- ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀— ¿Dónde… dónde estoy?
El entorno era tan diferente, había tanta luz en el exterior que resultaba segador. De las lámparas con un tenue resplandor a luces tan brillantes como la luna más resplandeciente, sin dejar de lado el estridente y perturbador sonido de las calles repletas de ruido de todo tipo. Las estrellas eran imposibles de ver desde el mismísimo puente de Londres que en su momento fue un gran lugar para apartarse del mundo, así como un lugar lleno de problemas causados por alguna que otra hada que buscara seducir a los humanos o de algún demonio que buscara la muerte de los débiles que caían ante el terrible sentir de una muerte rápida.
Se sentía tan vulnerablemente expuesta al misterio de la falta de prendas de algunas damas y alguno que otro caballero con ropas más pintorescas de lo que podían tolerar sus ojos. Estaba agradecida con el glamur que siempre le permitía pasar desapercibida pues su ropa parecía resaltar mucho más de lo que alguna vez pensó que sucedería. Todo parecía una pesadilla de algún tipo, quizás algún tipo de magia o engaño que pudiera ejercerse, no podía estar segura, había tantas probabilidades que no podía estar segura de nada.
- ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀— Tengo que encontrar a Will. –La multitud comenzaba a ponerla de un muy mal humor por lo que se apresuró a moverse- Por el ángel, espero encontrar a quien sea con tal de salir de aquí y me explique que rayos esta pasando.
El camino al instituto fue más fácil de lo que parecía, por suerte, casi nada había cambiado a excepción de la adición de nuevos carteles y lugares que parecían tiendas de cosas sin sentido. Los alrededores parecían ser los mismos, un aspecto que le dio alivio, la forma tan bella y antigua que alguna ocasión pudo pensar que era un castillo bello.
Al abrir la puerta, la entrada, los colores y formas no habían cambiado en absoluto, como casi cualquier instituto que hubiera visitado en su corta vida, a excepción de los símbolos de las familias de alguna que otra casa Nefilim que podía reconocer entre ellos la de su familia.
⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀— ¿Quién eres tú? –La pregunta provino de la entrada de la biblioteca, en algún momento había caminado lo suficiente para estar frente a ella sin notarlo. El hombre era alguien mayor de aspecto desaliñado y extrañamente le daba aires de algún tipo de erudito empedernido, sus rasgos característicos le dieron una pista de a qué familia pertenecía, pues un Blackthorn siempre destacaba por sus ojos tan verdosos y ese cabello castaño. Todo en el resaltaba, incluida su ropa desaliñada y su mirada llena de duda mientras parecía buscar su arma en busca de atacarle por el bien de su seguridad.
- ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀— Soy Cecily Herondale. –La respuesta salió de manera tan informal que sintió una chispa de incomodidad, no sabía muy bien como expresarse, todo el mundo a su alrededor parecía tan disperso y su realidad tan alterada que no podía expresarse normalmente. - Yo… Creo que estoy muy perdida ahora… Mi hermano… Will... William Herondale ¿Dónde…?
Su pregunta se sintió tan fuera de lugar, si estaba loca; quizás tuviera razón de ser que estaba tan perdía, alucinando y comenzando a ver una realidad diferente, quizás estaba lo suficientemente cuerda como para saber que su pregunta le destrozaría el corazón más de lo que creería.
- ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀— ¿Qué año es?
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