• El planeta Gardan, ubicado fuera de los límites de la galaxia conocida, se convirtió en un punto estratégico de interés para el Imperio Viltrumita. Durante meses fue objeto de estudio: su clima, su estructura social, sus recursos. Finalmente, había llegado la hora de integrarlo al dominio imperial. A pesar de ser una civilización tecnológicamente avanzada —casi al nivel de los humanos de la Tierra—, los habitantes del planeta vivían sumidos en conflictos sin sentido. Guerras territoriales, rivalidades ancestrales, ambiciones desmedidas. Los líderes deseaban el poder y los recursos únicamente para ellos, mientras los más débiles caían en el fuego cruzado o eran devorados por criaturas colosales de un solo ojo, bestias de más de dos metros diseñadas para erradicar poblaciones enteras y allanar el terreno para sus amos.

    Mark, enviado directo desde la Tierra en la nave Viltrumita, descendió sobre aquel mundo con un mensaje claro: redención o aniquilación. Se reunió con los líderes de las naciones dominantes en una sala de conferencias de proporciones monumentales. Ya todos sentados en una gran mesa redonda en lo que parecía ser una gran mesa redonda, el debate había comenzado.

    Las criaturas, de aspecto delgado, piel cerúlea y un solo ojo centelleante en medio del rostro, lo escucharon con atención. Medían poco más de metro y medio, y aunque frágiles a la vista, demostraban inteligencia y estrategia. Mark les ofreció una oportunidad: acceso a tecnología Viltrumita, el fin de los conflictos, erradicación de la hambruna y defensa garantizada frente a amenazas estelares. Al principio, la conversación fue cordial.
    Pero como él sospechaba, la desconfianza brotó rápidamente.

    —Si aceptamos unirnos al Imperio —dijo uno de los líderes— no seremos más que ganado. Esclavos bajo otro nombre.

    Todos los presentes se pusieron de pie al instante, derribando sus sillas con brusquedad. Sin dudarlo, sacaron sus armas: rifles térmicos de última generación, capaces de desintegrar materia orgánica en segundos. Dispararon.
    La lluvia de energía golpeó a Mark con violencia. Cualquier otro habría muerto en el acto. Pero los rayos solo rebotaban inofensivos en su cuerpo, como si lo rodeara una capa invisible de acero. Cuando se dieron cuenta de que sus armas eran inútiles, el fuego cesó. Mark suspiró con un dejo de tristeza.

    —¿Saben...? Lo presentí desde que llegué. No estoy molesto... solo me decepciona que este planeta tenga que ser destruido.

    Sin previo aviso, se lanzó al frente. En una fracción de segundo, se encontraba frente al líder más poderoso. Lo tomó del cuello y, con una sola mano, le arrancó la cabeza de un apretón seco. La sangre brotó como una fuente, bañando la mesa de negociación.

    —Pudo ser mejor para ustedes. Solo tenían que aceptar... puta madre.

    Lo que siguió fue una masacre. Mark acabó con todos los presentes en cuestión de segundos, usando solo sus manos. No le costó nada. Eran criaturas frágiles, sin preparación para enfrentar el verdadero poder de un viltrumita. Al finalizar la ejecución, Mark contactó con el comando imperial.

    —Negociación fallida. Los Gardianos no están dispuestos a cooperar. —Comentó con serenidad el Viltrumita, La respuesta del general Kregg fue inmediata.

    —"Procede con la eliminación global. Que no quede rastro".

    Mark no pidió más explicaciones. En el transcurso de una semana, él solo desató el fin de toda una civilización. Redujo a cenizas las fuerzas armadas, arrasó ciudades, quemó aldeas. Cada rincón del planeta fue testigo del poder que pretendieron desafiar. Cuando la misión concluyó, Gardan no era más que una tumba sin nombre: edificios calcinados, cuerpos sin enterrar esparcidos por las calles y un silencio que helaba los huesos. El soldado Viltrumita solo se detuvo ha observar desde los cielos todo lo que había causado. En cuestión de segundos volvió a contactar con la base Viltrumita.

    —Misión cumplida. Me hubiera tomado menos tiempo, pero los ogros mostraron más resistencia y poder que los Gardianos promedio. Regresaré a la nave, Mark fuera.

    Tomó un breve impulso flexionando las piernas, acto seguido salió disparado en línea recta hacía el cielo del planeta. Antes de salir de la atmosfera contuvo la respiración y en cuestión de segundos ya se encontraba en la exosfera del planeta, dejando atrás lo que una vez fue un intento de forma de vida alienígena avanzada e inteligente.


