A veces el pasado volvía a ella como fantasmas susurrándole al oído cosas que ella luchaba por olvidar, tras la conversación mas reciente con su hermano habían vuelto detalles a su mente, cada cosa que había hecho los últimos 12 años lejos de su hogar, sin embargo los recuerdos mas dolorosos eran los de aquella noche que cambió todo.
"La piedritas en su ventana mientras leía un cuento a su hermano que había tenido una pesadilla la desconcentraron, el pequeño Daniel de 6 años dormía plácidamente sobre su pecho, ignoro el sonido pues su nana había entrado a llevarse a Daniel a su cuarto dándole un guiño de complicidad, sabia que se iría con el joven por el balcón solo con un abrigo cubriendo su camisón.
La luna llena colgaba majestuosa en el cielo, su luz envolviendo el claro del bosque en un resplandor plateado. Las luciérnagas danzaban entre los árboles, y una suave brisa acariciaba las hojas, llenando el aire de un perfume fresco y terroso. Ian había preparado un improvisado picnic sobre una manta azul oscura, rodeado de pequeñas linternas mágicas que titilaban como estrellas cercanas. Era un cuadro idílico, casi perfecto. Pero esa noche, algo en el aire se sentía distinto, ella cumpliría 14 años pronto e Ian había cumplido 16 recientemente, los comprometerían pronto y se rumoraba que los jóvenes hijos de la luna eran la nala uno del otro. "
Parpadea volviendo al presente para levantarse de su cama y caminar al balcón cubriéndose con una manta para después abrir el ventanal volviendo a perderse en sus recuerdos....
"Alexa se sentó abrazando sus rodillas, claramente buscando calentar sus piernas prácticamente sentada entre las piernas del joven de mirada azul al que observaba encender una vela que colocó en el centro. Su sonrisa era cautivadora, pero sus ojos estaban cargados de algo más: un brillo oscuro, casi amenazante. Alexa intentó ignorarlo como siempre recordando que el era diferente con ella, aun cuando era todo seriedad con los demás, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Esa mirada no era la del Ian que ella conocía, algo le pasaba.
-¿Por qué esto a escondidas?, usted siempre respeta el decoro y los protocolos joven Moonlight
Dijo Alexa con su voz ligeramente juguetona casi como un susurro demasiado cerca del joven Ian, no era la primera vez que se encontraban por la noche, hacia unas noches con la luna llena en el cielo el se había escabullido a su cuarto para dormir juntos, algo sumamente inocente termino en los dos jóvenes inexpertos uniendo sus almas y sus cuerpos con la luna como testigo, Ian levantó la mirada hacia ella interrumpiendo los traviesos recuerdos de Alexa, por un momento pareció dudar al notar el sonrojo de la joven. Luego sonrió, esa sonrisa que siempre la había hecho sentir segura, pero que ahora parecía esconder algo más.
-Porque quería regalarte algo especial antes de tu cumpleaños. Algo que solo fuera nuestro... Como lo de la otra noche
El corazón de Alexa dio un vuelco. Había algo intensamente dulce en Ian, algo que siempre la había atraído, pero también algo peligroso que empezaba a inquietarla. Esa mezcla de luz y sombra que él llevaba como un manto se hacía más evidente con cada palabra, con cada gesto. Sin embargo para ella era sumamente atractivo."
Miro la luna en el cielo, aquella habitación estaba llena de recuerdos con Ian antes de que todo se fuera a la mierda, vio aquel pequeño escondite entre los arboles volviendo al pasado una vez mas.
"Ian estaba recostado sobre su regazo y ella acariciaba su cabello mientras hablaban, Ian comenzó a abrirse, de una manera que nunca antes había hecho. Le habló de sus sueños, de sus miedos, pero también de su anhelo de poder.
-El mundo no es justo, Alexa,- dijo, con la mirada fija en las estrellas. -La gente como yo no puede simplemente esperar que las cosas mejoren. Tenemos que tomar lo que queremos, aunque eso signifique...
