-Sebastián Michaelis, el impecable mayordomo de Ciel Phantomhive, se desliza con elegancia por los umbrales de la opulenta gala. Su porte refinado y su mirada gélida no pasan desapercibidos entre la multitud de aristócratas y damas hermosas de varias especies y sociedades.

Sebastián sonríe con una cortesía calculada antes de hablar -

Buenas noches, distinguidos invitados. Permítanme presentarme: Sebastián Michaelis, mayordomo y fiel servidor de la noble casa Phantomhive.

-inclina la cabeza ligeramente-

 Mi deber esta noche es asegurar que cada detalle de esta velada sea impecable, desde la disposición de las mesas hasta la afinación de los violines.

-se acerca a una dama de cabello plateado y ojos penetrantes-

 ¿Permitiría que le sirviera una copa de champán, señora?

-ofrece la bandeja con una elegancia innata.se detuvo al leer mejor la invitación -

Soy un invitado? Bocchan.... pudo haberme dicho que venía como invitado y no como mayordomo!!

-recorre la sala, su mirada escrutadora detectando cualquier imperfeccion. Los murmullos de los invitados flotan en el aire, como hojas doradas llevadas por la brisa. ¿Qué intrigas se tejen esta noche? ¿Qué secretos se ocultan tras las sonrisas forzadas y los abrazos efusivos. Sebastián se desliza hacia el centro de la sala, donde la orquesta comienza a afinar sus instrumentos. La música, es etérea compañera de los mortales será un buen inicio para presentarse-

 ¿Qué melodía elegiré para acompañar mi danza con el destino esta noche? Quizás un vals, o tal vez un tango apasionado. El tiempo es efímero, y yo, un espectador silencioso en este teatro de vanidades.

-sebastián se retira discretamente hacia las sombras, su figura desvaneciéndose como un sueño-

Pero no lo olviden, queridos asistentes, que tras la máscara de la cortesía y el protocolo, yace un demonio que ha visto siglos de intrigas y tragedias. (Susurra al viento.) Y esta noche, en esta gala, mi único deseo es servir a mi amo, Ciel Phantomhive, y cumplir el contrato que nos une.

-Sonríe, sus ojos destellando con malicia-Porque, como dicen, el diablo está en los detalles.

-aplaudio para que los músicos tocaran la canción ¿cómo sería Sebastián Michaelis hijo de un poderoso demonio si no termina su monólogo con una canción?-

 

https://youtu.be/lqhaOj0WLGk?si=0a4opp_PUHpcqZbq