• Aegon había visto a Daemyra toda su vida como todo lo que debía ser.

    Amable ¿Con quién? Con quienes lo merecen.
    Respetada ¿Por quién? Por los nobles.
    Indomable ¿De quién? De nadie.
    Cuidada. ¿Por quién? Por la plebe.
    Amada. ¿Por quién? Por su familia.

    Aegon todas las noches se detenía en la puerta de la habitación de Daemyra a observarla en silencio. Eso, hasta que ella se daba cuenta y se veía obligado a seguir caminando.

    Pero aquella noche, Daemyra lo invitó a entrar.
    Se encerraron en su habitación, y de allí, solo se escuchaban murmuros y rosas.

    Aegon había olvidado la envidia que tenía por ella, y se había centrado en pasar un buen momento con ella, con su hermana más pequeña.
    Daemyra había olvidado las peleas con él, y se había centrado en hacerlo reír.

    Fue, para ambos, el momento más hermoso que tuvieron antes de que la guerra comenzara.
    Aegon había visto a Daemyra toda su vida como todo lo que debía ser. Amable ¿Con quién? Con quienes lo merecen. Respetada ¿Por quién? Por los nobles. Indomable ¿De quién? De nadie. Cuidada. ¿Por quién? Por la plebe. Amada. ¿Por quién? Por su familia. Aegon todas las noches se detenía en la puerta de la habitación de Daemyra a observarla en silencio. Eso, hasta que ella se daba cuenta y se veía obligado a seguir caminando. Pero aquella noche, Daemyra lo invitó a entrar. Se encerraron en su habitación, y de allí, solo se escuchaban murmuros y rosas. Aegon había olvidado la envidia que tenía por ella, y se había centrado en pasar un buen momento con ella, con su hermana más pequeña. Daemyra había olvidado las peleas con él, y se había centrado en hacerlo reír. Fue, para ambos, el momento más hermoso que tuvieron antes de que la guerra comenzara.
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  • LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 4

    —Habian pasado 5 horas desde la invasión,ahora eran solo 7 de los 8 invasores de esta linea temporal,volando por los cielos,causando terror,muerte y destrucción a su paso,quizo volver a casa para ver si sus hijos estaban bien,pero algo llamo si atencion a lo lejos,unos hilos de maná que se conectaban con el cielo,similares a los que el producia cuándo estaba en su forma completa,Paul se lanzo a ver de que se trataba,una de sus variantes,la cual poseía alas con plumas,como las solia tener cuando fue un Angel,se enfrentaba en un 3 vs 1,tres demonios de rango alto no podian con el—


    Paul Alterno:"¿Estos son demonios de alto calibre en este mundo?,ni estando juntos me sirven como calentamiento"


    —Paul se llevo puesto a su variante con fuerza,hasta hacerlo chocar con un pequeño negocio—

    —¿Que dices ahora?


    —La otra variante se puso de pie y agito sus alas para quitarse el polvo de encima,otro mas de ellos llego,a diferencia de los demas,era un adulto al igual que el Paul original—

    Paul Alterno 1:"Hey,¿Te estan molestando?"

    Paul Alterno 2:"¡MUERETE!,yo puedo con ellos"

    Paul Alterno:"Habla menos,pelea mas"

    —Los demas demonios fueron derrotados con facilidad,por otro lado,Paul intentaba resistir a los ataques de ambos,trabajaban en equipo y lograban hacerle daño a Paul,en un momento,Lograron tumbar al demonio blanco,tomándolo de los pies y estrellandolo contra el suelo,cuando estaban por darle el golpe de gracia,una voz juvenil se escucho a lo lejos—


    ???:"¡PATEADA DE CULO EXPRESS EN CAMINO!"