    El planeta Gardan, ubicado fuera de los límites de la galaxia conocida, se convirtió en un punto estratégico de interés para el Imperio Viltrumita. Durante meses fue objeto de estudio: su clima, su estructura social, sus recursos. Finalmente, había llegado la hora de integrarlo al dominio imperial. A pesar de ser una civilización tecnológicamente avanzada —casi al nivel de los humanos de la Tierra—, los habitantes del planeta vivían sumidos en conflictos sin sentido. Guerras territoriales, rivalidades ancestrales, ambiciones desmedidas. Los líderes deseaban el poder y los recursos únicamente para ellos, mientras los más débiles caían en el fuego cruzado o eran devorados por criaturas colosales de un solo ojo, bestias de más de dos metros diseñadas para erradicar poblaciones enteras y allanar el terreno para sus amos. Mark, enviado directo desde la Tierra en la nave Viltrumita, descendió sobre aquel mundo con un mensaje claro: redención o aniquilación. Se reunió con los líderes de las naciones dominantes en una sala de conferencias de proporciones monumentales. Ya todos sentados en una gran mesa redonda en lo que parecía ser una gran mesa redonda, el debate había comenzado. Las criaturas, de aspecto delgado, piel cerúlea y un solo ojo centelleante en medio del rostro, lo escucharon con atención. Medían poco más de metro y medio, y aunque frágiles a la vista, demostraban inteligencia y estrategia. Mark les ofreció una oportunidad: acceso a tecnología Viltrumita, el fin de los conflictos, erradicación de la hambruna y defensa garantizada frente a amenazas estelares. Al principio, la conversación fue cordial. Pero como él sospechaba, la desconfianza brotó rápidamente. —Si aceptamos unirnos al Imperio —dijo uno de los líderes— no seremos más que ganado. Esclavos bajo otro nombre. Todos los presentes se pusieron de pie al instante, derribando sus sillas con brusquedad. Sin dudarlo, sacaron sus armas: rifles térmicos de última generación, capaces de desintegrar materia orgánica en segundos. Dispararon. La lluvia de energía golpeó a Mark con violencia. Cualquier otro habría muerto en el acto. Pero los rayos solo rebotaban inofensivos en su cuerpo, como si lo rodeara una capa invisible de acero. Cuando se dieron cuenta de que sus armas eran inútiles, el fuego cesó. Mark suspiró con un dejo de tristeza. —¿Saben...? Lo presentí desde que llegué. No estoy molesto... solo me decepciona que este planeta tenga que ser destruido. Sin previo aviso, se lanzó al frente. En una fracción de segundo, se encontraba frente al líder más poderoso. Lo tomó del cuello y, con una sola mano, le arrancó la cabeza de un apretón seco. La sangre brotó como una fuente, bañando la mesa de negociación. —Pudo ser mejor para ustedes. Solo tenían que aceptar... puta madre. Lo que siguió fue una masacre. Mark acabó con todos los presentes en cuestión de segundos, usando solo sus manos. No le costó nada. Eran criaturas frágiles, sin preparación para enfrentar el verdadero poder de un viltrumita. Al finalizar la ejecución, Mark contactó con el comando imperial. —Negociación fallida. Los Gardianos no están dispuestos a cooperar. —Comentó con serenidad el Viltrumita, La respuesta del general Kregg fue inmediata. —"Procede con la eliminación global. Que no quede rastro". Mark no pidió más explicaciones. En el transcurso de una semana, él solo desató el fin de toda una civilización. Redujo a cenizas las fuerzas armadas, arrasó ciudades, quemó aldeas. Cada rincón del planeta fue testigo del poder que pretendieron desafiar. Cuando la misión concluyó, Gardan no era más que una tumba sin nombre: edificios calcinados, cuerpos sin enterrar esparcidos por las calles y un silencio que helaba los huesos. El soldado Viltrumita solo se detuvo ha observar desde los cielos todo lo que había causado. En cuestión de segundos volvió a contactar con la base Viltrumita. —Misión cumplida. Me hubiera tomado menos tiempo, pero los ogros mostraron más resistencia y poder que los Gardianos promedio. Regresaré a la nave, Mark fuera. Tomó un breve impulso flexionando las piernas, acto seguido salió disparado en línea recta hacía el cielo del planeta. Antes de salir de la atmosfera contuvo la respiración y en cuestión de segundos ya se encontraba en la exosfera del planeta, dejando atrás lo que una vez fue un intento de forma de vida alienígena avanzada e inteligente.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Luz Roja
    Fandom Original.
    Categoría Suspenso
    Cole Manson

    ⠀⠀El tren se detuvo con un quejido metálico en la estación cubierta de escarcha. Cipriano descendió al andén con una mochila negra al hombro y el cuello del abrigo alzado hasta las orejas. El viento le mordió la piel como agujas invisibles, pero no le importó. Su mente estaba demasiado ocupada descifrando las señales que lo habían traído hasta allí.

    ⠀⠀Aunque Cipriano es joven —apenas veintipocos—, las memorias de su vida pasada laten con fuerza en su interior. Desde que los recuerdos comenzaron a aflorar —años atrás, tras aquella comunión que no supo si era bendición o condena— había reaprendido lo prohibido. En todos esos ecos pasados flotaba una sombra que ahora perseguía.

    ⠀⠀Un joven desaparecido semanas atrás tras una excavación menor a las afueras de la ciudad. No era famoso ni influyente, apenas un muchacho con un historial sin brillo. Pero Cipriano había visto su rostro en las llamas de los candelabros del Vaticano, y este mismo se dedicó a leer las palabras de Dios ante él, algo muy antiguo había despertado. Esa esencia abismal fluctuaba en el ambiente, era asqueroso.

