• Aquella zona de la ciudad era conocida por sus distintos bares y puestos de comida, muchos iban a disfrutar la velada ahí mismo. Además, en conjunto la música sonaba de fondo, casi como un eco distante pero que a la vez se podía distinguir con claridad.

    Las luces neón adornaban también, cambiando de colores con una suavidad apenas perceptible, dando más sombra alrededor.

    Ryder caminó con lentitud entre las personas. Grupos bebiendo, charlando y riendo, algunos en duplas, otros en solitario. Los analizaba a través del visor del casco.

    En su mano izquierda llevaba un paquete. Se encontraba buscando a quien había hecho el pedido que, según vio, estaba en el área.


    //Puede responder quien guste por aquí o MD.
    Aquella zona de la ciudad era conocida por sus distintos bares y puestos de comida, muchos iban a disfrutar la velada ahí mismo. Además, en conjunto la música sonaba de fondo, casi como un eco distante pero que a la vez se podía distinguir con claridad. Las luces neón adornaban también, cambiando de colores con una suavidad apenas perceptible, dando más sombra alrededor. Ryder caminó con lentitud entre las personas. Grupos bebiendo, charlando y riendo, algunos en duplas, otros en solitario. Los analizaba a través del visor del casco. En su mano izquierda llevaba un paquete. Se encontraba buscando a quien había hecho el pedido que, según vio, estaba en el área. //Puede responder quien guste por aquí o MD.
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  • ♛┈⛧┈┈•༶
    𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑦𝑜𝑡𝑒𝑠: 𝑁𝑎𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 ℎ𝑎𝑚𝑏𝑟𝑒, 𝑐𝑟𝑖𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑦 𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑎𝑚𝑏𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛.
    ༶•┈┈⛧┈♛

    Bandidos. Así les decían entre las grandes ciudades, que solo eran canallas y pobres diablos muertos de hambre. Pero las personas, esas que sufrieron sus ataques y que apenas sobrevivían, los llamaban monstruos, heraldos de la desgracia.

    A simple vista no eran muy distintos a otros grupos de bandidos; llegaban, saqueaban, mataban a alguien y luego huían. Lo que los hizo diferentes fue la malicia con la que actuaban; torturar y matar, solamente para conseguir dinero y gastarlo en apuestas, y para satisfacer una desagradable morbosidad.

    Comerciantes asaltados a mitad de camino, trenes abordados e inocentes secuestrados. Rehenes, víctimas de sus burlas violentas. Pero toda esa malicia debía de tener un porqué, una razón debía haber para justificar un actuar tan desagradable. Sin embargo la verdad era cruda. Tal vez honor, tal vez orgullo, un deseo inmenso de respeto o el anhelo de reconocimiento.

    -No tiene caso atribuirles valores a los coyotes... Al final del día siguen siendo unos animales; nacen con hambre, crecen para satisfacerse y morirán con tal de nunca sentir hambre de nuevo.

    El sheriff Mccarthy, viejo pero astuto, cuelga el último de los carteles de búsqueda en su pared. Siete hombres, distintos en apariencia pero igual de aberrantes, cuya recompensa era lo suficientemente gorda para llamar la atención de los cazarrecompensas y adecuada para unos "bandalos cualquiera". Pero no eran bandalos cualquiera, no eran niños armados y mucho menos ebrios violentos. Se hacían llamar la banda de los coyotes carmesí.

