• No tendré pareja, pero como me gustan las cosas románticas, así que bueno, se suben sin contexto, sin dedicatoria ni nada. <3
    No tendré pareja, pero como me gustan las cosas románticas, así que bueno, se suben sin contexto, sin dedicatoria ni nada. <3
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    //¡Heya! Haré este post aclarando algunas cositas, ya que últimamente he recibido varias solicitudes:

    -Mi personaje tiene una historia que he desarrollado con mucho esmero, sin embargo, eso no es limitante para rolear cualquier temática, ya que me adapto fácilmente.
    -Soy multiship, pero no necesariamente todos los roles deben ser con intenciones románticas o sexuales, realmente, puedo rolear lo que me propongan, siempre y cuando se estructure una buena historia.
    -Pueden rolear/comentar con libertad en los posts abiertos que hago sobre escenas y además mi DM está disponible, aunque puedo tardar en contestar, ya que también me ocupo con cosas off rol.
    -Escríbanme, no muerdo, mi pj sí (?)

    //¡Heya! Haré este post aclarando algunas cositas, ya que últimamente he recibido varias solicitudes: -Mi personaje tiene una historia que he desarrollado con mucho esmero, sin embargo, eso no es limitante para rolear cualquier temática, ya que me adapto fácilmente. -Soy multiship, pero no necesariamente todos los roles deben ser con intenciones románticas o sexuales, realmente, puedo rolear lo que me propongan, siempre y cuando se estructure una buena historia. -Pueden rolear/comentar con libertad en los posts abiertos que hago sobre escenas y además mi DM está disponible, aunque puedo tardar en contestar, ya que también me ocupo con cosas off rol. -Escríbanme, no muerdo, mi pj sí (?)
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    Uss: nunca pensé que mi vida romántica en rol, sería idéntica a mi vida real, 0,000,000,000,000% romance
    Uss: nunca pensé que mi vida romántica en rol, sería idéntica a mi vida real, 0,000,000,000,000% romance :STK-17:
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  • Ser una rubia romántica y enamoradiza es algo complicado... en especial cuando eres soltera... pero bueno, ¿qué se puede hacer? ¡Hay que disfrutar de la vida!
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  • 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐈𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐍𝐎 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄𝐍 𝐕𝐄𝐑 - 𝐕 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬

    Más allá del balcón, las montañas escarpadas, los bosques frondosos y las llanuras se extendían teñidas de violeta. Poco a poco, el fuego hogareño y las antorchas de los hogares de Dardania comenzaban a encenderse, formando un mar de estrellas ámbar que hacían reflejo con las plateadas que titilaban en el cielo nocturno. Anquises las observaba sin enfocar la vista en ningún punto en particular, los brazos cruzados sobre el amplio pecho, detectó en él una cierta tensión que escasas veces dejaba ver. Afro ya conocía esa pose; cuando se cruzaba de brazos eso solo podía significar una cosa.

    Aún estaba todavía dándole vueltas a lo que ella le había dicho sobre hacerse pasar por la nodriza de su hijo.

    ────¿Una nodriza? ─repitió, la incredulidad apenas disimulada bajo su tono grave─ Explícame de nuevo exactamente cómo piensas pasar desapercibida.

    Y que también él estaba considerando los contras.

    Afro lo miró de reojo mientras acomodaba la manta de lana del bebé, que recién había vuelto a conciliar el sueño después de haberse despertado entre llantos. Ahora dormía plácidamente entre sus brazos.

    ────Bueno, eso es sencillo ─replicó con serenidad fingida, encogiéndose de hombros─; me mezclaré con el personal de palacio como una nodriza para cuidar de nuestro bebé. Una chica mortal que viajó desde las lejanas tierras de Frigia y que llegó a esta ciudad dispuesta a ofrecer sus servicios. Eso es brillante, ¿no crees?

    El nudo en su estómago se le hizo más grande. Para esas alturas, Afro ya había comenzado a dudar de su alocado plan y a contemplar los pequeños y grandes inconvenientes en este. Estuvo tentada ligeramente a echarse para atrás e idear uno nuevo. No lo haría.

    Tenía miedo y comenzaba a dudar. Eso era buena señal. Si estaba sintiendo todo eso, significaba que no estaba loca… o al menos, no completamente aún. Lo estaba pensando. Estaba siendo responsable.

    ────¿Frigia de nuevo?

    ────Es una buena tierra. Su vino de primavera es el mejor que he probado. Un solo sorbo es una explosión de sabores en tu boca.

    ────Afro… ─soltó uno de esos suspiros suyos que le anticipó que su respuesta no le iba a gustar─ ¿Eres consciente de todo lo que vas a dejar atrás?

    ────Claro, seguro.

    Pero ese pequeño chillido de ratón en la voz la delató.

    ────No, no lo creo. Cuando estés cansada, no podrás invocar la energía del amor para recargar fuerzas. Si te lastimas, tus heridas no se regenerarán ─su voz bajó un poco, más grave, trenzada en preocupación─. Serás vulnerable. Tu rostro envejecerá. Y si algo sale mal, no habrá poder divino que te salve.