    —Una figura masculina logro quitarle de encima a sus otros yo de un golpe a cada uno,era su hijo menor Asriel—
    LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 4 —Habian pasado 5 horas desde la invasión,ahora eran solo 7 de los 8 invasores de esta linea temporal,volando por los cielos,causando terror,muerte y destrucción a su paso,quizo volver a casa para ver si sus hijos estaban bien,pero algo llamo si atencion a lo lejos,unos hilos de maná que se conectaban con el cielo,similares a los que el producia cuándo estaba en su forma completa,Paul se lanzo a ver de que se trataba,una de sus variantes,la cual poseía alas con plumas,como las solia tener cuando fue un Angel,se enfrentaba en un 3 vs 1,tres demonios de rango alto no podian con el— Paul Alterno:"¿Estos son demonios de alto calibre en este mundo?,ni estando juntos me sirven como calentamiento" —Paul se llevo puesto a su variante con fuerza,hasta hacerlo chocar con un pequeño negocio— —¿Que dices ahora? —La otra variante se puso de pie y agito sus alas para quitarse el polvo de encima,otro mas de ellos llego,a diferencia de los demas,era un adulto al igual que el Paul original— Paul Alterno 1:"Hey,¿Te estan molestando?" Paul Alterno 2:"¡MUERETE!,yo puedo con ellos" Paul Alterno:"Habla menos,pelea mas" —Los demas demonios fueron derrotados con facilidad,por otro lado,Paul intentaba resistir a los ataques de ambos,trabajaban en equipo y lograban hacerle daño a Paul,en un momento,Lograron tumbar al demonio blanco,tomándolo de los pies y estrellandolo contra el suelo,cuando estaban por darle el golpe de gracia,una voz juvenil se escucho a lo lejos— ???:"¡PATEADA DE CULO EXPRESS EN CAMINO!" —Una figura masculina logro quitarle de encima a sus otros yo de un golpe a cada uno,era su hijo menor Asriel—
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  • —El sol se ponía en el horizonte mientras Minami y Aarón conducían hacia el corazón de lo que una vez fue su bulliciosa ciudad. Las calles normalmente llenas de personas, charlas, peleas y risas, ahora estaban inquietantemente silenciosas; salvo por el ocasional susurro de la basura llevada por el viento y el ruido de los semáforos que antes dejaban cruzar a las personas.

    Aún no lo había confesado, tal vez no había encontrado la forma de hacerlo o simplemente no tenía la intención. Si, Aarón sabía la verdad y exactamente lo qué había ocurrido en esa ciudad, también el acercamiento que tuvo con aquella peli-rosa que ahora era su pareja y el porqué la mantuvo alejada de ese lugar por tanto tiempo. Sin embargo, a pesar de persuadirla en un sin fin de ocasiones la insistencia de querer arreglar algunos últimos asuntos por parte de su novia los hizo regresar.

    Ahora estaban ahí frente a ese paraje desolado dónde Aarón lejos de hacer alguna revelación decidió bajar del auto continuando con aquella expresión compleja rompiendo el silencio cuando frunció el ceño al observar las tiendas abandonadas y los restos destrozados de lo que una vez fue su hogar.—

    ¿Qué demonios ha pasado aquí?

    — A la cercanía pudo ver la luz intermitente de una cafetería y buscando apartar la visión de Minami con su propia altura sostuvo su mano para buscar nuevamente persuadirla y llevarla nuevamente al auto pero era imposible cubrir algunos ruidos violentos provenían del lugar—

    Creo que lo mejor será regresar.. Vámonos

    ♛ 𝓜𝓲𝓷𝓪𝓶𝓲 𝓜𝓸𝓶𝓸𝓴𝓪𝓼𝓱𝓲 ♡
    —El sol se ponía en el horizonte mientras Minami y Aarón conducían hacia el corazón de lo que una vez fue su bulliciosa ciudad. Las calles normalmente llenas de personas, charlas, peleas y risas, ahora estaban inquietantemente silenciosas; salvo por el ocasional susurro de la basura llevada por el viento y el ruido de los semáforos que antes dejaban cruzar a las personas. Aún no lo había confesado, tal vez no había encontrado la forma de hacerlo o simplemente no tenía la intención. Si, Aarón sabía la verdad y exactamente lo qué había ocurrido en esa ciudad, también el acercamiento que tuvo con aquella peli-rosa que ahora era su pareja y el porqué la mantuvo alejada de ese lugar por tanto tiempo. Sin embargo, a pesar de persuadirla en un sin fin de ocasiones la insistencia de querer arreglar algunos últimos asuntos por parte de su novia los hizo regresar. Ahora estaban ahí frente a ese paraje desolado dónde Aarón lejos de hacer alguna revelación decidió bajar del auto continuando con aquella expresión compleja rompiendo el silencio cuando frunció el ceño al observar las tiendas abandonadas y los restos destrozados de lo que una vez fue su hogar.— ¿Qué demonios ha pasado aquí? — A la cercanía pudo ver la luz intermitente de una cafetería y buscando apartar la visión de Minami con su propia altura sostuvo su mano para buscar nuevamente persuadirla y llevarla nuevamente al auto pero era imposible cubrir algunos ruidos violentos provenían del lugar— Creo que lo mejor será regresar.. Vámonos [Minami.Momokashi01]
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  • ༒☬𝐋𝐎𝐒𝐓 𝐆𝐀𝐌𝐄☬༒

    ── 𝐒𝐚𝐛í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐩é𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨...



