• Dean Winchester se encontraba en uno de sus peores momentos. Estaba en el sofá de la sala, con la cabeza entre las manos, el peso de la angustia aplastándolo con cada respiración. El rostro de Hope Mikaelson seguía apareciendo en su mente, aquella mirada picara que le había dedicado momentos antes de desvanecerse.
    Ahora, solo quedaba el vacío. Hope estaba allí, pero no estaba. Estaba inconsciente, atrapada en una oscuridad eterna porque había perdido su alma. Y no había nada que pudiera hacer.

    — ¿Dónde está, maldita sea? —murmuró, apretando los dientes y apretando con fuerza el móvil entre sus manos. El texto escrito en la pantalla, aún esperaba su orden de enviar, como si la tormenta de emociones dentro de él necesitara manifestarse. Esa ira contenida que no sabía cómo liberar, ese dolor que se convertía en rabia. ¿Cómo había llegado a esto?
    "Se que no vas a leer esto. Llevo tu teléfono en mi puñetero bolsillo... pero me siento menos estúpido escribiéndolo que hablándote cuando se que tampoco eres capaz de escucharme"

    "Voy a encontrarte ¿lo sabes, verdad? estés donde estés, niña. Tu solo aguanta, yo prometo que te voy a encontrar, que te voy a traer a casa."

    "Tu prométeme que vas a aguantar."


    Conforme envía los mensajes, siente como su bolsillo derecho del pantalón vaquero vibra conforme los va recibiendo el móvil de Hope.
    No aguantaba mas aquello, tenia que salir, entrar en acción o se iba a volver loco.

    Dean Winchester se encontraba en uno de sus peores momentos. Estaba en el sofá de la sala, con la cabeza entre las manos, el peso de la angustia aplastándolo con cada respiración. El rostro de [thetribrid] seguía apareciendo en su mente, aquella mirada picara que le había dedicado momentos antes de desvanecerse. Ahora, solo quedaba el vacío. Hope estaba allí, pero no estaba. Estaba inconsciente, atrapada en una oscuridad eterna porque había perdido su alma. Y no había nada que pudiera hacer. — ¿Dónde está, maldita sea? —murmuró, apretando los dientes y apretando con fuerza el móvil entre sus manos. El texto escrito en la pantalla, aún esperaba su orden de enviar, como si la tormenta de emociones dentro de él necesitara manifestarse. Esa ira contenida que no sabía cómo liberar, ese dolor que se convertía en rabia. ¿Cómo había llegado a esto? 📱 💬 "Se que no vas a leer esto. Llevo tu teléfono en mi puñetero bolsillo... pero me siento menos estúpido escribiéndolo que hablándote cuando se que tampoco eres capaz de escucharme" 📱 💬 "Voy a encontrarte ¿lo sabes, verdad? estés donde estés, niña. Tu solo aguanta, yo prometo que te voy a encontrar, que te voy a traer a casa." 📱💬 "Tu prométeme que vas a aguantar." Conforme envía los mensajes, siente como su bolsillo derecho del pantalón vaquero vibra conforme los va recibiendo el móvil de Hope. No aguantaba mas aquello, tenia que salir, entrar en acción o se iba a volver loco.
    Me entristece
    1
    0 turnos 0 maullidos 97 vistas
  • ¿𝑌 𝑠𝑖 𝑛𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑜𝑝𝑐𝑖𝑜́𝑛?...
    Fandom Supernatural / The vampires diaries
    Categoría Drama
    ㅤㅤㅤㅤㅤ"...¿𝑌 𝑠𝑖 𝑒𝓈 𝓃𝓊𝑒𝓈𝓉𝓇𝑜 𝒹𝑒𝓈𝓉𝒾𝓃𝑜?."
    ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐕
    ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ Hope Mikaelson


    ㅤㅤㅤㅤ¿Sus palabras eran, cuanto menos solemnes? Por supuesto, pero nadie prometía cosas fáciles de llevar a cabo, ¿Qué merito tenía una promesa sencilla de realizar? Ninguno. Dean tenía muchos talentos, y uno de ellos era ser fiel a su palabra y cumplirla. Sobre todo si esta consistía en proteger y cuidar de su familia, de aquellos que le importaban.
    Sin embargo, también se ve completamente capacitado para aceptar aquella promesa que le pide Hope, la misma que ya había aceptado momentos atrás en la biblioteca.
    La de no hacer ninguna estupidez, la de no lanzarse el solo contra el mundo y confiar en su familia.