    Afro levantó la vista y él se giró hacia ella. Sus iris rosas buscaron los suyos. Se demoró en esa mirada donde el ámbar se mezclaba con el dorado oscuro de la miel, antes de apartarla y soltar un gentil suspiro.

    ────Lo sé.

    ────Sé que lo sabes ─replicó él, cerrando una mano sobre su hombro, firme y confortante─. Pero saberlo no es lo mismo que vivirlo.

    ──── Eso es lo que pienso hacer; vivirlo.

    ────Enfermarás como nosotros los mortales, ¿Alguna vez has pasado una noche entera en cama, temblando de fiebre, sin poder hacer nada para aliviarte?

    ────No. Nunca.

    ────Entonces será una buena primera vez –Anquises inclinó la cabeza, una sonrisa apenas se curvó en las comisuras de sus labios– Créeme, no te gustará.

    ────Anquises... –rogó ella, exasperante.

    ────¿Qué? Solo te advierto. –se encogió de hombros, más divertido que preocupado– Y si alguien te hace enojar, no podrás encantarlo. Ni convertirlo en algo más… digamos, adorable. Con pelos, plumas o escamas.

    Un silencio gobernó en la habitación. Había algo más, pero Anquises se lo guardó. No necesitaba articularlo; ella sabía perfectamente lo que había querido decir: «Y no podrás arruinarle la vida para siempre».

    Una de las grandes especialidades de los dioses donde su cruel creatividad salía a la luz. Cada historia que escuchaba en los banquetes en el Olimpo y en boca de las Néfeles, contaba un castigo peor que el anterior, ajustado y pensado a la perfección para cada víctima. Eso, si tenían tiempo de planificarlo. Cuando se trataba de infligir dolor, su ingenio rozaba lo sublime. Y tenía una razón sencilla: los dioses lo temían.

    El sufrimiento era algo que, en su eterna gloria, les resultaba ajeno, distante. Una teoría más que una experiencia. Por eso, cuando se trataba de provocarlo, lo hacían con la precisión envidiable de un escultor y el hambre voraz de una bestia. Cuando el castigo de los dioses era sentenciado y se corría la voz, no se hablaba de otra cosa. No había nada que les resultara tan insólito y fascinante que la contemplación del dolor ajeno.

    ────¡Eso también lo sé! No más inmortalidad, no más trucos para salir del apuro. Sin voz sagrada que persuada a dioses o mortales, sin un aura divina que calme a quienes me rodean. No más vuelos por el cielo, no más juegos de disfraces. No más… castigos.

    Frunció el ceño; la mandíbula se le tensó, como si sintiera el peso de esas últimas palabras que acaba de escupir, llenas de una ira hacía sí misma que brotaba directamente desde el centro de su pecho. Una mezcla de culpa y vergüenza al saber que, alguna vez, ella había sido capaz de hacer aquello que ahora repudiaba: ser el juez y verdugo que ejecutaba el castigo divino. El calor le trepó a las mejillas. De pronto, se dio cuenta de que se había alterado y del silencio a su alrededor: el palacio estaba tan oscuro y quieto como una tumba. Por un instante, pareció querer continuar con algo más, pero se contuvo. Cerró los ojos, respiró hondo y dejó escapar el aire lentamente de sus pulmones. Al hablar, esta vez lo hizo con más calma.

    ────Ya lo sé. Sé a lo que me voy a enfrentar, Anquises. No es ni será fácil. Jamás he llevado el papel de una mortal más allá de la apariencia. Así que sí, tengo miedo. Y sí, tal vez esto sea una completa locura. Pero realmente quiero hacer esto. Quiero hacerlo.

    Anquises examinó a Afro con esos ojos pacientes y soltó un pequeño suspiro. Hincó una rodilla en el piso, frente a ella, y la constante llama de la lámpara de aceite sobre el mueble a su lado iluminó su rostro con luz ambarina. Su mirada era preciosa, sabia. Sus mejillas suaves y mandíbula de líneas duras estaban ocultas debajo de la espesa barba dorada y rizada. Allí, durante un instante, no estaba delante de un príncipe, había en algo en él que lo hacía ver mucho más antiguo, más experimentado que ella y los dioses que habitaban en los cielos.

    ────Si crees que eso es lo que lo mantendrá a salvo, lo haremos. Si el destino no puede ver lo que no se nombra, entonces no lo nombraremos. Serás su nodriza. Mantendremos esto en secreto. Nadie sabrá quién eres, ni quién es él. Pero Afro...

    Hizo una pausa y tomó una de sus manos entre las suyas. El tacto del príncipe era firme, áspero; manos acostumbradas al acero de las armas.

    ────Prométeme una cosa: cuando nuestro hijo crezca y tenga la edad suficiente, cuéntale la verdad. Quiero que sepa que tuvo una madre que lo amo tanto que arriesgó todo con tal de protegerlo y criarlo.

