Nombre: Alberto Valentino Larovere
Edad: 34 años humanos
Raza: Demonio (descendiente de Belcebú "Baal-Zebub")
Orientación sexual: Bisexual
Apariencia física: Es un hombre de 1,82m, con melena rubia pajiza sobre los hombros, ojos azules y tez clara.
Personalidad: Con un gusto por la inocencia y la sofisticación, oculta una naturaleza narcisista, manipuladora y algo sádica, tras una apariencia de normalidad y riguroso misterio.
Habilidades: Curación casi inmediata a través de sus fluídos corporales (sangre, saliva, semen)
Curiosidades: Sus cuernos son retráctiles, pero rara vez los oculta.
Historia
Nacido en uno de los círculos más antiguos del Infierno, este demonio pertenece al linaje directo de Belcebú, señor de la corrupción y la decadencia. A diferencia de otros descendientes, su poder no se manifestó en forma de plagas o destrucción, sino como una anomalía: la capacidad de curar a través de sus propios fluidos, un don visto como una contradicción antinatural para su estirpe. Este rasgo lo convirtió tanto en un recurso valioso como en una vergüenza para los suyos.
Durante siglos fue utilizado como herramienta, obligado a sanar demonios poderosos para prolongar guerras internas y conspiraciones infernales. Con el tiempo, comenzó a cuestionar su existencia y el propósito de su don, desarrollando una aversión profunda hacia el Infierno y su jerarquía. Su ruptura definitiva ocurrió cuando se negó a curar a uno de los siervos predilectos de Belcebú, desafiando directamente la voluntad de su ancestro.
Castigado y exiliado, logró escapar al mundo humano, donde adoptó una identidad falsa para pasar desapercibido. Allí descubrió algo que jamás había conocido: la gratitud genuina. Aunque intenta vivir con discreción, usando su poder solo en casos extremos, su naturaleza demoníaca y su linaje lo persiguen. El Infierno no olvida a los suyos, y Belcebú no tolera la desobediencia. Su estancia en el mundo humano es tanto un refugio como una cuenta regresiva.