    Y aunque le costara más, esa también la llevaría a cabo. Sobre todo si como premio iban unas tortitas de regalo.

    — Te prometo que no voy a hacer ninguna estupidez, aunque tu criterio de estupidez y el mío no sean el mismo…

    Las palabras del cazador quedan silenciadas por aquel último beso que Hope le regala antes de salir de la cama, bajo la atenta mirada de Dean, el cual sonríe admirando las curvas femeninas y recreándose en su trasero sin ningún tipo de remordimiento.
    La sigue con la mirada aún en la cama, cruzándose de brazos mientras la joven busca su ropa interior, la tentación de robarle aquella prenda, cerrar la puerta del cuarto y vivir allí, ambos completamente desnudos pasa de forma fugaz por la mente del cazador, lejos de Miguel, lejos de todos los problemas que les esperaban fuera de aquel cuarto y fuera de aquel bunker, allí estaban seguros, podría hacerlo….

    Aquel pensamiento fugaz se disuelve con la misma rapidez con la que había nacido. Pero dejando la reconfortante sensación de que realmente allí estaban seguros. Al menos tenían un lugar donde poder sentirse resguardados, donde nada malo podría alcanzarles, ni a él, ni a su familia, ni si quiera a Hope.

    Para cuando él sale de la cama con una suave sonrisa en sus labios, Hope había encontrado su ropa interior y le había robado la camiseta de modo que él se hace con sus pantalones de pijama, sus pantalones de pijama favoritos, aquellos que llevaban dibujados decenas de perritos calientes, y cuando escucha el comentario de la tribrida, no puede sino hacer una pésima postura de modelaje.

    — ¿Raro? Raro seria que no lo hicieras, es el mejor pijama del mundo, cielo… ¿Qué? Ahora no puedes echarte atrás, me has prometido unas tortitas… ¡no! Las mejores tortitas que he probado, así que no espero nada men…

    Cuando escucha su nombre el cazador se vuelve hacia Hope, y su sonrisa, esa que aún llevaba en sus labios y que por segundos había parecido imperecedera se congela y se resquebraja como el hielo al recibir un golpe seco en cuanto ve a la Mikaelson apoyada contra la silla un segundo antes de desvanecerse y desplomarse contra el suelo.

    Los reflejos del cazador se activan rápido, a pesar de sentir como si su corazón y sus tripas se hubieran helado de un momento para el siguiente, y en un movimiento rápido y fluido se lanza hacia la tribrida, arrodillándose en el camino y llegando justo a poder sujetar la cabeza femenina con su mano derecha y evitar el golpe contra el suelo.
    Los ojos oliva de Dean revisaban el rostro sin expresión de Hope.
    Su corazón y sus pulmones habían frenado de golpe su actividad.
    Su mano zurda, aquella que no sostenía la cabeza de Hope, volaba por el cuerpo de esta hasta que se centra en el interior de su muñeca tratando de buscar sus signos vitales.

    Dean Winchester se había quedado por completo paralizado. ¿Qué coño estaba ocurriendo? Estaban en casa, era un lugar seguro, aquello no podia estar pasando, tenía que ser una pesadilla, tenía que ser eso…

    No sabe cuántos segundos necesita su cuerpo para reaccionar, no sabe cuántos segundos necesitan sus pulmones para llenarse de aire y sus cuerdas vocales para poder recuperar su voz, pero por fin un grito grave, profundo, y cargado de angustia sale de su pecho.

    — ¡SAM! ¡SAMMY!

    ⤹ La puerta de madera de su cuarto se abre de golpe, unos instantes más tarde, dejando pasar a Sam, con Castiel y Jack flanqueándole a ambos lados, y descubriendo una escena algo extraña a la vez que preocupante para los tres recién llegados.
    Los ojos del más alto del mismo tono de verde que los de su hermano mayor, se abren casi hasta el límite antes de arrodillarse justo al otro lado de Hope, y es que Dean no se había atrevido ni si quiera a moverla.

    — ¿Qué ha ocurrido?

    — ¡No tengo ni idea SAM! ¡Se ha desmayado de la nada! ¿Puede quedarle algún rastro del hechizo del aquelarre?

    Justo después de aquella pregunta, Castiel entra en el reducido campo de visión en ese momento de Dean, agachándose justo al lado de la cabeza de Hope.

