• El paso del tiempo sin duda alguna había causado un cambio significativo en su forma de relacionarse con los demás, el amor había llegado a hacer florecer partes de ella que no sabía que existían; Liz sonreía más, su mirada se había vuelto dulce, podía darse el lujo de caminar descalza por el bosque inspirando hondo y admirando todo lo que la naturaleza tenía para ofrecer e incluso socializar ya no era un sacrificio.
    Quien la conociera de antes tendría que hacer un gran esfuerzo para encontrar en ella la guerrera hostil y de pocos amigos que renegaba de hacer vínculos afectivos. Se acercaban aires nuevos, no sin incertidumbres pero ya no estaba sola.

    El día había amanecido con un brillante sol otoñal, un pequeño regalo antes de dar inicio al frío invierno que se acercaba a pasos agigantados. El buen clima era una excelente excusa para ir a visitar a Nunchi Dávalos , su instinto le decía que hoy era un día especial y quizás un buen momento para que la maga le enseñe a cocinar como antes habían acordado.

    El hecho de ir sin un compromiso, sólo a visitarla era un gran paso fuera de su zona de confort. Elizabeth algo nerviosa emprendía su viaje, no le gustaba llegar con las manos vacías, esta vez no llevaba una pluma de su colección pero si decidió llenar una cesta con bebestibles, fruta y algunos oniguiris que Kazuo había preparado el día anterior.

    Llegando estiró una manta y esperó que Nunchi apareciera ¿Habría sido buena idea visitarla sin avisar? ¿Seguiría aún vendiendo sus pociones en este bosque?
    El paso del tiempo sin duda alguna había causado un cambio significativo en su forma de relacionarse con los demás, el amor había llegado a hacer florecer partes de ella que no sabía que existían; Liz sonreía más, su mirada se había vuelto dulce, podía darse el lujo de caminar descalza por el bosque inspirando hondo y admirando todo lo que la naturaleza tenía para ofrecer e incluso socializar ya no era un sacrificio. Quien la conociera de antes tendría que hacer un gran esfuerzo para encontrar en ella la guerrera hostil y de pocos amigos que renegaba de hacer vínculos afectivos. Se acercaban aires nuevos, no sin incertidumbres pero ya no estaba sola. El día había amanecido con un brillante sol otoñal, un pequeño regalo antes de dar inicio al frío invierno que se acercaba a pasos agigantados. El buen clima era una excelente excusa para ir a visitar a [vortex_green_lion_252] , su instinto le decía que hoy era un día especial y quizás un buen momento para que la maga le enseñe a cocinar como antes habían acordado. El hecho de ir sin un compromiso, sólo a visitarla era un gran paso fuera de su zona de confort. Elizabeth algo nerviosa emprendía su viaje, no le gustaba llegar con las manos vacías, esta vez no llevaba una pluma de su colección pero si decidió llenar una cesta con bebestibles, fruta y algunos oniguiris que Kazuo había preparado el día anterior. Llegando estiró una manta y esperó que Nunchi apareciera ¿Habría sido buena idea visitarla sin avisar? ¿Seguiría aún vendiendo sus pociones en este bosque?
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    En el sendero que serpentea hacia el corazón del pueblo, una figura mística y serena se encontraba a un costado, en la sombra suave de un grandioso árbol de tronco ancho. Liz como cada tarde disfrutaba recorriendo el bosque admirando su flora y fauna, registrando en su vieja bitácora cada nueva especie que se encontraba.

    Había caminado varios kilómetros hasta que a lo lejos divisa una silueta femenina... espera, ¿Qué? ¿Está flotando? - decía para sí

    Impulsada por la curiosidad Elizabeth se acercó a ella, a su alrededor habían varios frascos y un pergamino con una lista gigante, a esa distancia no lograba divisar bien de qué se trataba.

    Nunchi Dávalos era una maga itinerante que vendía un sinfin de pociones y runas, dentro de todos sus valiosos objetos uno llamó la atención de la pelirroja: la Runa Nyxal ligada directamente a la luna, con sus tres diferentes conexiones le serían de gran utilidad.
    Ella al ser una "Llama de Sangre" había sido concebida bajo la luna sangrienta, parte de sus poderes nacían de ese antiguo rito de su pueblo extinto, una razón más por haber escogido ese poderoso amuleto.
    Elizabeth sabía que pronto se acercaba el solsticio de invierno, donde con Kazuo tendría que atravesar el mundo de los espíritus para presentarse ante Inari, los poderes y la conexión "Umbrae Passus" podrían ayudarla en su condición humana.
    No era algo que le haya contado al Kitsune aún, pero quizás pronto lo haría.

    El precio de la gema para la sorpresa de Liz equivalía a un abrazo por tres días seguidos. Incrédula el primer día abrazó a Nunchi, una completa desconocida, algo que para cualquiera que conociera a la pelirroja sería inconcebible.

    Feliz con su nueva adquisición se marchó prometiendo que al día siguiente volvería para saldar su deuda. Elizabeth era mujer de palabra, cumplía sus promesas, así que sin titubear emprendió nuevamente el viaje hacia el árbol donde había encontrado a la maga la primera vez



    ⋮||⋮ Escena completa aquí → https://ficrol.com/posts/208381
    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ En el sendero que serpentea hacia el corazón del pueblo, una figura mística y serena se encontraba a un costado, en la sombra suave de un grandioso árbol de tronco ancho. Liz como cada tarde disfrutaba recorriendo el bosque admirando su flora y fauna, registrando en su vieja bitácora cada nueva especie que se encontraba. Había caminado varios kilómetros hasta que a lo lejos divisa una silueta femenina... espera, ¿Qué? ¿Está flotando? - decía para sí Impulsada por la curiosidad Elizabeth se acercó a ella, a su alrededor habían varios frascos y un pergamino con una lista gigante, a esa distancia no lograba divisar bien de qué se trataba. [vortex_green_lion_252] era una maga itinerante que vendía un sinfin de pociones y runas, dentro de todos sus valiosos objetos uno llamó la atención de la pelirroja: la Runa Nyxal ligada directamente a la luna, con sus tres diferentes conexiones le serían de gran utilidad. Ella al ser una "Llama de Sangre" había sido concebida bajo la luna sangrienta, parte de sus poderes nacían de ese antiguo rito de su pueblo extinto, una razón más por haber escogido ese poderoso amuleto. Elizabeth sabía que pronto se acercaba el solsticio de invierno, donde con Kazuo tendría que atravesar el mundo de los espíritus para presentarse ante Inari, los poderes y la conexión "Umbrae Passus" podrían ayudarla en su condición humana. No era algo que le haya contado al Kitsune aún, pero quizás pronto lo haría. El precio de la gema para la sorpresa de Liz equivalía a un abrazo por tres días seguidos. Incrédula el primer día abrazó a Nunchi, una completa desconocida, algo que para cualquiera que conociera a la pelirroja sería inconcebible. Feliz con su nueva adquisición se marchó prometiendo que al día siguiente volvería para saldar su deuda. Elizabeth era mujer de palabra, cumplía sus promesas, así que sin titubear emprendió nuevamente el viaje hacia el árbol donde había encontrado a la maga la primera vez ⋮||⋮ Escena completa aquí → https://ficrol.com/posts/208381
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