    ⠀⠀Su primer paso fue instalarse en una pensión modesta cerca del centro histórico, donde los muros de ladrillo conservaban todavía la humedad de los siglos. Desde allí comenzó a desplegar sus recursos.
    ⠀⠀Durante el día recorría los archivos municipales, revisando actas de nacimiento, reportes de desapariciones y viejas cartas policiales que nadie reclamaba. Su mirada se deslizaba rápida, pero implacable; buscaba patrones que escapaban a los ojos comunes.

    ⠀⠀Por las noches, usaba métodos que no se enseñaban en ninguna universidad.
    ⠀⠀En la habitación apenas iluminada, extendía sobre la mesa fotografías ajadas, mapas trazados a mano y objetos impregnados de memoria. Con las yemas de los dedos recorría cada superficie, dejando que las memorias latentes se filtraran hacia su mente.
    ⠀⠀A veces eran visiones fugaces: un cementerio cubierto de niebla, un rostro que giraba demasiado rápido, un símbolo grabado en piedra que se deshacía al mirarlo. Otras veces sencillamente eran escenas montadas por un niño de cinco años, completamente sin sentido.

    ⠀⠀Fue en una de esas sesiones que la verdad emergió.
    ⠀⠀El apellido no era lo importante. Era el lugar donde había desaparecido.

    ⠀⠀A la mañana siguiente, cuando el reloj marcaba las seis, salió del hostal con un solo destino en mente:
    la iglesia de San Estanislao, bajo cuya cripta los registros indicaban entidades menos ortodoxas del exorcismo católico, debía investigar.

    ⠀⠀El viento helado arrastraba copos de nieve sucia mientras Cipriano se perdía entre las calles grises.
    ⠀⠀En el bolsillo interior de su abrigo, sus dedos rozaban el colgante gastado que llevaba desde niño.
    [colemanson123] ⠀ ⠀⠀El tren se detuvo con un quejido metálico en la estación cubierta de escarcha. Cipriano descendió al andén con una mochila negra al hombro y el cuello del abrigo alzado hasta las orejas. El viento le mordió la piel como agujas invisibles, pero no le importó. Su mente estaba demasiado ocupada descifrando las señales que lo habían traído hasta allí. ⠀⠀Aunque Cipriano es joven —apenas veintipocos—, las memorias de su vida pasada laten con fuerza en su interior. Desde que los recuerdos comenzaron a aflorar —años atrás, tras aquella comunión que no supo si era bendición o condena— había reaprendido lo prohibido. En todos esos ecos pasados flotaba una sombra que ahora perseguía. ⠀⠀Un joven desaparecido semanas atrás tras una excavación menor a las afueras de la ciudad. No era famoso ni influyente, apenas un muchacho con un historial sin brillo. Pero Cipriano había visto su rostro en las llamas de los candelabros del Vaticano, y este mismo se dedicó a leer las palabras de Dios ante él, algo muy antiguo había despertado. Esa esencia abismal fluctuaba en el ambiente, era asqueroso. ⠀⠀Su primer paso fue instalarse en una pensión modesta cerca del centro histórico, donde los muros de ladrillo conservaban todavía la humedad de los siglos. Desde allí comenzó a desplegar sus recursos. ⠀⠀Durante el día recorría los archivos municipales, revisando actas de nacimiento, reportes de desapariciones y viejas cartas policiales que nadie reclamaba. Su mirada se deslizaba rápida, pero implacable; buscaba patrones que escapaban a los ojos comunes. ⠀⠀Por las noches, usaba métodos que no se enseñaban en ninguna universidad. ⠀⠀En la habitación apenas iluminada, extendía sobre la mesa fotografías ajadas, mapas trazados a mano y objetos impregnados de memoria. Con las yemas de los dedos recorría cada superficie, dejando que las memorias latentes se filtraran hacia su mente. ⠀⠀A veces eran visiones fugaces: un cementerio cubierto de niebla, un rostro que giraba demasiado rápido, un símbolo grabado en piedra que se deshacía al mirarlo. Otras veces sencillamente eran escenas montadas por un niño de cinco años, completamente sin sentido. ⠀⠀Fue en una de esas sesiones que la verdad emergió. ⠀⠀El apellido no era lo importante. Era el lugar donde había desaparecido. ⠀⠀A la mañana siguiente, cuando el reloj marcaba las seis, salió del hostal con un solo destino en mente: la iglesia de San Estanislao, bajo cuya cripta los registros indicaban entidades menos ortodoxas del exorcismo católico, debía investigar. ⠀⠀El viento helado arrastraba copos de nieve sucia mientras Cipriano se perdía entre las calles grises. ⠀⠀En el bolsillo interior de su abrigo, sus dedos rozaban el colgante gastado que llevaba desde niño. ⠀
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Interferencia
    Fandom OC
    Categoría Ciencia ficción
    —Dana Valentine, la CEO y fundadora de Hyperion... qué figura más misteriosa. Para el ojo público, una billonaria reservada e introvertida de quien a duras penas se sabía algo, y que se le veía, con suerte, una vez al año en público.

    "Hackear a Hyperion" era visto como algo tan fantasioso en nuestro círculo, que se volvió una especie de dicho interno. "¿Qué te pasa hoy, hackeaste a Hyperion?" solían preguntarle a uno cuando lo veían más animado que de costumbre, por dar un ejemplo.