    — ¡Cass! ¿Qué le ocurre? Dime que puede curarla…

    El ángel ante la pregunta de Dean, coloca dos dedos, el índice y el corazón, de la mano diestra, sobre la frente impoluta de la tribrida.
    Los momentos que Castiel tarda en volver a moverse, se vuelven eternos para Dean, el cual poco a poco se va tensando cada vez más.

    — ¿¡Y!? ¿¡Que le pasa!? Esta vez si puedes curarla, ¿¡Verdad!?

    — No…

    — ¡Como que no! ¿No puedes o no quieres? ¿Qué mierda de poderes tienes entonces Cass? No eres más que un bebe con gabardina.

    — Dean….

    Sam pone su diestra sobre el hombro de su hermano, tratando de calmarlo y hacerle ver algo que Dean ya sabía, que Castiel no se merecía aquellas palabras, que no se merecía que lo tratara así de mal, pero en aquellos momentos él no podia pensar en sus modales o en disculparse con su mejor amigo, lo haría, sí. Pero no hasta que todo se hubiera solucionado.

    — Ella no está, Dean….

    — ¿Cómo que no está? ¿Está muerta? No puede estar muerta, no puede…

    — No, no está… su alma no está… Su cuerpo aún vive, pero sin su alma se ira apagando poco a poco…

