El primer Colapso, hace 7 años, en el centro de la ciudad de Nueva York se abrió un portal que conecta a otro mundo. Tras un intenso destello la ciudad se vio envuelta en tinieblas. En una noche, Nueva York fue engullida, destruida y reconstruida por la niebla del Más Allá. 

 

Seres del Más Allá, criaturas en su mayoría de origen indescriptible y apariencia aberrante, incursionaron en la recién tomada Nueva York. La ciudad fue renombrada como Parcela de Jerusalem por el grupo autodenominado como los Trece Reyes, grupo que al mismo tiempo se adjudicó la creación del Gran Portal Central. Así durante dos meses, debido a los autoproclamados gobernantes y por culpa de una enorme maldición con forma de entidad marítima, el gobierno Americano perdió control sobre una de sus ciudades más importantes. 

 

Finalmente el día 61 tras el Colapso, por presiones de seres poderosos conocidos como Semidioses al interior de la Parcela de Jerusalem, se llevó a cabo una fantástica conciliación entre la Nación Estadounidense y el Reino Abstracto del Más Allá. Bajo el tratado Chrysler-Galadona, se resolvió el conflicto con las fuerzas de lo incomprensible, se desestimó la soberanía de los Trece Reyes, se creó el estado compartido de Nueva Jerusalem y se sentaron las bases para la convivencia másallínea y humana. La barrera se disolvió formando un vórtice de niebla amalgama. La ciudad de Nueva Jerusalem se originó como una combinación de características entre el mundo humano y el Más Allá. La mitad de los humanos absorbidos por el portal reaparecieron milagrosamente en la nueva urbe y se lamentó la desaparición de los muchos otros millones. Eventualmente los seres del Más Allá ganaron derechos de ciudadanía y se integraron en la nueva nación. Cada día, y en cooperación con los nuevos y abstractos nuevos seres inteligentes, el mundo humano se fue recuperando de aquel gran desequilibrio. Hasta que, inevitablemente, tres años después del Colapso, sucedió un segundo Colapso aún más potente.

 

El segundo Colapso, hace 4 años, al sur de la isla de Manhattan, en la isla artificial Pandora, conocida por ser la base de la prisión Asylum Pandorum, se abrió un portal hacia una nueva dimensión. Sucedió el Colapso y 0.000001 segundos luego de establecida la conexión hacia el otro mundo, el portal se cerró desplegando una carga energética tan potente que desestabilizó la infraestructura mística de Nueva Jerusalem. 

 

La Liga Espiritual, organismo mundial encargado de mantener el Portal Central de Nueva Jerusalem, describe lo siguiente: La maldición invisible, enigma del Más Allá, usó la fuerza de un contrato divino para mantener a raya la deformación inminente desde las 18:12:33, la tarde del Colapso, hasta las 18:12:53 del mismo día. Desde el punto de vista de cada ser consciente en Nueva Jerusalem, durante 20 segundos después del Colapso no sucedió nada hasta que, cumplidas las 18:12:54, la ciudad se dividió en dos. La visión de dos Nueva Jerusalem paralelas, vistas como a través del borde de un espejo, duró solo medio segundo, pasado ese tiempo la ciudad se dividió en cuatro. Así, de forma exponencial, las dimensiones de la ciudad duplicaron y los lapsos de tiempo entre cada reforma se dividieron rozando los límites abstractos.

 

Dada la emergencia, las barreras del primer Colapso volvieron a alzarse conteniendo exitosamente la expansión de lo absurdo. 12 horas tras el Colapso, la mayoría de humanos fueron retirados y colocados en múltiples y diversas formas de animación suspendida. Las almas del 66% de la población humana de Nueva Jerusalem fueron protegidas por la Liga Espiritual, 25% transportadas al Más Allá y finalmente el 9% restante desapareció sin dejar rastro. Lo mismo, pero en distintas proporciones les sucedió a cada tipo de ser no humano o másallíneo 24 horas después del Colapso. Los seres del Más Allá no sobrepasaron la barrera colocada sobre Nueva Jerusalem, al contrario, aquellos seres del Más Allá situados fuera de la ciudad fueron arrastrados día tras día al desastre. 

 

El día 13 tras el Colapso, en la recientemente renombrada Nod Fraccionaria, las barreras esféricas de la Liga Espiritual sufrieron una deformación. Las partes inferiores y superiores se alejaron del centro creando una larga barrera elipsoidal que permaneció así durante horas. En la noche del mismo día, la mañana para la zona horaria australiana, al suroeste del continente oceánico se apreció un surgimiento. A causa del descontrol interno, el sistema de contención sufrió una descompostura que eliminó los límites de la dimensión Z, tal evento mostró efectos en la antípoda marina de la antigua Nueva York. Con un diámetro de 35 kilómetros, un cilindro infinito, oscuro e intangible atravesó la tierra durante otros 13 días.

 

Se tiene registro de seres vivientes detectados en el caos fractalico del lugar, pero, aún luego de 4 años, estos siguen clasificados. El único caso que salió a la luz fue el de un gran milagro. El día 21 tras el Colapso, en la ciudad Fraccionaria de Nod, alrededor de 3,253,000 seres humanos desaparecidos durante el Primer Colapso reaparecieron al interior del desastre. Se siguió el mismo protocolo usado al inicio del Colapso de forma que, 13 horas tras su aparición, la población pérdida de la original Nueva York fue salvada bajo una reforma de su estado físico, un fractal de ideas.

 

Finalmente, 26 días después del segundo Colapso, las constantes fundamentales regresaron a sus valores iniciales y la ciudad fue reconstruida. Por sus esfuerzos, y gracias a un sinnúmero de contratos másallíneos, la Liga Espiritual fue capaz de revertir el caos. La ciudad y sus habitantes regresaron, pero los efectos secundarios de la reconfiguración aún son visibles hasta el día de hoy. Irreversibles.

 

Demonio:

Solo trece pueden existir al mismo tiempo. Su existencia deriva del Colapso pues antes de ese evento no se tenía registro de su presencia en este o el otro mundo. Su nacimiento se cuenta antes del inicio del tiempo, cuando, en una sopa caótica de conceptos la batalla por su aniquilación era continua. La fractura entre uno y otros mundos los envían al presente, al lugar donde su esencia toma forma y se hace consciente, y su cuerpo deja de abarcarlo todo para residir en una interpretación colectiva, corpórea y cárnica de ellos mismos. Los avatares reconocidos durante el primer Colapso fueron: Desolación, Grotesco, Poriomania, Depravación, Monomanía, Saturación, Insatisfacción, Autoimagen, Desrealización, Hipersensibilidad, Desesperación, Paranoía, Tangibilidad. Tras el segundo Colapso, se espera que algunos o sino todos hayan sido reemplazados, sólo aquellos con información clasificada conocen la respuesta. Por sí mismos, los Demonios másallíneo no tienen más poder que un simple humano, pero son sus obras y su lealtad a aquello que representan lo que les permite tener la fuerza para competir contra un Semidiós o incluso una Anomalía. Su vitalidad parece estar ligada a la conexión con el otro mundo, por lo que no existe manera conocida de eliminarlos. Algunos tienen niveles de consciencia tan elevados que pueden describir con certeza el plano en el que habitan, uno imaginario.