    Los odia. Mientras ellos vivan, incluso si solo quedan uno o dos, él vivirá en una eterna cacería de coyotes.
    ♛┈⛧┈┈•༶ 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑦𝑜𝑡𝑒𝑠: 𝑁𝑎𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 ℎ𝑎𝑚𝑏𝑟𝑒, 𝑐𝑟𝑖𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑦 𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑎𝑚𝑏𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛. ༶•┈┈⛧┈♛ Bandidos. Así les decían entre las grandes ciudades, que solo eran canallas y pobres diablos muertos de hambre. Pero las personas, esas que sufrieron sus ataques y que apenas sobrevivían, los llamaban monstruos, heraldos de la desgracia. A simple vista no eran muy distintos a otros grupos de bandidos; llegaban, saqueaban, mataban a alguien y luego huían. Lo que los hizo diferentes fue la malicia con la que actuaban; torturar y matar, solamente para conseguir dinero y gastarlo en apuestas, y para satisfacer una desagradable morbosidad. Comerciantes asaltados a mitad de camino, trenes abordados e inocentes secuestrados. Rehenes, víctimas de sus burlas violentas. Pero toda esa malicia debía de tener un porqué, una razón debía haber para justificar un actuar tan desagradable. Sin embargo la verdad era cruda. Tal vez honor, tal vez orgullo, un deseo inmenso de respeto o el anhelo de reconocimiento. -No tiene caso atribuirles valores a los coyotes... Al final del día siguen siendo unos animales; nacen con hambre, crecen para satisfacerse y morirán con tal de nunca sentir hambre de nuevo. El sheriff Mccarthy, viejo pero astuto, cuelga el último de los carteles de búsqueda en su pared. Siete hombres, distintos en apariencia pero igual de aberrantes, cuya recompensa era lo suficientemente gorda para llamar la atención de los cazarrecompensas y adecuada para unos "bandalos cualquiera". Pero no eran bandalos cualquiera, no eran niños armados y mucho menos ebrios violentos. Se hacían llamar la banda de los coyotes carmesí. Los odia. Mientras ellos vivan, incluso si solo quedan uno o dos, él vivirá en una eterna cacería de coyotes.
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  • « Un anhelo. Una esperanza. Un deseo. »

    La vida es así. Efímera y también vacía, llena de promesas y anhelos que nunca se realizarán, esperanzas que morirán con el alba y sueños que se marchitarán antes de que la primavera decida llegar.

    Las bengalas de la noche iluminan las calles, los niños corren atraídos por los colores y las luces que destacan entre los grupos de amigos o familia. Es otro año de fiesta, otro año donde la familia se vuelve a reunir para celebrar. Pero Nikolay, siempre, siente que algo le falta. Es Sasha. En silencio solo observa a sus hermanas, las gemelas, divirtiéndote con lo rápido que sus bengalas se consumen convirtiéndolo en una divertida competencias. Incluso Aleksandr, el mayor, está sonriendo. ¿Cómo es que el mundo avanza para unos y para otros se detiene? Una pregunta hilarante, que solo logra desaparecer de su mente en el momento que Irina le advierte que está a punto de quemarse los dedos.

    Nikolay solo ríe, dejando caer el rezago de madera al suelo, luego lo aplasta y los hermanos se ríen, todos juntos, por lo distraído que es. De a poco, la risas se hacen más fuertes, el recuerdo de su infancia revive en su mente mientras los cinco veían los fuegos artificiales de fin de año. Entonces, la pregunta inminente llega a su mente: ¿Algún día superará la pérdida? La respuesta, también, llegó inmediata: No, nunca. Y a pesar de que lo pide fervientemente mientras la luz de la bengala se extingue, Nikolay no cree en los deseos.
    « Un anhelo. Una esperanza. Un deseo. » La vida es así. Efímera y también vacía, llena de promesas y anhelos que nunca se realizarán, esperanzas que morirán con el alba y sueños que se marchitarán antes de que la primavera decida llegar. Las bengalas de la noche iluminan las calles, los niños corren atraídos por los colores y las luces que destacan entre los grupos de amigos o familia. Es otro año de fiesta, otro año donde la familia se vuelve a reunir para celebrar. Pero Nikolay, siempre, siente que algo le falta. Es Sasha. En silencio solo observa a sus hermanas, las gemelas, divirtiéndote con lo rápido que sus bengalas se consumen convirtiéndolo en una divertida competencias. Incluso Aleksandr, el mayor, está sonriendo. ¿Cómo es que el mundo avanza para unos y para otros se detiene? Una pregunta hilarante, que solo logra desaparecer de su mente en el momento que Irina le advierte que está a punto de quemarse los dedos. Nikolay solo ríe, dejando caer el rezago de madera al suelo, luego lo aplasta y los hermanos se ríen, todos juntos, por lo distraído que es. De a poco, la risas se hacen más fuertes, el recuerdo de su infancia revive en su mente mientras los cinco veían los fuegos artificiales de fin de año. Entonces, la pregunta inminente llega a su mente: ¿Algún día superará la pérdida? La respuesta, también, llegó inmediata: No, nunca. Y a pesar de que lo pide fervientemente mientras la luz de la bengala se extingue, Nikolay no cree en los deseos.
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  • //Podéis responder aquí o por mp, sin problema.