    — Su alma… ¿Y dónde coño está su alma?
    ㅤㅤㅤㅤㅤ"...¿𝑌 𝑠𝑖 𝑒𝓈 𝓃𝓊𝑒𝓈𝓉𝓇𝑜 𝒹𝑒𝓈𝓉𝒾𝓃𝑜?." ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐕 ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [thetribrid] ㅤㅤㅤㅤ¿Sus palabras eran, cuanto menos solemnes? Por supuesto, pero nadie prometía cosas fáciles de llevar a cabo, ¿Qué merito tenía una promesa sencilla de realizar? Ninguno. Dean tenía muchos talentos, y uno de ellos era ser fiel a su palabra y cumplirla. Sobre todo si esta consistía en proteger y cuidar de su familia, de aquellos que le importaban. Sin embargo, también se ve completamente capacitado para aceptar aquella promesa que le pide Hope, la misma que ya había aceptado momentos atrás en la biblioteca. La de no hacer ninguna estupidez, la de no lanzarse el solo contra el mundo y confiar en su familia. Y aunque le costara más, esa también la llevaría a cabo. Sobre todo si como premio iban unas tortitas de regalo. — Te prometo que no voy a hacer ninguna estupidez, aunque tu criterio de estupidez y el mío no sean el mismo… Las palabras del cazador quedan silenciadas por aquel último beso que Hope le regala antes de salir de la cama, bajo la atenta mirada de Dean, el cual sonríe admirando las curvas femeninas y recreándose en su trasero sin ningún tipo de remordimiento. La sigue con la mirada aún en la cama, cruzándose de brazos mientras la joven busca su ropa interior, la tentación de robarle aquella prenda, cerrar la puerta del cuarto y vivir allí, ambos completamente desnudos pasa de forma fugaz por la mente del cazador, lejos de Miguel, lejos de todos los problemas que les esperaban fuera de aquel cuarto y fuera de aquel bunker, allí estaban seguros, podría hacerlo…. Aquel pensamiento fugaz se disuelve con la misma rapidez con la que había nacido. Pero dejando la reconfortante sensación de que realmente allí estaban seguros. Al menos tenían un lugar donde poder sentirse resguardados, donde nada malo podría alcanzarles, ni a él, ni a su familia, ni si quiera a Hope. Para cuando él sale de la cama con una suave sonrisa en sus labios, Hope había encontrado su ropa interior y le había robado la camiseta de modo que él se hace con sus pantalones de pijama, sus pantalones de pijama favoritos, aquellos que llevaban dibujados decenas de perritos calientes, y cuando escucha el comentario de la tribrida, no puede sino hacer una pésima postura de modelaje. — ¿Raro? Raro seria que no lo hicieras, es el mejor pijama del mundo, cielo… ¿Qué? Ahora no puedes echarte atrás, me has prometido unas tortitas… ¡no! Las mejores tortitas que he probado, así que no espero nada men… Cuando escucha su nombre el cazador se vuelve hacia Hope, y su sonrisa, esa que aún llevaba en sus labios y que por segundos había parecido imperecedera se congela y se resquebraja como el hielo al recibir un golpe seco en cuanto ve a la Mikaelson apoyada contra la silla un segundo antes de desvanecerse y desplomarse contra el suelo. Los reflejos del cazador se activan rápido, a pesar de sentir como si su corazón y sus tripas se hubieran helado de un momento para el siguiente, y en un movimiento rápido y fluido se lanza hacia la tribrida, arrodillándose en el camino y llegando justo a poder sujetar la cabeza femenina con su mano derecha y evitar el golpe contra el suelo. Los ojos oliva de Dean revisaban el rostro sin expresión de Hope. Su corazón y sus pulmones habían frenado de golpe su actividad. Su mano zurda, aquella que no sostenía la cabeza de Hope, volaba por el cuerpo de esta hasta que se centra en el interior de su muñeca tratando de buscar sus signos vitales. Dean Winchester se había quedado por completo paralizado. ¿Qué coño estaba ocurriendo? Estaban en casa, era un lugar seguro, aquello no podia estar pasando, tenía que ser una pesadilla, tenía que ser eso… No sabe cuántos segundos necesita su cuerpo para reaccionar, no sabe cuántos segundos necesitan sus pulmones para llenarse de aire y sus cuerdas vocales para poder recuperar su voz, pero por fin un grito grave, profundo, y cargado de angustia sale de su pecho. — ¡SAM! ¡SAMMY! ⤹ La puerta de madera de su cuarto se abre de golpe, unos instantes más tarde, dejando pasar a Sam, con Castiel y Jack flanqueándole a ambos lados, y descubriendo una escena algo extraña a la vez que preocupante para los tres recién llegados. Los ojos del más alto del mismo tono de verde que los de su hermano mayor, se abren casi hasta el límite antes de arrodillarse justo al otro lado de Hope, y es que Dean no se había atrevido ni si quiera a moverla. — ¿Qué ha ocurrido? — ¡No tengo ni idea SAM! ¡Se ha desmayado de la nada! ¿Puede quedarle algún rastro del hechizo del aquelarre? Justo después de aquella pregunta, Castiel entra en el reducido campo de visión en ese momento de Dean, agachándose justo al lado de la cabeza de Hope. — ¡Cass! ¿Qué le ocurre? Dime que puede curarla… El ángel ante la pregunta de Dean, coloca dos dedos, el índice y el corazón, de la mano diestra, sobre la frente impoluta de la tribrida. Los momentos que Castiel tarda en volver a moverse, se vuelven eternos para Dean, el cual poco a poco se va tensando cada vez más. — ¿¡Y!? ¿¡Que le pasa!? Esta vez si puedes curarla, ¿¡Verdad!? — No… — ¡Como que no! ¿No puedes o no quieres? ¿Qué mierda de poderes tienes entonces Cass? No eres más que un bebe con gabardina. — Dean…. Sam pone su diestra sobre el hombro de su hermano, tratando de calmarlo y hacerle ver algo que Dean ya sabía, que Castiel no se merecía aquellas palabras, que no se merecía que lo tratara así de mal, pero en aquellos momentos él no podia pensar en sus modales o en disculparse con su mejor amigo, lo haría, sí. Pero no hasta que todo se hubiera solucionado. — Ella no está, Dean…. — ¿Cómo que no está? ¿Está muerta? No puede estar muerta, no puede… — No, no está… su alma no está… Su cuerpo aún vive, pero sin su alma se ira apagando poco a poco… — Su alma… ¿Y dónde coño está su alma?
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    1 turno 0 maullidos 781 vistas
  • Tengo pruebas de que el Sr. Sam Winchester sí me conoce...
    Tengo pruebas de que el Sr. Sam Winchester sí me conoce...
    Me gusta
    Me shockea
    2
    0 turnos 0 maullidos 261 vistas

  • ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝐹L𝐴S𝐻B𝐴C𝐾
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ16 de enero de 2013




    El Impala rugió suavemente al detenerse frente a una colina desprovista de mayor atractivo. Dean y Sam intercambiaron una mirada incrédula mientras observaban la entrada, que apenas era visible: un viejo portón de metal oxidado empotrado en la roca. El aire olía a tierra húmeda y a misterio.

    —¿Es esto? —preguntó Dean, con una ceja levantada y el sarcasmo aflorando en su tono.

