paradiesisch: — Bien, es importante que ahora mismo se conozcan entre ustedes, especialmente a las “nuevas integrantes” de esta expedición especial, resalto el término “nuevas” porque en realidad han estado más tiempo en este sitio, como por dos semanas antes. Ellas son Kairi Izanami, también es hija de Kai y por su parte, Aleyda es una nueva integrante de recién ingreso a The Order aproximadamente por unos tres meses; con esta etapa de pruebas ya todos están listos para ir hacia la siguiente fase, les contaré. —

Cel les dio la espalda y sacó un dispositivo del bolsillo diestro, del cuál emergió una especie de holograma que mostraba el escenario a donde se llevaría a cabo el tan esperado “siguiente nivel”

Cel Paradiesisch: — Soujiro, esto se te hará muy familiar, creíamos que un lugar así tan sólo existía en el Edén, pero tras platicar con Jumin largo y tendido, resulta que en Emerald Dream también existe un sitio de similares características, un lugar donde el tiempo avanza mucho más rápido que en todos los planos de Elysium, me refiero a la Mazmorra Temporal. —

En efecto, Cel proyectó la imagen de dicho lugar, una planicie en cuyo fondo se alzaba una enorme colina con la figura de un gigantesco cráneo, el mismo que alberga una entrada bastante imponente por medio de la boca.

Cel Paradiesisch: — Reuniendo información supimos que Kai Izanagi entrenó un buen tiempo en dicho lugar y así pudo superar la Octava Puerta y llegar a alcanzar la Novena, tal parece que Emerald Dream es un mundo muy similar al Edén, también posee su propio Árbol de la Vida como el que existía en el mundo de donde vienen ustedes cuando sus padres enfrentaron al Primordial Yggdrasil. Por lo tanto es obvio lo que seguirá ahora, ustedes entrarán a dicho lugar para entrenar, no sin antes, quiero que se conozcan mejor y se presenten o realicen alguna pregunta que crean importante. —

[En este turno no es necesario extenderse demasiado, pueden realizar breves presentaciones o algún tipo de pregunta que crean necesaria antes de ingresar a la Mazmorra Temporal, siéntanse libres de preguntar.

Turnos: Soujiro, Sakuya, Naho, Kairi y Aleyda ]