* Fue un largo tiempo, la ausencia del empíreo guardián de las tierras de los oscuros serafines, quien se encontró sin darse cuenta, envuelto nuevamente en litigios, acontecimientos de guerra que fueron llevado a cabo en las profundidades de los círculos infernales junto a uno de sus compañeros de armas, razones por la cual se termino alejando durante una extensa temporada de sus obligaciones para con la Elite Army, y sus instalaciones, sin embargo para aquel azabache, aquellas no eran responsabilidades que debiese cumplir a cabalidad pues carecía de lealtades hacia alguno de los integrantes o lideres de aquella organización*
* Luego de destruir los sellos impuestos por le rey salomón entre los demonios góticos, dando muerte a un sin número de mefistofélicos entes, entre ellos reyes y príncipes, los 3 demonios cardenales faltantes fueron eliminados en una batalla sin tregua, pero su retorno al nuevo continente solo dio vestigios de la nueva caída de un reino, Nova Terra parecía haber sido tragada hasta desaparecer dejando solo vestigios de lo que era, aunque para alguien que ha visto la caída de varios reinos no era un acontecimiento atenuante fuera de lo que podría significar para su emporio económico el desvanecimiento de tierras en las que se encontraba un gran número de acciones económicas*
* Su primer acto fue verificar la seguridad de quienes eran sus servidores, por lo cual el despliegue inmediato de aquellos que entre la oscuridad y sombras le sirven fue inminente, solo una orden bastaba, saber su paradero y transportar a todos los que hallaran a las tierras de Asgard, aquellas bajo su custodia permanente, retornar a Tierra no tenia sentido, sabia que todo se hallaba en orden, de momento buscar a los miembros de la Elite Army carecía de importancia igualmente, sabia de primera mano que esos seres no perecerían sin dejar algún tipo de vestigio, ya se encargaría de buscar al denominado líder de la organización con quien debía tratar ciertos temas, Creotia y la Reina Semjet era su siguiente parada, pero para esta ocasión, ya conociendo su ubicación no viajaría en corcel *
Azrael, hazte cargo de las puertas de Asgard, y asegúrate que nuestro nuevo Huésped Haciendo referencia al guardián demoniaco Demoriel, A quien había capturado en su campaña infernal se encuentre cómodo en su nuevas instalaciones…* Lo último cargaba un gran sarcasmo pues era claro que aun era un ente demoniaco que no respondía a la lealtad como los demás* …Ghost, hazte cargo de buscar a nuestros servidores humanos y no humanos, dales paso a Asgard…* Durante los acontecimientos del infierno uno de sus demonios, el rey Abaddon fue eliminado por Azrael en la guerra de Asgard, y Baal se encontraba muy debilitado por la pelea en el inframundo por lo que el sello del mismo se encontraba activo en su esencia misma para darle recuperación *
~ A donde te diriges, Asura ~..* Indago el dador de paso, aquel que responde al nombre de Azrael *..Creotia, vere que Semjet y su reino se encuentren bien… *Dicho lo último desde la sombra proyectada del Serafín oscuro dos auras, una azulada y otra negra se separaban a gran velocidad hasta desaparecer, el varón azabache daría la espalda caminando hacia el norte mientras buscaba entre las esencias que dejaba grabadas en lugares importantes para poder usar su salto dimensional, y fue cerca al castillo de creotia, donde su corcel fue resguardado que dejo la ultima marca, en su visita inicial a dicho reino*
* Todo alrededor del principado oscuro comenzaba a distorsionarse, algo no notorio para la vista de un mortal pues se trataba de un deceso, una fisura no permanente, la cual abría un puerta espacio temporal, aquel hombre poseía la capacidad de moverse entre líneas dimensionales para acortar sus recorridos, y fue como lentamente mientras caminaba con parsimonia, la fisionomía del varón angélico se desvanecía por completo como si de un holograma que detenía su proyección se tratase, sin dejar rastros de energía suelta para evitar ser seguido de ser el caso y así mismo fue como la fisionomía de un hombre que hace un momento no se hallaba en el establo cercano al palacio de Semjet, aparecía de la nada sin ninguna emanación mágica o despliegue residual, las ligeras corrientes eólicas llegaban a su cuerpo, permitiendo que las ninfas eólicas acariciasen su esbelto cuerpo, ondeando las negras hebras que permitían vislumbrar aquellas irises tan oscuras como el universo mismo *…Parece que Creotia se encuentra tal cual lo recuerdo, es un alivio… * exclamo para sí mismo y emprendió su caminar de manera tranquila en dirección al castillo, sus vestimentas de guerra comenzaban a desvanecerse entre esferas de energía brillantes que se dispersaban entre el entorno, elevándose como luciérnagas, dejando a la vista vestimentas más casuales, tratándose de una camisa blanca que quedaba fuera de su pantalón oscuro, y sobre esta una chaqueta de jean negra, en su pecho resaltaba un emblema de plata del símbolo del infinito que corresponder a la organización del ninja Aino a la que perteneció y debe lealtad, su miasma estaba completamente desvanecido, no portaba sus armas a ojos del exterior solo era un viajero más, pero quizás para aquellos que le conocen su presencia era perfectamente notoria *