    Y es que ganarse la lotería todos los días durante un año consecutivo resultaría más fácil que hackear a Hyperion. Su seguridad era de otra dimensión... literalmente. Un ejercicio de futilidad era, tanto así, que ya nadie se molestaba siquiera en intentarlo.

    Algo que descubrí yo mismo, es que Hyperion tampoco se molestaba en buscar represalias a quienes lo intentábamos. Nos veían como menos que insectos seguramente, y con justa razón.

    Así fue como "hackear a Hyperion" se convirtió en parte de mi rutina, un chiste interno, un tic nervioso, un ritual, llamémosle de cualquier modo. Todos los días gastaba tiempo, dinero y recursos intentándolo, y todos los días fallaba. ¿Por qué? No sé, estoy un poco loco.

    Pero lo que separa a los locos de los genios es sólo un día... y ese día, el día en el que el sistema entero de Hyperion detectó que algo hizo falta, por un instante breve, menos de un segundo... hubo una vulnerabilidad.

    El día en el que Dana Valentine, o D.A.N.A. como la conocía un selecto grupo de individuos, murió. El día en el que pude extraer algo de ahí, apenas un par de líneas de texto, pues la vulnerabilidad no duró más de un segundo... sólo unas líneas de texto que cambiaron todo lo que creía conocer. —
    —Dana Valentine, la CEO y fundadora de Hyperion... qué figura más misteriosa. Para el ojo público, una billonaria reservada e introvertida de quien a duras penas se sabía algo, y que se le veía, con suerte, una vez al año en público. "Hackear a Hyperion" era visto como algo tan fantasioso en nuestro círculo, que se volvió una especie de dicho interno. "¿Qué te pasa hoy, hackeaste a Hyperion?" solían preguntarle a uno cuando lo veían más animado que de costumbre, por dar un ejemplo. Y es que ganarse la lotería todos los días durante un año consecutivo resultaría más fácil que hackear a Hyperion. Su seguridad era de otra dimensión... literalmente. Un ejercicio de futilidad era, tanto así, que ya nadie se molestaba siquiera en intentarlo. Algo que descubrí yo mismo, es que Hyperion tampoco se molestaba en buscar represalias a quienes lo intentábamos. Nos veían como menos que insectos seguramente, y con justa razón. Así fue como "hackear a Hyperion" se convirtió en parte de mi rutina, un chiste interno, un tic nervioso, un ritual, llamémosle de cualquier modo. Todos los días gastaba tiempo, dinero y recursos intentándolo, y todos los días fallaba. ¿Por qué? No sé, estoy un poco loco. Pero lo que separa a los locos de los genios es sólo un día... y ese día, el día en el que el sistema entero de Hyperion detectó que algo hizo falta, por un instante breve, menos de un segundo... hubo una vulnerabilidad. El día en el que Dana Valentine, o D.A.N.A. como la conocía un selecto grupo de individuos, murió. El día en el que pude extraer algo de ahí, apenas un par de líneas de texto, pues la vulnerabilidad no duró más de un segundo... sólo unas líneas de texto que cambiaron todo lo que creía conocer. —
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    3
    Estado
    Terminado
    Me shockea
    Me gusta
    5
    3 turnos 0 maullidos
  • 𝐏𝐨𝐰𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐌𝐨𝐧𝐞𝐲 Pt 3
    ──── #3D #MonoRol

    ❝ El dinero si importa y cada billete... cuenta. ❞

    Bajo el cielo gris y sombrío de aquella tarde nublada, las patrullas rusas vagaban perdidas entre las calles enrevesadas de un barrio que parecía un laberinto más que un suburbio peligroso. El aroma omnipresente del dinero robado flotaba en el aire, invisible y tentador, burlándose de los policías cuya incapacidad para rastrear el vil metal auguraba la impunidad de George y sus colegas.

    En la oscuridad de un callejón anexo a un taller mecánico, el automóvil de George reposaba agradando con calma y cautela. Deslizándose fuera del vehículo con la cautela de un felino, George se apoyó contra un poste, esperando la desaparición de las sirenas policiales en la distancia. En ese instante, una ola de alivio lo invadió: sus deudas se desvanecían como niebla al sol, y su incipiente imperio criminal se erigía con nuevos cimientos de poder y recursos.

    Sin embargo, a pesar del júbilo que retumbaba en su pecho, George no podía eludir la sombra de una verdad incómoda: con más dinero, venían también mayores responsabilidades hacia su esposa e hija. Y ese compromiso le resultaba una espina envenenada, un pesar profundo que manchaba la euforia de su recién adquirida fortuna.

