• ⠀⠀⠀⠀Todo era absurdamente normal. Tan normal que parecía ofensivo. Kazuha estaba de pie en una cocina soleada, bañada por una luz demasiado dorada para ser real, con un olor a café y galletas de mantequilla recién horneadas que lo impregnaba todo. Era un lugar completamente desconocido para ella, pero demasiado familiar para su anfitrión. Y ella lo sabía, podía sentir el dulce aroma de una infancia que no le pertenecía.

    —Hmmm, vamos, sé que estás aquí, escondiéndote ~... —murmuró para si, mientras daba pasos lentos, cautelosos.

    Se supone que aquel lugar debería ser un lugar seguro. Extendió una mano, y una sensación de dolor leve le recorrió el brazo. Conceder tantos deseos seguidos los últimos días la había dejado débil, vaciada, como una batería gastada. Su magia respondía con lentitud, con un zumbido débil y doloroso. Necesitaba ese cristal de Luminara. Necesitaba ese recuerdo.

    Con un suspiro de esfuerzo, concentró un hilo de energía caótica en la yema de su dedo. El efecto fue inmediato. La luz solar perfecta se volvió más amarilla, luego verde, hasta teeminar convirtiéndose en un rojo enfermizo. El olor a café se volvió agrio, algo más similar al olor del vinagre.

    —Eso es. Así me gusta ~ —respiró, y una gota de sudor frío recorrió su sien.

    El sueño, herido, se defendió. Las paredes de la cocina se inclinaron hacía dentro, como si pidieran caerse en cualquier momento. Los muebles se alargaron, las sombras se retorcían. El chillido de una tetera surgió de ninguna parte, aumentando hasta convertirse en un grito desgarrador.

    El sueño se había convertido en pesadilla. Y en el corazón de toda pesadilla, late el recuerdo que la alimenta.

    Sonrió y siguió el sonido, esquivando las manos que emergían de la nevera y pisando el suelo que ahora se sentía blando, como gelatina. Finalmente lo vio, una puerta de armario bajo el fregadero, de la cual salió un brillo tenue.

    Al abrir la puerta, no había oscuridad. Había un instante congelado: un niño escondido, mirando a través de una rendija, presenciando algo que un niño nunca debería ver. El Recuerdo. Flotaba allí, un núcleo de dolor puro y brillante.

    —Mio —susurró, con una mezcla de triunfo y agotamiento.

    Sacó un cristal de Luminara en bruto de un bolsillo de su pantalón. Con una última y dolorosa descarga de voluntad, guió el recuerdo hacia el cristal. La escena congelada se comprimió, destellando una vez con una luz cegadora que quedó sellada dentro de la gema, que ahora titilaba con una luz carmesí profunda y cálida.

    La pesadilla se desvaneció instantáneamente alrededor de ella, como arena cayendo. La transición fue violenta. En un momento estaba en la pesadilla desvaneciéndose, sellando el recuerdo en el cristal de Luminara. Al siguiente, fue arrojada al vacío etéreo del Subplano del Sueño.

    Allí, entre planos, entre el espacio entre espacios, el aire no era aire, era una sustancia gélida y espesa de pesadillas colectivas que casi se resistía a ser respiraba. Remolinos de colores que susurraban silenciosamente giraban a su alrededor. No era un lugar, era la idea de un lugar. Y como ella ya sabía, estaba lleno de cosas hambrientas.

    Aún vulnerable y agotada por el esfuerzo de sostener el ritual de extracción, intento orientarse. El cristal de Luminara en su mano palpitaba, y vertia parte de la energía vital en ella, pero el proceso era lento, como una transfusión que apenas comenzaba.

    Entonces lo sintió. Una presencia fría y afilada que se movía contra la corriente del caos onírico, atraída por el destello de poder del cristal recién cargado.

    —No —logró gruñir, tratando de impulsarse lejos— Ahg, ¡¡¡Ahora no!!!

    Era tarde. Una sombra hecha de intención depredadora se lanzó hacia ella. No tenía garras, pero su esencia era un filo. Intentó desviarse, pero su agotamiento la traicionó.

