• —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales.

    Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah.

    Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás.

    Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... —

    Feliz cumpleaños, Elijah

    —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos—

    Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes?

    Elijah Mikaelson

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales. Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah. Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás. Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... — Feliz cumpleaños, Elijah —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos— Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes? [Nbl3Stag] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • — Tal vez ella terminó así por no volver a casa, Louis decía que Nueva Orleans tenía un poder mágico y atrayente que te hace querer volver... tal vez sea cierto... tal vez lo mejor para no terminar con arrepentimientos como ella... es volver a casa... tal vez solo debería olvidarlo y hacer como que es un sueño. —
    — Tal vez ella terminó así por no volver a casa, Louis decía que Nueva Orleans tenía un poder mágico y atrayente que te hace querer volver... tal vez sea cierto... tal vez lo mejor para no terminar con arrepentimientos como ella... es volver a casa... tal vez solo debería olvidarlo y hacer como que es un sueño. —
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  • El frío del invierno era perfecto para usarlo como pretexto y no tener que ir al trabajo, el papeleo de las empresas e incluso para no tener que aceptar los otros trabajos, era el momento perfecto para poder leer un poco, incluso para armar los patrones de las nuevas colecciones que ya tenía en mente, la idea de volver a tener una vida normal después de probar el bajo mundo, tal vez no volvería, después de todo el poder siempre es seductor. Pero aquel día lo único que interesaba era poder leer los apuntes y las páginas de las revistas de moda, los humanos tenían cierta forma de ver la alta costura que le hacía perderse en ese mundo de textiles.

    Su despacho en su departamento estaba rebosante de libros e iluminación, sus ojos estaban puestos en un tipo de vestido que muy seguramente podría convertirse en la sensación del invierno, mordió su labio de forma pensativa, necesitaba conseguir telas aterciopeladas y algunos encajes, rebusco entre sus cajones el muestrario de telas, tal vez también necesitaba un poco de satén.

    Por un momento se quedó viendo a la ventana, no era extraño que aveces viera las calles de Nueva Orleans perdiendo se en sus pensamientos, era como si la ciudad le diera las respuestas que buscaba, entonces comenzó a tararear, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, aveces era como si nada hubiera cambiado, desde que era una niña.
    El frío del invierno era perfecto para usarlo como pretexto y no tener que ir al trabajo, el papeleo de las empresas e incluso para no tener que aceptar los otros trabajos, era el momento perfecto para poder leer un poco, incluso para armar los patrones de las nuevas colecciones que ya tenía en mente, la idea de volver a tener una vida normal después de probar el bajo mundo, tal vez no volvería, después de todo el poder siempre es seductor. Pero aquel día lo único que interesaba era poder leer los apuntes y las páginas de las revistas de moda, los humanos tenían cierta forma de ver la alta costura que le hacía perderse en ese mundo de textiles. Su despacho en su departamento estaba rebosante de libros e iluminación, sus ojos estaban puestos en un tipo de vestido que muy seguramente podría convertirse en la sensación del invierno, mordió su labio de forma pensativa, necesitaba conseguir telas aterciopeladas y algunos encajes, rebusco entre sus cajones el muestrario de telas, tal vez también necesitaba un poco de satén. Por un momento se quedó viendo a la ventana, no era extraño que aveces viera las calles de Nueva Orleans perdiendo se en sus pensamientos, era como si la ciudad le diera las respuestas que buscaba, entonces comenzó a tararear, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, aveces era como si nada hubiera cambiado, desde que era una niña.
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  • Hacia un siglo que no había tocado un instrumento, según lo que él mismo pensaba, era porque la música formaba parte del mundo al que pertenecía su padre, entre más se acercaba al mundo artístico más se parecía a él, ¿no esa era la razón por la que se cortó el cabello y lo tiñó de negro?, pero por alguna razón ese violín en la pared justo aquel día le llamaba a tocar algunas notas en el. Un poco frustrado se puso de pie bajando el estuche y sacándolo de dentro.