    Kiev no miró directamente a Marcos, solo alzó la ceja cuando las cartas volaron frustradas sobre la mesa. El ruso, en contraste, ni se inmutó. Dejó caer con parsimonia sus propias cartas sobre el tapete: una escalera real de corazones.

    Hubo silencio por unos segundos, hasta que el resto de hombres empujaron sus sillas hacia atrás con fastidió. Habían perdido hasta la última ficha.

    Se encontraba en uno de sus casinos. Tomándose un tiempo de relajo, aunque probablemente hubiera terminado molesto si hubiera hecho equipo con su asistente. Después de la discusión con él italiano, la mansión parecía haberse inundando de un aire totalmente pesado.

    Pero dentro de ello había recordado una conversación con una dama.

    “¿Entonces qué te gusta hacer para divertirte o entretenerte?”

    Una pregunta simple. Casi banal. Y sin embargo, había removido algo. No recordaba la última vez que se permitió relajarse desde que había despertado. Aunque cuando se había decidido por ir, recordó que normalmente solía ir a ese casino con Ryan.

    Obviamente, no iba a llamarlo.

    Por eso había traído a Marcos. Aunque, al parecer, su asistente no era bueno para mucho fuera del trabajo.

    —Recuérdame no jugar contigo en el mismo equipo. Me habrías hecho perder dinero. — Dijo desinteresado, mientras aplastaba el cigarro en el cenicero. Era el tercero de la noche. Tal vez debería dejar de fumar tanto, tal vez.

    Tomó su vaso y bebió otro sorbo de vodka, antes de posar la mirada sobre el rostro frustrado de Marcos.

    —¿Conseguiste algo sobre ese chico?

    El pelinegro tardó unos segundos en reaccionar. Aún parecía procesar la derrota cuando uno de los hombres le alcanzó una carpeta. Kiev la tomó sin miramientos.

    —Su nombre es Joon y es detective —informó Marcos, aún algo ido.

    El ceño del ruso se frunció al instante.

    ¿Un detective?

    Abrió el archivo. Fotos, informes y conexiones. No le gustaba lo que veía.

    —¿Y la mujer de la fiesta? —preguntó sin apartar la mirada del documento.

    Marcos titubeó.

    —Todavía estoy revisando la lista de invitados. Era una peliblanca, así que probablemente ya demos con su nombre. Él señor Ryan no me dejó acercarme esa vez.

    Kiev cerró el portafolio, lo dejó sobre la mesa y terminó el vodka de un solo trago.

    —Vigila a Ryan. En este punto, es en quien menos confío.

    Marcos asintió con rigidez. Pero aún intentó:

    —Señor… ¿no cree que sería mejor evitar más peleas? Quizá si hablara con él—

    La mirada que recibió bastó para que callara de inmediato.

    —Él eligió su camino. — Dirigió su vista en el vaso.

    Un destello metálico brilló en su mano: el anillo que Sky le había dado seguía ahí, frío contra su piel. Un símbolo de protección.

    —Y si se cruza en el mío... — Siguió hablando, su tono se fue apagando. — Destrozare lo mas importante para él.

    Por un instante, logro visualizar la sangre del italiano en su mano. La imagen no se le había podido sacar de la cabeza y eso le frustraba. Porque muy a pesar en un fondo. Hubiera deseado no tener aquella reunión con él.

    Sin embargo, todo estaba hecho. Ryan mencionó algo que no debía, aquella comparación había sido un golpe bajo. Y el italiano lo sabia, sabía muy bien la historia de él. Habían sido años de una gran amistad. Y cada uno conocía sus puntos débiles tanto como las fuerte, y Ryan, había tocado algo que no debió.

    Se incorporó con lentitud, recogiendo el portafolio.

    —Quédate con eso —señaló las fichas del casino—. Y no olvides liberar mi agenda para reunirme con la señorita Lancaster.