    𝐏𝐨𝐰𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐌𝐨𝐧𝐞𝐲 🇷🇺 Pt 3 ──── #3D #MonoRol ❝ El dinero si importa y cada billete... cuenta. ❞ Bajo el cielo gris y sombrío de aquella tarde nublada, las patrullas rusas vagaban perdidas entre las calles enrevesadas de un barrio que parecía un laberinto más que un suburbio peligroso. El aroma omnipresente del dinero robado flotaba en el aire, invisible y tentador, burlándose de los policías cuya incapacidad para rastrear el vil metal auguraba la impunidad de George y sus colegas. En la oscuridad de un callejón anexo a un taller mecánico, el automóvil de George reposaba agradando con calma y cautela. Deslizándose fuera del vehículo con la cautela de un felino, George se apoyó contra un poste, esperando la desaparición de las sirenas policiales en la distancia. En ese instante, una ola de alivio lo invadió: sus deudas se desvanecían como niebla al sol, y su incipiente imperio criminal se erigía con nuevos cimientos de poder y recursos. Sin embargo, a pesar del júbilo que retumbaba en su pecho, George no podía eludir la sombra de una verdad incómoda: con más dinero, venían también mayores responsabilidades hacia su esposa e hija. Y ese compromiso le resultaba una espina envenenada, un pesar profundo que manchaba la euforia de su recién adquirida fortuna.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Un contrato... O un amor verdadero
    Categoría Drama
    (El Jefe entra a la oficina con un café en la mano, parece algo cansado. Su Asistente ya está en su escritorio, revisando su computadora.)

    Asistente: ¡Buenos días, jefe! ¿Listo para un nuevo día de caos controlado?

    Jefe: (Suspira) Buenos días, Samanta. No sé si estoy listo, pero aquí estamos. ¿Qué tenemos hoy?

    Asistente: Bueno, para empezar, reunión con el equipo de ventas a las 10:00 a.m. para ver cómo vamos este mes.

    Jefe: ¿Necesito preocuparme?

    Asistente: Mmm… no voy a decir que sí, pero tampoco voy a decir que no.

    Jefe: Genial. ¿Algo más emocionante en la agenda?

    Asistente: Sí, comida con el cliente de la familia Rodríguez a las 12:30 p.m. Ah, y ya confirmé la reserva en su restaurante favorito.

    Jefe: ¡Ese es el tipo de noticias que me gusta escuchar! ¿Algo más?

    Asistente: Sí, Ethan el de recursos humanos quiere hablar con usted sobre un problemita con un proyecto.

    Jefe: ¿Problemita o problemón?

    Asistente: Digamos que… mejor hable con él directamente.

    Jefe: Ya veo… Bueno, dile que pase después de la reunión.

    Asistente: Hecho. Y antes de que se me olvide, los presupuestos para el próximo trimestre están en su correo.

    Jefe: ¿Tengo que verlos hoy?

    Asistente: Debería… pero si quiere los muevo para mañana y finge que no se los di todavía.

    Jefe: (Sonríe) Tentador… pero mejor los veo hoy. Bloquéame un rato en la tarde.

    Asistente: ¡Eso es espíritu de jefe responsable!

    Jefe: O de alguien que no quiere más sorpresas esta semana.

    Asistente: Como diga, jefe.
    __________________________

    El rol trata sobre un jefe y una asistente los cuales al principio son prefesionales pero luego ocurre un problema donde tienen que fingir una relación ya que para que el jefe (tu oc) debe casarse con alguien y esa persona sera su asistente (mi oc) todo sera por un contrato y luego si sera la boda

    #relacionfalsa #contrato
    (El Jefe entra a la oficina con un café en la mano, parece algo cansado. Su Asistente ya está en su escritorio, revisando su computadora.) Asistente: ¡Buenos días, jefe! ¿Listo para un nuevo día de caos controlado? Jefe: (Suspira) Buenos días, Samanta. No sé si estoy listo, pero aquí estamos. ¿Qué tenemos hoy? Asistente: Bueno, para empezar, reunión con el equipo de ventas a las 10:00 a.m. para ver cómo vamos este mes. Jefe: ¿Necesito preocuparme? Asistente: Mmm… no voy a decir que sí, pero tampoco voy a decir que no. Jefe: Genial. ¿Algo más emocionante en la agenda? Asistente: Sí, comida con el cliente de la familia Rodríguez a las 12:30 p.m. Ah, y ya confirmé la reserva en su restaurante favorito. Jefe: ¡Ese es el tipo de noticias que me gusta escuchar! ¿Algo más? Asistente: Sí, Ethan el de recursos humanos quiere hablar con usted sobre un problemita con un proyecto. Jefe: ¿Problemita o problemón? Asistente: Digamos que… mejor hable con él directamente. Jefe: Ya veo… Bueno, dile que pase después de la reunión. Asistente: Hecho. Y antes de que se me olvide, los presupuestos para el próximo trimestre están en su correo. Jefe: ¿Tengo que verlos hoy? Asistente: Debería… pero si quiere los muevo para mañana y finge que no se los di todavía. Jefe: (Sonríe) Tentador… pero mejor los veo hoy. Bloquéame un rato en la tarde. Asistente: ¡Eso es espíritu de jefe responsable! Jefe: O de alguien que no quiere más sorpresas esta semana. Asistente: Como diga, jefe. __________________________ El rol trata sobre un jefe y una asistente los cuales al principio son prefesionales pero luego ocurre un problema donde tienen que fingir una relación ya que para que el jefe (tu oc) debe casarse con alguien y esa persona sera su asistente (mi oc) todo sera por un contrato y luego si sera la boda #relacionfalsa #contrato
    Tipo
    Individual
    Líneas
    3
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    1
    2 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Cuando el cuerpo ya no resiste en el combate, es el momento de invocar otra clase de recursos.