    "𝐈'𝐥𝐥 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐞... 𝐀𝐧𝐝, 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚𝐲, 𝐈 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐫𝐢𝐩 𝐮𝐩 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐭𝐡𝐫𝐨𝐚𝐭 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐦𝐲 𝐟𝐚𝐧𝐠𝐬."

    Su última huida, a pesar de que ambos lograron eludir a sus captores durante mucho tiempo, no resultó tan fructífera como se esperaría. Finalmente dieron con ellos de nuevo, les castigaron de incontables formas y volvieron a la vida de mierda que parecía ser su destino, uno que se repetiría una y otra vez, o al menos eso empezaba a creer.
    El largo viaje, a las nuevas tierras que serían anfitrionas de las luchas clandestinas de bestias, finalizó con una jornada de innombrables humillaciones a las criaturas por parte de su amo, Ivo Dupont, el cual se volvió aún más desalmado, obsesivo, depravado y sádico desde el último intento de escape de los chicos.

    Aquella misma noche les tocaba pelear a ambos wendigos y la batalla no resultaría para nada sencilla. Ardua y pesada esta les dejó graves heridas que dada su pobre alimentación no sanarían rápidamente. Lo que era peor, ambos eran conscientes de lo que les esperaba como "celebración" dada la euforia de su amo ante una batalla ganada y solo imaginarlo a Kahalan se le ponía la piel de gallina y se le revolvía el estómago. Debían huir, bajo cualquier costo. Sabían que serían atrapados pues los rastrearían mediante los dispositivos de localización en sus nucas, pero aún así debían intentarlo, como tantas otras veces lo hicieron en diversas ciudades del mundo.
    En medio de la anarquía y locura que ocasionó su huida, provocado varias muertes, heridos y peleas a su paso, acabaron tomado caminos separados sin poder evitarlo, siendo cada uno de ellos (así como otras criaturas que aprovecharon la oportunidad) perseguidos por diversos grupos mafiosos que allí se encontraban, principalmente por los hombres del ya mencionado y poderoso, Ivo.

    Los pasos de la apresurada fuga de Kahalan lo llevaron a la ciudad, repleta de oscuras calles que no conocía y otras a penas iluminadas por algunas farolas. No podía distraerse, un solo movimiento en falso y sería atrapado y por ende, castigado. Sin embargo las heridas abiertas no cesaban de sangrar y los huesos rotos no parecían soldar velozmente, todo a causa del poco alimento que su amo les ofrecía para poder mantenerlos a raya. Dejó que sus pasos le llevasen hasta un pequeño callejón sin un ápice de luz, cayendo con la espalda apoyada a un viejo y sucio contenedor de basura que albergaba los asquerosos restos de los antros y clubes de alrededor, que aún se mantenían abiertos al público y con música estridente que resonaba por todas partes.
    Aún mantenía su forma de wendigo, suerte para él que pareció que ningún humano le vio, por lo que debía cambiar. Dio paso a la transformación, dolorosa sin duda, pues sus huesos debían romperse y sus músculos y piel desgarrarse para dar paso a una apariencia más humana.
    Gritaba de dolor a pesar de que intentaba contenerse con las pocas fuerzas que le restaban. Retorciéndose en el suelo.

    -¡Aaaah! ¡Joder!.... ¡Ggh!

    Algo bueno es que al hacer eso, sus huesos se volvían a soldar por si solos, aunque las heridas abiertas no cerraban bien.
    Su cuerpo, delgado pero atlético estaba cubierto de incontables cicatrices antiguas y recientes. A demás, la poca ropa que llevaba, a parte de sucia, estaba completamente desgarrada.

    Sabía que los estarían siguiendo a ambos y que no tendría demasiado tiempo para reposar y esperar a que sus heridas sanen, no tardarían en dar con él. Debía encontrar un humano del que alimentarse cuanto antes, para recobrar algo de fuerza rápido y poder seguir huyendo. Intentó ponerse en pie, sujetándose a las mugrientas paredes del callejón, casi arrastrándose hacia la salida de este y, sin pensarlo dos veces mientras su visión se volvía borrosa y la respiración pesada por el dolor y el hambre, se aferró con fuerza a las ropas de la primera persona que pasó por delante de él.
    //Podéis responder aquí o por mp, sin problema. "𝐈'𝐥𝐥 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐞... 𝐀𝐧𝐝, 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚𝐲, 𝐈 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐫𝐢𝐩 𝐮𝐩 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐭𝐡𝐫𝐨𝐚𝐭 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐦𝐲 𝐟𝐚𝐧𝐠𝐬." Su última huida, a pesar de que ambos lograron eludir a sus captores durante mucho tiempo, no resultó tan fructífera como se esperaría. Finalmente dieron con ellos de nuevo, les castigaron de incontables formas y volvieron a la vida de mierda que parecía ser su destino, uno que se repetiría una y otra vez, o al menos eso empezaba a creer. El largo viaje, a las nuevas tierras que serían anfitrionas de las luchas clandestinas de bestias, finalizó con una jornada de innombrables humillaciones a las criaturas por parte de su amo, Ivo Dupont, el cual se volvió aún más desalmado, obsesivo, depravado y sádico desde el último intento de escape de los chicos. Aquella misma noche les tocaba pelear a ambos wendigos y la batalla no resultaría para nada sencilla. Ardua y pesada esta les dejó graves heridas que dada su pobre alimentación no sanarían rápidamente. Lo que era peor, ambos eran conscientes de lo que les esperaba como "celebración" dada la euforia de su amo ante una batalla ganada y solo imaginarlo a Kahalan se le ponía la piel de gallina y se le revolvía el estómago. Debían huir, bajo cualquier costo. Sabían que serían atrapados pues los rastrearían mediante los dispositivos de localización en sus nucas, pero aún así debían intentarlo, como tantas otras veces lo hicieron en diversas ciudades del mundo. En medio de la anarquía y locura que ocasionó su huida, provocado varias muertes, heridos y peleas a su paso, acabaron tomado caminos separados sin poder evitarlo, siendo cada uno de ellos (así como otras criaturas que aprovecharon la oportunidad) perseguidos por diversos grupos mafiosos que allí se encontraban, principalmente por los hombres del ya mencionado y poderoso, Ivo. Los pasos de la apresurada fuga de Kahalan lo llevaron a la ciudad, repleta de oscuras calles que no conocía y otras a penas iluminadas por algunas farolas. No podía distraerse, un solo movimiento en falso y sería atrapado y por ende, castigado. Sin embargo las heridas abiertas no cesaban de sangrar y los huesos rotos no parecían soldar velozmente, todo a causa del poco alimento que su amo les ofrecía para poder mantenerlos a raya. Dejó que sus pasos le llevasen hasta un pequeño callejón sin un ápice de luz, cayendo con la espalda apoyada a un viejo y sucio contenedor de basura que albergaba los asquerosos restos de los antros y clubes de alrededor, que aún se mantenían abiertos al público y con música estridente que resonaba por todas partes. Aún mantenía su forma de wendigo, suerte para él que pareció que ningún humano le vio, por lo que debía cambiar. Dio paso a la transformación, dolorosa sin duda, pues sus huesos debían romperse y sus músculos y piel desgarrarse para dar paso a una apariencia más humana. Gritaba de dolor a pesar de que intentaba contenerse con las pocas fuerzas que le restaban. Retorciéndose en el suelo. -¡Aaaah! ¡Joder!.... ¡Ggh! Algo bueno es que al hacer eso, sus huesos se volvían a soldar por si solos, aunque las heridas abiertas no cerraban bien. Su cuerpo, delgado pero atlético estaba cubierto de incontables cicatrices antiguas y recientes. A demás, la poca ropa que llevaba, a parte de sucia, estaba completamente desgarrada. Sabía que los estarían siguiendo a ambos y que no tendría demasiado tiempo para reposar y esperar a que sus heridas sanen, no tardarían en dar con él. Debía encontrar un humano del que alimentarse cuanto antes, para recobrar algo de fuerza rápido y poder seguir huyendo. Intentó ponerse en pie, sujetándose a las mugrientas paredes del callejón, casi arrastrándose hacia la salida de este y, sin pensarlo dos veces mientras su visión se volvía borrosa y la respiración pesada por el dolor y el hambre, se aferró con fuerza a las ropas de la primera persona que pasó por delante de él.
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  • Iniciaba su rutina matutina de la misma forma todos los días: Despertaba a las 05:00 a.m., hacía ejercicio en el gimnasio de su casa, se daba una ducha y, en los días en que Evan, su novio se quedaba con él, se permitía tener una sesión de sexo antes del desayuno, cuando estaba solo, después de la ducha, se arreglaba, tomaba el desayuno y partía hacia su "oficina". El día de hoy, no era la excepción. Esperaba la salida de un importante cargamento de estupefacientes, sería el movimiento más importante de su clan y con el que coronarían su poder sobre los demás grupos. Estaba tranquilo porque todo iba marchando bien, sólo era cuestión de esperar el informe.
    Iniciaba su rutina matutina de la misma forma todos los días: Despertaba a las 05:00 a.m., hacía ejercicio en el gimnasio de su casa, se daba una ducha y, en los días en que Evan, su novio se quedaba con él, se permitía tener una sesión de sexo antes del desayuno, cuando estaba solo, después de la ducha, se arreglaba, tomaba el desayuno y partía hacia su "oficina". El día de hoy, no era la excepción. Esperaba la salida de un importante cargamento de estupefacientes, sería el movimiento más importante de su clan y con el que coronarían su poder sobre los demás grupos. Estaba tranquilo porque todo iba marchando bien, sólo era cuestión de esperar el informe.
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  • Ese día era una fecha especial, alguna festividad. Él simplemente estaba sentado en un lugar algo solitario pasando el tiempo sin más, no tenía nada que hacer, era uno de esos días donde no había trabajos, nada pendiente, donde solo hacía lo que quería.

