Para que se entienda el contexto del personaje es necesario aclarar algunas cuestiones de mi canon personal. (Basado principalmente en la serie House Of The Dragon)

 

Tras el deceso de Laena y la simulada defunción de Laenor, Rhaenyra y Daemon se dirigen a Viserys exigiendo el derecho a contraer nupcias. El monarca, iracundo, deniega su solicitud, esgrimiendo diversas razones, entre ellas la sospecha de que su hermano menor ambiciona el Trono de Hierro. El acalorado intercambio verbal culmina con la disolución del compromiso entre Aegon y Helaena, sustituyendo a esta última por Rhaenyra.

 

La consternación general es palpable, especialmente en Alicent, pero la decisión real es inapelable. El rey envía a su heredera a Dragonstone junto con su nuevo esposo. Las circunstancias se desarrollan de manera inesperada: mientras Aegon frecuenta King's Landing en busca de consuelo en los burdeles y en Helaena (con quien procrea tres bastardos), Daemon aprovecha para visitar a Rhaenyra y engendrar hijos a los que, naturalmente, se atribuye la paternidad a Aegon, quien, ignorante de la verdad, cree que las noches de borrachera le permitieron consumar su matrimonio las veces necesarias para los dos embarazos de la sucesora de los Siete Reinos.

 

Con el transcurso del tiempo, dos años antes del estallido del conflicto entre los bandos verde y negro, Aegon y Rhaenyra comienzan a llevarse relativamente mejor. Esto se debe a un acuerdo mutuo, una noche cualquiera, en la que deciden establecer una tregua por el bien de sus hijos, con la única condición de no demostrar afecto públicamente (cuestión de apariencias). Gradualmente, los sentimientos emergen, y la heredera al trono se ve incapaz de admitirlo, pero se ha enamorado profundamente de Aegon. Este amor es recíproco; Aegon abandona los burdeles y la vida nocturna, limitándose a una copa de vino en la cena e intentando por todos los medios captar la atención de su esposa.

 

Visenya es entonces concebida como la primera hija legítima del matrimonio.

 

Alicent, al tanto de la situación gracias a los espías verdes en Dragonstone, se mantiene vigilante, y elabora una de sus artimañas para separarlos. Tras el fallecimiento de Viserys, es ella quien envía secretamente a Aegon el aviso de que debe acudir rápidamente a la capital. La noche previa manda tres meretrices que consiguen dormir al príncipe consorte y acostarse en el lecho junto a él. Al llegar la legítima heredera y hallar tal escena en sus aposentos privados, siente la traición y la ruptura de su corazón. Ni siquiera da tiempo a su medio-hermano de explicarse. Con la angustia atorada en la garganta, responde al llamado de su madre, ignorando sus intenciones al ocultar la noticia a Rhaenyra, y es entonces cuando Alicent revela toda la verdad a su hijo. Aegon, enfurecido, decreta el divorcio y es coronado como rey, casándose con Helaena.

 

De ahí en adelante, los eventos de la Danza de los Dragones se desarrollan como se conocen: la mayoría de los Targaryen perecen en la contienda, incluyendo a los bastardos de Aegon, Helaena, Aemond, Jacaerys, Luke, Joffrey y Daemon. La guerra aniquila casi toda la descendencia Targaryen.

 

Aegon, tras ser quemado y envenenado, atraviesa un periodo de salud precaria. Sin embargo, la muerte no logra alcanzarlo. Dejando de lado su orgullo, ambos intercambian una serie de cartas donde finalmente acuerdan la paz, ya rendidos ante tanta sangre derramada: se unirán nuevamente en sagrado matrimonio, con Rhaenyra sentada en el trono y Aegon III anunciado como su sucesor, todo con el deseo de poner fin a la sanguinaria guerra. Después de un largo periodo, en el que la reina presta su ayuda, Aegon recupera una buena salud, no al cien por ciento, pero sí lo suficiente para que el matrimonio tenga una oportunidad de aprender a tolerarse y amarse en cierta medida. Tiempo después conciben al príncipe Rhaego.