• Sé que te gusto
    Sé que es así
    Por eso cada vez que estoy cerca, ella se lanza sobre ti
    ¿No desearías que tu novia fuera tan HOT como yo?
    ¿No desearías que tu novia fuera tan divertida como yo?
    ¿No te gustaría?
    Pelea contra el sentimiento, déjalo ahí
    Dejémoslo como amigos
    Quizás en la próxima vida, posiblemente



    F por Norbit.
    Sé que te gusto Sé que es así Por eso cada vez que estoy cerca, ella se lanza sobre ti ¿No desearías que tu novia fuera tan HOT como yo? ¿No desearías que tu novia fuera tan divertida como yo? ¿No te gustaría? Pelea contra el sentimiento, déjalo ahí Dejémoslo como amigos Quizás en la próxima vida, posiblemente F por Norbit.
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  • Ayer fue domingo de resurrecion..pues ya volvi..y listo para pelear!
    Ayer fue domingo de resurrecion..pues ya volvi..y listo para pelear!
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  • ೃ✧ (Historia) ೃ✧

    Finalmente en todos los mundos lograron alcázar la paz, Teyvat celebraba la era de paz gracias a los viajeros, los trazacaminos había creado varios vínculos con varias personas, creando así mas rieles celestiales, los errantes ayudaron a muchas personas, lograron que todos llegaran a la paz, después de tantos sacrificios.

    Además en el Chaldea todos celebraban qué finalmente no había alteraciones en la historia.

    En fin todo es tiempo de paz pero lamentablemente no duro mucho en ningún mundo.

    ╰⊱♥⊱╮ღ꧁꧂ღ╭⊱♥≺

    En algún lugar en un universo caótico, el fin de los tiempos caóticos en cada universo no era algo que sea del agrado de todos.

    —¡Esto no puede ser! —. Una voz llena de cólera lanza una copa de cristal contra una columna, rompiendola al proceso. —Sin todo ese caos, seremos eliminados—.

    Se levanta de su gran trono caminado por los pasillos, ignorado a sus sirvientes.

    Los sirvientes por su parte lo siguieron pues no podía dejar a su líder a solas.

    —Por favor, debe calmarse —. Pidió uno de los sirvientes.

    —No puedo calmarme, esto es un desastre.— Se llevó la mano al rostro.

    Se quedo pensado un gran rato, hasta que finalmente llego a una idea.

    —Listo, terminaremos sus paz—.

    Dicho eso, antes de escuchar a sus seguidores, se marchó a atacar cada uno de esos mundos.

    ╰⊱🪷⊱╮ღ꧁꧂ღ╭⊱🪷≺

    Primero
    Teyvat.

    Cuando llego a ese mundo, manda a sus esbirros a cada región del mundo.

    Así cada uno comenzó el ataque cuando llegaron a cada zona, la paz termino y Lumine junto a su hermano Aether, para proteger al mundo de sus amigos, se unieron a la guerra por defender a todos los demás.


    Mientras en los rieles celestiales, mientras los trazacaminos estaba pasado un buen momento, no se esperaron un atentado mientras estaba en un festival en Luofu.

    Los cuarteles del Chaldea también fueron atacados. Los jóvenes másters junto a los servants volvieron a pensar pelear para proteger a todos.

    Los errantes mantenía una pelea de un enemigo que apareció de la nada.

    El caos regreso..

    Muy pronto, los másters, viajeros, trazacaminos, errantes, etc, se vieron en una habitación todos reunidos, solo ellos pues ellos fueron los que trajeron la paz en su mundo.

    —Ustedes —. Se hizo escuchar una voz que hizo eco por toda la habitación. —echaron a perder todo. –

    Se hace presente ante ellos, no se sabía si esa persona era hombre o mujer pues su aparecía estaba oculta y su voz sonaba tanto masculino como femenino.

    —¿Quién eres? —. Pregunto Lumine apuntando con su espada. —si eres quien arruino la paz, no tendré piedad. — Sentencia.

    —Calla, niña—. Ordenó todo imponente y cruel. —Tomen estio como el inicio en nuevo caos, hundire cada uno de sus mundos en una eterna guerra. —

    —Eso jamás.— Stelle miro fríamente al contrario.

