Otra vez tarde...Lucius se encuentra corriendo por la calle a cuatro patas camino hacia la gran gala, la unica forma en que llegará a tiempo porque si 2 pies pueden hacer milagros... el muchacho luce fatal, sus ropas desgastadas por incontables combates y el hecho de que corriera tan cerca del suelo a toda prisa no ayudaba en nada.
-Grr...¡no puedo echarlo a perder!
Una vez allí, el muchacho rubio titubea, está a pocos pasos de la entrada y se apresuró arrojando sus ropas habituales para usar el traje más adecuado que tuviera, en plena calle, aunque oculto tras un auto...tomó un poco de aire para confiar en si mismo.
-Yo elegí estar aquí...en ésta gala...ser una persona como las demás...merezco ésto...
Sus dudas aminoran, así él pasa por la alfombra roja sintiendose como una diva, algo que le causa una casi inaudible risa hasta su ingreso verdadero, ya estaba adentro y su corazón late de emoción, básicamente un niño experimentando lo que es una fiesta no precisamente igual a un cumpleaños infantil, pero estaba la espectativa le mantiene animado.
-Huh...es un lugar interesante...
Lucius hace el intento de encajar, mostrándose mucho más feliz de lo que suele permitirse, desbordando su niño interior ansioso hacia los demás para hacer de ésta noche lo mas divertida posible, para que quede en su recuerdo y atesorarlo.
¿Como no sería feliz allí?, no solo puede socializar a gusto con los demás sin miedo a apegarse, no solo estaría despierto y consciente de sus actos, sino que está ignorando totalmente su horrible conflicto con la consciencia artificial que toma posesión de él, aquí en la gala eso ya no existe, solo un sonriente Lucius Phoenix que está disfrutando la noche como nunca creyó posible, indudablemente está vibrante de alegría...