    Tener cuidado de que el lado salvaje pueda controlar la mente. solo usar cuando sea necesario, es en este estado que el poder es totalmente desatado casi como si fuera un berserker.
    Cuando el cuerpo ya no resiste en el combate, es el momento de invocar otra clase de recursos. Tener cuidado de que el lado salvaje pueda controlar la mente. solo usar cuando sea necesario, es en este estado que el poder es totalmente desatado casi como si fuera un berserker.
    Me encocora
    2
    0 comentarios 0 compartidos
  • La entrevista
    Fandom OC
    Categoría Original
    —Las 8:50 de la mañana y allí estaba Ava, delante de las imponentes puertas de cristal de Helios Innovations, una empresa enfocada en tecnología avanzada e inteligencia artificial.—

    ¿Qué demonios hago aquí? Estoy totalmente fuera de lugar...

    —Murmuró casi regañándose a sí misma.

    Ava se sentía completamente pequeña ante aquel enorme y lujoso edificio. Hacía unas 24 horas que alguien, una mujer, encargada del departamento de Recursos Humanos, había hablado con Ava para decirle que tendría una entrevista de trabajo al día siguiente con el señor Delos.

    La joven suspiró. —

    El "no" ya lo tengo, ¿no?

    —Era su forma de decirse a sí misma que merecía la pena intentarlo.

    Ava entró dentro de la empresa y se dirigió al mostrador de recepción. Allí encontró a una joven y atractiva mujer, vestida de forma sobria y elegante. La mujer la atendió amablemente y, segundos después, la guió por una serie de largos e interminables pasillos. Unos minutos después la dejó en una sala de espera: limpia, ordenada, minimalista... Ava estaba segura de que cualquier silla de las que había allí valía más que el pequeño apartamento en el que ahora vivía y cuyo alquiler ni siquiera podía pagar. —

    "El señor Delos la atenderá pronto".

    — Y, tras aquellas palabras, vestidas con una sonrisa, la mujer se marchó dejando a Ava en aquella sala de espera.

    Ava inspiró hondo y miró a su alrededor. El despacho ante ella tenía una placa en la puerta que indicaba que aquel era el despacho del Señor Delos.

    Se sentó en una silla, pero estaba nerviosa y no tardó en volver a ponerse de pie. Se sentía estúpida allí sola estando completamente segura de que se habían presentado ya muchas más personas mucho más capaces que ella para cualquier puesto. —

    { Rol con Apolo }
    —Las 8:50 de la mañana y allí estaba Ava, delante de las imponentes puertas de cristal de Helios Innovations, una empresa enfocada en tecnología avanzada e inteligencia artificial.— 💭 ¿Qué demonios hago aquí? Estoy totalmente fuera de lugar... —Murmuró casi regañándose a sí misma. Ava se sentía completamente pequeña ante aquel enorme y lujoso edificio. Hacía unas 24 horas que alguien, una mujer, encargada del departamento de Recursos Humanos, había hablado con Ava para decirle que tendría una entrevista de trabajo al día siguiente con el señor Delos. La joven suspiró. — 💭 El "no" ya lo tengo, ¿no? —Era su forma de decirse a sí misma que merecía la pena intentarlo. Ava entró dentro de la empresa y se dirigió al mostrador de recepción. Allí encontró a una joven y atractiva mujer, vestida de forma sobria y elegante. La mujer la atendió amablemente y, segundos después, la guió por una serie de largos e interminables pasillos. Unos minutos después la dejó en una sala de espera: limpia, ordenada, minimalista... Ava estaba segura de que cualquier silla de las que había allí valía más que el pequeño apartamento en el que ahora vivía y cuyo alquiler ni siquiera podía pagar. — "El señor Delos la atenderá pronto". — Y, tras aquellas palabras, vestidas con una sonrisa, la mujer se marchó dejando a Ava en aquella sala de espera. Ava inspiró hondo y miró a su alrededor. El despacho ante ella tenía una placa en la puerta que indicaba que aquel era el despacho del Señor Delos. Se sentó en una silla, pero estaba nerviosa y no tardó en volver a ponerse de pie. Se sentía estúpida allí sola estando completamente segura de que se habían presentado ya muchas más personas mucho más capaces que ella para cualquier puesto. — { Rol con [ApoloDiosGriego] }
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    1
    1 turno 0 maullidos
  • Cuando uno tiene pocos recursos ~~
    Cómo es que los humanos viven así..... es aburrido estar en esta situación (⁠눈⁠‸⁠눈⁠) mmm bueno mejor me apuro a prepararme algo de comer al fin y al cabo no viene nadie a este templo (⁠─⁠.⁠─⁠|⁠|⁠)
    Cuando uno tiene pocos recursos ~~🌸 Cómo es que los humanos viven así..... es aburrido estar en esta situación (⁠눈⁠‸⁠눈⁠) mmm bueno mejor me apuro a prepararme algo de comer al fin y al cabo no viene nadie a este templo (⁠─⁠.⁠─⁠|⁠|⁠)
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • " 𝑽𝒐𝒚 𝒂 𝒑𝒆𝒅𝒊𝒓 𝒖𝒏 𝒂𝒖𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒔𝒊 𝒎𝒆 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒏 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒕𝒂𝒏 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒓𝒂𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒓𝒆𝒖𝒏𝒊ó𝒏"




    Había soltado el milesimo bostezo de la mañana, eso creía, aunque realmente no se tomó el tiempo de contarlos. Apenas eran las 7 de la mañana, el sol salía de a poco mientras la brisa helada de la mañana la envolviá.

