[Theragestone]

El nigromante había estado un tiempo en investigando el cristal que había encontrado pero sin éxito alguno en romper el hechizo para liberar a la persona de dentro, en momentos así, nada más lo calmaba que ir con su madre y ella dormida, solo se dejó caer sobre de ella.

Otros hijos le llevarían el desayuno pero para él nada mejor que un abrazo aunque ella era más grande que él así podía abrazarla mejor.

— buenos días madre...mmm... zzzz...

Bueno quizás dormir un poco no estaría mal.

— donde amerite dar equilibrio estare presente, aún sean las ordas del infierno, la luz del cielo estarésiempre en armonía tanto con la vida como la muerte

— siglos ocultando el santuario, protegiendo lo que mis padres crearon para conservar el equilibrio... Pero fue inutil… Falle, yo no quería ver, no quería verles sufrir… y despertar de ese sueño…

El hombre se lamentaba, sus recuerdos intactos de lo que alguna vez fue, las risas, la paz y el amor que alguna vez albergó el santuario que había entre los demonios y ángeles. Todo ahora en silencio y ruinas.

— yo los amé y aún los amo aún… aún pese a sus tretas, engaños, yo amaba a mis padres, pero se segaron por sus diferentes puntos de vista… ¿Por qué madre? ¿No había más alternativa?

La voz era suave casi cuál susurro pero audible mientras la melancolía era lo que expresaba recordando la indiferencia de su padre hacia él.

~ madre… el ciclo debe terminar, pero no con sangre… aún podemos hacer lo correcto… aún estamos a tiempo madre