    Con ello simplemente se marchó.
    ༒☬𝐋𝐎𝐒𝐓 𝐆𝐀𝐌𝐄☬༒ ── 𝐒𝐚𝐛í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐩é𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨... Kiev no miró directamente a Marcos, solo alzó la ceja cuando las cartas volaron frustradas sobre la mesa. El ruso, en contraste, ni se inmutó. Dejó caer con parsimonia sus propias cartas sobre el tapete: una escalera real de corazones. Hubo silencio por unos segundos, hasta que el resto de hombres empujaron sus sillas hacia atrás con fastidió. Habían perdido hasta la última ficha. Se encontraba en uno de sus casinos. Tomándose un tiempo de relajo, aunque probablemente hubiera terminado molesto si hubiera hecho equipo con su asistente. Después de la discusión con él italiano, la mansión parecía haberse inundando de un aire totalmente pesado. Pero dentro de ello había recordado una conversación con una dama. “¿Entonces qué te gusta hacer para divertirte o entretenerte?” Una pregunta simple. Casi banal. Y sin embargo, había removido algo. No recordaba la última vez que se permitió relajarse desde que había despertado. Aunque cuando se había decidido por ir, recordó que normalmente solía ir a ese casino con Ryan. Obviamente, no iba a llamarlo. Por eso había traído a Marcos. Aunque, al parecer, su asistente no era bueno para mucho fuera del trabajo. —Recuérdame no jugar contigo en el mismo equipo. Me habrías hecho perder dinero. — Dijo desinteresado, mientras aplastaba el cigarro en el cenicero. Era el tercero de la noche. Tal vez debería dejar de fumar tanto, tal vez. Tomó su vaso y bebió otro sorbo de vodka, antes de posar la mirada sobre el rostro frustrado de Marcos. —¿Conseguiste algo sobre ese chico? El pelinegro tardó unos segundos en reaccionar. Aún parecía procesar la derrota cuando uno de los hombres le alcanzó una carpeta. Kiev la tomó sin miramientos. —Su nombre es Joon y es detective —informó Marcos, aún algo ido. El ceño del ruso se frunció al instante. ¿Un detective? Abrió el archivo. Fotos, informes y conexiones. No le gustaba lo que veía. —¿Y la mujer de la fiesta? —preguntó sin apartar la mirada del documento. Marcos titubeó. —Todavía estoy revisando la lista de invitados. Era una peliblanca, así que probablemente ya demos con su nombre. Él señor Ryan no me dejó acercarme esa vez. Kiev cerró el portafolio, lo dejó sobre la mesa y terminó el vodka de un solo trago. —Vigila a Ryan. En este punto, es en quien menos confío. Marcos asintió con rigidez. Pero aún intentó: —Señor… ¿no cree que sería mejor evitar más peleas? Quizá si hablara con él— La mirada que recibió bastó para que callara de inmediato. —Él eligió su camino. — Dirigió su vista en el vaso. Un destello metálico brilló en su mano: el anillo que Sky le había dado seguía ahí, frío contra su piel. Un símbolo de protección. —Y si se cruza en el mío... — Siguió hablando, su tono se fue apagando. — Destrozare lo mas importante para él. Por un instante, logro visualizar la sangre del italiano en su mano. La imagen no se le había podido sacar de la cabeza y eso le frustraba. Porque muy a pesar en un fondo. Hubiera deseado no tener aquella reunión con él. Sin embargo, todo estaba hecho. Ryan mencionó algo que no debía, aquella comparación había sido un golpe bajo. Y el italiano lo sabia, sabía muy bien la historia de él. Habían sido años de una gran amistad. Y cada uno conocía sus puntos débiles tanto como las fuerte, y Ryan, había tocado algo que no debió. Se incorporó con lentitud, recogiendo el portafolio. —Quédate con eso —señaló las fichas del casino—. Y no olvides liberar mi agenda para reunirme con la señorita Lancaster. Con ello simplemente se marchó.
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  • —¿Quieres pelear conmigo? Adelante, inténtalo.

    Annabeth se quitaba su camiseta de entrenamiento superior, quedando en su top negro, mientras estiraba el hombro con movimientos firmes.

    —No tienes que ser hijo de Atenea para darte cuenta de que estás condenado.
    —¿Quieres pelear conmigo? Adelante, inténtalo. Annabeth se quitaba su camiseta de entrenamiento superior, quedando en su top negro, mientras estiraba el hombro con movimientos firmes. —No tienes que ser hijo de Atenea para darte cuenta de que estás condenado.
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  • — Se sienta con las palomitas a ver la resurrección de Loki solo por las ganas de pelear con Thor. —
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    | Antes de empezar a usar la cuenta, hay que dejar en claro algunos puntos importantes. ♡
    ¡Hola! Mi nombre es - Interferencia - [?] y seré su usuaria a cargo.

