• ¡No lo puedo creer!. Me estoy tomando una foto con Splendid!... Seré la envidia de las chicas... ¡Soy tan feliz!.
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  • que miedo...

    ♰el chico se encontraba algo asustado viendo a la chica con algo de terror en sus ojos♰
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  • Tengo que darme prisa o no alcanzaré a entrar en la competencia de surf. No, no me importa ser la única chica que participe. Aunque la cera de la tabla de surf está algo espesa, no me gusta cómo se siente.
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  • *Reunión de tres amigos.
    Cal, Elios y Adam no consumen alcohol ni cigarros, pero hay una droga legal que sí aceptan: el azúcar.
    Elios es bueno preparando postres y pastelitos, y sus amigos son consumidores.
    Así, los tres estaban reunidos compartiendo un momento agradable...*

    —Me puse muy triste cuando ella desapareció. Pero creo que ya no vale la pena lamentarse...
    —Yo también me sentí desanimado.

    *Elios y Cal habían sido rechazados por la misma mujer, y ese era el motivo de la reunión.*

    —¡Incluso le conseguí un bikini! Y yo también conseguí uno...

    *Eso sorprende a ambos, ya que Cal siempre evita ese tipo de ropa. Pero si ella cedió en eso significa que aquella chica en verdad le gustaba...*

    —Me hubiera gustado conocerla. Por cierto Elios, este parfait es delicioso...

    *Dice Adam disfrutando de la fresa con azúcar. Elios suspira.*

    —Yo pensé que la música de Supernova iba a funcionar...
    —Ya olvídense de esa mujer. Cal, Elios. Tenemos otro asunto importante: los preparativos de Halloween...
    *Reunión de tres amigos. Cal, Elios y Adam no consumen alcohol ni cigarros, pero hay una droga legal que sí aceptan: el azúcar. Elios es bueno preparando postres y pastelitos, y sus amigos son consumidores. Así, los tres estaban reunidos compartiendo un momento agradable...* —Me puse muy triste cuando ella desapareció. Pero creo que ya no vale la pena lamentarse... —Yo también me sentí desanimado. *Elios y Cal habían sido rechazados por la misma mujer, y ese era el motivo de la reunión.* —¡Incluso le conseguí un bikini! Y yo también conseguí uno... *Eso sorprende a ambos, ya que Cal siempre evita ese tipo de ropa. Pero si ella cedió en eso significa que aquella chica en verdad le gustaba...* —Me hubiera gustado conocerla. Por cierto Elios, este parfait es delicioso... *Dice Adam disfrutando de la fresa con azúcar. Elios suspira.* —Yo pensé que la música de Supernova iba a funcionar... —Ya olvídense de esa mujer. Cal, Elios. Tenemos otro asunto importante: los preparativos de Halloween...
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  • //Escena abierta para rol Individual//

    Kazuo descendía la montaña para pisar la población en muy contadas ocasiones. Prefería estar en su templo o recorriendo el bosque del Monte Inari de norte a sur.

    Aquella tarde bajó por que necesitaba de algunas provisiones de bien fresco; verduras, especias, queso... Aunque vivía de una forma casi autosostenible, en ocasiones necesitaba un extra para su día a día.

    El zorro en siglos de aprendizaje había dominado el arte de la medicina natural. A él no le hacía falta, pero era un buen método con el que poder sacar recursos en intercambios o trabajos. Ya fuera dinero o víveres, lo que fuera para poder vivir.

    Ya caía el Sol cuando el demonio, en su disfraz mundano, había terminado sus tareas. Se disponía a ir de vuelta cuando sintió como unas gotas de agua helaban su coronilla. Pronto, en apenas unos segundos, el cielo rompería en llanto.

    Para él la lluvia no era un problema. Pero no quería que se mojaran unas hierbas secas que acababa de adquirir para preparar algunos engüentos.

    Una pequeña posada, antigua, a la salida de Kyoto era el único refugio a mano en el que se pudo cobijar. A pesar de haber pocas personas, el silencio se hizo aún más presente en cuanto Kazuo entró por la puerta. Las miradas indiscretas no se hicieron de esperar. Kazuo, acostumbrado a que su aspecto generase todo tipo de opiniones; tanto buenas como malas, saludó a la mesera con un gesto suave de cabeza ignorando al resto.

    No tuvo que quitarse sandalias, por que él siempre iba descalzo, y aún así, sus pies lucían impecables. Se dirigió hacia la mesa más alejada del local, una que daba a una de las ventanas. Segundos más tarde llegó la mesera. Una chica joven, de generosas proporciones y rostro dulce.

    ~ Buenas se...señor. Que le podemos ofrecer~ Decía esta con claro nerviosismo, abrumada por la belleza salvaje de Kazuo.

    - Tomaré sake.... Una botella por favor...- Le dijo con ese gesto estoico que tanto le caracterizaba.

    Esta se inclinó varias veces al tiempo que un "si señor, ahora mismo" se escapaba nervioso de sus labios rosados. Al darse la vuelta la joven Kazuo sonrió, no con mofa, si no con cierta ternura.

    En menos de lo que esperaba la joven le trajo la botella de sake acompañado de un vaso. El primer servicio se lo hizo ella, pero es resto fué el mismo Kazuo quien se servía a sí mismo.
    //Escena abierta para rol Individual// Kazuo descendía la montaña para pisar la población en muy contadas ocasiones. Prefería estar en su templo o recorriendo el bosque del Monte Inari de norte a sur. Aquella tarde bajó por que necesitaba de algunas provisiones de bien fresco; verduras, especias, queso... Aunque vivía de una forma casi autosostenible, en ocasiones necesitaba un extra para su día a día. El zorro en siglos de aprendizaje había dominado el arte de la medicina natural. A él no le hacía falta, pero era un buen método con el que poder sacar recursos en intercambios o trabajos. Ya fuera dinero o víveres, lo que fuera para poder vivir. Ya caía el Sol cuando el demonio, en su disfraz mundano, había terminado sus tareas. Se disponía a ir de vuelta cuando sintió como unas gotas de agua helaban su coronilla. Pronto, en apenas unos segundos, el cielo rompería en llanto. Para él la lluvia no era un problema. Pero no quería que se mojaran unas hierbas secas que acababa de adquirir para preparar algunos engüentos. Una pequeña posada, antigua, a la salida de Kyoto era el único refugio a mano en el que se pudo cobijar. A pesar de haber pocas personas, el silencio se hizo aún más presente en cuanto Kazuo entró por la puerta. Las miradas indiscretas no se hicieron de esperar. Kazuo, acostumbrado a que su aspecto generase todo tipo de opiniones; tanto buenas como malas, saludó a la mesera con un gesto suave de cabeza ignorando al resto. No tuvo que quitarse sandalias, por que él siempre iba descalzo, y aún así, sus pies lucían impecables. Se dirigió hacia la mesa más alejada del local, una que daba a una de las ventanas. Segundos más tarde llegó la mesera. Una chica joven, de generosas proporciones y rostro dulce. ~ Buenas se...señor. Que le podemos ofrecer~ Decía esta con claro nerviosismo, abrumada por la belleza salvaje de Kazuo. - Tomaré sake.... Una botella por favor...- Le dijo con ese gesto estoico que tanto le caracterizaba. Esta se inclinó varias veces al tiempo que un "si señor, ahora mismo" se escapaba nervioso de sus labios rosados. Al darse la vuelta la joven Kazuo sonrió, no con mofa, si no con cierta ternura. En menos de lo que esperaba la joven le trajo la botella de sake acompañado de un vaso. El primer servicio se lo hizo ella, pero es resto fué el mismo Kazuo quien se servía a sí mismo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Había una vez...

    ¿Había una vez? Cada historia empieza de esta forma, y está no será la excepción. Que aburrido pensarás, pero estás son las historias que marcaron y guiaron la niñez de muchos, recuerdos olvidados que se desbloquean ya sea por personajes, nombres, oh las dulces melodías que acompañaban las aventuras de estos mismos, Incluso objetos como una brillante zapatilla de cristal, oh una manzana envenenada....

    La historia que les contaré es sobre dos seres de mundos diferentes, uno vivía en el abismo un mundo colmado por seres que codiciaban el dinero y solo se movían por la codicia de obtener MÁS de lo que sus bolsillos podían contener.

    Y del otro lado, en un mundo de ensueño, lleno de riquezas y paz. Ellos, los eternos eran seres de luz guiados por una madre benevolente ella compartía su propia esencia para bendecir a las nuevas generaciones, todos tenían una parte de su poder... Si no más bien, una parte de ella misma.

    Ciclos "eternos", solo hasta que ella agotó su propia esperanza de vida al dar a luz a su primera y única hija, la que tomaría su lugar a partir de ahora.

    Nadie contaba que la poderosa reina muriera solo segundos después de tomar a su hija en brazos, las grietas que protegía el poder de la difunta reina se abrieron tan rápido como un suspiro y la neblina del otro mundo manchaba el cielo de los eternos, en cosa de minutos aquellos seres llenos de la codicia viva habían tomado parte del reino saqueando hogares y llevando a eternos hacia el otro lado, los altos mandos usaron de su poder para luchar, proteger y lograr que la princesa no fuera dañada, aquel poder que se les otorgó ahora lo devolvieron y lograron hacer retroceder a los oscuros.

    Aquel día fue marcado en la historia y el reino de los eternos aún con su mentalidad de paz y armonía tuvieron que rebobinar algunas cosas si bien ellos no eran seres de guerra aquel peligro inminente de los oscuros los hizo temer y el miedo era el peor aliado... Y ellos lo sabían.

    Los eternos que dieron su vida y la energía de la reina habían caído en batalla tras cerrar las grietas, fueron los primeros héroes... Y sus hijos ahora tenían sus antiguos cargos, ellos se convirtieron en guerreros y aprendieron a manipular el poder que ahora la aún joven princesa les otorgo igual que su madre ella estaba dando de su propio ser la luz bendita a quienes necesitaban.

    Era una dulce chica de 19 años y pronto a sus 20 sería coronada ella miraba el mundo con otros ojos, ella deseaba conocer más que solo su pueblo y su armonioso reino, deseaba poder hacer las paces con ese mundo oscuro tras el cielo, pero esa mentalidad la llevo a cometer el pero error de su vida...

    Matar a quien amas, oh ser asesinada por quien amas... Eran solo dos opciones, pero ella tomo una tercera por él... Ella decidió que ambos mundos debían arder, ambos debían desaparecer ¿Cómo llego un alma tan pura en convertirse en algo peor que los mismos oscuros?

    Había una vez... ¿Había una vez? Cada historia empieza de esta forma, y está no será la excepción. Que aburrido pensarás, pero estás son las historias que marcaron y guiaron la niñez de muchos, recuerdos olvidados que se desbloquean ya sea por personajes, nombres, oh las dulces melodías que acompañaban las aventuras de estos mismos, Incluso objetos como una brillante zapatilla de cristal, oh una manzana envenenada.... La historia que les contaré es sobre dos seres de mundos diferentes, uno vivía en el abismo un mundo colmado por seres que codiciaban el dinero y solo se movían por la codicia de obtener MÁS de lo que sus bolsillos podían contener. Y del otro lado, en un mundo de ensueño, lleno de riquezas y paz. Ellos, los eternos eran seres de luz guiados por una madre benevolente ella compartía su propia esencia para bendecir a las nuevas generaciones, todos tenían una parte de su poder... Si no más bien, una parte de ella misma. Ciclos "eternos", solo hasta que ella agotó su propia esperanza de vida al dar a luz a su primera y única hija, la que tomaría su lugar a partir de ahora. Nadie contaba que la poderosa reina muriera solo segundos después de tomar a su hija en brazos, las grietas que protegía el poder de la difunta reina se abrieron tan rápido como un suspiro y la neblina del otro mundo manchaba el cielo de los eternos, en cosa de minutos aquellos seres llenos de la codicia viva habían tomado parte del reino saqueando hogares y llevando a eternos hacia el otro lado, los altos mandos usaron de su poder para luchar, proteger y lograr que la princesa no fuera dañada, aquel poder que se les otorgó ahora lo devolvieron y lograron hacer retroceder a los oscuros. Aquel día fue marcado en la historia y el reino de los eternos aún con su mentalidad de paz y armonía tuvieron que rebobinar algunas cosas si bien ellos no eran seres de guerra aquel peligro inminente de los oscuros los hizo temer y el miedo era el peor aliado... Y ellos lo sabían. Los eternos que dieron su vida y la energía de la reina habían caído en batalla tras cerrar las grietas, fueron los primeros héroes... Y sus hijos ahora tenían sus antiguos cargos, ellos se convirtieron en guerreros y aprendieron a manipular el poder que ahora la aún joven princesa les otorgo igual que su madre ella estaba dando de su propio ser la luz bendita a quienes necesitaban. Era una dulce chica de 19 años y pronto a sus 20 sería coronada ella miraba el mundo con otros ojos, ella deseaba conocer más que solo su pueblo y su armonioso reino, deseaba poder hacer las paces con ese mundo oscuro tras el cielo, pero esa mentalidad la llevo a cometer el pero error de su vida... Matar a quien amas, oh ser asesinada por quien amas... Eran solo dos opciones, pero ella tomo una tercera por él... Ella decidió que ambos mundos debían arder, ambos debían desaparecer ¿Cómo llego un alma tan pura en convertirse en algo peor que los mismos oscuros?
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  • Zwëihanherz Rising Sun
    Fandom Zwëihanherz: Rising Sun
    Categoría Otros
    "Nuestra historia comienza en la antigua Alejandría, Egipto. Nenet nace en el seno de una familia humilde, un regalo que llegó después de una profunda sombra. Tiempo atrás, sus padres ya habían perdido un hijo, y por un amargo momento, parecía que Nenet estaba destinada al mismo fin. Fue entonces cuando su padre se arrodilló y elevó su ruego a los cielos, a los dioses antiguos. Prometió dar y hacer lo que fuera necesario si le concedían el deseo de que su esposa diera a luz a su primogénita. Tras varios días de ayuno y súplica, el deseo fue concedido.
    ​Nació una niña con una particularidad sorprendente: su piel era tan oscura como un abismo sin fondo, un contraste absoluto con la luz del desierto. Sumado a esto, un par de marcas doradas sutiles se delineaban sobre sus brazos y espalda, como una escritura incomprensible. Pero la maravilla del nacimiento superó todo misterio. Se susurra que aquella noche, una sombra misteriosa, un visitante silencioso, le hizo una visita a la recién nacida, que dormía en paz sin percatarse de la entidad que la observaba.
    ​El tiempo no borró la diferencia. Nenet creció bajo la constante mirada de su comunidad, ganándose burlas y el acoso incesante de otros niños. Se aisló, haciendo de su pequeña habitación un santuario. Allí, los cuentos que su padre le leía cada noche se convirtieron en su única ventana. Aprendió a leer vorazmente, transformando su soledad en una devoción por la literatura y por el mundo exterior.
    ​Cerca de sus diecisiete años, esa devoción se convirtió en su más ferviente deseo: abandonar Alejandría para, finalmente, escribir su propia historia. Era de complexión delgada, su cabello negro cortado en un bob mediano enmarcaba un rostro de carácter indomable, con unos ojos delineados por una sutil curva que atraían la mirada y unos labios que, teñidos de un tono oscuro, hacían brillar cada sonrisa.
    ​Su vestimenta no era la de una reclusa, sino la de una guerrera en ciernes: un corset de batalla que dejaba los hombros y el abdomen a la vista, un pantalón de tela con un intrincado encaje de fuego que subía desde el tobillo hasta la cintura, y sandalias firmes. Las marcas doradas en su piel brillaban, un enigma que nadie había podido descifrar. La disciplina de combate le había otorgado un temple firme, pero su esencia era la de una chica amable, dulce, caritativa, siempre dispuesta a servir. Aunque el temor la rozaba, nunca dudaba en enfrentar el peligro para ayudar a quien lo necesitara.
    ​El Cairo: El Viaje Comienza
    ​En la vibrante y caótica Ciudad de El Cairo, a las 2:45 p.m., Nenet caminaba con su mochila al hombro. Los edificios se alzaban en una fila desigual y casi surrealista, una muralla de vida que la asombraba. El caos citadino era un torrente de movimiento y ruido, y ella lo observaba como una niña que conoce el mundo por primera vez, dando cada paso con la expectativa de un nuevo descubrimiento.
    ​Se detuvo en la esquina de la acera. Estaba acostumbrada a la curiosidad de los transeúntes, pero la multitud aquí era un organismo vivo. Al dar el tercer paso, fue empujada con una fuerza inesperada; el tráfico de gente era denso y ciego. Su mochila, la que contenía su bitácora de viaje, pasaporte y el dinero para la travesía, cayó de su hombro y fue inmediatamente engullida por el río humano.
    ​Quedó paralizada en medio de la acera, sintiendo un vacío helado. Los cláxones resonaron con estridente impaciencia, obligándola a correr para evitar el flujo de autos. Al llegar al otro lado, el tráfico seguía su curso indiferente, y la mochila había desaparecido. Se cruzó de brazos, la rabia contra su propia distracción mezclándose con una culpa punzante. No podía permitirse un error tan costoso; perder esa mochila era quedarse, literalmente, varada.
    ​Justo entonces, oyó unas risas. En la boca de un angosto callejón, un grupo de niños alardeaban de su nuevo botín. Su mochila estaba allí, a punto de ser abierta.
    ​— ¡Oigan, eso es mío! — gritó con ahínco, alzando las manos para hacerse visible.
    ​Esperó a que la luz de tráfico se pusiera en rojo y, como una flecha, se lanzó a la persecución. Desplegó una agilidad felina, concentrándose. Agudizó sus sentidos, logrando percibir el aroma de los pequeños corredores hasta la entrada de una casa abandonada, sucia y cubierta de polvo.
    ​Se adentró con pasos sigilosos, atenta a cualquier sonido. Escuchó el barullo en el patio trasero y se acercó a una ventana manchada para observarlos. Su plan no era solo recuperar sus cosas, sino darles un buen escarmiento. Localizó una vieja puerta de madera que conectaba al patio. La abrió con una lentitud dramática. El chirrido agónico del gozne llamó la atención de los niños, que se quedaron quietos, confusos.
    ​En ese instante de distracción, Nenet saltó al patio con una mirada deliberadamente macabra y exagerada. Su aparición fue tan repentina que los niños huyeron despavoridos, dejando todo su contenido regado por el suelo.
    ​Nenet suspiró, cerrando los ojos con frustración. Susurró la admonición a sí misma mientras recogía sus pertenencias: — Debo dejar de ser tan distraída. No puedo quedarme así de nuevo. — Acomodó todo en su lugar, cargando la mochila al hombro. Retomó su camino, con un destino claro en mente.
    ​Ahora, se dirigía a Jerusalén, cumpliendo la orden tácita de su padre. Una travesía que no solo buscaba aventura, sino también obtener una bendición para el camino que acababa de empezar."
    "Nuestra historia comienza en la antigua Alejandría, Egipto. Nenet nace en el seno de una familia humilde, un regalo que llegó después de una profunda sombra. Tiempo atrás, sus padres ya habían perdido un hijo, y por un amargo momento, parecía que Nenet estaba destinada al mismo fin. Fue entonces cuando su padre se arrodilló y elevó su ruego a los cielos, a los dioses antiguos. Prometió dar y hacer lo que fuera necesario si le concedían el deseo de que su esposa diera a luz a su primogénita. Tras varios días de ayuno y súplica, el deseo fue concedido. ​Nació una niña con una particularidad sorprendente: su piel era tan oscura como un abismo sin fondo, un contraste absoluto con la luz del desierto. Sumado a esto, un par de marcas doradas sutiles se delineaban sobre sus brazos y espalda, como una escritura incomprensible. Pero la maravilla del nacimiento superó todo misterio. Se susurra que aquella noche, una sombra misteriosa, un visitante silencioso, le hizo una visita a la recién nacida, que dormía en paz sin percatarse de la entidad que la observaba. ​El tiempo no borró la diferencia. Nenet creció bajo la constante mirada de su comunidad, ganándose burlas y el acoso incesante de otros niños. Se aisló, haciendo de su pequeña habitación un santuario. Allí, los cuentos que su padre le leía cada noche se convirtieron en su única ventana. Aprendió a leer vorazmente, transformando su soledad en una devoción por la literatura y por el mundo exterior. ​Cerca de sus diecisiete años, esa devoción se convirtió en su más ferviente deseo: abandonar Alejandría para, finalmente, escribir su propia historia. Era de complexión delgada, su cabello negro cortado en un bob mediano enmarcaba un rostro de carácter indomable, con unos ojos delineados por una sutil curva que atraían la mirada y unos labios que, teñidos de un tono oscuro, hacían brillar cada sonrisa. ​Su vestimenta no era la de una reclusa, sino la de una guerrera en ciernes: un corset de batalla que dejaba los hombros y el abdomen a la vista, un pantalón de tela con un intrincado encaje de fuego que subía desde el tobillo hasta la cintura, y sandalias firmes. Las marcas doradas en su piel brillaban, un enigma que nadie había podido descifrar. La disciplina de combate le había otorgado un temple firme, pero su esencia era la de una chica amable, dulce, caritativa, siempre dispuesta a servir. Aunque el temor la rozaba, nunca dudaba en enfrentar el peligro para ayudar a quien lo necesitara. ​El Cairo: El Viaje Comienza ​En la vibrante y caótica Ciudad de El Cairo, a las 2:45 p.m., Nenet caminaba con su mochila al hombro. Los edificios se alzaban en una fila desigual y casi surrealista, una muralla de vida que la asombraba. El caos citadino era un torrente de movimiento y ruido, y ella lo observaba como una niña que conoce el mundo por primera vez, dando cada paso con la expectativa de un nuevo descubrimiento. ​Se detuvo en la esquina de la acera. Estaba acostumbrada a la curiosidad de los transeúntes, pero la multitud aquí era un organismo vivo. Al dar el tercer paso, fue empujada con una fuerza inesperada; el tráfico de gente era denso y ciego. Su mochila, la que contenía su bitácora de viaje, pasaporte y el dinero para la travesía, cayó de su hombro y fue inmediatamente engullida por el río humano. ​Quedó paralizada en medio de la acera, sintiendo un vacío helado. Los cláxones resonaron con estridente impaciencia, obligándola a correr para evitar el flujo de autos. Al llegar al otro lado, el tráfico seguía su curso indiferente, y la mochila había desaparecido. Se cruzó de brazos, la rabia contra su propia distracción mezclándose con una culpa punzante. No podía permitirse un error tan costoso; perder esa mochila era quedarse, literalmente, varada. ​Justo entonces, oyó unas risas. En la boca de un angosto callejón, un grupo de niños alardeaban de su nuevo botín. Su mochila estaba allí, a punto de ser abierta. ​— ¡Oigan, eso es mío! — gritó con ahínco, alzando las manos para hacerse visible. ​Esperó a que la luz de tráfico se pusiera en rojo y, como una flecha, se lanzó a la persecución. Desplegó una agilidad felina, concentrándose. Agudizó sus sentidos, logrando percibir el aroma de los pequeños corredores hasta la entrada de una casa abandonada, sucia y cubierta de polvo. ​Se adentró con pasos sigilosos, atenta a cualquier sonido. Escuchó el barullo en el patio trasero y se acercó a una ventana manchada para observarlos. Su plan no era solo recuperar sus cosas, sino darles un buen escarmiento. Localizó una vieja puerta de madera que conectaba al patio. La abrió con una lentitud dramática. El chirrido agónico del gozne llamó la atención de los niños, que se quedaron quietos, confusos. ​En ese instante de distracción, Nenet saltó al patio con una mirada deliberadamente macabra y exagerada. Su aparición fue tan repentina que los niños huyeron despavoridos, dejando todo su contenido regado por el suelo. ​Nenet suspiró, cerrando los ojos con frustración. Susurró la admonición a sí misma mientras recogía sus pertenencias: — Debo dejar de ser tan distraída. No puedo quedarme así de nuevo. — Acomodó todo en su lugar, cargando la mochila al hombro. Retomó su camino, con un destino claro en mente. ​Ahora, se dirigía a Jerusalén, cumpliendo la orden tácita de su padre. Una travesía que no solo buscaba aventura, sino también obtener una bendición para el camino que acababa de empezar."
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    Categoría Romance
    Para esta noche saco de paseo el último coche que me compré hace una semana atrás, hoy mi chica a estado trabajando en su taller hace tiempo que no pasamos tiempo de calidad juntos.
    Y menos después de haberme marchado una pequeña temporada a la mansión que antes pertenecía a nuestros abuelos.
    En la parte trasera del coche hay una sorpresa para mi pelirroja, quiero compensarla los dos nos lo merecemos.

    Paro justo en un semáforo que esta en rojo aprovecho para usar la opción de voz en la tablet incorporada en los mandos de mi coche, para que la envié un mensaje avisando de que en unos cinco minutos habré llegado.

    Lillith Swan
    Para esta noche saco de paseo el último coche que me compré hace una semana atrás, hoy mi chica a estado trabajando en su taller hace tiempo que no pasamos tiempo de calidad juntos. Y menos después de haberme marchado una pequeña temporada a la mansión que antes pertenecía a nuestros abuelos. En la parte trasera del coche hay una sorpresa para mi pelirroja, quiero compensarla los dos nos lo merecemos. Paro justo en un semáforo que esta en rojo aprovecho para usar la opción de voz en la tablet incorporada en los mandos de mi coche, para que la envié un mensaje avisando de que en unos cinco minutos habré llegado. [CxLillith]
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    • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒂𝒗𝒊𝒔𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒖𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒔𝒆. (𝑵𝒐 24/7)

    • 𝑹𝒐𝒍 𝒆𝒏 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂.

    • 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒂 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂 × 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒎𝒂𝒍𝒐.

    • 𝑵𝒐 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒓 𝒔𝒊 𝒏𝒐 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒋.

    • 𝑵𝒐 𝒂𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐𝒏𝒂𝒓 𝒔𝒊𝒏 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒐 𝒂𝒗𝒊𝒔𝒐.

    • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒐, 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒆𝒕𝒐 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏.

    • 𝑪𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒖𝒔𝒆𝒓𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒂𝒔/𝒊𝒅𝒆𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒊𝒄𝒉𝒐 𝒔𝒉𝒊𝒑𝒑𝒊𝒏𝒈, 𝒆𝒕𝒄.

    • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒂𝒎𝒃𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑰𝒕𝒂𝒍𝒊𝒂 (𝑴𝒊𝒍á𝒏) 𝒐 𝒆𝒏 𝑮𝒓𝒆𝒄𝒊𝒂.

    • 𝑺𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒆𝒏 𝒕𝒆𝒏𝒔𝒊ó𝒏, 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒔 𝒚 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒅𝒓𝒂𝒎𝒂.

    • 𝑺𝒐𝒏 𝒆𝒙𝒑𝒂𝒓𝒆𝒋𝒂/𝒆𝒙𝒓𝒐𝒍𝒍𝒐.

    • Prefiero llevar a la chica.

    • De preferencia, que tenga raíces españolas.

    • De preferencia, que tenga fuerte temperamento y sea de moral cuestionable.

    • 𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒎á𝒔 𝒊𝒏𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂𝒄𝒊ó𝒏 y más información de trama/historia, 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒂𝒍 𝒄𝒉𝒂𝒕.
    • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒂𝒗𝒊𝒔𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒖𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒔𝒆. (𝑵𝒐 24/7) • 𝑹𝒐𝒍 𝒆𝒏 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂. • 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒂 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂 × 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒎𝒂𝒍𝒐. • 𝑵𝒐 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒓 𝒔𝒊 𝒏𝒐 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒋. • 𝑵𝒐 𝒂𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐𝒏𝒂𝒓 𝒔𝒊𝒏 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒐 𝒂𝒗𝒊𝒔𝒐. • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒐, 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒆𝒕𝒐 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏. • 𝑪𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒖𝒔𝒆𝒓𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒂𝒔/𝒊𝒅𝒆𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒊𝒄𝒉𝒐 𝒔𝒉𝒊𝒑𝒑𝒊𝒏𝒈, 𝒆𝒕𝒄. • 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒂𝒏 𝒂𝒎𝒃𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝑰𝒕𝒂𝒍𝒊𝒂 (𝑴𝒊𝒍á𝒏) 𝒐 𝒆𝒏 𝑮𝒓𝒆𝒄𝒊𝒂. • 𝑺𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒆𝒏 𝒕𝒆𝒏𝒔𝒊ó𝒏, 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒔 𝒚 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒅𝒓𝒂𝒎𝒂. • 𝑺𝒐𝒏 𝒆𝒙𝒑𝒂𝒓𝒆𝒋𝒂/𝒆𝒙𝒓𝒐𝒍𝒍𝒐. • Prefiero llevar a la chica. • De preferencia, que tenga raíces españolas. • De preferencia, que tenga fuerte temperamento y sea de moral cuestionable. • 𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒎á𝒔 𝒊𝒏𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂𝒄𝒊ó𝒏 y más información de trama/historia, 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒂𝒍 𝒄𝒉𝒂𝒕.
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  • #HALLOWEEN2025

    -𝔇𝔬 𝔶𝔬𝔲 𝔨𝔴𝔫𝔬𝔴 𝔴𝔥𝔞𝔱 𝔱𝔦𝔪𝔢 𝔦𝔱 𝔦𝔰♡?

    Aquí la dama y su disfraz, aunque más que dama parece asesina, pareciera como si no supiera nada del mundo de las chicas. Más falso no podría ser.

    Si sabe de ello, pero cree que las conejitas estan algo quemadas y buscaba algo más novedoso..¿a que no adivinan de quién se disfrazo la dama?
    #HALLOWEEN2025 -𝔇𝔬 𝔶𝔬𝔲 𝔨𝔴𝔫𝔬𝔴 𝔴𝔥𝔞𝔱 𝔱𝔦𝔪𝔢 𝔦𝔱 𝔦𝔰♡? Aquí la dama y su disfraz, aunque más que dama parece asesina, pareciera como si no supiera nada del mundo de las chicas. Más falso no podría ser. Si sabe de ello, pero cree que las conejitas estan algo quemadas y buscaba algo más novedoso..¿a que no adivinan de quién se disfrazo la dama?
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