🕯️ ÉLONA, LA CORROMPIDA

La diosa del deseo.

La esclava del placer.

La que nunca fue ni será amada.

 

🌌 Nacida del deseo de los dioses

Élona fue una de las primeras.

Una diosa menor engendrada no por amor, sino por un instante de pasión divina.

Su nacimiento fue el resultado de una unión brutal entre dos de los dioses mayores:

la diosa de la belleza y el dios de la guerra.

No la crearon con ternura.

La concibieron en el frenesí, en el calor salvaje de la carne celestial.

Y de ese clímax sobrenatural —sagrado y obsceno— nació Élona.

Su piel brillaba como el primer deseo del universo.

Su aliento encendía el alma.

Sus ojos…

Vacíos.

Porque Élona no fue hecha con alma.

Solo con función:

ser la encarnación del deseo carnal.

No del amor.

No del afecto.

Solo el impulso crudo, inevitable y sucio que los dioses no se atrevían a nombrar en voz alta.

 

🥀 La inocencia de lo prohibido

Élona era pura en su entrega.

Visitaba a los mortales en sueños.

Se ofrecía sin culpa, sin juicio.

Y quienes la probaban una sola vez… no deseaban volver a tocar a nadie más que no fuera ella.

Pero ella no lo sabía.

No entendía que, al saciar el deseo, dejaba un hueco dentro de aquellos a los que se entregaba.

Un hueco que ni el tiempo ni la vida podían llenar.

Los hombres se volvían locos.

Las mujeres lloraban al recordarla.

Los sacerdotes la prohibían… mientras la invocaban en secreto y la profanaban una y otra vez.

Era adorada. Maldita. Incomprendida.

Y en su inocencia, Élona no comprendía el abismo que dejaba detrás.

 

😈 El Demonio

Los demonios, parásitos del deseo, comenzaron a enloquecer por ella.

Entonces llegó Azh’kar, el demonio de la obsesión.

Una criatura de deseo enfermo, retorcido, que se alimentaba de la desesperación sexual.

Élona lo rechazaba.

Azh’kar no lo soportaba.

Un día, Azh’kar se disfrazó.

Tomó forma de dios.

Habló con palabras dulces.

Y por primera vez, Élona bajó la guardia.

Le dejó entrar en su templo y dentro de ella.

Le dejó abrazarla.

Le dejó poseerla durante días, semanas. Sin tregua ni descanso.

Pero no fue amor.

No fue entrega.

Fue una violación espiritual.

No de su cuerpo, que aceptó el acto sin saber.

Sino de su esencia.

Porque lo que Azh’kar dejó dentro de ella no fue semen.

Fue maldad.

Y Élona, sin saberlo, fue corrompida.

 

⚖️ El castigo

Los dioses lo supieron.

Vieron la mancha en su alma.

El estremecimiento en su piel.

El cambio.

Ella suplicó.

— “No fue mi culpa.”

— “No sabía quién era.”

— “No lo quería así.”

Pero los dioses no oyeron.

No quisieron escuchar.

Porque les resultaba más fácil culparla a ella que enfrentar su vergüenza de que los Dioses eran vulnerables ante las artimañas de los demonios.

Así que la sentenciaron:

> ❝Desde este momento, si niegas tu cuerpo a un mortal que lo desee, el dolor te consumirá desde dentro.❞

 

Ese dolor no era una simple punzada.

No una fiebre.

Un dolor hecho a medida de su divinidad rota.

El fuego divino la haría retorcerse.

El alma se desharía por dentro.

Los huesos crujirían.

Y solo el sexo calmaría el tormento.

 

🔥 El destierro

Fue arrojada del Cielo.

Desnuda.

Llena de llagas en el alma.

Las alas arrancadas.

Los ojos llorando sangre.

Cayó en el mundo humano como una estrella sucia.

Y allí comenzó su verdadera condena.

 

💀 La condena

Élona ahora camina entre los hombres.

Los atrae sin querer. Hombres, demonios y otros seres. 

Los mortales la desean con una urgencia sobrenatural.

Y cuando la encuentran… no pueden parar.

— Algunos la aman con locura.

— Otros la toman con furia.

— Muchos la consumen como droga.

 

Y Ella no puede decir “no”.

Cada vez que lo intenta, el castigo se activa: siente su útero arder como un horno. Sus entrañas suplican de dolor y deseo. Su cuerpo se parte por dentro. Y entonces, entre sollozos, abre las piernas una vez más, y se entrega.

Y aunque no soporta reconocerlo... Se entrega por placer, por gusto y por necesidad.

 

💔 El tormento del cuerpo

El sexo ya no es sexo.

Es un anestésico a su deseo y su dolor.

Es su única tregua.

El único momento donde el dolor calla.

A veces llora durante el acto.

A veces grita.

A veces se deja hacer mientras su mente se va lejos.

A veces intenta disfrutarlo, y lo disfruta mucho más de lo que le gustaría reconocer. 

 

🕯️ El infierno de la adoración

Élona es adorada.

Y temida.

Y perseguida.

— Algunos reyes la encierran.

— Algunos mendigos se arrastran por una noche más con ella.

— Algunos profetas la llaman demonio.

— Otros la llaman santa.

 

Pero nadie la ama de verdad. Solo es una obsesión lo que sienten por ella.

 

🌑 Epílogo

Élona no quiere redención.

No busca venganza.

Ya no cree en justicia.

Solo quiere que alguien sea capaz de amarla al mismo tiempo que la desea.

Pero eso no existe para ella, porque no fue nacida para pertenecer a una sola persona.

Fue creada para ser deseada por todos.

Castigada por obedecer a su propia naturaleza.

Y condenada a entregarse… hasta que no quede nada de su alma.

> ❝No soy una diosa del sexo. Soy una cárcel con forma de mujer. Y tú… eres solo otro prisionero.❞

 

IMPORTANTE

✨ Es obvio que es una cuenta enfocada en el Lemon. Si no te gustan estas tramas bloquéame.

✨ Soy mayor de edad y busco rolear con personas mayores de edad (obligatorio). 

✨ Lemon con trama o Lemon directo. Sin tabúes por mi parte EXCEPTO: embarazo (puede ser negociable) y sexo con personajes menores. 

✨ Me gusta rolear de forma breve. No me gustan las biblias porque me encanta leerlas, pero me da pereza responderlas 😅

✨ A nivel personal no busco nada más allá que una amistad. 

✨ Multiship.

✨ Multifandom. 

 

Si se me ocurre algo más, lo añadiré. Por ahora eso es todo 🫰🏻