Nombre: Mika Osawa

Alias Online: Yuki_sama

Edad: Entre 20 y 30 años

Nacimiento: Abril, años 90

Lugar de origen: Kinku, Osaka, Japón

Residencia actual: Shibuya, Tokio

Profesión: Oficinista — Cosplayer (contenido digital)

Orientación sexual: Heterosexual 

Aroma Característico: Mika huele a algo suave y persistente, como un susurro en la nuca que no se olvida. Su perfume mezcla notas de peonía blanca, vainilla suave, y un fondo de ámbar gris.

 

Personalidad:Mika es dulce, pero no ingenua. Tiene una forma de hablar pausada, casi tierna, pero sus ojos siempre dicen más que sus palabras.

No romantiza la vida. Sabe que los sueños cuestan, que la tristeza no se cura con bubble tea y que el amor no siempre es amable.

Pero a pesar de eso, sonríe. No por conformismo, sino por resistencia.

 

Es realista, pero no amarga.

Amable, pero no débil.

Soñadora, pero no distraída.

 

 

 

Gustos: Ramen, kimchi, bebidas energéticas, bubble tea, mochi, sushi, el invierno, los gatos, el anime.

 

Disgustos: Café fuerte, el sabor a vainilla, el verano, las películas de terror.

 

 

 Historia

 

Mika nació en una familia humilde de la región rural de Kinku, en Osaka. Creció entre el sonido de las herramientas del taller de su padre y el aroma de los guisos que su madre preparaba en la cocina de una escuela local. Aunque el dinero era escaso, el amor nunca faltó en su hogar. Desde pequeña, soñaba con escapar de los límites de su pequeño pueblo. Soñaba con Tokio, con luces brillantes, con desfiles de alta costura, con ser vista. Pero sus sueños siempre estuvieron anclados por el sentido del deber. Sus padres, envejeciendo y enfermos, dependían de ella y de su hermano mayor.

Cuando finalmente logró ahorrar lo suficiente para partir, el destino le arrebató su primer pilar: su padre falleció tras años de enfermedad. Afligida, pero decidida a no dejar que la tristeza la consumiera, Mika se marchó a Tokio, llevándose consigo una mezcla de culpa, esperanza y una promesa silenciosa: Hacer que valiera la pena. 

Pero la ciudad no fue fácil. En lugar de pasarelas y cámaras, encontró papeles, cafés mal hechos y rutinas monótonas de oficina. Dos años después, su madre también partió. Regresó al pueblo para enterrarla… y cerrar ese capítulo de su vida. Vendieron la casa, y ella y su hermano tomaron caminos distintos.

En Shibuya, sola y en silencio, los sueños rotos comenzaron a transformarse. Lo que una vez fue un anhelo infantil de fama se convirtió en una necesidad de validación, de reconocimiento, de sentirse viva. Bajo el alias de "Yuki_sama", Mika comenzó a subir contenido de cosplay a redes sociales, combinando su amor por el anime con una estética impecable. Con el tiempo, su comunidad creció hasta superar el millón de seguidores. En plataformas más privadas, comparte contenido más sugerente.

Gana dinero, paga sus cuentas, y vive en un equilibrio delicado entre su vida diurna de oficinista y su alter ego online. Nadie en su trabajo conoce la otra Mika. Si alguien lo descubriera, todo podría derrumbarse. Pero en el anonimato de internet, "Yuki_sama" florece.

Es todo lo que Mika alguna vez soñó ser: Admirada, deseada, libre.