    Sam bajó del auto con un libro antiguo en la mano, el cual había estado revisando durante todo el camino. Comparó la descripción del texto con el paisaje ante ellos.

    —Es aquí —confirmó, aunque su voz también cargaba un leve dejo de duda.

    Dean resopló y caminó hacia la puerta, dando un par de golpes con el dorso de la mano.

    —Bueno, si es un club secreto, lo disimulan bastante bien.

    Sam suspiró y sacó una llave pesada que habían encontrado junto con las instrucciones. Al introducirla, el mecanismo rechinó, pero tras un giro forzado, la puerta cedió con un sonido profundo y resonante.

    —Lo que sea que encontremos aquí, ha estado cerrado mucho tiempo —murmuró Sam.

    Los hermanos entraron con cautela, las linternas de sus celulares iluminando las paredes cubiertas de telarañas y polvo. El pasillo descendente era estrecho, pero al cabo de unos metros, se abrió a un espacio mucho más amplio. Una luz parpadeante, activada por el movimiento, reveló una estancia impresionante.

    —¡Vaya! —Dean exclamó, sus ojos recorriendo el lugar. Había estanterías repletas de libros antiguos, mesas con mapas desplegados y vitrinas llenas de artefactos que parecían de otro mundo.

    —Es increíble —dijo Sam, sin poder ocultar su asombro. Pasó los dedos por el lomo de un libro, dejando una marca limpia en el polvo acumulado.

    Dean caminó hacia una consola de madera con botones e interruptores.

    —Esto parece salido de una película de espías de los 50.

    —No sólo es un escondite —comentó Sam, su voz llena de reverencia—. Es una base de operaciones. Un cuartel general. Los Hombres de Letras usaban esto para registrar todo su conocimiento, planificar sus movimientos...

    —...y almacenar sus juguetes —añadió Dean, al abrir una vitrina que contenía armas antiguas y objetos cuya utilidad no podía adivinar.

    Mientras exploraban, la magnitud del descubrimiento comenzó a asentarse en ambos. Para Dean, el lugar representaba algo entre un refugio y un legado; para Sam, era un sueño hecho realidad, un tesoro de conocimiento oculto.

    —Este lugar... —Sam se detuvo, buscando las palabras—. No es solo historia. Es nuestra herencia.

    Dean se cruzó de brazos y miró a su hermano con una sonrisa leve.

    —Bueno, parece que vamos a quedarnos un tiempo.

    Y con eso, los Winchester sellaron el inicio de una nueva etapa, una donde el pasado y el presente convergían en un lugar que pronto llamarían hogar.

    Una de las salas más llamativas del búnker era la biblioteca principal. Ocupaba un amplio espacio central y estaba rodeada por estanterías que se elevaban hasta el techo abovedado. Cada pared estaba cargada de volúmenes encuadernados en cuero, y una escalera móvil permitía acceder a los estantes más altos. En el centro, varias mesas robustas de madera estaban dispuestas con lámparas de lectura de estilo vintage, emitiendo una luz cálida y acogedora.

    Sobre una de las mesas descansaban varios mapas antiguos y cuadernos con anotaciones manuscritas, aparentemente dejados por los últimos ocupantes del lugar. Una gran lámpara colgante adornaba el techo, lanzando destellos dorados que acentuaban la majestuosidad de la sala. En una esquina, un pequeño globo terráqueo antiguo giraba silenciosamente con un toque, como si esperara que alguien desentrañara los secretos marcados en sus líneas.