    Una sonrisa se dibujo bajo la máscara que oculta el rostro del desconocido. —Eso lo veremos, disfrute de esta breve paz, porque los atacar nuevamente. —

    Finaliza y una luz intensa dejo ciego a todos, volviendo a su mundo pero con una forma de comunicarse entre todos.

    Ahora los héroes de cada mundo mas sus amigos, tendrá un enemigo en común a derrotar si desean recuperar esa tranquilidad que les costó conseguir.
    ೃ✧ (Historia) ೃ✧ Finalmente en todos los mundos lograron alcázar la paz, Teyvat celebraba la era de paz gracias a los viajeros, los trazacaminos había creado varios vínculos con varias personas, creando así mas rieles celestiales, los errantes ayudaron a muchas personas, lograron que todos llegaran a la paz, después de tantos sacrificios. Además en el Chaldea todos celebraban qué finalmente no había alteraciones en la historia. En fin todo es tiempo de paz pero lamentablemente no duro mucho en ningún mundo. ╰⊱♥⊱╮ღ꧁꧂ღ╭⊱♥≺ En algún lugar en un universo caótico, el fin de los tiempos caóticos en cada universo no era algo que sea del agrado de todos. —¡Esto no puede ser! —. Una voz llena de cólera lanza una copa de cristal contra una columna, rompiendola al proceso. —Sin todo ese caos, seremos eliminados—. Se levanta de su gran trono caminado por los pasillos, ignorado a sus sirvientes. Los sirvientes por su parte lo siguieron pues no podía dejar a su líder a solas. —Por favor, debe calmarse —. Pidió uno de los sirvientes. —No puedo calmarme, esto es un desastre.— Se llevó la mano al rostro. Se quedo pensado un gran rato, hasta que finalmente llego a una idea. —Listo, terminaremos sus paz—. Dicho eso, antes de escuchar a sus seguidores, se marchó a atacar cada uno de esos mundos. ╰⊱🪷⊱╮ღ꧁꧂ღ╭⊱🪷≺ Primero Teyvat. Cuando llego a ese mundo, manda a sus esbirros a cada región del mundo. Así cada uno comenzó el ataque cuando llegaron a cada zona, la paz termino y Lumine junto a su hermano Aether, para proteger al mundo de sus amigos, se unieron a la guerra por defender a todos los demás. Mientras en los rieles celestiales, mientras los trazacaminos estaba pasado un buen momento, no se esperaron un atentado mientras estaba en un festival en Luofu. Los cuarteles del Chaldea también fueron atacados. Los jóvenes másters junto a los servants volvieron a pensar pelear para proteger a todos. Los errantes mantenía una pelea de un enemigo que apareció de la nada. El caos regreso.. Muy pronto, los másters, viajeros, trazacaminos, errantes, etc, se vieron en una habitación todos reunidos, solo ellos pues ellos fueron los que trajeron la paz en su mundo. —Ustedes —. Se hizo escuchar una voz que hizo eco por toda la habitación. —echaron a perder todo. – Se hace presente ante ellos, no se sabía si esa persona era hombre o mujer pues su aparecía estaba oculta y su voz sonaba tanto masculino como femenino. —¿Quién eres? —. Pregunto Lumine apuntando con su espada. —si eres quien arruino la paz, no tendré piedad. — Sentencia. —Calla, niña—. Ordenó todo imponente y cruel. —Tomen estio como el inicio en nuevo caos, hundire cada uno de sus mundos en una eterna guerra. — —Eso jamás.— Stelle miro fríamente al contrario. Una sonrisa se dibujo bajo la máscara que oculta el rostro del desconocido. —Eso lo veremos, disfrute de esta breve paz, porque los atacar nuevamente. — Finaliza y una luz intensa dejo ciego a todos, volviendo a su mundo pero con una forma de comunicarse entre todos. Ahora los héroes de cada mundo mas sus amigos, tendrá un enemigo en común a derrotar si desean recuperar esa tranquilidad que les costó conseguir.
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  • "El trío"

    Nombrados así a secas, sin ninguna connotación especial. No lo necesitaban, ya era bastante particular su grupo, bastante problemático incluso para los demás.

    El trío estaba conformado por los hermanos Laurel, Rafael y Alessandro, y por la protegida de su jefe; la señorita Salerno.
    A escondidas esta última los acompañaba a sus misiones, en ocasiones incluso formaba parte de la mayoría de caos que dejaban en sus escenas.

    Siendo la señorita Salerno la encargada de pelear en el frente, usando sus técnicas de pelea cuerpo a cuerpo, Alessandro quién le seguía usando sus armas para dejar irreconocible a sus víctimas y Rafael quién a la distancia usaba sus pistolas y su enorme cerebro para indicarles a los otros dos como pelear.
    Giovanni D´Laurel, padre y empleado del grupo en ocasiones delegaba sus trabajos a estos.

    "No me preocupa enviarlos de cara, me preocupa cada vez que regresan, porque significa que los hombres a los que me cuesta enfrentar ellos lo logran con facilidad."
    "El trío" Nombrados así a secas, sin ninguna connotación especial. No lo necesitaban, ya era bastante particular su grupo, bastante problemático incluso para los demás. El trío estaba conformado por los hermanos Laurel, Rafael y Alessandro, y por la protegida de su jefe; la señorita Salerno. A escondidas esta última los acompañaba a sus misiones, en ocasiones incluso formaba parte de la mayoría de caos que dejaban en sus escenas. Siendo la señorita Salerno la encargada de pelear en el frente, usando sus técnicas de pelea cuerpo a cuerpo, Alessandro quién le seguía usando sus armas para dejar irreconocible a sus víctimas y Rafael quién a la distancia usaba sus pistolas y su enorme cerebro para indicarles a los otros dos como pelear. Giovanni D´Laurel, padre y empleado del grupo en ocasiones delegaba sus trabajos a estos. "No me preocupa enviarlos de cara, me preocupa cada vez que regresan, porque significa que los hombres a los que me cuesta enfrentar ellos lo logran con facilidad."
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  • Rol privado 𝐌𝐚𝐭𝐬𝐮𝐧𝐚𝐠𝐚 𝐎𝐤𝐢𝐤𝐨

    Los sucesos a partir del día que no volvió a casa determinaron el futuro de Kyo.

    Primero, su padre: Wakana Sou. El ebrio que golpeaba a su hijo y le encantaba acosar a jóvenes estudiantes. Con obesidad y bello en partes inimaginables, de olor repulsivo siempre a licor y un lenguaje tosco rasgando lo vulgar.

    Segundo, su madre: Kyoko Ichinose. La mujer que ganó la lotería, la que perdió su fortuna en las apuestas. Siempre con un cigarro en mano mientras juega en la máquinas tragamonedas, con la mirada desviada y realmente descuidada.

    Tercero, su hogar: un pequeño departamento rodeado de otros pequeños departamentos. Dónde se juntan las personas con menos recursos. Dos habitaciones, una cocina, un baño y una sala, de 3m² a lo mucho.

    Eso arrojo la investigación de la mafia. El joven había pasado de la gloria a la caída en tan poco tiempo. Los vecinos confirmaron los gritos y el llanto de Kyo a altas horas de la madrugada, confirmaron todas las veces que fue visto en las calles deambulando de un lado a otro. Y qué muchas veces, se peleaba con vagabundos por un trozo de pan seco.

    La escuela donde estudiaba nunca intervino y dejaron que el abuso de estudiantes de secundaria fueran perversos. Además, encontraron " al hombre verde" un viejo decrépito que le encantaba violentar a menores de edad y vendía el contenido en internet.

    Okiko dió en el blanco al sacarlo de su miseria. Kyo no tenía familia más allá de lo conocido, no tenía amigos que le dieran la mano o algún adulto que se compareciera de su situación.

    Aquella noche dónde durmió en un suave futón, limpio y esponjoso, dónde recibió el alimento gratuito y la hospitalidad de la mujer lo marco.

    Pasaron tres días viernes, sábado y domingo. Para el domingo en la noche Kyo bajo las escaleras dónde Okiko atendía a los clientes. Por voluntad, por favor o por gratitud recogía los platos, cubiertos y vasos, limpiaba las mesas y tiraba la basura sin que ella se lo pidiera. Solo lo hacía y ya. La miraba de reojo y corría a toda prisa cuando le decía " No " porque él quería sentirse útil y solo se le podía ocurrir ese método.

    Para las 5 o 6 am terminaron. Platos, cocina, pisos y ventanas limpios. Y él, todo un desastre entre tierra, grasa y curtidos.

    — Se terminó. ¿Verdad?. Ah, los hombres esos grandes si que dan mucho miedo.— Expreso por el yakuza con el ojo cortado y un tatuaje en el cuello. — Pero no tanto como mi papá.
    Rol privado [flare_fuchsia_pigeon_969] Los sucesos a partir del día que no volvió a casa determinaron el futuro de Kyo. Primero, su padre: Wakana Sou. El ebrio que golpeaba a su hijo y le encantaba acosar a jóvenes estudiantes. Con obesidad y bello en partes inimaginables, de olor repulsivo siempre a licor y un lenguaje tosco rasgando lo vulgar. Segundo, su madre: Kyoko Ichinose. La mujer que ganó la lotería, la que perdió su fortuna en las apuestas. Siempre con un cigarro en mano mientras juega en la máquinas tragamonedas, con la mirada desviada y realmente descuidada. Tercero, su hogar: un pequeño departamento rodeado de otros pequeños departamentos. Dónde se juntan las personas con menos recursos. Dos habitaciones, una cocina, un baño y una sala, de 3m² a lo mucho. Eso arrojo la investigación de la mafia. El joven había pasado de la gloria a la caída en tan poco tiempo. Los vecinos confirmaron los gritos y el llanto de Kyo a altas horas de la madrugada, confirmaron todas las veces que fue visto en las calles deambulando de un lado a otro. Y qué muchas veces, se peleaba con vagabundos por un trozo de pan seco. La escuela donde estudiaba nunca intervino y dejaron que el abuso de estudiantes de secundaria fueran perversos. Además, encontraron " al hombre verde" un viejo decrépito que le encantaba violentar a menores de edad y vendía el contenido en internet. Okiko dió en el blanco al sacarlo de su miseria. Kyo no tenía familia más allá de lo conocido, no tenía amigos que le dieran la mano o algún adulto que se compareciera de su situación. Aquella noche dónde durmió en un suave futón, limpio y esponjoso, dónde recibió el alimento gratuito y la hospitalidad de la mujer lo marco. Pasaron tres días viernes, sábado y domingo. Para el domingo en la noche Kyo bajo las escaleras dónde Okiko atendía a los clientes. Por voluntad, por favor o por gratitud recogía los platos, cubiertos y vasos, limpiaba las mesas y tiraba la basura sin que ella se lo pidiera. Solo lo hacía y ya. La miraba de reojo y corría a toda prisa cuando le decía " No " porque él quería sentirse útil y solo se le podía ocurrir ese método. Para las 5 o 6 am terminaron. Platos, cocina, pisos y ventanas limpios. Y él, todo un desastre entre tierra, grasa y curtidos. — Se terminó. ¿Verdad?. Ah, los hombres esos grandes si que dan mucho miedo.— Expreso por el yakuza con el ojo cortado y un tatuaje en el cuello. — Pero no tanto como mi papá.
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  • El sol ardía en lo alto, pero una brisa marina acariciaba suavemente la cubierta del Thousand Sunny. Nami, recostada en una hamaca, sostenía un vaso alto lleno de hielo y jugo de naranja recién exprimido. El sudor en su frente desaparecía con cada sorbo refrescante. Observaba el horizonte con ojos tranquilos, dejando que el vaivén del barco y el murmullo de las olas la relajaran. Por un momento, no había gritos, ni tormentas, ni peleas entre idiotas. Solo ella, el mar y su bebida. Sonrió. “Así debería ser siempre… paz, sol, y algo dulce para beber,” pensó, cerrando los ojos.
    El sol ardía en lo alto, pero una brisa marina acariciaba suavemente la cubierta del Thousand Sunny. Nami, recostada en una hamaca, sostenía un vaso alto lleno de hielo y jugo de naranja recién exprimido. El sudor en su frente desaparecía con cada sorbo refrescante. Observaba el horizonte con ojos tranquilos, dejando que el vaivén del barco y el murmullo de las olas la relajaran. Por un momento, no había gritos, ni tormentas, ni peleas entre idiotas. Solo ella, el mar y su bebida. Sonrió. “Así debería ser siempre… paz, sol, y algo dulce para beber,” pensó, cerrando los ojos.
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  • ⋆.*♡ゞ 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝟏 ˚༘✧ ❛°•

          ─╰* 𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐜𝐮𝐞.° •╯─  


    ¿Cuanto tiempo había dormido? O más bien, ¿cuanto tiempo estuvo inconsciente? Se tocó la frente, mientras trataba de reincorporarse y entender que había pasado. El dolor de cabeza era insoportable, así que tardó varios minutos en lograr tener un poco de claridad de su situación. Se arrastró por los escombros, entre la arena, tratando de no llamar mucha la atención, buscando un poco de lo que había conocido antes.

    — ¡Dondochaka!... ¡Pesche! —Llamó en voz baja, concentrandose en tratar de sentir su reiatsu, aunque no lo logró.

    El ambiente a su al rededor se sentía extraño. Nelliel lo habría definido antes como "triste". No recordaba mucho de lo que había pasado, más allá de su pelea con Nnoitra, a Ichigo defendiendola...

    Entonces abrió los ojos de par en par. ¡Ichigo! Sosteniendose la cabeza por la frente, se puso en pie y haciendo su mejor esfuerzo por concentrarse, empezó a dirigir sus pequeños pasos en esa especie de carrerilla tan típica de ella hasta el lugar donde recordaba había sido la batalla.

    Pero ya no había nada, ningún rastro de la quinta espada, ni del shinigami. Orihime tampoco estaba. Mientras deambulaba por el lugar, se encontró con algunos rastros de lo que bien pudo ser una gran pelea. Trataba de repasar lo ocurrido, mirando a su al rededor, recreando una y otra vez lo que ocurrió. Y ahí fue cuando tropezó con él.

    Al principio pensó que era una roca, un pedazo de cuarzo qué había quedado mal puesto después de la batalla, pero cuando se levantó y vio debajo de ella un montón de mechones azules dio un salto del susto. La sexta espada, Grimmjow Jaegerjaquez.

    Un escalofrío le recorrió la espalda. Su primer impulso fue salir corriendo, esconderse donde pudiera. Y de hecho, si lo hizo. Gateó lo más rápido que pudo lejos de él, detrás de una roca pequeña. Y desde ahí lo observó. ¿Estaba muerto? No lo parecía. Cerró los ojos para concentrarse lo mejor que pudo, tratando de captar ese reiatsu tan destructor.

    — ¡Aún está vivo! —Gritó con temor, pero aún así salió de detrás de su roca. Se acercó lo suficiente para poder verlo, sin llegar a tocarlo, manteniéndose alejada de sus manos. Parecía que no había nadie más cerca.

    Necesitaba alguien que le ayudara a encontrar a sus hermanos, el podría hacerlo, ¿no? ... Con el corazón en la mano y encomendandose a cualquier ser que pudiera ayudarla, trepó por su pecho, hasta estar sentada sobre él. Identificó rápidamente sus heridas y su dictamen fue claro: Lo tendría que cubrir todo.

    Sin perder tiempo, extendió sus manos a los costados, se acomodó lo mejor que pudo sobre él y como si de una fuente se tratase, comenzó a soltar aquel líquido viscoso que parecía saliva sobre él, limitandose a dejar la boca abierta y que este escurriera por su cuerpo.
    ⋆.*♡ゞ 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝟏 ˚༘✧ ❛°•       ─╰* 𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐜𝐮𝐞.° •╯─   ¿Cuanto tiempo había dormido? O más bien, ¿cuanto tiempo estuvo inconsciente? Se tocó la frente, mientras trataba de reincorporarse y entender que había pasado. El dolor de cabeza era insoportable, así que tardó varios minutos en lograr tener un poco de claridad de su situación. Se arrastró por los escombros, entre la arena, tratando de no llamar mucha la atención, buscando un poco de lo que había conocido antes. — ¡Dondochaka!... ¡Pesche! —Llamó en voz baja, concentrandose en tratar de sentir su reiatsu, aunque no lo logró. El ambiente a su al rededor se sentía extraño. Nelliel lo habría definido antes como "triste". No recordaba mucho de lo que había pasado, más allá de su pelea con Nnoitra, a Ichigo defendiendola... Entonces abrió los ojos de par en par. ¡Ichigo! Sosteniendose la cabeza por la frente, se puso en pie y haciendo su mejor esfuerzo por concentrarse, empezó a dirigir sus pequeños pasos en esa especie de carrerilla tan típica de ella hasta el lugar donde recordaba había sido la batalla. Pero ya no había nada, ningún rastro de la quinta espada, ni del shinigami. Orihime tampoco estaba. Mientras deambulaba por el lugar, se encontró con algunos rastros de lo que bien pudo ser una gran pelea. Trataba de repasar lo ocurrido, mirando a su al rededor, recreando una y otra vez lo que ocurrió. Y ahí fue cuando tropezó con él. Al principio pensó que era una roca, un pedazo de cuarzo qué había quedado mal puesto después de la batalla, pero cuando se levantó y vio debajo de ella un montón de mechones azules dio un salto del susto. La sexta espada, Grimmjow Jaegerjaquez. Un escalofrío le recorrió la espalda. Su primer impulso fue salir corriendo, esconderse donde pudiera. Y de hecho, si lo hizo. Gateó lo más rápido que pudo lejos de él, detrás de una roca pequeña. Y desde ahí lo observó. ¿Estaba muerto? No lo parecía. Cerró los ojos para concentrarse lo mejor que pudo, tratando de captar ese reiatsu tan destructor. — ¡Aún está vivo! —Gritó con temor, pero aún así salió de detrás de su roca. Se acercó lo suficiente para poder verlo, sin llegar a tocarlo, manteniéndose alejada de sus manos. Parecía que no había nadie más cerca. Necesitaba alguien que le ayudara a encontrar a sus hermanos, el podría hacerlo, ¿no? ... Con el corazón en la mano y encomendandose a cualquier ser que pudiera ayudarla, trepó por su pecho, hasta estar sentada sobre él. Identificó rápidamente sus heridas y su dictamen fue claro: Lo tendría que cubrir todo. Sin perder tiempo, extendió sus manos a los costados, se acomodó lo mejor que pudo sobre él y como si de una fuente se tratase, comenzó a soltar aquel líquido viscoso que parecía saliva sobre él, limitandose a dejar la boca abierta y que este escurriera por su cuerpo.
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  • Me presento soy Mapleshade residente del bosque oscuro y mentora en entrenamiento de pelea...tambien mate a 42 gatos pero esa es otra historia
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  • ──────Hace mucho que no veo un conflicto así desde la gigantomaquia. Me ha traído recuerdos.

    Sus iris rosas se elevaron al cielo, en una contemplación meditativa. Recordó viejas épocas en las que los dioses habían peleado contra los últimos descendientes de Gaia. Agitó su copa de vino de forma perezosa, antes de darle un pequeño sorbo.
    ──────Hace mucho que no veo un conflicto así desde la gigantomaquia. Me ha traído recuerdos. Sus iris rosas se elevaron al cielo, en una contemplación meditativa. Recordó viejas épocas en las que los dioses habían peleado contra los últimos descendientes de Gaia. Agitó su copa de vino de forma perezosa, antes de darle un pequeño sorbo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Kakashi: Y pensar que cuando solo erais unos niños siempre estaban peleandose y miralos ahora... El mejor equipo de Konoha...

    -al maestro del equipo 7 se le cae una lagrima al ver a sus tres alumnos ya adolescentes y cuando eran niños relejados en el agua-
    Kakashi: Y pensar que cuando solo erais unos niños siempre estaban peleandose y miralos ahora... El mejor equipo de Konoha... -al maestro del equipo 7 se le cae una lagrima al ver a sus tres alumnos ya adolescentes y cuando eran niños relejados en el agua-
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