    1: ¡Si si! Ya todos conocen a el personaje y a lo que se dedica ( cof cof ) [?] Pero lee muy bien esto, no hay lemon sin una buena trama, no lo digo yo, lo dice diosito. [???] Así que si tu plan es ponerla sobre la mesa asi como así, next please.

    2: No se dan datos personales, aqui no se viene a ligar, solo a escribir. ♡

    3: Si fulanito se peleo con otro a mi me vale un cheto, no me vengan con chismes o me quieran pelear algo a mi.

    4: Me reservo el derecho de aceptar o no tu solicitud, no es nada personal pero si veo que tu personaje y el mio no son nada compables para una trama, no lo aceptaré.

    Creo que por el momento es todo, estaré modificando las reglas si es necesario.
    ¡FAVOR DE LEERLAS! O habrá tabla. [?]
    | Antes de empezar a usar la cuenta, hay que dejar en claro algunos puntos importantes. ♡ ¡Hola! Mi nombre es - Interferencia - [?] y seré su usuaria a cargo. 1: ¡Si si! Ya todos conocen a el personaje y a lo que se dedica ( cof cof ) [?] Pero lee muy bien esto, no hay lemon sin una buena trama, no lo digo yo, lo dice diosito. [???] Así que si tu plan es ponerla sobre la mesa asi como así, next please. 2: No se dan datos personales, aqui no se viene a ligar, solo a escribir. ♡ 3: Si fulanito se peleo con otro a mi me vale un cheto, no me vengan con chismes o me quieran pelear algo a mi. 4: Me reservo el derecho de aceptar o no tu solicitud, no es nada personal pero si veo que tu personaje y el mio no son nada compables para una trama, no lo aceptaré. Creo que por el momento es todo, estaré modificando las reglas si es necesario. ¡FAVOR DE LEERLAS! O habrá tabla. [?]
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  • El mármol blanco reflejaba la luz suave que se colaba por los ventanales del Olimpo. El aire era sereno, inmutable, como si el tiempo no tuviera permiso para tocar aquel lugar. Astrape estaba sentada junto a la gran ventana de su habitación, con el mismo libro de poemas humanos entre las manos. Lo había traído consigo del mundo terrenal. No porque lo necesitara, sino porque no podía dejarlo atrás.

    Sus dedos recorrían las líneas de una página ya leída. Había algo en la forma en que los humanos escribían sobre el amor que no podía soltarla.

    “Moriría por ti sin saber si me mirarás al final.”

    Volvió a leer esa frase. Era absurda, imprudente… y profundamente honesta.

    Desde su ventana se veían las nubes abrirse y cerrarse como respiraciones. Las voces de otros dioses eran ecos lejanos, conversaciones que no le importaban. No ahora.

    A veces se preguntaba si su habitación era un refugio… o una jaula.

    Allá abajo, los humanos gritaban, reían, peleaban, se abrazaban. Vivían sin saber cuánto tiempo tenían. Amaban sin garantías. Caían una y otra vez, y aún así se levantaban con el corazón lleno de algo que ella no podía nombrar sin que doliera un poco.

    ¿Era eso lo que los hacía tan interesantes? ¿Que sabían que todo acabaría, y aún así lo intentaban?

    Atrapó el libro entre sus brazos, contra el pecho. Sus ojos azules se perdieron más allá del Olimpo, como si buscaran a alguien en particular entre las ciudades diminutas que apenas se distinguían desde allí.

    —Son tan frágiles… —susurró—. Y sin embargo, sienten como si fueran infinitos.

    Lo dijo para sí, como una confesión.