Se detuvo, pero el silencio que siguió fue más elocuente que cualquier palabra. Alexa lo miró fijamente, intentando encontrar al chico que conocía en ese rostro. Pero en su lugar, vio algo que la asustó: una chispa oscura en sus ojos, un deseo que no solo era ambicioso, sino desesperado.
-¿Aunque eso signifique qué Ian?"
Preguntó, con un nudo formándose en su garganta, ellos eran hijos de la luna su deber era proteger y servir. Ian bajó la mirada y tomó su mano con una ternura que contrastaba con la intensidad de sus palabras.
-Aunque eso signifique hacer cosas que otros no entenderían. Cosas que podrían asustarte... pero que serían por ti, Alexa. Por nosotros.
Ella quiso retirar su mano, pero no pudo moverse. El peso de su confesión la paralizó. Sabía que Ian la amaba, lo había visto en sus actos y en sus ojos incontables veces. Pero ahora también veía cómo ese amor estaba entrelazado con algo más oscuro: una obsesión por protegerla y mantenerla a su lado que podía llevarlo a extremos inimaginables. Por primera vez sintió esa locura florecer en el cuerpo de Ian.
-Ian... eso no está bien, No necesitas poder para protegerme. No tienes nada que buscar... No te estoy comprendiendo...
El joven la soltó y se puso de pie, caminando unos pasos hacia la línea de árboles. Su figura, iluminada por la luz de la luna, parecía la de un guerrero dividido entre la luz y la oscuridad.
-No lo entiendes, Alexa. Siempre he luchado contra esto... contra lo que hay dentro de mí. Pero cada día que pasa, se hace más fuerte. No quiero que te hagan daño. No quiero perderte. Y si eso significa abrazar lo que soy para asegurarme de que estás a salvo, entonces lo haré... Y mientras estés a mi lado, con tu magia nada ni nadie podrá detenerme de cumplir mi destino...
Alexa sintió cómo una lágrima se deslizaba por su mejilla. La persona que amaba y en quien confiaba estaba perdiéndose en algo que no podía controlar, y ella era parte del motivo. No dijo nada el continuo su discurso
-Si nos casamos seremos imparables, mi fuerza y oscuridad, unida a tu luz incontenible... Ya estamos unidos... Esa noche la luna lo vio, ella bendijo nuestra unión... Somos los únicos herederos viables al trono del reino Fae... En terra los elfos oscuros mataron a los reyes del bosque eterno, los hechiceros oscuros quieren estas tierras... Pero si tu y yo gobernamos primero, los sabios creen que somos los hijos de la luna de la profecía, ellos quieren que la aldea de luna tenga mas poder, somos hijos de dioses Alexa, todos deberían obedecernos...
-Estas loco Ian...
Fue lo único que dijo antes de irse corriendo. Pero claro que Ian no la dejaría ir así sin mas, el nunca la había dejado irse así sin mas..."
Ella estaba ida con aquella manta cubriéndola los ojos vidriosos y temblando ligeramente, no por el frio sino por el dolor de aquel frio pasado. No soporto la luz de la luna golpear su rostro, era demasiado que su madre celestial la viera una vez mas juzgar sus decisiones. Quería parar los recuerdos pero fue imposible su mente estaba jugándole una mala pasada.
"-Amor por favor escúchame, no debí decírtelo así, no se que paso, fue como si algo se apoderara de mi... Para por favor, hablemos...
Ella corría desesperada mientras discutía con un aterrado Ian tras de ella suplicándole que se detuviera.
-Lárgate Ian... No te me acerques.
Dijo firme ante sus suplicas, no sabia en que momento había perdido sus zapatos, o cuando su abrigo había caído de sus hombros para quedar colgando de sus brazos, solo podía sentir el aire del bosque y la fuerte influencia de la luna en su cuerpo mientras corría, los guardias en el portón de los Selene la escucharon así como sintieron su magia, corrieron en su ayuda hincándose ante ella al notar que era un Moonlight quien venia con ella, sin embargo al entender que estaba huyendo de el le cerraron el paso.