    La atmósfera de la biblioteca era a la vez solemne e inspiradora, un recordatorio del vasto conocimiento acumulado por los Hombres de Letras a lo largo de generaciones.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝐹L𝐴S𝐻B𝐴C𝐾 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ16 de enero de 2013 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ El Impala rugió suavemente al detenerse frente a una colina desprovista de mayor atractivo. Dean y Sam intercambiaron una mirada incrédula mientras observaban la entrada, que apenas era visible: un viejo portón de metal oxidado empotrado en la roca. El aire olía a tierra húmeda y a misterio. —¿Es esto? —preguntó Dean, con una ceja levantada y el sarcasmo aflorando en su tono. Sam bajó del auto con un libro antiguo en la mano, el cual había estado revisando durante todo el camino. Comparó la descripción del texto con el paisaje ante ellos. —Es aquí —confirmó, aunque su voz también cargaba un leve dejo de duda. Dean resopló y caminó hacia la puerta, dando un par de golpes con el dorso de la mano. —Bueno, si es un club secreto, lo disimulan bastante bien. Sam suspiró y sacó una llave pesada que habían encontrado junto con las instrucciones. Al introducirla, el mecanismo rechinó, pero tras un giro forzado, la puerta cedió con un sonido profundo y resonante. —Lo que sea que encontremos aquí, ha estado cerrado mucho tiempo —murmuró Sam. Los hermanos entraron con cautela, las linternas de sus celulares iluminando las paredes cubiertas de telarañas y polvo. El pasillo descendente era estrecho, pero al cabo de unos metros, se abrió a un espacio mucho más amplio. Una luz parpadeante, activada por el movimiento, reveló una estancia impresionante. —¡Vaya! —Dean exclamó, sus ojos recorriendo el lugar. Había estanterías repletas de libros antiguos, mesas con mapas desplegados y vitrinas llenas de artefactos que parecían de otro mundo. —Es increíble —dijo Sam, sin poder ocultar su asombro. Pasó los dedos por el lomo de un libro, dejando una marca limpia en el polvo acumulado. Dean caminó hacia una consola de madera con botones e interruptores. —Esto parece salido de una película de espías de los 50. —No sólo es un escondite —comentó Sam, su voz llena de reverencia—. Es una base de operaciones. Un cuartel general. Los Hombres de Letras usaban esto para registrar todo su conocimiento, planificar sus movimientos... —...y almacenar sus juguetes —añadió Dean, al abrir una vitrina que contenía armas antiguas y objetos cuya utilidad no podía adivinar. Mientras exploraban, la magnitud del descubrimiento comenzó a asentarse en ambos. Para Dean, el lugar representaba algo entre un refugio y un legado; para Sam, era un sueño hecho realidad, un tesoro de conocimiento oculto. —Este lugar... —Sam se detuvo, buscando las palabras—. No es solo historia. Es nuestra herencia. Dean se cruzó de brazos y miró a su hermano con una sonrisa leve. —Bueno, parece que vamos a quedarnos un tiempo. Y con eso, los Winchester sellaron el inicio de una nueva etapa, una donde el pasado y el presente convergían en un lugar que pronto llamarían hogar. Una de las salas más llamativas del búnker era la biblioteca principal. Ocupaba un amplio espacio central y estaba rodeada por estanterías que se elevaban hasta el techo abovedado. Cada pared estaba cargada de volúmenes encuadernados en cuero, y una escalera móvil permitía acceder a los estantes más altos. En el centro, varias mesas robustas de madera estaban dispuestas con lámparas de lectura de estilo vintage, emitiendo una luz cálida y acogedora. Sobre una de las mesas descansaban varios mapas antiguos y cuadernos con anotaciones manuscritas, aparentemente dejados por los últimos ocupantes del lugar. Una gran lámpara colgante adornaba el techo, lanzando destellos dorados que acentuaban la majestuosidad de la sala. En una esquina, un pequeño globo terráqueo antiguo giraba silenciosamente con un toque, como si esperara que alguien desentrañara los secretos marcados en sus líneas. La atmósfera de la biblioteca era a la vez solemne e inspiradora, un recordatorio del vasto conocimiento acumulado por los Hombres de Letras a lo largo de generaciones. #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos 428 vistas
  • — La nieve se esta acumulando en la puerta del bunker, y en la salida del garaje. Lleva nevando casi toda la semana, y Dean Winchester, como una madre poniendo a prueba a su familia, para ver quien descarga el lavavajillas, había ido dejando pasar los días, esperando que alguien tuviera la iniciativa, pero...

    Era viernes y la pala seguía apoyada en la puerta del bunker, siendo ignorada por todo el mundo.

    De modo que aquella mañana, negándose en rotundo a que su coche no pudiera salir del garaje por estar lleno de nieve y hielo, sale dispuesto a limpiar ambas salidas. —

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #DeanWinchester
    — La nieve se esta acumulando en la puerta del bunker, y en la salida del garaje. Lleva nevando casi toda la semana, y Dean Winchester, como una madre poniendo a prueba a su familia, para ver quien descarga el lavavajillas, había ido dejando pasar los días, esperando que alguien tuviera la iniciativa, pero... Era viernes y la pala seguía apoyada en la puerta del bunker, siendo ignorada por todo el mundo. De modo que aquella mañana, negándose en rotundo a que su coche no pudiera salir del garaje por estar lleno de nieve y hielo, sale dispuesto a limpiar ambas salidas. — #Personajes3D #3D #Comunidad3D #DeanWinchester
    Me enjaja
    1
    8 turnos 0 maullidos 446 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Me vi Supernatural para poder entender al pj del Sr. Winchester pero creo que algo se lo comió porque no lo volví a ver jajajaja, como sea, está interesante el asunto,
    // Me vi Supernatural para poder entender al pj del Sr. Winchester pero creo que algo se lo comió porque no lo volví a ver jajajaja, como sea, está interesante el asunto,
    Me gusta
    1
    9 comentarios 0 compartidos 259 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Sigo manteniendo mi amenaza.
    Y encima ahora me ayuda un Winchester gigante a llevarla a cabo
    Sigo manteniendo mi amenaza. Y encima ahora me ayuda un Winchester gigante a llevarla a cabo
    — Uy si alguien despierta a Hati, en los únicos 20 segundos a la semana que consigue dormir... Uy —
    Me encocora
    Me endiabla
    2
    14 comentarios 0 compartidos 248 vistas
  • Como desestabilizar a una jötunn.
    Con un Winchester muy alto.
    Como desestabilizar a una jötunn. Con un Winchester muy alto.
    Me encocora
    Me shockea
    2
    7 turnos 0 maullidos 238 vistas
  • Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos.
    Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana.

    Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente.

    Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan.

    Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos).

    Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj.

    "𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠, 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒.
    𝑀𝑒 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑣𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑠.
    𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑚𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑖𝑜𝑠, 𝑠𝑎𝑙 𝑐𝑜𝑛 𝑆𝑎𝑚, 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑙𝑜 𝑏𝑖𝑒𝑛.
    𝑌𝑜 𝑙𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 ;)
    𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒, 𝑃𝑜𝑝𝑝𝑦."

    Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared.
    Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto.
    Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre.

    Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city.
    Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella.

    La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual.

    >> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker.

    La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón.
    Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen.

    — ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos!


    #3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies
    Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos. Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana. Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente. Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan. Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos). Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj. "𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠, 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒. 𝑀𝑒 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑣𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑎𝑠. 𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑚𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑖𝑜𝑠, 𝑠𝑎𝑙 𝑐𝑜𝑛 𝑆𝑎𝑚, 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑙𝑜 𝑏𝑖𝑒𝑛. 𝑌𝑜 𝑙𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 ;) 𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒, 𝑃𝑜𝑝𝑝𝑦." Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared. Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto. Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre. Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city. Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella. La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual. >> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker. La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón. Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen. — ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos! #3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies
    Me shockea
    Me gusta
    Me endiabla
    4
    0 turnos 0 maullidos 843 vistas
  • Dean Winchester despertó en el bunker. A su alrededor, el silencio era casi palpable, roto solo por el suave zumbido del sistema de renovación del aire. La noche anterior había sido intensa: un caso de un espíritu vengativo que había dejado un rastro de caos en una pequeña ciudad. Había tenido que usar todas sus habilidades y un par de trucos más para salir de esa situación.

    Al abrir los ojos, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Hope Mikaelson dormida a su lado. Su cabello castaño caía en desorden sobre la almohada, y la luz de la mesilla, la cual había quedado encendida toda la noche, iluminaba suavemente sus rasgos. A pesar del cansancio, Dean sintió una calidez en su pecho. Había sido una locura encontrarse en medio de una batalla sobrenatural y luego terminar acurrucados, pero él no podía pedir nada mejor.

    Se frotó los ojos y trató de levantarse con cuidado para no despertarla, pero el movimiento hizo que Hope entreabriera los ojos.
    — ¿Ya te vas? — preguntó con voz adormilada, sonriendo apenas.

    — Solo voy por un café — respondió Dean, sintiendo cómo la tensión de la noche anterior se desvanecía un poco más con su presencia. —¿Te apetece algo?—

    Hope se estiró, dejando escapar un pequeño bostezo.
    — Un café suena perfecto — dijo mientras se sentaba en la cama, sus ojos aún llenos de sueño, pero brillantes.