    Ella apretó los labios en una línea recta. Aquello no formaba parte de sus planes, en lo absoluto. O al menos, no lo había previsto hasta ese momento. Si su hijo crecía escuchando las historias que se contaban sobre ella… la vanidosa, cruel y vengativa diosa que despertaba el deseo en dioses y mortales ¿Podría quererla?

    Cuando llegara el momento de saber la verdad, ¿Le dejaría explicarse o saldría corriendo como si acabara de descubrir que su madre era una de las causas de las tragedias románticas del mundo conocido? Entre otras cosas peores.

    Suspiró.

    Sí... no era la imagen más alentadora del mundo. Tampoco era una imagen que a ella le gustara de sí misma. No se enorgullecía de ella. La detestaba. Pero supuso que ninguna madre divina podía esperar una presentación perfecta después de siglos de mala reputación sembrada en himnos, poemas y canciones.

    Sin embargo, él tenía razón. Su hijo merecía conocer la verdad, y no se la negaría.


    Se obligó a sonreír, y sus ojos interceptaron a los del príncipe.

    ────Te lo prometo. Cuando crezca y haya madurado... lo sabrá.

    ────Así me gusta, cabeza de caracol –murmuró él apretando su mano antes de soltarla. La sonrisa que él le esbozó la hizo sentir mejor. Acaso ¿él le estaba sonriendo con orgullo? ¿se sentía orgulloso de ella? No sabría decir sí era así o no, pero le gustó pensar que lo sentía–. Nunca haces las cosas fáciles, ¿eh?

    ────Bueno, si no son las Moiras quiénes se encargan de darte dolores de cabeza, alguien tiene que hacerlo y me tomo esa obligación divina muy enserio.

    Su convicción avivó renovada, serena y firme como la llama en la lampara de aceite: constante, sin perder su brillo, sin arder desbocada en la leña de una hoguera. Nunca había conocido los pesares que los mortales debían soportar. Jamás llevó cicatrices en la piel; en su rostro, la marca del tiempo nunca pasó. Enfermar era algo que ningún dios experimentó en su vida. Trató de imaginarse así misma postrada en cama, temblando por la fiebre, pero su mente no consiguió tejer bien la imagen. Solo se vio estremeciéndose por la caricia de un viento gélido que bastaba cubrir con una manta. Estaba segura de que no era la clase de temblor a la que Anquises se refería.

    Sentir miedo ante lo desconocido era ajeno a los dioses. Desde sus orgullosos tronos y palacios de mármol, creían poseer el conocimiento de todo cuanto habitaba en la tierra. Ahora, sin embargo, su pecho se agitaba ante la posibilidad de enfrentar algo sobre lo que ella no tenía control y conocimiento alguno: su propia existencia vivida bajo las condiciones de una mortal.

    Y aún así, había un temor mayor que la mortalidad misma. Uno que se levantó detrás de ella como una sombra silenciosa: si su hijo conocía la verdad sobre quién era ella… y la rechazaba, ¿su corazón sería capaz de soportarlo?
    𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐈𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐍𝐎 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄𝐍 𝐕𝐄𝐑 - 𝐕 🌺 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬 Más allá del balcón, las montañas escarpadas, los bosques frondosos y las llanuras se extendían teñidas de violeta. Poco a poco, el fuego hogareño y las antorchas de los hogares de Dardania comenzaban a encenderse, formando un mar de estrellas ámbar que hacían reflejo con las plateadas que titilaban en el cielo nocturno. Anquises las observaba sin enfocar la vista en ningún punto en particular, los brazos cruzados sobre el amplio pecho, detectó en él una cierta tensión que escasas veces dejaba ver. Afro ya conocía esa pose; cuando se cruzaba de brazos eso solo podía significar una cosa. Aún estaba todavía dándole vueltas a lo que ella le había dicho sobre hacerse pasar por la nodriza de su hijo. ────¿Una nodriza? ─repitió, la incredulidad apenas disimulada bajo su tono grave─ Explícame de nuevo exactamente cómo piensas pasar desapercibida. Y que también él estaba considerando los contras. Afro lo miró de reojo mientras acomodaba la manta de lana del bebé, que recién había vuelto a conciliar el sueño después de haberse despertado entre llantos. Ahora dormía plácidamente entre sus brazos. ────Bueno, eso es sencillo ─replicó con serenidad fingida, encogiéndose de hombros─; me mezclaré con el personal de palacio como una nodriza para cuidar de nuestro bebé. Una chica mortal que viajó desde las lejanas tierras de Frigia y que llegó a esta ciudad dispuesta a ofrecer sus servicios. Eso es brillante, ¿no crees? El nudo en su estómago se le hizo más grande. Para esas alturas, Afro ya había comenzado a dudar de su alocado plan y a contemplar los pequeños y grandes inconvenientes en este. Estuvo tentada ligeramente a echarse para atrás e idear uno nuevo. No lo haría. Tenía miedo y comenzaba a dudar. Eso era buena señal. Si estaba sintiendo todo eso, significaba que no estaba loca… o al menos, no completamente aún. Lo estaba pensando. Estaba siendo responsable. ────¿Frigia de nuevo? ────Es una buena tierra. Su vino de primavera es el mejor que he probado. Un solo sorbo es una explosión de sabores en tu boca. ────Afro… ─soltó uno de esos suspiros suyos que le anticipó que su respuesta no le iba a gustar─ ¿Eres consciente de todo lo que vas a dejar atrás? ────Claro, seguro. Pero ese pequeño chillido de ratón en la voz la delató. ────No, no lo creo. Cuando estés cansada, no podrás invocar la energía del amor para recargar fuerzas. Si te lastimas, tus heridas no se regenerarán ─su voz bajó un poco, más grave, trenzada en preocupación─. Serás vulnerable. Tu rostro envejecerá. Y si algo sale mal, no habrá poder divino que te salve. Afro levantó la vista y él se giró hacia ella. Sus iris rosas buscaron los suyos. Se demoró en esa mirada donde el ámbar se mezclaba con el dorado oscuro de la miel, antes de apartarla y soltar un gentil suspiro. ────Lo sé. ────Sé que lo sabes ─replicó él, cerrando una mano sobre su hombro, firme y confortante─. Pero saberlo no es lo mismo que vivirlo. ──── Eso es lo que pienso hacer; vivirlo. ────Enfermarás como nosotros los mortales, ¿Alguna vez has pasado una noche entera en cama, temblando de fiebre, sin poder hacer nada para aliviarte? ────No. Nunca. ────Entonces será una buena primera vez –Anquises inclinó la cabeza, una sonrisa apenas se curvó en las comisuras de sus labios– Créeme, no te gustará. ────Anquises... –rogó ella, exasperante. ────¿Qué? Solo te advierto. –se encogió de hombros, más divertido que preocupado– Y si alguien te hace enojar, no podrás encantarlo. Ni convertirlo en algo más… digamos, adorable. Con pelos, plumas o escamas. Un silencio gobernó en la habitación. Había algo más, pero Anquises se lo guardó. No necesitaba articularlo; ella sabía perfectamente lo que había querido decir: «Y no podrás arruinarle la vida para siempre». Una de las grandes especialidades de los dioses donde su cruel creatividad salía a la luz. Cada historia que escuchaba en los banquetes en el Olimpo y en boca de las Néfeles, contaba un castigo peor que el anterior, ajustado y pensado a la perfección para cada víctima. Eso, si tenían tiempo de planificarlo. Cuando se trataba de infligir dolor, su ingenio rozaba lo sublime. Y tenía una razón sencilla: los dioses lo temían. El sufrimiento era algo que, en su eterna gloria, les resultaba ajeno, distante. Una teoría más que una experiencia. Por eso, cuando se trataba de provocarlo, lo hacían con la precisión envidiable de un escultor y el hambre voraz de una bestia. Cuando el castigo de los dioses era sentenciado y se corría la voz, no se hablaba de otra cosa. No había nada que les resultara tan insólito y fascinante que la contemplación del dolor ajeno. ────¡Eso también lo sé! No más inmortalidad, no más trucos para salir del apuro. Sin voz sagrada que persuada a dioses o mortales, sin un aura divina que calme a quienes me rodean. No más vuelos por el cielo, no más juegos de disfraces. No más… castigos. Frunció el ceño; la mandíbula se le tensó, como si sintiera el peso de esas últimas palabras que acaba de escupir, llenas de una ira hacía sí misma que brotaba directamente desde el centro de su pecho. Una mezcla de culpa y vergüenza al saber que, alguna vez, ella había sido capaz de hacer aquello que ahora repudiaba: ser el juez y verdugo que ejecutaba el castigo divino. El calor le trepó a las mejillas. De pronto, se dio cuenta de que se había alterado y del silencio a su alrededor: el palacio estaba tan oscuro y quieto como una tumba. Por un instante, pareció querer continuar con algo más, pero se contuvo. Cerró los ojos, respiró hondo y dejó escapar el aire lentamente de sus pulmones. Al hablar, esta vez lo hizo con más calma. ────Ya lo sé. Sé a lo que me voy a enfrentar, Anquises. No es ni será fácil. Jamás he llevado el papel de una mortal más allá de la apariencia. Así que sí, tengo miedo. Y sí, tal vez esto sea una completa locura. Pero realmente quiero hacer esto. Quiero hacerlo. Anquises examinó a Afro con esos ojos pacientes y soltó un pequeño suspiro. Hincó una rodilla en el piso, frente a ella, y la constante llama de la lámpara de aceite sobre el mueble a su lado iluminó su rostro con luz ambarina. Su mirada era preciosa, sabia. Sus mejillas suaves y mandíbula de líneas duras estaban ocultas debajo de la espesa barba dorada y rizada. Allí, durante un instante, no estaba delante de un príncipe, había en algo en él que lo hacía ver mucho más antiguo, más experimentado que ella y los dioses que habitaban en los cielos. ────Si crees que eso es lo que lo mantendrá a salvo, lo haremos. Si el destino no puede ver lo que no se nombra, entonces no lo nombraremos. Serás su nodriza. Mantendremos esto en secreto. Nadie sabrá quién eres, ni quién es él. Pero Afro... Hizo una pausa y tomó una de sus manos entre las suyas. El tacto del príncipe era firme, áspero; manos acostumbradas al acero de las armas. ────Prométeme una cosa: cuando nuestro hijo crezca y tenga la edad suficiente, cuéntale la verdad. Quiero que sepa que tuvo una madre que lo amo tanto que arriesgó todo con tal de protegerlo y criarlo. Ella apretó los labios en una línea recta. Aquello no formaba parte de sus planes, en lo absoluto. O al menos, no lo había previsto hasta ese momento. Si su hijo crecía escuchando las historias que se contaban sobre ella… la vanidosa, cruel y vengativa diosa que despertaba el deseo en dioses y mortales ¿Podría quererla? Cuando llegara el momento de saber la verdad, ¿Le dejaría explicarse o saldría corriendo como si acabara de descubrir que su madre era una de las causas de las tragedias románticas del mundo conocido? Entre otras cosas peores. Suspiró. Sí... no era la imagen más alentadora del mundo. Tampoco era una imagen que a ella le gustara de sí misma. No se enorgullecía de ella. La detestaba. Pero supuso que ninguna madre divina podía esperar una presentación perfecta después de siglos de mala reputación sembrada en himnos, poemas y canciones. Sin embargo, él tenía razón. Su hijo merecía conocer la verdad, y no se la negaría. Se obligó a sonreír, y sus ojos interceptaron a los del príncipe. ────Te lo prometo. Cuando crezca y haya madurado... lo sabrá. ────Así me gusta, cabeza de caracol –murmuró él apretando su mano antes de soltarla. La sonrisa que él le esbozó la hizo sentir mejor. Acaso ¿él le estaba sonriendo con orgullo? ¿se sentía orgulloso de ella? No sabría decir sí era así o no, pero le gustó pensar que lo sentía–. Nunca haces las cosas fáciles, ¿eh? ────Bueno, si no son las Moiras quiénes se encargan de darte dolores de cabeza, alguien tiene que hacerlo y me tomo esa obligación divina muy enserio. Su convicción avivó renovada, serena y firme como la llama en la lampara de aceite: constante, sin perder su brillo, sin arder desbocada en la leña de una hoguera. Nunca había conocido los pesares que los mortales debían soportar. Jamás llevó cicatrices en la piel; en su rostro, la marca del tiempo nunca pasó. Enfermar era algo que ningún dios experimentó en su vida. Trató de imaginarse así misma postrada en cama, temblando por la fiebre, pero su mente no consiguió tejer bien la imagen. Solo se vio estremeciéndose por la caricia de un viento gélido que bastaba cubrir con una manta. Estaba segura de que no era la clase de temblor a la que Anquises se refería. Sentir miedo ante lo desconocido era ajeno a los dioses. Desde sus orgullosos tronos y palacios de mármol, creían poseer el conocimiento de todo cuanto habitaba en la tierra. Ahora, sin embargo, su pecho se agitaba ante la posibilidad de enfrentar algo sobre lo que ella no tenía control y conocimiento alguno: su propia existencia vivida bajo las condiciones de una mortal. Y aún así, había un temor mayor que la mortalidad misma. Uno que se levantó detrás de ella como una sombra silenciosa: si su hijo conocía la verdad sobre quién era ella… y la rechazaba, ¿su corazón sería capaz de soportarlo?
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    𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗧𝗨𝗔𝗥 .ᐟ.ᐟ.ᐟ
    ᵘˢˢ ; ᴬʳᵏ | ʰᵉ ⁻ ʰⁱᵐ

    Llámenme Ark, utilizo pronombres masculinos.
    Llevo años en el roleplay, pero he querido integrarme en otros espacios para compartir con gente que tenga los mismos intereses. Es importante mencionar que veo esto como un pasatiempo, NO como una obligación.

    Para saber un poco más sobre Valvon, la ficha está fijada en el perfil también.

      𑁯 ⩩⠀⠀𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐯𝐞¸
         ❪/.𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭.𝘭❫
      ՙ 𝐈 ── 𝗥𝗢𝗟
    Mi manera es en tercera persona; siéntete en la libertad de escribir como gustes, pero NO controles las acciones de mi personaje (si no lo hemos acordado previamente), POR FAVOR. A mi tampoco me gusta controlar el de los demás.
    Puedo rolear tanto de forma breve como extensa, se me es fácil adaptarme a la otra persona. Y en cuanto a géneros, me adapto a cualquiera y el personaje se puede modificar mínimamente para ello también.

      ՙ 𝐈𝐈 ── 𝗠𝗘𝗡𝗦𝗔𝗝𝗘𝗦 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗦
    Estoy dispuesto a rolear por DM si así se desea. SIEMPRE Y CUANDO no se confunda el rol de la realidad; me quiero evitar inconvenientes así.
    También es válido hablar por este medio para puntualizar cosas de los roles, acordar o simplemente charlar. ¡Estoy abierto a hacer amistades entre usuarios!

      ՙ 𝐈𝐈𝐈 ── 𝗔𝗠𝗜𝗦𝗧𝗔𝗗 𝗬 𝗧𝗜𝗘𝗠𝗣𝗢
    Como mencioné anteriormente, estoy abierto a charlar casualmente. Opino que mantener una buena relación amistosa entre usuarios, y una buena comunicación, es lo que da paso a interacciones agradables y tranquilas.
    Aprovecho esta sección para también pedir paciencia, CERO PRESIONES, al momento de llevar los roles. Soy una persona ocupada, y repito, ESTO PARA MI ES UN HOBBIE. Soy alguien muy flexible, y no me importa esperar.
    Como dicen por ahí: para las cosas buenas, siempre se hace esperar.

      ՙ 𝐈𝐕 ── 𝗠𝗨𝗟𝗧𝗜𝗦𝗛𝗜𝗣
    Este personaje: Valvon, NO será exclusivo.
    Por supuesto, tendrá relaciones amistosas; pero en caso de una romántica, está a disposición de todos. Cada ship que lleve, será independiente.
    NO cuenta como infidelidad, NO será dentro de una misma "línea". Mi propósito no es cerrarme a las relaciones ni interacciones, sino crear múltiples historias con bonitos desarrollos entre los personajes. NO me gustan los triángulos amorosos, ni que se generen discusiones a raíz de esto.
    Por favor, evita confundir las relaciones.

      ՙ 𝐕 ── 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗦
    Valvon está pensado para adaptarse a cualquier trama y género.
    Se me da pésimo el rol battle, asi que no esperes mucho sobre eso. Del resto, puedo adaptarme a cualquier trama.
    Estoy abierto a cualquier tipo de interacción; siéntete libre de escribirme al privado para acordar algo, o directamente etiquetarme para iniciar un rol.
    PREFERIBLEMENTE OC's. No me molestan los canon, pero siento que son muy limitadas las interacciones.

    Gracias por tomarte el tiempo de leer, y espero nos llevemos bien. ✶
    𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗧𝗨𝗔𝗥 .ᐟ.ᐟ.ᐟ ᵘˢˢ ; ᴬʳᵏ | ʰᵉ ⁻ ʰⁱᵐ Llámenme Ark, utilizo pronombres masculinos. Llevo años en el roleplay, pero he querido integrarme en otros espacios para compartir con gente que tenga los mismos intereses. Es importante mencionar que veo esto como un pasatiempo, NO como una obligación. Para saber un poco más sobre Valvon, la ficha está fijada en el perfil también.   𑁯 ⩩⠀⠀𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐯𝐞¸      ❪/.𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭.𝘭❫   ՙ 𝐈 ── 𝗥𝗢𝗟 Mi manera es en tercera persona; siéntete en la libertad de escribir como gustes, pero NO controles las acciones de mi personaje (si no lo hemos acordado previamente), POR FAVOR. A mi tampoco me gusta controlar el de los demás. Puedo rolear tanto de forma breve como extensa, se me es fácil adaptarme a la otra persona. Y en cuanto a géneros, me adapto a cualquiera y el personaje se puede modificar mínimamente para ello también.   ՙ 𝐈𝐈 ── 𝗠𝗘𝗡𝗦𝗔𝗝𝗘𝗦 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗦 Estoy dispuesto a rolear por DM si así se desea. SIEMPRE Y CUANDO no se confunda el rol de la realidad; me quiero evitar inconvenientes así. También es válido hablar por este medio para puntualizar cosas de los roles, acordar o simplemente charlar. ¡Estoy abierto a hacer amistades entre usuarios!   ՙ 𝐈𝐈𝐈 ── 𝗔𝗠𝗜𝗦𝗧𝗔𝗗 𝗬 𝗧𝗜𝗘𝗠𝗣𝗢 Como mencioné anteriormente, estoy abierto a charlar casualmente. Opino que mantener una buena relación amistosa entre usuarios, y una buena comunicación, es lo que da paso a interacciones agradables y tranquilas. Aprovecho esta sección para también pedir paciencia, CERO PRESIONES, al momento de llevar los roles. Soy una persona ocupada, y repito, ESTO PARA MI ES UN HOBBIE. Soy alguien muy flexible, y no me importa esperar. Como dicen por ahí: para las cosas buenas, siempre se hace esperar.   ՙ 𝐈𝐕 ── 𝗠𝗨𝗟𝗧𝗜𝗦𝗛𝗜𝗣 Este personaje: Valvon, NO será exclusivo. Por supuesto, tendrá relaciones amistosas; pero en caso de una romántica, está a disposición de todos. Cada ship que lleve, será independiente. NO cuenta como infidelidad, NO será dentro de una misma "línea". Mi propósito no es cerrarme a las relaciones ni interacciones, sino crear múltiples historias con bonitos desarrollos entre los personajes. NO me gustan los triángulos amorosos, ni que se generen discusiones a raíz de esto. Por favor, evita confundir las relaciones.   ՙ 𝐕 ── 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗦 Valvon está pensado para adaptarse a cualquier trama y género. Se me da pésimo el rol battle, asi que no esperes mucho sobre eso. Del resto, puedo adaptarme a cualquier trama. Estoy abierto a cualquier tipo de interacción; siéntete libre de escribirme al privado para acordar algo, o directamente etiquetarme para iniciar un rol. PREFERIBLEMENTE OC's. No me molestan los canon, pero siento que son muy limitadas las interacciones. Gracias por tomarte el tiempo de leer, y espero nos llevemos bien. ✶
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    Lee esto para jugar conmigo

    La ortografía me enciende; Si escribes bonito, con mayúsculas, comas en su lugar y puntos al final, me tendrás ronroneando a tu merced 🫧 ⋆ 。˚

    Nadie debería narrar lo que hace, siente y como reacciona mi personaje, excepto yo. Déjame decidir cómo se sonroja, cómo se estremece… o cómo muerde. Te aseguro que será más divertido para ambos ;)

    Hazme sentir. No me des un listado seco de acciones; quiero contexto, chispa, tensión y espacio para reaccionar. Hazme suspirar, reír o retorcerme de ansiedad. Hazme desear leer la siguiente línea y te volverás mi prioridad 🫦

    Se mi cómplice. Juega conmigo, no contra mí. No se trata de quien es más fuerte, sino de divertirnos juntos. Si nos cuidamos, la química será deliciosa

    Mi personaje es bisexual: le atraen cuerpos, mentes y almas, sin importar sexo, raza, credo ni religión. Admito fetiches y peluditos, pero nada muy extremo (soy un poco romántica también u////u).

    Por fuera Sugar puede parecer dócil, obediente… pero por dentro hay un fuego dominante esperando su momento para girar el juego, no des por hecho que todo será obediencia, porque podrías llevarte una sorpresa

    Roleo tanto en publicaciones como en privado, con la extensión que surja, sin problemas

    Soy multiship, un alma libre y espontanea. Mi personaje puede vincularse de distintas formas y con distintas personas. La química manda, no los pactos ni las exigencias. Estoy abierta a tríos, triángulos amorosos y cualquier tipo de relación que surja ♡

    ¿Quieres tramar algo conmigo? ¡Te leo!
    💋 Lee esto para jugar conmigo 💋 La ortografía me enciende; Si escribes bonito, con mayúsculas, comas en su lugar y puntos al final, me tendrás ronroneando a tu merced 🫧 ⋆ 。˚ Nadie debería narrar lo que hace, siente y como reacciona mi personaje, excepto yo. Déjame decidir cómo se sonroja, cómo se estremece… o cómo muerde. Te aseguro que será más divertido para ambos ;) Hazme sentir. No me des un listado seco de acciones; quiero contexto, chispa, tensión y espacio para reaccionar. Hazme suspirar, reír o retorcerme de ansiedad. Hazme desear leer la siguiente línea y te volverás mi prioridad 🫦 Se mi cómplice. Juega conmigo, no contra mí. No se trata de quien es más fuerte, sino de divertirnos juntos. Si nos cuidamos, la química será deliciosa 💦 Mi personaje es bisexual: le atraen cuerpos, mentes y almas, sin importar sexo, raza, credo ni religión. Admito fetiches y peluditos, pero nada muy extremo (soy un poco romántica también u////u). Por fuera Sugar puede parecer dócil, obediente… pero por dentro hay un fuego dominante esperando su momento para girar el juego, no des por hecho que todo será obediencia, porque podrías llevarte una sorpresa 😈 Roleo tanto en publicaciones como en privado, con la extensión que surja, sin problemas 👌 Soy multiship, un alma libre y espontanea. Mi personaje puede vincularse de distintas formas y con distintas personas. La química manda, no los pactos ni las exigencias. Estoy abierta a tríos, triángulos amorosos y cualquier tipo de relación que surja ♡ ¿Quieres tramar algo conmigo? ¡Te leo! 🤗
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  • vistiéndose para una hermosa boda romántica. el padrino más increíble
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  • No estaba preparado para esto. Cuando la vi con los ojos cansados y me comentó lo de las náuseas, mi corazón empezó a martillar como si quisiera salirse del pecho. Tenía que confirmarlo, no podía quedarme quieto, así que bajé por esas malditas pruebas de embarazo… y mientras caminaba sentía que cada paso pesaba una tonelada.

    No pensé que sucedería tan pronto. Sí, lo deseaba, lo había imaginado en algún rincón de mi mente, pero ahora que estaba frente a mí me invadió el miedo incluso enfado ¿Sería capaz? ¿Estaría listo? Ella hablaba de alternativas y sentí rabia, no iba a abandonar a ningún hijo. Ese cachorro era mío, nuestro, y aunque temblara por dentro, sabía que lo aceptaría.

    Cuando vi esas dos rayas, me quedé helado. Todo lo que creía controlado se vino abajo en segundos. Iba a ser padre. Después de tanto tiempo, después de creer que era imposible… al fin la vida me daba eso. El miedo se convirtió en un nudo de emoción, y al mirarla entendí que no estaba solo en esto.

    La besé con la fuerza de todo lo que sentía y las palabras me salieron solas: “Enhorabuena, mamá”. Y entonces lo supe: no quería solo compartir un hijo con ella, quería compartir mi vida entera.


    Me arrodillé frente a ella, con el corazón golpeando como nunca, saqué la caja de mi bolsillo. Llevaba ese anillo conmigo, esperando un momento perfecto, un paisaje de ensueño, palabras ensayadas… pero la perfección era esta: la verdad desnuda, nuestras lágrimas, el vértigo de lo inesperado, apenas pude hablar.
    —¿Quieres casarte conmigo?

    No fue la declaración romántica que había planeado, pero sí fue la más sincera de mi vida. Cuando me dijo que sí, el alivio me golpeó como una ola. No solo iba a ser padre, también sería su esposo. Y por primera vez en mucho tiempo, supe que tenía un hogar.
    Isla Rowan
    No estaba preparado para esto. Cuando la vi con los ojos cansados y me comentó lo de las náuseas, mi corazón empezó a martillar como si quisiera salirse del pecho. Tenía que confirmarlo, no podía quedarme quieto, así que bajé por esas malditas pruebas de embarazo… y mientras caminaba sentía que cada paso pesaba una tonelada. No pensé que sucedería tan pronto. Sí, lo deseaba, lo había imaginado en algún rincón de mi mente, pero ahora que estaba frente a mí me invadió el miedo incluso enfado ¿Sería capaz? ¿Estaría listo? Ella hablaba de alternativas y sentí rabia, no iba a abandonar a ningún hijo. Ese cachorro era mío, nuestro, y aunque temblara por dentro, sabía que lo aceptaría. Cuando vi esas dos rayas, me quedé helado. Todo lo que creía controlado se vino abajo en segundos. Iba a ser padre. Después de tanto tiempo, después de creer que era imposible… al fin la vida me daba eso. El miedo se convirtió en un nudo de emoción, y al mirarla entendí que no estaba solo en esto. La besé con la fuerza de todo lo que sentía y las palabras me salieron solas: “Enhorabuena, mamá”. Y entonces lo supe: no quería solo compartir un hijo con ella, quería compartir mi vida entera. Me arrodillé frente a ella, con el corazón golpeando como nunca, saqué la caja de mi bolsillo. Llevaba ese anillo conmigo, esperando un momento perfecto, un paisaje de ensueño, palabras ensayadas… pero la perfección era esta: la verdad desnuda, nuestras lágrimas, el vértigo de lo inesperado, apenas pude hablar. —¿Quieres casarte conmigo? No fue la declaración romántica que había planeado, pero sí fue la más sincera de mi vida. Cuando me dijo que sí, el alivio me golpeó como una ola. No solo iba a ser padre, también sería su esposo. Y por primera vez en mucho tiempo, supe que tenía un hogar. [legend_peridot_mule_195]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    —|Quizás deba poner algunas aclaraciones para Lysander:

    Relaciones románticas: Unishipp y exclusivos, nunca aceptaré los multishipp ni para que sean un pasatiempo de mi personaje, porque son ellos los que se enamoran y pierden, paso de ello, cuido mis roles pero no pienso volver a meterlo en entornos incomodos

    Amistades y familia: El primero me encantaría que tenga muchos, y el segundo esta abierto pese a tener familia establecida con el apellido Veyrith, el puede tener mas familia

    Con esto aclarado, voy a seguirle buscando contactos a mi niño, no corre con la misma suerte que sus demás hermanos (y primo) que tienen sus parejas y todo|—
    —|Quizás deba poner algunas aclaraciones para Lysander: Relaciones románticas: Unishipp y exclusivos, nunca aceptaré los multishipp ni para que sean un pasatiempo de mi personaje, porque son ellos los que se enamoran y pierden, paso de ello, cuido mis roles pero no pienso volver a meterlo en entornos incomodos Amistades y familia: El primero me encantaría que tenga muchos, y el segundo esta abierto pese a tener familia establecida con el apellido Veyrith, el puede tener mas familia Con esto aclarado, voy a seguirle buscando contactos a mi niño, no corre con la misma suerte que sus demás hermanos (y primo) que tienen sus parejas y todo|—
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