    No llevaba casaca, simplemente usaba un top blanco y unos jeans, algo demasiado ligero para el frío que pasaba en esta temporada, pero le gustaba, ya que al menos eso la mantenía despierta para una reunión programada con su equipo, no había visto a nadie todavía, exceptuando a Ryan, quien hizo un espectáculo en aquella villa y aunque no le gustaba admitirlo, los extrañaba a todos.

    Estaba sentada sobre un muro de las escaleras que daban vista hacia el extenso jardín, estaba sola por ello no pudo evitar pensar en las cosas que sucedieron anteriormente. Aunque terminó por simplemente ignorarlos por un dolor de cabeza que le traía aquello.

    — Ugh..— Tapo su boca con la palma de su mano, era otro bostezo. Tenía sueño, mucho sueño, no entendía porque Kiev quiso hacer la reunión a esta hora. Pero esperaba que fuera importante como para levantarla a las 5:30 de la mañana, era un abuso. "voy a quejarme con recursos humanos. " Este pensamiento le ocasionó una risa, era algo ridículo de solo pensar en ello.

    Al ver que nadie venía y ella ya moría por dormir, se bajó del muro para caer sobre el pasto, limpió sus manos y comenzó a caminar para dar un paseo.


    Tarareaba una canción mientras lo hacía, una canción de cuna en Alemán que le traía recuerdos, no sabía exactamente porque lo recordaba, aunque tal vez se deba a que ya estaban en el mes en que se supone que seria su cumpleaños, necesitaba pensar en que hacer, en dos semanas se tendrá que ir a Suiza, para luego irse a Alemania, era algo personal que ella hacía antes de que su cumpleaños llegará y es que sí, ese dia siempre lo pasaba sola.

    Miro curiosa los rosales, hermosas rosas rojas que brillaban tanto como su cabello y como la sangre misma. Sin embargo, algo se movía entre estás, ladeó su cabeza y una sonrisa cálida se dibujo en sus labios, era su gata Hanna quien mordía una de estas flores, como si quisiera arrancarla.

    — Hey, ps ps ps Hanna — La llamo suavemente, la gata volteo a verla e instintivamente comenzó a maullear repetidas veces mientras se acercaba para poder frotar su cabeza y cuerpo con la pierna de Rubi. — Pequeña, te extrañe mucho. — La sostuvo entre sus brazos, la acaricio suavemente mientras la gata ronroneaba. Sin embargo, ese tierno espectáculo no duró, ya que la gata elevó su cabeza para mirar detrás de la pelirroja, antes de bajar de sus brazos y esconderse. Esta acción la extraño mucho, hasta que escuchó un gruñido, no como de un perro, si no más bien como el de un tigre, se giró y solo pudo observar un gato enorme, no le dió tiempo de pensar pues básicamente se le aventó encima.


    Su pecho subía y bajaba rápidamente ¿Qué hacía ese animal ahi? ¿Lo compró Kiev? Habían muchas preguntas y pocas respuestas, no sabía que hacer, sus ojos dorados chocaron con la mirada del enorme felino quien se quedó mirandola como si la analizará. Lentamente movía su mano para sacar un revolver que tenía guardado en su cadera, trataba de no hacer un movimiento brusco antes de si quiera matarlo, era ella o él. Pero el animal se le adelantó, casi grita cuando vió que abrió el ocico mostrando sus dientes filudos, pero lo único que sintió, fue una lengua rasposa pasar por su mejilla. — No, ¡espera! — La estaba llenando de baba la mejilla. Estaba a punto de empujarlo cuando se escuchó un silbido, el felino se volteo y dejó a una pelirroja totalmente confundida.

    Apenas estuvo libre de aquella carcel de pelos, se sentó en el pasto. — No puede ser ... — Limpio su mejilla repetidas veces, y dirigio su mirada hacia en frente, solo para ver a Kiev acariciar a ese enorme animal y luego escucharlo reír al verla.