    Un dolor agudo y frío le desgarró el costado, justo por debajo de las costillas. No sangró en el sentido tradicional; su esencia vital, su energía, brotó de la herida en un fino vapor rojizo brillante antes de que ella logrará empuñar la daga de obsidiana que escondía en el interior de sus botas y la clavara en la criatura, que se disolvió casi al instante en la nada, con una sonrisa, satisfecha con su bocado, había probado su esencia.

    —¡Maldita sea! —escupió, apretsndo la herida con la mano libre. El dolor era real, punzante, frío.

    Sabia las reglas. Lo que sucedía aquí, se plasmaba en su cuerpo físico. Con un acto final de voluntad, se concentró en su cuerpo físico, en la fría soledad de su mansión, y se aferró a aquella realidad como un ancla.

    Se despertó de golpe, incorporándose en el suelo de madera del salón principal con un jadeo áspero. La primera sensación fue el peso del cristal en su mano derecha. La segunda, el dolor ardiente y húmedo en el costado izquierdo.

    Bajó la mirada. Su blusa estaba empapada de una mancha oscura y húmeda que solo podía ser sangre. Al levantar la tela, reveló un corté limpio pero profundo, de cuyo centro emanaba un tenue resplandor ámbar, la marca residual inconfundible de una herida hecha con energía onírica.

    Un recordatorio. Un trofeo. Un precio adicional. Con un suspiro que era más de fastidio que de queja, se puso de pie y caminó haciendo un esfuerzo extra hacia el estante. Tomó un frasco de ungüento y vendas que siempre tenía a mano. Los negocios, como siempre, tenían sus costos operativos.
    ⠀⠀⠀⠀Todo era absurdamente normal. Tan normal que parecía ofensivo. Kazuha estaba de pie en una cocina soleada, bañada por una luz demasiado dorada para ser real, con un olor a café y galletas de mantequilla recién horneadas que lo impregnaba todo. Era un lugar completamente desconocido para ella, pero demasiado familiar para su anfitrión. Y ella lo sabía, podía sentir el dulce aroma de una infancia que no le pertenecía. —Hmmm, vamos, sé que estás aquí, escondiéndote ~... —murmuró para si, mientras daba pasos lentos, cautelosos. Se supone que aquel lugar debería ser un lugar seguro. Extendió una mano, y una sensación de dolor leve le recorrió el brazo. Conceder tantos deseos seguidos los últimos días la había dejado débil, vaciada, como una batería gastada. Su magia respondía con lentitud, con un zumbido débil y doloroso. Necesitaba ese cristal de Luminara. Necesitaba ese recuerdo. Con un suspiro de esfuerzo, concentró un hilo de energía caótica en la yema de su dedo. El efecto fue inmediato. La luz solar perfecta se volvió más amarilla, luego verde, hasta teeminar convirtiéndose en un rojo enfermizo. El olor a café se volvió agrio, algo más similar al olor del vinagre. —Eso es. Así me gusta ~ —respiró, y una gota de sudor frío recorrió su sien. El sueño, herido, se defendió. Las paredes de la cocina se inclinaron hacía dentro, como si pidieran caerse en cualquier momento. Los muebles se alargaron, las sombras se retorcían. El chillido de una tetera surgió de ninguna parte, aumentando hasta convertirse en un grito desgarrador. El sueño se había convertido en pesadilla. Y en el corazón de toda pesadilla, late el recuerdo que la alimenta. Sonrió y siguió el sonido, esquivando las manos que emergían de la nevera y pisando el suelo que ahora se sentía blando, como gelatina. Finalmente lo vio, una puerta de armario bajo el fregadero, de la cual salió un brillo tenue. Al abrir la puerta, no había oscuridad. Había un instante congelado: un niño escondido, mirando a través de una rendija, presenciando algo que un niño nunca debería ver. El Recuerdo. Flotaba allí, un núcleo de dolor puro y brillante. —Mio —susurró, con una mezcla de triunfo y agotamiento. Sacó un cristal de Luminara en bruto de un bolsillo de su pantalón. Con una última y dolorosa descarga de voluntad, guió el recuerdo hacia el cristal. La escena congelada se comprimió, destellando una vez con una luz cegadora que quedó sellada dentro de la gema, que ahora titilaba con una luz carmesí profunda y cálida. La pesadilla se desvaneció instantáneamente alrededor de ella, como arena cayendo. La transición fue violenta. En un momento estaba en la pesadilla desvaneciéndose, sellando el recuerdo en el cristal de Luminara. Al siguiente, fue arrojada al vacío etéreo del Subplano del Sueño. Allí, entre planos, entre el espacio entre espacios, el aire no era aire, era una sustancia gélida y espesa de pesadillas colectivas que casi se resistía a ser respiraba. Remolinos de colores que susurraban silenciosamente giraban a su alrededor. No era un lugar, era la idea de un lugar. Y como ella ya sabía, estaba lleno de cosas hambrientas. Aún vulnerable y agotada por el esfuerzo de sostener el ritual de extracción, intento orientarse. El cristal de Luminara en su mano palpitaba, y vertia parte de la energía vital en ella, pero el proceso era lento, como una transfusión que apenas comenzaba. Entonces lo sintió. Una presencia fría y afilada que se movía contra la corriente del caos onírico, atraída por el destello de poder del cristal recién cargado. —No —logró gruñir, tratando de impulsarse lejos— Ahg, ¡¡¡Ahora no!!! Era tarde. Una sombra hecha de intención depredadora se lanzó hacia ella. No tenía garras, pero su esencia era un filo. Intentó desviarse, pero su agotamiento la traicionó. Un dolor agudo y frío le desgarró el costado, justo por debajo de las costillas. No sangró en el sentido tradicional; su esencia vital, su energía, brotó de la herida en un fino vapor rojizo brillante antes de que ella logrará empuñar la daga de obsidiana que escondía en el interior de sus botas y la clavara en la criatura, que se disolvió casi al instante en la nada, con una sonrisa, satisfecha con su bocado, había probado su esencia. —¡Maldita sea! —escupió, apretsndo la herida con la mano libre. El dolor era real, punzante, frío. Sabia las reglas. Lo que sucedía aquí, se plasmaba en su cuerpo físico. Con un acto final de voluntad, se concentró en su cuerpo físico, en la fría soledad de su mansión, y se aferró a aquella realidad como un ancla. Se despertó de golpe, incorporándose en el suelo de madera del salón principal con un jadeo áspero. La primera sensación fue el peso del cristal en su mano derecha. La segunda, el dolor ardiente y húmedo en el costado izquierdo. Bajó la mirada. Su blusa estaba empapada de una mancha oscura y húmeda que solo podía ser sangre. Al levantar la tela, reveló un corté limpio pero profundo, de cuyo centro emanaba un tenue resplandor ámbar, la marca residual inconfundible de una herida hecha con energía onírica. Un recordatorio. Un trofeo. Un precio adicional. Con un suspiro que era más de fastidio que de queja, se puso de pie y caminó haciendo un esfuerzo extra hacia el estante. Tomó un frasco de ungüento y vendas que siempre tenía a mano. Los negocios, como siempre, tenían sus costos operativos.
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • -Decidi ir a una fiesta, y participar en el entretenimiento decidiendo cantar-


    Takedown


    Takedown, takedown
    Takedown, takedown

    Takedown, down, down, down (it's a takedown)
    Takedown, down, down, down (it's a takedown)

    So sweet, so easy on the eyes, but hideous on the inside

    Whole life spreading lies, but you can't hide, baby, nice try

    I'm 'bout to switch up these vibes, I finally opened my eyes

    It's time to kick you straight back into the night

    'Cause I see your real face, and it's ugly as sin

    Time to put you in your place, 'cause you're rotten within

    When your patterns start to show

    It makes the hatred wanna grow outta my veins



    I don't think you're ready for the takedown

    Break you into pieces in the world of pain

    'Cause you're all the same

    Yeah, it's a takedown
    Yeah, it's a takedown

    A demon with no feelings don't deserve to live

    It's so obvious


    I'ma gear up and take you down

    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    It's a takedown
    It's a takedown

    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    I'ma take it down


    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    It's a takedown


    Woah-oh, da-da-da, down (take it down)
    Woah-oh, da-da-da, down (take it down)


    It's a takedown, I'ma take you out

    You break down like: What?

    It's a takedown, I'ma take you out

    And it ain't gonna stop

    정신을 놓고 널 짓밟고 칼을 새겨놔
    jeongsineul noko neol jitbalkko kareul saegyeonwa

    You'll be beggin' and cryin', all of you dyin'

    Never miss my shot

    When your patterns start to show

    It makes the hatred wanna grow out of my veins



    I don't think you're ready for the takedown

    당당하게 어둠 앞에 다가서 다 무너뜨려
    dangdanghage eodum ape dagaseo da muneotteuryeo

    Yeah, it's a takedown, a demon with no feelings

    Don't deserve to live, it's so obvious


    I'ma gear up and take you down

    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    It's a takedown
    It's a takedown

    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    I'ma take it down (watch me do it, yeah)

    Woah-oh, da-da-da, down
    Woah-oh, da-da-da, down

    It's a takedown (ooh)

    Woah-oh, da-da-da, down (ooh)
    Woah-oh, da-da-da, down (ooh)

    Oh, you're the master of illusion

    나를 속이려 하지 마
    nareul sogiryeo haji ma

    Look at all the masses that you're foolin'

    But they'll turn on you soon, so how?

    How can you sleep or live with yourself?

    A broken soul trapped in a nastiest shell

    영혼없는 니 목숨을 끊으러 and watch you die
    yeonghoneomneun ni moksumeul kkeuneureo and watch you die

    You can try but you can't hide

    It's a takedown, I'ma take you out (oh, woah-oh, woah-oh)

    You break down like: What?

    It's a takedown, I'ma take you out

    And I ain't gonna stop

    I'ma cut you open, lose control (oh, woah-oh, woah-oh)

    Y luego les voy a arrancar el corazón
    Then rip out your heart

    You'll be beggin' and cryin', all of you dyin' (oh, woah-oh, woah-oh)



    I'ma gear up and take you down

    Oh, woah-oh, da-da-da, down (la-la-la)
    Oh, woah-oh, da-da-da, down (la-la-la)

    It's a takedown (oh)
    It's a takedown (oh)

    Oh, woah-oh, da-da-da, down (yeah-yeah, yeah-yeah, yeah)
    Oh, woah-oh, da-da-da, down (yeah-yeah, yeah-yeah, yeah)

    I'ma take it down
    I'ma take it down

    Oh, woah-oh, da-da-da, down (ooh)
    Oh, woah-oh, da-da-da, down (ooh)

    It's a takedown (ooh)
    It's a takedown (ooh)

    Oh, woah-oh, da-da-da, down (watch me do it, yeah)


    Caída
    Take it down
    Take it down
    -Decidi ir a una fiesta, y participar en el entretenimiento decidiendo cantar- Takedown Takedown, takedown Takedown, takedown Takedown, down, down, down (it's a takedown) Takedown, down, down, down (it's a takedown) So sweet, so easy on the eyes, but hideous on the inside Whole life spreading lies, but you can't hide, baby, nice try I'm 'bout to switch up these vibes, I finally opened my eyes It's time to kick you straight back into the night 'Cause I see your real face, and it's ugly as sin Time to put you in your place, 'cause you're rotten within When your patterns start to show It makes the hatred wanna grow outta my veins I don't think you're ready for the takedown Break you into pieces in the world of pain 'Cause you're all the same Yeah, it's a takedown Yeah, it's a takedown A demon with no feelings don't deserve to live It's so obvious I'ma gear up and take you down Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down It's a takedown It's a takedown Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down I'ma take it down Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down It's a takedown Woah-oh, da-da-da, down (take it down) Woah-oh, da-da-da, down (take it down) It's a takedown, I'ma take you out You break down like: What? It's a takedown, I'ma take you out And it ain't gonna stop 정신을 놓고 널 짓밟고 칼을 새겨놔 jeongsineul noko neol jitbalkko kareul saegyeonwa You'll be beggin' and cryin', all of you dyin' Never miss my shot When your patterns start to show It makes the hatred wanna grow out of my veins I don't think you're ready for the takedown 당당하게 어둠 앞에 다가서 다 무너뜨려 dangdanghage eodum ape dagaseo da muneotteuryeo Yeah, it's a takedown, a demon with no feelings Don't deserve to live, it's so obvious I'ma gear up and take you down Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down It's a takedown It's a takedown Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down I'ma take it down (watch me do it, yeah) Woah-oh, da-da-da, down Woah-oh, da-da-da, down It's a takedown (ooh) Woah-oh, da-da-da, down (ooh) Woah-oh, da-da-da, down (ooh) Oh, you're the master of illusion 나를 속이려 하지 마 nareul sogiryeo haji ma Look at all the masses that you're foolin' But they'll turn on you soon, so how? How can you sleep or live with yourself? A broken soul trapped in a nastiest shell 영혼없는 니 목숨을 끊으러 and watch you die yeonghoneomneun ni moksumeul kkeuneureo and watch you die You can try but you can't hide It's a takedown, I'ma take you out (oh, woah-oh, woah-oh) You break down like: What? It's a takedown, I'ma take you out And I ain't gonna stop I'ma cut you open, lose control (oh, woah-oh, woah-oh) Y luego les voy a arrancar el corazón Then rip out your heart You'll be beggin' and cryin', all of you dyin' (oh, woah-oh, woah-oh) I'ma gear up and take you down Oh, woah-oh, da-da-da, down (la-la-la) Oh, woah-oh, da-da-da, down (la-la-la) It's a takedown (oh) It's a takedown (oh) Oh, woah-oh, da-da-da, down (yeah-yeah, yeah-yeah, yeah) Oh, woah-oh, da-da-da, down (yeah-yeah, yeah-yeah, yeah) I'ma take it down I'ma take it down Oh, woah-oh, da-da-da, down (ooh) Oh, woah-oh, da-da-da, down (ooh) It's a takedown (ooh) It's a takedown (ooh) Oh, woah-oh, da-da-da, down (watch me do it, yeah) Caída Take it down Take it down
    Me gusta
    Me encocora
    4
    25 turnos 0 maullidos
  • Compañía viva
    Fandom Wednesday
    Categoría Drama
    El día había sido tan insoportable como cualquiera en Nevermore. Demasiada gente respirando, demasiado ruido, y demasiadas expresiones de falsa alegría que me producían náuseas. Necesitaba silencio, así que decidí refugiarme en el único lugar donde la muerte imponía el respeto que la vida no sabía otorgar: el cementerio.

    El aire era frío y húmedo, perfecto. Caminé entre las lápidas con la familiaridad de quien pasea por un jardín. Finalmente me senté sobre una piedra cubierta de musgo, abrí mi cuaderno y escribí:

    "La mayoría de los mortales teme ser olvidada. Yo, en cambio, anhelo que mi recuerdo pese como una maldición sobre quienes sobrevivan."

    Guardé silencio unos segundos, disfrutando del eco de mis propios pensamientos. El cuervo que me había seguido desde la entrada se posó en una cruz y me observó con la misma atención con la que yo lo miraba a él. Casi sentí compañía. Casi.

    Fue entonces cuando escuché pasos. No eran los pasos de un espectro, demasiado torpes y humanos. Suspiré con resignación, cerré el cuaderno y alcé la vista hacia el intruso.

    —Si has venido a llorar por un difunto, te advierto que la mayoría de los que yacen aquí preferirían tu silencio. Aunque debo admitir que siempre es entretenido ver cómo los vivos mendigan atención a los muertos.
    El día había sido tan insoportable como cualquiera en Nevermore. Demasiada gente respirando, demasiado ruido, y demasiadas expresiones de falsa alegría que me producían náuseas. Necesitaba silencio, así que decidí refugiarme en el único lugar donde la muerte imponía el respeto que la vida no sabía otorgar: el cementerio. El aire era frío y húmedo, perfecto. Caminé entre las lápidas con la familiaridad de quien pasea por un jardín. Finalmente me senté sobre una piedra cubierta de musgo, abrí mi cuaderno y escribí: "La mayoría de los mortales teme ser olvidada. Yo, en cambio, anhelo que mi recuerdo pese como una maldición sobre quienes sobrevivan." Guardé silencio unos segundos, disfrutando del eco de mis propios pensamientos. El cuervo que me había seguido desde la entrada se posó en una cruz y me observó con la misma atención con la que yo lo miraba a él. Casi sentí compañía. Casi. Fue entonces cuando escuché pasos. No eran los pasos de un espectro, demasiado torpes y humanos. Suspiré con resignación, cerré el cuaderno y alcé la vista hacia el intruso. —Si has venido a llorar por un difunto, te advierto que la mayoría de los que yacen aquí preferirían tu silencio. Aunque debo admitir que siempre es entretenido ver cómo los vivos mendigan atención a los muertos.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    3 turnos 0 maullidos
  • Empujé la puerta del garaje con el hombro, asegurándome de cerrarla con doble pestillo tras mí. El silencio denso del lugar sólo se rompía por el zumbido lejano de la nevera industrial y mi propia respiración contenida. El tipo, aún inconsciente, colgaba de las muñecas de la viga central, asegurado con unas bridas que no se soltarían ni con un milagro.

    Esperé, sentada en la banqueta metálica, girando lentamente el cuchillo entre mis dedos. Tardó unos quince minutos en gemir y abrir los ojos. Cuando los enfocó en mí, vi cómo le cambiaba la cara de inmediato: terror mezclado con rabia.

    —Bienvenido de vuelta —murmuré, levantándome con calma—. Esto va a ser rápido si colaboras.

    —No sé de qué hablas… —balbuceó, apenas probando las bridas.

    —Oh, claro que sabes —respondí, inclinándome para que sintiera mi aliento frío en la cara—. Tatuajes, misma marca, mismo patrón de cobardes. Ya tenemos a Luca Ferraro. Pero hay otros dos… y tú me vas a decir quiénes son.

    No contestó. Así que el filo del cuchillo le acarició el muslo, apenas un rasguño, lo suficiente para que soltara un gruñido.

    —¿Vas a hacerme hablar así? —escupió, intentando mostrarse duro.

    —No —dije sonriendo apenas—. Te voy a hacer suplicar.

    No necesité más que tres minutos: un par de cortes bien colocados, presión en la herida y un puñetazo seco en las costillas. Cuando empezó a temblar, las palabras salieron atropelladas: “No fue sólo Luca… estuvo Dario Greco… y un tal Romano, no sé su nombre completo…”

    Apunté los nombres en mi cabeza, limpié el cuchillo con un trapo y lo dejé sangrando pero vivo.

    Subí a la habitación sin prisas, quitándome los guantes de cuero mientras sentía el olor metálico impregnado en mi piel.
    Angela seguia recuperándose aunque ya estaba casi perfecta, recostada contra la cabecera, aunque sus ojos se iluminaron al verme entrar.

    —Tenemos nombres —dije, sentándome a su lado y tomando su mano—. Dario Greco y Romano algo. El tipo abajo no va a durar mucho, pero ya nos dijo lo suficiente.

    Vi cómo su mandíbula se tensaba, esa rabia contenida que conocía demasiado bien.

    Acaricié su mejilla con el pulgar—. Primero los encontraremos. Luego decidirás qué hacer con ellos.

    Angela Di Trapani
    Empujé la puerta del garaje con el hombro, asegurándome de cerrarla con doble pestillo tras mí. El silencio denso del lugar sólo se rompía por el zumbido lejano de la nevera industrial y mi propia respiración contenida. El tipo, aún inconsciente, colgaba de las muñecas de la viga central, asegurado con unas bridas que no se soltarían ni con un milagro. Esperé, sentada en la banqueta metálica, girando lentamente el cuchillo entre mis dedos. Tardó unos quince minutos en gemir y abrir los ojos. Cuando los enfocó en mí, vi cómo le cambiaba la cara de inmediato: terror mezclado con rabia. —Bienvenido de vuelta —murmuré, levantándome con calma—. Esto va a ser rápido si colaboras. —No sé de qué hablas… —balbuceó, apenas probando las bridas. —Oh, claro que sabes —respondí, inclinándome para que sintiera mi aliento frío en la cara—. Tatuajes, misma marca, mismo patrón de cobardes. Ya tenemos a Luca Ferraro. Pero hay otros dos… y tú me vas a decir quiénes son. No contestó. Así que el filo del cuchillo le acarició el muslo, apenas un rasguño, lo suficiente para que soltara un gruñido. —¿Vas a hacerme hablar así? —escupió, intentando mostrarse duro. —No —dije sonriendo apenas—. Te voy a hacer suplicar. No necesité más que tres minutos: un par de cortes bien colocados, presión en la herida y un puñetazo seco en las costillas. Cuando empezó a temblar, las palabras salieron atropelladas: “No fue sólo Luca… estuvo Dario Greco… y un tal Romano, no sé su nombre completo…” Apunté los nombres en mi cabeza, limpié el cuchillo con un trapo y lo dejé sangrando pero vivo. Subí a la habitación sin prisas, quitándome los guantes de cuero mientras sentía el olor metálico impregnado en mi piel. Angela seguia recuperándose aunque ya estaba casi perfecta, recostada contra la cabecera, aunque sus ojos se iluminaron al verme entrar. —Tenemos nombres —dije, sentándome a su lado y tomando su mano—. Dario Greco y Romano algo. El tipo abajo no va a durar mucho, pero ya nos dijo lo suficiente. Vi cómo su mandíbula se tensaba, esa rabia contenida que conocía demasiado bien. Acaricié su mejilla con el pulgar—. Primero los encontraremos. Luego decidirás qué hacer con ellos. [haze_orange_shark_766]
    Me encocora
    1
    21 turnos 0 maullidos
  • https://youtu.be/dOF_SUYPMLY?si=Y3KK3j7RiN0yrrIO

    Tú que has sangrado tantos meses de tu vida.
    Perdoname antes de empezar soy engreída
    y lo sabes bien.

    A tí que siempre tienes postre en la nevera (𝐀yane 𝐈𝐬𝐡𝐭𝐚𝐫)
    Tú que podrías acabar con tantas guerras escúchame (Jenny Queen Orc)

    Mamá Yuna Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar
    Mamá Albedo Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar
    Mamá Akane Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar
    ...
    ...
    https://youtu.be/dOF_SUYPMLY?si=Y3KK3j7RiN0yrrIO Tú que has sangrado tantos meses de tu vida. Perdoname antes de empezar soy engreída y lo sabes bien. A tí que siempre tienes postre en la nevera ([Ayane_Ishtar]) Tú que podrías acabar con tantas guerras escúchame ([queen_0]) Mamá [Yuna_Ishtar] Mamá [Albedo1] Mamá [akane_qi] ... ...
    Me encocora
    Me gusta
    8
    1 turno 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ❝I did not make a mistake. I have never made a mistake.❞
    ❝I did not make a mistake. I have never made a mistake.❞
    0 comentarios 0 compartidos
  • — You'll never be mine... But I always be yours...
    — You'll never be mine... But I always be yours...
    Me gusta
    Me shockea
    Me entristece
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    If you're lonely you can call me, don't you know?
    I'll be right here for you
    It doesn't matter where you are up in this world
    I will always pick up the phone
    Though it seems that I don't really care
    I'm sick and tired of you thinking it's unfair
    When you put yourself there

    It could never be too late
    To call me up and come my way
    I would love to see your face
    Don't wait 'til tomorrow
    We could take it back to when
    We were young and were best friends
    I will help you through this mess
    Don't wait 'til tomorrow

    https://open.spotify.com/track/5br9bRQSOg0KNSCAy2sJG3?si=f0bbe2678be94132
    If you're lonely you can call me, don't you know? I'll be right here for you It doesn't matter where you are up in this world I will always pick up the phone Though it seems that I don't really care I'm sick and tired of you thinking it's unfair When you put yourself there ♪ It could never be too late To call me up and come my way I would love to see your face Don't wait 'til tomorrow We could take it back to when We were young and were best friends I will help you through this mess Don't wait 'til tomorrow https://open.spotify.com/track/5br9bRQSOg0KNSCAy2sJG3?si=f0bbe2678be94132
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • ❝ A clear conscience never falls before the stones thrown at its feet.
    A sincere heart doesn't hide, it reveals itself against injustice.
    But a long tongue always falls before the weight of its own words.


    My choice: peace. ❞
    ❝ A clear conscience never falls before the stones thrown at its feet. A sincere heart doesn't hide, it reveals itself against injustice. But a long tongue always falls before the weight of its own words. My choice: peace. ❞
    Me gusta
    Me shockea
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Que pereza hoy bajar al gimnasiao y mas después de lo de ayer, Asi que hoy cardio en casa, peli, manta y pedir algo de cenar porque tengo la nevera vacía.
    Alguien se apunta?
    Que pereza hoy bajar al gimnasiao y mas después de lo de ayer, Asi que hoy cardio en casa, peli, manta y pedir algo de cenar porque tengo la nevera vacía. Alguien se apunta?
    Me gusta
    Me encocora
    6
    11 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados