/Vox era un joven Overlord. El más reciente, si las noticias no fallaban. Actualmente.. Era el CEO de VoxTek, una empresa reciente encargada de productos tecnológicos con el motivo de mejorar las vidas de los demás en el infierno (Tambien de controlarlos si se daba el caso) Sus comienzos era todavía nuevos, así que el pecador ofrecía cosas simples buscando aumentar poco a poco su popularidad. Máquinas sencillas sin consciencia encargadas de la limpieza de hogares, televisiones baratas con calidad decente, y otras cosas más que estaban en su lista de creaciones. La demanda alta de sus productos habían ocasionado la cadena de éxito que lo había llevado a subir la cadena social y por lo tanto a aquella posición
/Su influencia era visible ante el dinero que estaba acumulando, en la gente empleada bajo su mano que le servía, pero aún a pesar de su poder, Vox todavía era carne fresca.. No era un caso especial pero no quitaba que había tomado poco tiempo en tomar su nuevo estado social.
/Y como todo Overlord que deseaba marcar respeto, debía de presentarse a las juntas que unía a aquellos pecadores superiores. Por eso estaba ahí, sentado en la nueva silla que había sido traída a la reunión. Sus manos se entrelazaban entre sí, sobre la mesa mientras su postura recta trataba de mostrarse inquebrantable.
/Carmile Carmine lo miraba en silencio, esperando a que hablara. La mujer había sido la persona quién le había abierto la puerta y permitió que pasara. La Overlord era la única junto con Zestial en aquel lugar, los cuales ya sabía de antemano la posible presencial que Vox haría en aquél día. Y ahora los ojos de los otros estaban en él, expectantes al nuevo overlord y esperando a que el resto de aquel rango fuera apareciendo poco a poco.
/Se mantuvo durante un buen tiempo en una expresión neutra. Sus ojos demostraban uns calma total, tratando desesperadamente de no mostrar ninguna clase de debilidad, sabiendo que los otros demonios la olerían desde la distancia. Y si eso pasaba.. Sería devorado vivo. Cuando lo vió apropiado.. Simplemente abrió su boca para hablar
— Mi nombre es Vox. Un placer
/Vox era un joven Overlord. El más reciente, si las noticias no fallaban. Actualmente.. Era el CEO de VoxTek, una empresa reciente encargada de productos tecnológicos con el motivo de mejorar las vidas de los demás en el infierno (Tambien de controlarlos si se daba el caso) Sus comienzos era todavía nuevos, así que el pecador ofrecía cosas simples buscando aumentar poco a poco su popularidad. Máquinas sencillas sin consciencia encargadas de la limpieza de hogares, televisiones baratas con calidad decente, y otras cosas más que estaban en su lista de creaciones. La demanda alta de sus productos habían ocasionado la cadena de éxito que lo había llevado a subir la cadena social y por lo tanto a aquella posición
/Su influencia era visible ante el dinero que estaba acumulando, en la gente empleada bajo su mano que le servía, pero aún a pesar de su poder, Vox todavía era carne fresca.. No era un caso especial pero no quitaba que había tomado poco tiempo en tomar su nuevo estado social.
/Y como todo Overlord que deseaba marcar respeto, debía de presentarse a las juntas que unía a aquellos pecadores superiores. Por eso estaba ahí, sentado en la nueva silla que había sido traída a la reunión. Sus manos se entrelazaban entre sí, sobre la mesa mientras su postura recta trataba de mostrarse inquebrantable.
/Carmile Carmine lo miraba en silencio, esperando a que hablara. La mujer había sido la persona quién le había abierto la puerta y permitió que pasara. La Overlord era la única junto con Zestial en aquel lugar, los cuales ya sabía de antemano la posible presencial que Vox haría en aquél día. Y ahora los ojos de los otros estaban en él, expectantes al nuevo overlord y esperando a que el resto de aquel rango fuera apareciendo poco a poco.
/Se mantuvo durante un buen tiempo en una expresión neutra. Sus ojos demostraban uns calma total, tratando desesperadamente de no mostrar ninguna clase de debilidad, sabiendo que los otros demonios la olerían desde la distancia. Y si eso pasaba.. Sería devorado vivo. Cuando lo vió apropiado.. Simplemente abrió su boca para hablar
— Mi nombre es Vox. Un placer