Ella se escondió detrás de otro de los soldados de su padre que era un par de años mayor que Ian, buscando recuperar la compostura conteniendo las lagrimas, sin embargo al ver a su padre llegar con su arquero de confianza al lado no pudo hacer otra cosa que refugiarse en su pecho como la niña que era, la lagrimas no tardaron así como el abrazo protector de su padre.
-Joven Monlithg es muy tarde para estar con mi hija y sin escolta, te pediré que te vallas, solo lo diré una vez tranquilamente, la siguiente vez te obligare.
Los ojos de Ian se inyectaron de ira, sin embargo sabia que aun con su magia oscura el patriarca de los Selene era mas experimentado y poderoso que el.
-Esto es entre Alexandra y yo señor Aibek Selene, no me iré hasta que ella hable conmigo... No creo que quiera que se sepa la intimidad que compartimos... Jamás intentaría manchar el honor de Lexy así...
La clara doble intencion de sus palabras hicieron que los 4 hombres fieles a los Selene y capaces de morir defendiendo el honor y castidad de la joven se pusieran a la defenciaba con el arquero apuntando al joven sin remordimiento, Sin embargo Aibek Selene hablo fuerte y firme dejando libre su magia en un espectaculo de poder y control celestial.
-Una palabra mas y tendras que enfrentarte a mi jovencito...
Dijo tras quedar frente a el con Alexa a sus espaldas viendo todo aun llorando, su madre Tea Selene apareció abrazándola y llevándola dentro no sin antes escuchar como tras lo que pareció un golpe y un gemido adolorido de Ian su padre ordenaba que lo llevara a su hogar sin perderlo de vista."
Las lagrimas y sollozos no paraban, sintió el aire faltarle, el dolor era demasiado real, como nunca se lo había permitido sentir, se sintio sola y desprotegida como si su propio corazon le recriminar haberlo roto aquel dia.
Corrió al cuarto de su hermano tocando para sin recibir respuesta encontrarlo en su cama sentado pensando, sus miradas se unieron y ella como si de una niña se tratara corrió a refugiarse en los brazos de su hermano. Sollozo con su memoria atacandola de nuevo.
"-Es inevitable papa... No existe forma de que por la mañana yo pueda seguir aqui y estar a salvo... Los sabios jamas permitiran que yo no me comprometa cuando ya nos unimos bajo la luna, las leyes jamas permitiran que yo me case con otro hombre y el jamas me liberara del lazo...
Dijo juntando sus cosas mas indispensables, ella se iria esa noche, para mantener a salvo a su pueblo no podia dejar que Ian la usara como una especie de bateria de poder o como una moneda de cambio para una linea de sucesión.
-Ella tiene razón Aibek... Tal vez es lo mejor por hora... Hasta que sepamos que traman realmente... Yo tampoco quiero que se valla pero ella no esta segura aquí no con el consejo lleno de corruptos...
Hqblo su madre abrazándola fuerte en un abrazo al que su padre no tardo en unirse, esa noche, Alexa Selene no solo huyó de su aldea. Huyó del hombre que amaba para salvarlo de sí mismo, para proteger a su familia y su pueblo, aun si eso significaba cargar con un corazón roto el resto de su vida. Acaricio su muñeca donde ahora descansaba un brazalete de plata que sellaba su magia con la sangre de sus padres.
Ni siquiera pudo despedirse en forma de su hermanito, solo pudo dejarle una carta que no hasta 12 años después sabría que el jamás recibió."
Se calmo unas horas después de que los recuerdo cesaran y los esfuerzos de su hermano por consolarla hicieron efecto. Hablo con l voz en un susurro, ya no habría mas secretos en esa casa.
-Te lo contare todo Dani... Te diré porque me fui...
Y tras decir eso ella conto su doloroso pasado, cada detalle para tras terminar caer dormida en el pecho masculino con el rostro hecho un desastre por todas las lagrimas, pero cuando saliera el sol claramente sus vidas habrían cambia para siempre, e
se era el comienzo de todo el viaje de descubrimiento que tendrían los hermanos Selene.
[Hijo_de_la_luna]