    Paseo por un segundo sus dedos por las cuerdas, era en parte nostálgico el echo de estará ahí con uno de los primeros instrumentos que aprendió a tocar y el único que podía tener en ese pequeño departamento, lo colocó en posición sobre su hombro y luego tomó el arco para dar, lo que él llamaba, las primeras pinceladas. La melodía era suave pero al mismo tiempo era concisa, disfrutaba esa sensación cuando las cuerdas eran raspadas por el arco, dando ese sonido tan mágico. — Do you still remember the girl with the violin?.— La última pregunta que escucho que alguien le hiciera a su padre, se quedó grabada en su memoria, como él aún recordaba su primer asesinato al parecer Lestad jamás olvidó tampoco a su primera víctima, “Ohh el poder de la sangre”, por su cabeza siempre rondaban los recuerdos de la plantación, de el océano, de Nueva Orleans.
    Hacia un siglo que no había tocado un instrumento, según lo que él mismo pensaba, era porque la música formaba parte del mundo al que pertenecía su padre, entre más se acercaba al mundo artístico más se parecía a él, ¿no esa era la razón por la que se cortó el cabello y lo tiñó de negro?, pero por alguna razón ese violín en la pared justo aquel día le llamaba a tocar algunas notas en el. Un poco frustrado se puso de pie bajando el estuche y sacándolo de dentro. Paseo por un segundo sus dedos por las cuerdas, era en parte nostálgico el echo de estará ahí con uno de los primeros instrumentos que aprendió a tocar y el único que podía tener en ese pequeño departamento, lo colocó en posición sobre su hombro y luego tomó el arco para dar, lo que él llamaba, las primeras pinceladas. La melodía era suave pero al mismo tiempo era concisa, disfrutaba esa sensación cuando las cuerdas eran raspadas por el arco, dando ese sonido tan mágico. — Do you still remember the girl with the violin?.— La última pregunta que escucho que alguien le hiciera a su padre, se quedó grabada en su memoria, como él aún recordaba su primer asesinato al parecer Lestad jamás olvidó tampoco a su primera víctima, “Ohh el poder de la sangre”, por su cabeza siempre rondaban los recuerdos de la plantación, de el océano, de Nueva Orleans.
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  • Las tardes frías de invierno eran tan extrañas en Nueva York, tendían a dejarle un sabor a “hogar”, pero esta vez mas que nostalgia ahí sentada frente a ese lago con las manos apoyadas en las teclas del viejo piano Baldwin que se había traído desde Nueva Orleans, sus dedos estaban en posición, su mente había viajado a otro punto entre los grandes edificios, siempre expectante a que tipo de sonido saldría de sus dedos, por ello cuando toco la primera nota, sonrió, sus melodías siempre estaban plagadas de cosas antiguas, tan antiguas como sus padres, por ello eran melancólicas, dolorosas, como si extrañara las vidas que no tuvo. Pero esta vez, era algo mas suave e incluso animado, era como si le cantara en una tonalidad y color resplandeciente a la brisa invernal que implacable desbordaba un gélido aroma a donde fuera.

    Nunca había estado tan conectada a quien era, tampoco tan orgullosa de serlo, como en esta ocasión, durante sus años de vida llego un punto en el que deseaba que ellos no la hubieran convertido en lo que era, pero por primera vez en casi tres siglos estaba agradecida con ellos por todo. Su melodía era fina suave, tal vez lograría hacer llorar a unos cuantos si estuviera en un teatro o tal vez enamoraría a otros como en el hechizo mas puro que podían hacer en Bayou, ahora algo mas que solo ella misma la impulsaba y eso la volvía mas poderosa de lo que ella misma podía pensar. Sobre todo porque ella veía todo el panorama como si fueran la luna y el sol, polos opuestos pero al mismo tiempo tan igualitarios, tan perfectamente unidos, tal vez esa noche no pararía de tocar lo que de su alma estaba pidiendo a gritos ser expresado.
    — L’amour est la seule chose que nous sommes capables de percevoir et qui transcende les dimensions du temps et de l’espace. —

    [ https://youtu.be/QRjllL-MP0U?si=Wc4gaXJuVcAgkroX ]
    Las tardes frías de invierno eran tan extrañas en Nueva York, tendían a dejarle un sabor a “hogar”, pero esta vez mas que nostalgia ahí sentada frente a ese lago con las manos apoyadas en las teclas del viejo piano Baldwin que se había traído desde Nueva Orleans, sus dedos estaban en posición, su mente había viajado a otro punto entre los grandes edificios, siempre expectante a que tipo de sonido saldría de sus dedos, por ello cuando toco la primera nota, sonrió, sus melodías siempre estaban plagadas de cosas antiguas, tan antiguas como sus padres, por ello eran melancólicas, dolorosas, como si extrañara las vidas que no tuvo. Pero esta vez, era algo mas suave e incluso animado, era como si le cantara en una tonalidad y color resplandeciente a la brisa invernal que implacable desbordaba un gélido aroma a donde fuera. Nunca había estado tan conectada a quien era, tampoco tan orgullosa de serlo, como en esta ocasión, durante sus años de vida llego un punto en el que deseaba que ellos no la hubieran convertido en lo que era, pero por primera vez en casi tres siglos estaba agradecida con ellos por todo. Su melodía era fina suave, tal vez lograría hacer llorar a unos cuantos si estuviera en un teatro o tal vez enamoraría a otros como en el hechizo mas puro que podían hacer en Bayou, ahora algo mas que solo ella misma la impulsaba y eso la volvía mas poderosa de lo que ella misma podía pensar. Sobre todo porque ella veía todo el panorama como si fueran la luna y el sol, polos opuestos pero al mismo tiempo tan igualitarios, tan perfectamente unidos, tal vez esa noche no pararía de tocar lo que de su alma estaba pidiendo a gritos ser expresado. — L’amour est la seule chose que nous sommes capables de percevoir et qui transcende les dimensions du temps et de l’espace. — [ https://youtu.be/QRjllL-MP0U?si=Wc4gaXJuVcAgkroX ]
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  • La sinfonía de los caminos que el día de hoy son recorridos, embriaga pero al mismo tiempo nos deja sordos a cualquier otro destino, por eso continuaba caminando como si el horizonte la llevara más allá de los rayos del sol, más allá de las sombras pletóricas de las grandes ciudades, como si la llevara de vuelta al Barrio Frances donde su vida comenzó, pero también es como si la empujara a cruzar el Atlántico, a no volver a donde guardaba tantos recuerdos tan buenos como tan malos, sus amados padres, su vida “adulta”, pero ahí estaba parada en medio de la nada recién había bebido una cantidad generosa de sangre, pensando tanto en el pasado como el futuro, en Nueva York como en Nueva Orleans, en todo lo que pudo ser y no fue, en todo lo que será y al mismo tiempo no.
    La sinfonía de los caminos que el día de hoy son recorridos, embriaga pero al mismo tiempo nos deja sordos a cualquier otro destino, por eso continuaba caminando como si el horizonte la llevara más allá de los rayos del sol, más allá de las sombras pletóricas de las grandes ciudades, como si la llevara de vuelta al Barrio Frances donde su vida comenzó, pero también es como si la empujara a cruzar el Atlántico, a no volver a donde guardaba tantos recuerdos tan buenos como tan malos, sus amados padres, su vida “adulta”, pero ahí estaba parada en medio de la nada recién había bebido una cantidad generosa de sangre, pensando tanto en el pasado como el futuro, en Nueva York como en Nueva Orleans, en todo lo que pudo ser y no fue, en todo lo que será y al mismo tiempo no.
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  • — ¿Qué no sabes quién soy? ¿Te estás burlando de mí?, supongo que así es, stupide enfant, yo soy Claudia de Lioncourt reina Nueva Orleans y si yo quisiera tu vida acabaría en este momento, pero te metiste en el infierno mismo y vas a pagar el precio. —
    — ¿Qué no sabes quién soy? ¿Te estás burlando de mí?, supongo que así es, stupide enfant, yo soy Claudia de Lioncourt reina Nueva Orleans y si yo quisiera tu vida acabaría en este momento, pero te metiste en el infierno mismo y vas a pagar el precio. —
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  • — ¡Que se pudra en las malditas llamas del infierno!

    — ¡Muerte a la bruja!

    Bullicio y el clamor de la gente deseando que su vida se extinga conforme el fuego avanza consumiendo el cuerpo de la Doncella de Orleans.

    ¿Por qué? ¿Acaso el maligno les ha cegado? Su mirada se dirigió al cielo buscando la respuesta de su Padre o de algún Santo que le había guiado en su hazaña… Nada, parecían haberse olvidado de ella para abandonarla a su suerte. Es como si un millar de flechas atravesaran su afligido y traicionado corazón aquello resultaba incluso más doloroso que el fuego mismo que la corroe.

    — ¡Hahaha! Mírate tan patética.

    Por fin escuchó una voz, sin embargo, no era con el abrigo que ella esperaba mucho menos traía consigo la esperanza que tanto anhela.

    — Te… — La voz pausó por un par de segundos. — Nos abandonaron. ¡Ingratos! Abraza las llamas y permite que tu lado más frágil se marche contigo así yo resurgiré. Terminaré con el Ser que te arrastró a esto.

    Esa voz misteriosa fue ella misma corrompiéndose, descendiendo a la locura. En definitiva si llegase a tener una segunda buscaría cumplir su cometido.
    — ¡Que se pudra en las malditas llamas del infierno! — ¡Muerte a la bruja! Bullicio y el clamor de la gente deseando que su vida se extinga conforme el fuego avanza consumiendo el cuerpo de la Doncella de Orleans. ¿Por qué? ¿Acaso el maligno les ha cegado? Su mirada se dirigió al cielo buscando la respuesta de su Padre o de algún Santo que le había guiado en su hazaña… Nada, parecían haberse olvidado de ella para abandonarla a su suerte. Es como si un millar de flechas atravesaran su afligido y traicionado corazón aquello resultaba incluso más doloroso que el fuego mismo que la corroe. — ¡Hahaha! Mírate tan patética. Por fin escuchó una voz, sin embargo, no era con el abrigo que ella esperaba mucho menos traía consigo la esperanza que tanto anhela. — Te… — La voz pausó por un par de segundos. — Nos abandonaron. ¡Ingratos! Abraza las llamas y permite que tu lado más frágil se marche contigo así yo resurgiré. Terminaré con el Ser que te arrastró a esto. Esa voz misteriosa fue ella misma corrompiéndose, descendiendo a la locura. En definitiva si llegase a tener una segunda buscaría cumplir su cometido.
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  • 𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒄𝒂𝒏 𝑰 𝒅𝒐
    Fandom The Originals / The Vampire Diaries
    Categoría Slice of Life
    La ciudad iba cobrando vida desde aquel balcón en el cual Rebekah se encontraba. Nueva Orleans siempre parecía estar con más color por las noches. La música resonaba por todas partes, y la gente, embriagada de la misma, caminaba alegre, feliz, sin saber de los monstruos que había por el resto del lugar.

    ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Se sentía perdida, vacía. Llevaba más tiempo queriendo ser humana, y no veía progreso en ello. Sí, había una cura y sí, tenía que esperar para tomarla. Pero parecía que siempre era ella la que tenía que quedarse sin las cosas que anhelaba.

    Deseaba una familia. Una familia propia. No es que no quisiera a sus hermanos, pero ella también quería formar algo por su cuenta. Que fuese su propio legado.

    -Una idea estúpida…

    Murmuró en lo bajo, reclinándose todavía más en aquel balcón, como si mirando a los turistas que había pudiese ser más humana. O sentir una mayor conexión con ellos y su naturaleza.
    La ciudad iba cobrando vida desde aquel balcón en el cual Rebekah se encontraba. Nueva Orleans siempre parecía estar con más color por las noches. La música resonaba por todas partes, y la gente, embriagada de la misma, caminaba alegre, feliz, sin saber de los monstruos que había por el resto del lugar. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Se sentía perdida, vacía. Llevaba más tiempo queriendo ser humana, y no veía progreso en ello. Sí, había una cura y sí, tenía que esperar para tomarla. Pero parecía que siempre era ella la que tenía que quedarse sin las cosas que anhelaba. Deseaba una familia. Una familia propia. No es que no quisiera a sus hermanos, pero ella también quería formar algo por su cuenta. Que fuese su propio legado. -Una idea estúpida… Murmuró en lo bajo, reclinándose todavía más en aquel balcón, como si mirando a los turistas que había pudiese ser más humana. O sentir una mayor conexión con ellos y su naturaleza.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
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  • "Bienvenido a Nueva Orleans"
    Fandom The Vampire Diaries / The Originals / OC
    Categoría Fantasía

    ㅤㅤㅤㅤB𝐢e𝐧v𝐞n𝐢d𝐨 𝐚 𝐍u𝐞v𝐚 𝐎r𝐥e𝐚n𝐬
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Abel T Kovacs



    Aun no habían dilucidado siquiera la punta completa del iceberg del misterio por el cual Elijah, Hayley, él y… algunas criaturas sobrenaturales más habían regresado de la tumba. Era un hecho sin precedentes y, no malinterpretéis… Lo cierto era que Niklaus Mikaelson era feliz de haber regresado, de poder volver a respirar, de volver a sentir la luz del sol. Pero al mismo tiempo sabía que su regreso a la vida, que la marca en su brazo (y en la de su hermano y madre de su hija) no eran casualidad, no eran un tatuaje cutre que ninguno recordaba después de una borrachera. No. Allí había algo mucho más importante. Algo que no eran capaces de entender siquiera.

    Klaus podía sentirlo, no sabia el qué. Era como un pesar como un zumbido, como una sombra que se cernía sobre su cabeza de forma inevitable. No lo reconocía, no sabía a qué se enfrentaban y, sin embargo, durante un segundo, por una fracción de este, casi podía darle nombre. Eran apenas siquiera flashes, fogonazos…

    Y, después, una terrible jaqueca.

    -Hay un visitante en el St. James Infirmary -escuchó la voz de Freya, pero lo cierto era que su mirada estaba perdida en el infinito-¿Nik? ¿Estás bien?

    Klaus salió de su ensimismamiento y regresó a la realidad desviando su mirada hacia su hermana mayor.

    -Freya, ¿qué decías?

    -Me ha llamado Jannie, la camarera del St. James… Dice que hay un visitante que nadie reconoce. Un hombre adulto… No sabe quien es, pero… -decía Freya.

    Klaus curvó una rápida sonrisa, divertido con la situación.

    -¿Acaso jugueteas con la posibilidad de que, repentinamente, un extraño aparezca en Nueva Orleans con todas las respuestas al misterio que tenemos entre manos? -preguntó el Hibrido- Harto improbable, ¿no crees?


    Freya se encogió de hombros y se apoyó contra el umbral de la puerta.
    -No lo sé… -negó con la cabeza- No tengo ni idea, Nik… Esto es algo a lo que ninguno nos hemos enfrentado antes… -suspiró y negó con la cabeza antes de acercarse al hibrido original- Ni tu ni yo tenemos las respuestas, pero… Ir a echar un vistazo no te matara, ¿no?

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃. 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙸𝚗𝚏𝚒𝚛𝚖𝚊𝚛𝚢.
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝙱𝚊𝚛𝚛𝚒𝚘 𝙵𝚛𝚊𝚗𝚌𝚎́𝚜.
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊 𝙾𝚛𝚕𝚎𝚊𝚗𝚜.

    Divisó desde la puerta a aquel extraño visitante. En un local donde todo era colorido y todo eran risas y diversión solo un hombre destacaba, sentado a la barra. No es que saltara a simple vista que era distinto o que un pudiera averiguar con solo observarlo qué lo hacía diferente. Simplemente, era una sensación. Si, Nueva Orleans era una ciudad realmente turística, pero solo criaturas sobrenaturales o amigos de estos frecuentaban ese lugar. Como si fuera un secreto y un rumor que corriera a voces al mismo tiempo. Asi que… o ese tipo había dado con aquello por casualidad, o… Había gato encerrado. Fuera como fuera. Valia la pena echar un vistazo.

    Asi que, usando su velocidad vampírica, en un instante el asiento al lado del recién llegado estaba vacío y, un segundo después estaba ocupado por Klaus Mikaelson quien, usando solo dos dedos y una rápida mirada a la camarera, obtuvo un vaso de whisky frente a sí.