    Que hermosa forma de dar una bienvenida.
    " 𝑽𝒐𝒚 𝒂 𝒑𝒆𝒅𝒊𝒓 𝒖𝒏 𝒂𝒖𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒔𝒊 𝒎𝒆 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒏 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒕𝒂𝒏 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒓𝒂𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒓𝒆𝒖𝒏𝒊ó𝒏" Había soltado el milesimo bostezo de la mañana, eso creía, aunque realmente no se tomó el tiempo de contarlos. Apenas eran las 7 de la mañana, el sol salía de a poco mientras la brisa helada de la mañana la envolviá. No llevaba casaca, simplemente usaba un top blanco y unos jeans, algo demasiado ligero para el frío que pasaba en esta temporada, pero le gustaba, ya que al menos eso la mantenía despierta para una reunión programada con su equipo, no había visto a nadie todavía, exceptuando a Ryan, quien hizo un espectáculo en aquella villa y aunque no le gustaba admitirlo, los extrañaba a todos. Estaba sentada sobre un muro de las escaleras que daban vista hacia el extenso jardín, estaba sola por ello no pudo evitar pensar en las cosas que sucedieron anteriormente. Aunque terminó por simplemente ignorarlos por un dolor de cabeza que le traía aquello. — Ugh..— Tapo su boca con la palma de su mano, era otro bostezo. Tenía sueño, mucho sueño, no entendía porque Kiev quiso hacer la reunión a esta hora. Pero esperaba que fuera importante como para levantarla a las 5:30 de la mañana, era un abuso. "voy a quejarme con recursos humanos. " Este pensamiento le ocasionó una risa, era algo ridículo de solo pensar en ello. Al ver que nadie venía y ella ya moría por dormir, se bajó del muro para caer sobre el pasto, limpió sus manos y comenzó a caminar para dar un paseo. Tarareaba una canción mientras lo hacía, una canción de cuna en Alemán que le traía recuerdos, no sabía exactamente porque lo recordaba, aunque tal vez se deba a que ya estaban en el mes en que se supone que seria su cumpleaños, necesitaba pensar en que hacer, en dos semanas se tendrá que ir a Suiza, para luego irse a Alemania, era algo personal que ella hacía antes de que su cumpleaños llegará y es que sí, ese dia siempre lo pasaba sola. Miro curiosa los rosales, hermosas rosas rojas que brillaban tanto como su cabello y como la sangre misma. Sin embargo, algo se movía entre estás, ladeó su cabeza y una sonrisa cálida se dibujo en sus labios, era su gata Hanna quien mordía una de estas flores, como si quisiera arrancarla. — Hey, ps ps ps Hanna — La llamo suavemente, la gata volteo a verla e instintivamente comenzó a maullear repetidas veces mientras se acercaba para poder frotar su cabeza y cuerpo con la pierna de Rubi. — Pequeña, te extrañe mucho. — La sostuvo entre sus brazos, la acaricio suavemente mientras la gata ronroneaba. Sin embargo, ese tierno espectáculo no duró, ya que la gata elevó su cabeza para mirar detrás de la pelirroja, antes de bajar de sus brazos y esconderse. Esta acción la extraño mucho, hasta que escuchó un gruñido, no como de un perro, si no más bien como el de un tigre, se giró y solo pudo observar un gato enorme, no le dió tiempo de pensar pues básicamente se le aventó encima. Su pecho subía y bajaba rápidamente ¿Qué hacía ese animal ahi? ¿Lo compró Kiev? Habían muchas preguntas y pocas respuestas, no sabía que hacer, sus ojos dorados chocaron con la mirada del enorme felino quien se quedó mirandola como si la analizará. Lentamente movía su mano para sacar un revolver que tenía guardado en su cadera, trataba de no hacer un movimiento brusco antes de si quiera matarlo, era ella o él. Pero el animal se le adelantó, casi grita cuando vió que abrió el ocico mostrando sus dientes filudos, pero lo único que sintió, fue una lengua rasposa pasar por su mejilla. — No, ¡espera! — La estaba llenando de baba la mejilla. Estaba a punto de empujarlo cuando se escuchó un silbido, el felino se volteo y dejó a una pelirroja totalmente confundida. Apenas estuvo libre de aquella carcel de pelos, se sentó en el pasto. — No puede ser ... — Limpio su mejilla repetidas veces, y dirigio su mirada hacia en frente, solo para ver a Kiev acariciar a ese enorme animal y luego escucharlo reír al verla. Que hermosa forma de dar una bienvenida.
    Me encocora
    Me gusta
    Me enjaja
    Me shockea
    19
    50 turnos 0 maullidos
  • ────Los milagros, esos cuentos de hadas que la gente se cuenta a sí misma cuando está desesperada, no existen. Son ilusiones creadas por aquellos que no entienden la verdadera naturaleza del poder. Pero yo, en cambio, soy muy real. Mientras los demás esperan que fuerzas místicas o seres superpoderosos les resuelvan la vida, yo construyo soluciones, creo oportunidades y diseño el futuro con mis propias manos.

    No necesito un milagro cuando tengo la inteligencia, los recursos y la visión para cambiar el mundo a mi antojo. Los milagros son la excusa de los débiles. Yo soy la realidad que el mundo necesita, y eso es mucho más poderoso que cualquier fantasía.
    ────Los milagros, esos cuentos de hadas que la gente se cuenta a sí misma cuando está desesperada, no existen. Son ilusiones creadas por aquellos que no entienden la verdadera naturaleza del poder. Pero yo, en cambio, soy muy real. Mientras los demás esperan que fuerzas místicas o seres superpoderosos les resuelvan la vida, yo construyo soluciones, creo oportunidades y diseño el futuro con mis propias manos. No necesito un milagro cuando tengo la inteligencia, los recursos y la visión para cambiar el mundo a mi antojo. Los milagros son la excusa de los débiles. Yo soy la realidad que el mundo necesita, y eso es mucho más poderoso que cualquier fantasía.
    Me encocora
    1
    7 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados