[ Nathaniel se encontraba en un rincón discreto de un elegante restaurante. Había elegido una mesa apartada, lejos del bullicio, donde podía observar sin ser observado. Con una copa de vino tinto en la mano, su mirada se perdía en los detalles del entorno, aunque su mente seguía procesando los eventos del día. El ambiente del restaurante era sofisticado, con luces tenues y una suave música de fondo que creaba una atmósfera relajante. Mientras tomaba un sorbo de vino, sus ojos se encontraron con los de alguien que acababa de entrar. Una chispa de curiosidad cruzó su mirada, pero su expresión permaneció impasible. ]

#Freerol [ Después de un día intenso de estrés y mucho trabajo, decidió que necesitaba despejar su mente. La presión de gestionar y resolver problemas críticos había dejado su marca, y sabía que un poco de ejercicio al aire libre le haría bien. Al caer la tarde, se dirigió a un parque cercano, un espacio tranquilo que solía frecuentar. Vestido con ropa deportiva, se sentía más relajado mientras respiraba el aire fresco. A su lado, Gamora, una de sus perros lobos, caminaba con elegancia y fuerza. El parque estaba casi desierto, lo que le permitía disfrutar de la tranquilidad. Nathaniel comenzó a trotar, sintiendo cómo sus músculos se relajaban con cada paso. Gamora corría a su lado, con su pelaje negro brillando. Mientras corría, Nathaniel dejaba que sus pensamientos fluyeran libremente. Reflexionaba sobre los eventos del día, buscando soluciones y estrategias para futuros desafíos. El ejercicio físico le ayudaba a aclarar su mente y a encontrar un equilibrio que a menudo se le escapaba en el entorno controlado de su trabajo. ] – Sabes, Gamora * murmuró Nathaniel, hablando con su lobo mientras continuaba trotando. * A veces creo que eres la única que realmente me entiende.