    Dean se levantó, sintiendo el peso del cansancio en sus músculos, pero al mismo tiempo, una energía renovada gracias a ella. Mientras se vestía, recordó los momentos más tensos de la noche. La lucha contra el espíritu había sido feroz, pero habían logrado liberar a la víctima y restablecer la paz en el pueblo. Sin embargo, cada victoria venía con su propio precio, y los recuerdos de lo que había enfrentado a menudo lo perseguían. Pero ahora, con Hope a su lado, todo parecía un poco más llevadero.

    Al salir de su habitación, el eco de sus pasos resonó por los pasillos vacíos. Se detuvo un momento, escuchando los sonidos de la casa: el leve murmullo de la calefacción, el goteo del grifo en la cocina, y el sonido inconfundible de Sam en el biblioteca, probablemente revisando los libros antiguos.

    Cuando entró a la cocina, la vista de su hermano trabajando le trajo una sensación de calma.
    —Buenos días, Sammy— dijo con una sonrisa cansada, mientras se servía una taza de café. —Hope se despierta ahora, a mi ya veo que no, pero ¿harías un poco de bacon para ella?.—

    —¿Estás seguro de que ella ha pedido bacon? Mira que no te conviene cabrear a la gran tribrida— bromeó Sam, levantando una ceja mientras miraba a su hermano con una sonrisa.

    Dean rió, sintiendo que, a pesar de los horrores del mundo, esos momentos simples entre risas y café hacían que todo valiera la pena.



    #3D #Comunidad3D #Personajes3D #Winchelson #DeanWinchester
    Dean Winchester despertó en el bunker. A su alrededor, el silencio era casi palpable, roto solo por el suave zumbido del sistema de renovación del aire. La noche anterior había sido intensa: un caso de un espíritu vengativo que había dejado un rastro de caos en una pequeña ciudad. Había tenido que usar todas sus habilidades y un par de trucos más para salir de esa situación. Al abrir los ojos, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Hope Mikaelson dormida a su lado. Su cabello castaño caía en desorden sobre la almohada, y la luz de la mesilla, la cual había quedado encendida toda la noche, iluminaba suavemente sus rasgos. A pesar del cansancio, Dean sintió una calidez en su pecho. Había sido una locura encontrarse en medio de una batalla sobrenatural y luego terminar acurrucados, pero él no podía pedir nada mejor. Se frotó los ojos y trató de levantarse con cuidado para no despertarla, pero el movimiento hizo que Hope entreabriera los ojos. — ¿Ya te vas? — preguntó con voz adormilada, sonriendo apenas. — Solo voy por un café — respondió Dean, sintiendo cómo la tensión de la noche anterior se desvanecía un poco más con su presencia. —¿Te apetece algo?— Hope se estiró, dejando escapar un pequeño bostezo. — Un café suena perfecto — dijo mientras se sentaba en la cama, sus ojos aún llenos de sueño, pero brillantes. Dean se levantó, sintiendo el peso del cansancio en sus músculos, pero al mismo tiempo, una energía renovada gracias a ella. Mientras se vestía, recordó los momentos más tensos de la noche. La lucha contra el espíritu había sido feroz, pero habían logrado liberar a la víctima y restablecer la paz en el pueblo. Sin embargo, cada victoria venía con su propio precio, y los recuerdos de lo que había enfrentado a menudo lo perseguían. Pero ahora, con Hope a su lado, todo parecía un poco más llevadero. Al salir de su habitación, el eco de sus pasos resonó por los pasillos vacíos. Se detuvo un momento, escuchando los sonidos de la casa: el leve murmullo de la calefacción, el goteo del grifo en la cocina, y el sonido inconfundible de Sam en el biblioteca, probablemente revisando los libros antiguos. Cuando entró a la cocina, la vista de su hermano trabajando le trajo una sensación de calma. —Buenos días, Sammy— dijo con una sonrisa cansada, mientras se servía una taza de café. —Hope se despierta ahora, a mi ya veo que no, pero ¿harías un poco de bacon para ella?.— —¿Estás seguro de que ella ha pedido bacon? Mira que no te conviene cabrear a la gran tribrida— bromeó Sam, levantando una ceja mientras miraba a su hermano con una sonrisa. Dean rió, sintiendo que, a pesar de los horrores del mundo, esos momentos simples entre risas y café hacían que todo valiera la pena. #3D #Comunidad3D #Personajes3D #Winchelson #DeanWinchester
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos 1310 vistas
Ver más resultados
Patrocinados