    -Bienvenido al Barrio Francés -saludó el Hibrido Original dedicando una tranquila y aparentemente amigable mirada al hombre sentado a su lado.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D

    ⤷ Dinámica de compañero de rol aleatorio
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤB𝐢e𝐧v𝐞n𝐢d𝐨 𝐚 𝐍u𝐞v𝐚 𝐎r𝐥e𝐚n𝐬 ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [orbit_turquoise_ape_723] ㅤ Aun no habían dilucidado siquiera la punta completa del iceberg del misterio por el cual Elijah, Hayley, él y… algunas criaturas sobrenaturales más habían regresado de la tumba. Era un hecho sin precedentes y, no malinterpretéis… Lo cierto era que Niklaus Mikaelson era feliz de haber regresado, de poder volver a respirar, de volver a sentir la luz del sol. Pero al mismo tiempo sabía que su regreso a la vida, que la marca en su brazo (y en la de su hermano y madre de su hija) no eran casualidad, no eran un tatuaje cutre que ninguno recordaba después de una borrachera. No. Allí había algo mucho más importante. Algo que no eran capaces de entender siquiera. Klaus podía sentirlo, no sabia el qué. Era como un pesar como un zumbido, como una sombra que se cernía sobre su cabeza de forma inevitable. No lo reconocía, no sabía a qué se enfrentaban y, sin embargo, durante un segundo, por una fracción de este, casi podía darle nombre. Eran apenas siquiera flashes, fogonazos… Y, después, una terrible jaqueca. -Hay un visitante en el St. James Infirmary -escuchó la voz de Freya, pero lo cierto era que su mirada estaba perdida en el infinito-¿Nik? ¿Estás bien? Klaus salió de su ensimismamiento y regresó a la realidad desviando su mirada hacia su hermana mayor. -Freya, ¿qué decías? -Me ha llamado Jannie, la camarera del St. James… Dice que hay un visitante que nadie reconoce. Un hombre adulto… No sabe quien es, pero… -decía Freya. Klaus curvó una rápida sonrisa, divertido con la situación. -¿Acaso jugueteas con la posibilidad de que, repentinamente, un extraño aparezca en Nueva Orleans con todas las respuestas al misterio que tenemos entre manos? -preguntó el Hibrido- Harto improbable, ¿no crees? Freya se encogió de hombros y se apoyó contra el umbral de la puerta. -No lo sé… -negó con la cabeza- No tengo ni idea, Nik… Esto es algo a lo que ninguno nos hemos enfrentado antes… -suspiró y negó con la cabeza antes de acercarse al hibrido original- Ni tu ni yo tenemos las respuestas, pero… Ir a echar un vistazo no te matara, ¿no? ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃. 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙸𝚗𝚏𝚒𝚛𝚖𝚊𝚛𝚢. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝙱𝚊𝚛𝚛𝚒𝚘 𝙵𝚛𝚊𝚗𝚌𝚎́𝚜. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊 𝙾𝚛𝚕𝚎𝚊𝚗𝚜. Divisó desde la puerta a aquel extraño visitante. En un local donde todo era colorido y todo eran risas y diversión solo un hombre destacaba, sentado a la barra. No es que saltara a simple vista que era distinto o que un pudiera averiguar con solo observarlo qué lo hacía diferente. Simplemente, era una sensación. Si, Nueva Orleans era una ciudad realmente turística, pero solo criaturas sobrenaturales o amigos de estos frecuentaban ese lugar. Como si fuera un secreto y un rumor que corriera a voces al mismo tiempo. Asi que… o ese tipo había dado con aquello por casualidad, o… Había gato encerrado. Fuera como fuera. Valia la pena echar un vistazo. Asi que, usando su velocidad vampírica, en un instante el asiento al lado del recién llegado estaba vacío y, un segundo después estaba ocupado por Klaus Mikaelson quien, usando solo dos dedos y una rápida mirada a la camarera, obtuvo un vaso de whisky frente a sí. -Bienvenido al Barrio Francés -saludó el Hibrido Original dedicando una tranquila y aparentemente amigable mirada al hombre sentado a su lado. #Personajes3D #3D #Comunidad3D ⤷ Dinámica de compañero de rol aleatorio
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    Grupal
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