• *Visitando la biblioteca estaba Shinn caminando entre las estanterías.*

    —Soy un lector compulsivo... No acabo de leer un libro cua do ya estoy leyendo otro nuevo...
    *Visitando la biblioteca estaba Shinn caminando entre las estanterías.* —Soy un lector compulsivo... No acabo de leer un libro cua do ya estoy leyendo otro nuevo...
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  • Sobre una telaraña.
    Por la tarde en una sala llena de vacío.
    Por una autopista,
    Confieso que estaba perdido en las páginas
    de un libro lleno de muerte...

    Audioslave - Like a Stone

    Un orgasmo a mi canal auditivo.

    Ahora que tengo su atención. Léanse este poema también, no todo es chiste en la vida. Atentamente: La persona que se ríe de todo.

    Entre sombras camino, sin rumbo ni voz,
    la niebla me envuelve, todo pierde color.
    Preguntas sin forma me gritan sin fin,
    la noche me abraza, no quiere soltar,
    y yo sigo vivo, sin saber por qué más.
    Sobre una telaraña. Por la tarde en una sala llena de vacío. Por una autopista, Confieso que estaba perdido en las páginas de un libro lleno de muerte... Audioslave - Like a Stone Un orgasmo a mi canal auditivo. Ahora que tengo su atención. Léanse este poema también, no todo es chiste en la vida. Atentamente: La persona que se ríe de todo. Entre sombras camino, sin rumbo ni voz, la niebla me envuelve, todo pierde color. Preguntas sin forma me gritan sin fin, la noche me abraza, no quiere soltar, y yo sigo vivo, sin saber por qué más.
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  • El grimorio en blanco
    Fandom Harry Potter
    Categoría Suspenso
    Ubicación: Archivo subterráneo del Ministerio de Magia, Sección R
    Estado del tiempo: El aire está cargado de humedad arcana. La tinta parece respirar.
    Emilio lleva: Guantes de restauración, bata entintada, mirada alerta.

    Registro R-137, entrada parcial

    Una persona encapuchada dejó el libro sobre la mesa sin dar explicaciones. No firmó. No miró atrás.

    Solo dijo:

    —Al restaurarlo, ten cuidado con lo que recuerde.

    Desde entonces, Emilio Arcadia lo ha inspeccionado bajo cuatro tipos de luz y dos conjuros de memoria inactiva. Nada.
    Las páginas están en blanco. Pero no vacías. Hay algo dentro. Se percibe.
    El libro no se abre con llaves.
    Parece que espera algo.
    ¿Una herida? ¿Un recuerdo? ¿Una voz?

    Esta mañana, al tocarlo sin guantes, Emilio sintió frío.
    Pero no era su cuerpo el que se enfriaba.
    Era otro.
    Otra vida. Otra escena.
    Una confesión nunca dicha.

    Ahora permanece en la mesa de restauración, con un leve temblor bajo la cubierta que hace vibrar todo el mueble.

    **_Emilio levanta la vista del libro y te observa, con expresión neutra pero ojos que llevan una pregunta y un secreto.

    —¿Lo conoces?
    Porque creo… que el libro te ha reconocido a ti.**
    Ubicación: Archivo subterráneo del Ministerio de Magia, Sección R Estado del tiempo: El aire está cargado de humedad arcana. La tinta parece respirar. Emilio lleva: Guantes de restauración, bata entintada, mirada alerta. Registro R-137, entrada parcial Una persona encapuchada dejó el libro sobre la mesa sin dar explicaciones. No firmó. No miró atrás. Solo dijo: —Al restaurarlo, ten cuidado con lo que recuerde. Desde entonces, Emilio Arcadia lo ha inspeccionado bajo cuatro tipos de luz y dos conjuros de memoria inactiva. Nada. Las páginas están en blanco. Pero no vacías. Hay algo dentro. Se percibe. El libro no se abre con llaves. Parece que espera algo. ¿Una herida? ¿Un recuerdo? ¿Una voz? Esta mañana, al tocarlo sin guantes, Emilio sintió frío. Pero no era su cuerpo el que se enfriaba. Era otro. Otra vida. Otra escena. Una confesión nunca dicha. Ahora permanece en la mesa de restauración, con un leve temblor bajo la cubierta que hace vibrar todo el mueble. **_Emilio levanta la vista del libro y te observa, con expresión neutra pero ojos que llevan una pregunta y un secreto. —¿Lo conoces? Porque creo… que el libro te ha reconocido a ti.**
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • El cartel del viejo teatro se reflejaba en el charco como un recuerdo al revés. Las letras bailaban al ritmo del paso lento de Joon, que no hacía esfuerzo alguno por esquivarlas. La suela de sus botas se hundía en el agua como si el concreto todavía intentara aferrarlo a ese lugar que ya no iba a ser suyo.

    Llevaba el abrigo cerrado hasta el cuello. No por el frío, sino por costumbre. La carta oficial estaba doblada en el bolsillo interior, junto con una nota escrita a mano de alguien que alguna vez le prometió que el destino no importaba si se caminaba juntos.

    Otra ciudad. Otra estación. Otros nombres que no sabrán cómo toma el té ni por qué duerme con los pies colgando del colchón.

    Joon pensaba en su apartamento. En los marcos sin fotos. En el olor de los libros viejos, del café a medio terminar. En las noches que no podía dormir por pensar demasiado, y en las que no dormía porque prefería escuchar cómo ronroneaba Mandarino sobre sus papeles. Mandarino. El único que se iba con él.

    Aunque…
    Él ya tenía claro que su gato no iba a quedarse callado todo el viaje. Sabía bien cuándo alguien necesitaba cambiar de aire, y Joon… tal vez… no era el único que debía hacerlo.

    Las luces de la ciudad se reflejaban en el suelo mojado como si intentaran atraparlo por última vez. Pero ya era tarde. Las despedidas no dolían tanto como el saber que había llegado a querer ese lugar, aunque nunca lo admitiera.

    Y ahora solo quedaba caminar. Una calle más. Un recuerdo menos. Y la esperanza silenciosa de que quizás, solo quizás… alguien abriría la puerta en la próxima estación y lo llamaría por su nombre como si ya supiera quién era.



    #nightfallrevenge - Una nueva misión o un simple adiós




    // Por ahora, Joon se va a otra ciudad.

    Sigo con los roles pendientes, no se preocupen. Solo que los intentos de encontrar un partner no han resultado como esperaba, o quizá aún no llega la persona indicada para conectar con él.... No me iré del todo, pero las ganas bajaron un poco de seguir manteniendo la cuenta con vida.

    Gracias por querer a mi niño hasta aquí. Cuando vuelva la inspiración, él también estará de vuelta.
    El cartel del viejo teatro se reflejaba en el charco como un recuerdo al revés. Las letras bailaban al ritmo del paso lento de Joon, que no hacía esfuerzo alguno por esquivarlas. La suela de sus botas se hundía en el agua como si el concreto todavía intentara aferrarlo a ese lugar que ya no iba a ser suyo. Llevaba el abrigo cerrado hasta el cuello. No por el frío, sino por costumbre. La carta oficial estaba doblada en el bolsillo interior, junto con una nota escrita a mano de alguien que alguna vez le prometió que el destino no importaba si se caminaba juntos. Otra ciudad. Otra estación. Otros nombres que no sabrán cómo toma el té ni por qué duerme con los pies colgando del colchón. Joon pensaba en su apartamento. En los marcos sin fotos. En el olor de los libros viejos, del café a medio terminar. En las noches que no podía dormir por pensar demasiado, y en las que no dormía porque prefería escuchar cómo ronroneaba Mandarino sobre sus papeles. Mandarino. El único que se iba con él. Aunque… Él ya tenía claro que su gato no iba a quedarse callado todo el viaje. Sabía bien cuándo alguien necesitaba cambiar de aire, y Joon… tal vez… no era el único que debía hacerlo. Las luces de la ciudad se reflejaban en el suelo mojado como si intentaran atraparlo por última vez. Pero ya era tarde. Las despedidas no dolían tanto como el saber que había llegado a querer ese lugar, aunque nunca lo admitiera. Y ahora solo quedaba caminar. Una calle más. Un recuerdo menos. Y la esperanza silenciosa de que quizás, solo quizás… alguien abriría la puerta en la próxima estación y lo llamaría por su nombre como si ya supiera quién era. #nightfallrevenge - Una nueva misión o un simple adiós // Por ahora, Joon se va a otra ciudad. Sigo con los roles pendientes, no se preocupen. Solo que los intentos de encontrar un partner no han resultado como esperaba, o quizá aún no llega la persona indicada para conectar con él.... No me iré del todo, pero las ganas bajaron un poco de seguir manteniendo la cuenta con vida. Gracias por querer a mi niño hasta aquí. Cuando vuelva la inspiración, él también estará de vuelta. 🥀✨
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  • —¿Lleva despierta desde el alba inmersa en libros sobre nigromancia solo para averiguar algo sobre el misterio que asola a su familia? Efectivamente. —
    —¿Lleva despierta desde el alba inmersa en libros sobre nigromancia solo para averiguar algo sobre el misterio que asola a su familia? Efectivamente. —
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  • #DespertarEnLaCasa

    El murmullo no despertase, mas si apareciese en la casa, una habitación perfecta para él...

    Una habitación que no respira...
    Pero cada muro palpita.

    Piedra húmeda… no por agua.
    Grietas como venas.
    No hay luz,
    sólo el reflejo sordo de lo que alguna vez fue claro.
    Una claridad que no alumbra,
    pero tampoco deja escapar la sombra.

    El centro… sí…
    una mesa…
    no para comer… ni para descansar…
    Sino para sangrar en silencio.

    Sobre ella, hojas.
    Algunas aún empapadas de duda.
    Otras a medio escribir...
    Se escriben solas,
    o quizás…
    Es El murmullo el que las escribe.
    No hay manos.
    No hay tinta.
    Sea pues la sangre del murmullo la que plasme las palabras

    Una pluma… olvidada…
    quebrada...
    Pero aún ahí…
    esperando.

    Y los libros…
    oh… los libros…
    sus lomos duelen de tanto contener secretos.
    No tienen títulos.
    Porque lo que nombramos… escapa.
    Y lo que olvidamos… queda.

    Si abres uno,
    hallaras no la historia de otro,
    sino la propia.
    pues es obvio quien está escribiendo...
    Tú.

    Un constructo de la mente del escriba.
    Una ilusión hecha para el oyente.
    Una habitación hecha para El Murmullo.

    Y en la mente, escuchase los susurros...
    —...shhh...
    ...no digas nada… escribe.—

    Una nueva historia.
    La emoción de escribir me carcome.
    #DespertarEnLaCasa El murmullo no despertase, mas si apareciese en la casa, una habitación perfecta para él... Una habitación que no respira... Pero cada muro palpita. Piedra húmeda… no por agua. Grietas como venas. No hay luz, sólo el reflejo sordo de lo que alguna vez fue claro. Una claridad que no alumbra, pero tampoco deja escapar la sombra. El centro… sí… una mesa… no para comer… ni para descansar… Sino para sangrar en silencio. Sobre ella, hojas. Algunas aún empapadas de duda. Otras a medio escribir... Se escriben solas, o quizás… Es El murmullo el que las escribe. No hay manos. No hay tinta. Sea pues la sangre del murmullo la que plasme las palabras Una pluma… olvidada… quebrada... Pero aún ahí… esperando. Y los libros… oh… los libros… sus lomos duelen de tanto contener secretos. No tienen títulos. Porque lo que nombramos… escapa. Y lo que olvidamos… queda. Si abres uno, hallaras no la historia de otro, sino la propia. pues es obvio quien está escribiendo... Tú. Un constructo de la mente del escriba. Una ilusión hecha para el oyente. Una habitación hecha para El Murmullo. Y en la mente, escuchase los susurros... —...shhh... ...no digas nada… escribe.— Una nueva historia. La emoción de escribir me carcome.
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  • la luz de la luna se filtraba por la ventana, el humo que la bruja exhalaba tomo un libro y lo abrio pasando las paginas para que la bruja encontrara la receta que necesitaba -dos gotas de anhelos de amor, tres ojas de de santa viralia, un suspiro de perdon- el humo funcionaba como manos extra, tomo la botella de anhelos y con exactitud dejo caer dos gotas, luego corto las ojas de una rama de santa virilia y las agrego al caldero, finalmente abrio la ventana y formo un circulo que giraba creando un pequeño vortice que trajo el suspiro de perdon -por ultimo dos ojos de elfo ciego y la lengua de un poeta duende- los frascos se abrieron y lanzaron los ingredientes al caldero, con una pequeña explocion de vapor el agua paso de ser un caldo asqueroso y apenas con color a un bello brebaje rojo como los petalos de una rosa en primavera, inhalando un poco de su kiseru y expulsando el humo el liquido se enfrasco en botellas las cuales volaron a las estanterias -las pociones guia estan listas-
    la luz de la luna se filtraba por la ventana, el humo que la bruja exhalaba tomo un libro y lo abrio pasando las paginas para que la bruja encontrara la receta que necesitaba -dos gotas de anhelos de amor, tres ojas de de santa viralia, un suspiro de perdon- el humo funcionaba como manos extra, tomo la botella de anhelos y con exactitud dejo caer dos gotas, luego corto las ojas de una rama de santa virilia y las agrego al caldero, finalmente abrio la ventana y formo un circulo que giraba creando un pequeño vortice que trajo el suspiro de perdon -por ultimo dos ojos de elfo ciego y la lengua de un poeta duende- los frascos se abrieron y lanzaron los ingredientes al caldero, con una pequeña explocion de vapor el agua paso de ser un caldo asqueroso y apenas con color a un bello brebaje rojo como los petalos de una rosa en primavera, inhalando un poco de su kiseru y expulsando el humo el liquido se enfrasco en botellas las cuales volaron a las estanterias -las pociones guia estan listas-
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  • Lavanda Marchita en el Umbral
    Fandom Marvel
    Categoría Original
    La habitación huele a libros viejos y lavanda podrida.

    La ventana está entreabierta. El viento otoñal levanta las páginas de un grimorio abierto en el suelo, como si también él quisiera huir del peso de ese momento. Veridian está sentada en el rincón más oscuro del cuarto, con las piernas recogidas y las manos temblando sobre la tela de su vestido.

    Tiene el rostro húmedo, pero no por la lluvia.

    Llorar no estaba en su lista de hechizos del día. Pero pasó.
    Como un conjuro sin control.
    Como una runa grabada con rabia y ternura al mismo tiempo.

    > — No fue su culpa.
    Pero tampoco fue mía. — susurra, aunque nadie la escuche.



    Sus dedos trazan el contorno de una flor seca entre las páginas de su libro favorito. Era de alguien más. Alguien que alguna vez la miró como si fuera luz. Pero nunca se acercó lo suficiente para quemarse.

    > “Fui demasiado mágica para quedarme…
    y demasiado humana para que me eligieran.”



    Se ríe, entre dientes, mientras se limpia las lágrimas con las palmas de sus manos. No hay histeria. No hay gritos. Solo ese dolor elegante y venenoso que conocen las brujas que se enamoran sin promesa de retorno.

    La habitación parpadea. Una vela se apaga sola.

    Y Veridian se queda quieta.
    No quiere que nadie la vea así.
    Pero tampoco quiere estar sola.

    Solo quiere que alguien —quien sea, por favor, que sea él—
    le diga que ella no imaginó todo lo que sintió.
    La habitación huele a libros viejos y lavanda podrida. La ventana está entreabierta. El viento otoñal levanta las páginas de un grimorio abierto en el suelo, como si también él quisiera huir del peso de ese momento. Veridian está sentada en el rincón más oscuro del cuarto, con las piernas recogidas y las manos temblando sobre la tela de su vestido. Tiene el rostro húmedo, pero no por la lluvia. Llorar no estaba en su lista de hechizos del día. Pero pasó. Como un conjuro sin control. Como una runa grabada con rabia y ternura al mismo tiempo. > — No fue su culpa. Pero tampoco fue mía. — susurra, aunque nadie la escuche. Sus dedos trazan el contorno de una flor seca entre las páginas de su libro favorito. Era de alguien más. Alguien que alguna vez la miró como si fuera luz. Pero nunca se acercó lo suficiente para quemarse. > “Fui demasiado mágica para quedarme… y demasiado humana para que me eligieran.” Se ríe, entre dientes, mientras se limpia las lágrimas con las palmas de sus manos. No hay histeria. No hay gritos. Solo ese dolor elegante y venenoso que conocen las brujas que se enamoran sin promesa de retorno. La habitación parpadea. Una vela se apaga sola. Y Veridian se queda quieta. No quiere que nadie la vea así. Pero tampoco quiere estar sola. Solo quiere que alguien —quien sea, por favor, que sea él— le diga que ella no imaginó todo lo que sintió.
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    Individual
    Líneas
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  • Se quedó leyendo libros sobre paternidad y maternidad mientras arrullaba a su pequeño bebé para que durmiera a gusto, tarareando suavemente.

    —Aunque... Con un bebé híbrido de demonio y ángel...

    Suspirando, miraba a su pequeño, acariciando su mejilla.

    —Bueno, Ángel caído y exterminador...
    Se quedó leyendo libros sobre paternidad y maternidad mientras arrullaba a su pequeño bebé para que durmiera a gusto, tarareando suavemente. —Aunque... Con un bebé híbrido de demonio y ángel... Suspirando, miraba a su pequeño, acariciando su mejilla. —Bueno, Ángel caído y exterminador...
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  • ⸻ Dice di essere morto, ma piange ascoltando certe canzoni e si commuove leggendo un libro. Non è morto, solo infinitamente distrutto. ⸻
    ⸻ Dice di essere morto, ma piange ascoltando certe canzoni e si commuove leggendo un libro. Non è morto, solo infinitamente distrutto. ⸻
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