    Y por primera vez en mucho tiempo, no supo si envidiaba a los humanos… o si simplemente quería comprenderlos.
    El mármol blanco reflejaba la luz suave que se colaba por los ventanales del Olimpo. El aire era sereno, inmutable, como si el tiempo no tuviera permiso para tocar aquel lugar. Astrape estaba sentada junto a la gran ventana de su habitación, con el mismo libro de poemas humanos entre las manos. Lo había traído consigo del mundo terrenal. No porque lo necesitara, sino porque no podía dejarlo atrás. Sus dedos recorrían las líneas de una página ya leída. Había algo en la forma en que los humanos escribían sobre el amor que no podía soltarla. “Moriría por ti sin saber si me mirarás al final.” Volvió a leer esa frase. Era absurda, imprudente… y profundamente honesta. Desde su ventana se veían las nubes abrirse y cerrarse como respiraciones. Las voces de otros dioses eran ecos lejanos, conversaciones que no le importaban. No ahora. A veces se preguntaba si su habitación era un refugio… o una jaula. Allá abajo, los humanos gritaban, reían, peleaban, se abrazaban. Vivían sin saber cuánto tiempo tenían. Amaban sin garantías. Caían una y otra vez, y aún así se levantaban con el corazón lleno de algo que ella no podía nombrar sin que doliera un poco. ¿Era eso lo que los hacía tan interesantes? ¿Que sabían que todo acabaría, y aún así lo intentaban? Atrapó el libro entre sus brazos, contra el pecho. Sus ojos azules se perdieron más allá del Olimpo, como si buscaran a alguien en particular entre las ciudades diminutas que apenas se distinguían desde allí. —Son tan frágiles… —susurró—. Y sin embargo, sienten como si fueran infinitos. Lo dijo para sí, como una confesión. Y por primera vez en mucho tiempo, no supo si envidiaba a los humanos… o si simplemente quería comprenderlos.
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  • El atardecer teñía de ámbar las calles de South Town mientras Terry observaba desde una azotea, apoyado contra el borde con los brazos cruzados. Más abajo, en una cancha vacía, Rock entrenaba solo.
    Pies firmes, postura perfecta, técnica afilada.

    El muchacho ya no era un niño.

    *“Mira nomás…”*
    Terry exhaló con una sonrisa suave, sin esconder el orgullo.
    *“Cada día es más rápido. Más preciso. Más fuerte.”*

    Recordaba cuando Rock no podía lanzar un Rising Tackle sin caer de espaldas.
    Recordaba cómo le temblaban las manos la primera vez que soltó un Reppuken.

    Ahora… el aire cortaba cuando movía los brazos.

    *“Si sigue a este ritmo… pronto no voy a poder seguirle el paso.”*
    No lo decía con tristeza. Lo decía con respeto.

    Terry había enfrentado a campeones, criminales, monstruos y dioses. Pero criar a Rock había sido su pelea más importante. Enseñarle a no odiar su sangre, a escoger su camino, a ser un hombre antes que un guerrero.

    Y lo había hecho. Lo estaba haciendo.

    *“No lleva mi apellido, pero ese chico es mi legado.”*

    A veces se preguntaba si lo había guiado bien. Si le había dado las herramientas para ser algo más que "el hijo de Geese". Algo más que un luchador.

    Pero verlo moverse así —con decisión, con su propia esencia— le respondía cada duda.

    Terry se quitó la gorra, dejó que el viento le despeinara un poco el cabello, y murmuró:

    —Vas a llegar muy lejos, Rock… y si algún día me alcanzas y me superas, voy a ser el hombre más feliz de este mundo.

    Una pausa.

    —Solo prométeme una cosa... no pierdas el corazón en el camino.

    Y con eso, volvió a colocarse la gorra, mientras su sombra se alargaba bajo la luz del sol que moría.

    Aquel joven allá abajo…
    **no era solo el futuro.**
    Era el sueño de un lobo que decidió proteger a un cachorro herido… y que ahora lo veía volverse leyenda,
    Y lo demostraría.



    https://youtu.be/IyGXYVXVWjQ?si=QJpBkXpDelGIFswa
    El atardecer teñía de ámbar las calles de South Town mientras Terry observaba desde una azotea, apoyado contra el borde con los brazos cruzados. Más abajo, en una cancha vacía, Rock entrenaba solo. Pies firmes, postura perfecta, técnica afilada. El muchacho ya no era un niño. *“Mira nomás…”* Terry exhaló con una sonrisa suave, sin esconder el orgullo. *“Cada día es más rápido. Más preciso. Más fuerte.”* Recordaba cuando Rock no podía lanzar un Rising Tackle sin caer de espaldas. Recordaba cómo le temblaban las manos la primera vez que soltó un Reppuken. Ahora… el aire cortaba cuando movía los brazos. *“Si sigue a este ritmo… pronto no voy a poder seguirle el paso.”* No lo decía con tristeza. Lo decía con respeto. Terry había enfrentado a campeones, criminales, monstruos y dioses. Pero criar a Rock había sido su pelea más importante. Enseñarle a no odiar su sangre, a escoger su camino, a ser un hombre antes que un guerrero. Y lo había hecho. Lo estaba haciendo. *“No lleva mi apellido, pero ese chico es mi legado.”* A veces se preguntaba si lo había guiado bien. Si le había dado las herramientas para ser algo más que "el hijo de Geese". Algo más que un luchador. Pero verlo moverse así —con decisión, con su propia esencia— le respondía cada duda. Terry se quitó la gorra, dejó que el viento le despeinara un poco el cabello, y murmuró: —Vas a llegar muy lejos, Rock… y si algún día me alcanzas y me superas, voy a ser el hombre más feliz de este mundo. Una pausa. —Solo prométeme una cosa... no pierdas el corazón en el camino. Y con eso, volvió a colocarse la gorra, mientras su sombra se alargaba bajo la luz del sol que moría. Aquel joven allá abajo… **no era solo el futuro.** Era el sueño de un lobo que decidió proteger a un cachorro herido… y que ahora lo veía volverse leyenda, Y lo demostraría. https://youtu.be/IyGXYVXVWjQ?si=QJpBkXpDelGIFswa
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  • *“Iori Yagami… ese tipo es como una tormenta con cuerpo.”*

    Terry se encontraba de pie frente al río que cortaba South Town en dos, con el murmullo del agua calmando la ciudad por un instante. Miraba el reflejo del cielo, pero su mente estaba lejos… clavada en un par de ojos color sangre.

    *“Nunca supe si llamarlo enemigo, aliado, o algo peor.”*

    Había peleado contra monstruos, criminales y asesinos, pero Iori… era distinto. No peleaba por dinero ni justicia. No por gloria ni venganza. Lo suyo era más primitivo. Más visceral.

    *“El tipo odia a Kyo… pero a veces parece que se odia a sí mismo aún más.”*

    Lo había visto en el ring. Implacable. Violento.
    Pero también lo había visto detenerse antes de destruir a alguien.
    Y en esos momentos, Terry supo que dentro del fuego, aún quedaba un pedazo de hombre… perdido, quemado, pero ahí.

    *“Yagami es una herida abierta que nunca deja de sangrar.”*

    Terry apretó los puños. No lo admiraba… pero tampoco lo despreciaba. Sabía que el poder del Orochi lo estaba consumiendo desde dentro. Y aún así, seguía peleando. Seguía caminando.

    *“No confío en él. Pero si alguna vez cae el mundo… sé que va a estar ahí, en medio del fuego, mordiéndose la rabia.”*

    Porque en el fondo, Terry entendía algo muy claro:
    **A veces, los demonios también luchan contra la oscuridad.**

    Y Iori Yagami… era prueba de ello.



    https://www.youtube.com/watch?v=Smd_-xfkae4
    *“Iori Yagami… ese tipo es como una tormenta con cuerpo.”* Terry se encontraba de pie frente al río que cortaba South Town en dos, con el murmullo del agua calmando la ciudad por un instante. Miraba el reflejo del cielo, pero su mente estaba lejos… clavada en un par de ojos color sangre. *“Nunca supe si llamarlo enemigo, aliado, o algo peor.”* Había peleado contra monstruos, criminales y asesinos, pero Iori… era distinto. No peleaba por dinero ni justicia. No por gloria ni venganza. Lo suyo era más primitivo. Más visceral. *“El tipo odia a Kyo… pero a veces parece que se odia a sí mismo aún más.”* Lo había visto en el ring. Implacable. Violento. Pero también lo había visto detenerse antes de destruir a alguien. Y en esos momentos, Terry supo que dentro del fuego, aún quedaba un pedazo de hombre… perdido, quemado, pero ahí. *“Yagami es una herida abierta que nunca deja de sangrar.”* Terry apretó los puños. No lo admiraba… pero tampoco lo despreciaba. Sabía que el poder del Orochi lo estaba consumiendo desde dentro. Y aún así, seguía peleando. Seguía caminando. *“No confío en él. Pero si alguna vez cae el mundo… sé que va a estar ahí, en medio del fuego, mordiéndose la rabia.”* Porque en el fondo, Terry entendía algo muy claro: **A veces, los demonios también luchan contra la oscuridad.** Y Iori Yagami… era prueba de ello. https://www.youtube.com/watch?v=Smd_-xfkae4
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