Llevo días de travesía, nunca había estado tan lejos de casa.
Puesto que me fui sin nada del pueblo, he dependido de la generosidad de otros viajeros para poder alimentarme.
Conforme más me voy adentrando en tierras desconocidas, más gente extraña, o más bien, diferente, me encuentro por el camino.
Mi curiosidad por conocer otras civilizaciones y culturas no para de crecer.
Si alguien está leyendo esta carta, que se sienta libre de buscarme y enseñarme su cultura y su estilo de vida.