Cojonudo. El mundo se ha ido a la mierda. Adiós a la escuela de arte, adiós a viajar con Kaia, a nuestro viaje a lo mochilero por Europa, a ver el Tibidabo, adiós a los planes de futuro... Está visto que no tendría que haber dejado de cazar. ¿De que me ha servido dejar atrás toda esa rabia, todo ese enfado, tratar de hacer las paces, si no con mi pasado, al menos si con mi futuro, si luego todo se iba a joder?  

Podría haber seguido como siempre, bueno a ser posible sin meterme en tantos líos. ¿Envidio en algo a Dean? Quizá. Él no está aquí para ver cómo el mundo que han salvado él y Sam tantas veces se muere. 

¿Estoy enfadada con él? Al cien por cien. Él no está aquí para ver cómo el mundo que han salvado él y Sam tantas veces se muere. 

Hemos reunido a todo el equipo, ha venido Donna, por supuesto, cosa que agradezco porque no me veo capaz de poner buena cara y mantener el ánimo de "vamos a solucionar esto" y al  menos ella puede echar una mano a Jodie con todo esto del refugio, y no dejar que la gente caiga en el pánico o la desesperación. No, lo mío viene más por el lado de las armas. Las dagas de ángel se han vuelto muy populares en estos tiempos, y tener una, es tener una oportunidad. 

Pero con la llegada de los santos hermanos alados el resto de criaturas sobrenaturales no han desaparecido de la faz de la tierra. Y alguien tiene que acabar con ellas, porque aprovechando el caos y la destrucción que Miguel y Lucifer estan causando, campan mucho más a sus anchas que antes. 

Supongo que esto debería ser un diario de cazadora. Pero no conozco nada nuevo que por ejemplo los Winchester o Jodie no sepan. Y menos desde que pertenecen a esa organización tan selecta suya. Además no es como si fuéramos a salir con vida de todo este marrón. A nadie le va a ayudar la información sobre cómo acabar o reconocer a vampiros, hombres lobo, o cambia-formas cuando todos estemos chupando margaritas. 

Así que este va a ser un diario para MÍ. Para no volverme loca, o no más de lo que ya lo estoy. Por qué Kaia tiene un tope a la hora de aguantar mis movidas. Ella tiene las suyas propias y también tiene derecho a expresarlas. Al parecer y según me han recordado todos durante demasiado tiempo, soy afortunada de poder pasar todo esto de la mano de mi pareja. 

A mi entender, es una mierda el vivir con el miedo de que, a pesar de nuestros amuletos, la posea un demonio, o un ángel, o que termine siendo víctima del fuego cruzado, o de alguna estratagema de los arcángeles. O convertida en una criatura que tendría que terminar matando yo misma. De lo cual sé que no me recompondría. Vivo con ese miedo, todos lo hacemos, por toda mi familia, y Kaia está en los primeros puestos de esa lista. 

Ya la he visto morir una vez. Para salvarme, es algo que no tengo intención alguna de repetir. En todo caso, tengo claro que esta vez el sacrificio será mío. Es ella quien tiene que prosperar, quien tiene que sobrevivir, quien tiene que poder ver al menos el mundo que nos quedará después de todo esto, si es que queda alguno. No yo. 

En fin, supongo que para ser una primera vez no está mal. Lo cierto es que no me he sentido tan estúpida como pensaba que iba a hacerlo. Así que supongo que seguiré escribiendo. Si no me he muerto.