    Ya era de noche, pero no muy lejos había gente celebrando en familia y grupos de amigos, viendo las luces, los fuegos artificiales, ese tipo de cosas. En eso una niña se acercó haciendo contraste con el propio ambiente sombrío que le rodeaba, la pequeña le quería enseñar algo, pero él no la miraba, no la escuchaba, era como si no existiera, probablemente solo la ignoraba.

    Al final, la niña se fue y por su parte se quedaría ahí sentado un poco más, después de eso y a la distancia de otras personas, elevó la mirada observando el entorno sin inmutarse. Realmente no tenía ni idea que se celebraba, tampoco es como que le importara, no entendía que le veía de especial la gente a esa clase de festividades.

    Luego de eso, su mente dejo esa clase de pensamientos muy usual en él, recordando algo que prontamente debía hacer, a lo cual se dibujaría una tenue sonrisa en sus labios.
    Ese día era una fecha especial, alguna festividad. Él simplemente estaba sentado en un lugar algo solitario pasando el tiempo sin más, no tenía nada que hacer, era uno de esos días donde no había trabajos, nada pendiente, donde solo hacía lo que quería. Ya era de noche, pero no muy lejos había gente celebrando en familia y grupos de amigos, viendo las luces, los fuegos artificiales, ese tipo de cosas. En eso una niña se acercó haciendo contraste con el propio ambiente sombrío que le rodeaba, la pequeña le quería enseñar algo, pero él no la miraba, no la escuchaba, era como si no existiera, probablemente solo la ignoraba. Al final, la niña se fue y por su parte se quedaría ahí sentado un poco más, después de eso y a la distancia de otras personas, elevó la mirada observando el entorno sin inmutarse. Realmente no tenía ni idea que se celebraba, tampoco es como que le importara, no entendía que le veía de especial la gente a esa clase de festividades. Luego de eso, su mente dejo esa clase de pensamientos muy usual en él, recordando algo que prontamente debía hacer, a lo cual se dibujaría una tenue sonrisa en sus labios.
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  • ⸻⸻ El mundo se había reducido a rutinas. Guardias, reparaciones, planes para el invierno. La prisión, con su cercado de alambradas y muros de hormigón, ofrecía algo parecido a seguridad, pero no ahogaba los pensamientos. No ahogaba los recuerdos.

    Daryl se pasó la mano por la nuca, apoyándose contra la verja del pasillo superior. Abajo, en el patio, algunos recogían provisiones mientras otros hablaban en pequeños grupos. Kate estaba allí. No tenía que mirarla para saberlo. Lo sentía. Como siempre la había sentido.

    Pero ya no era lo mismo.

    Apretó la mandíbula y bajó la vista, como si eso pudiera contener la punzada en el pecho. Pero su mente no le hizo caso.

    Se vio a sí mismo, meses atrás, en la parte trasera de un edificio abandonado, con la luna reflejándose en las ventanas rotas. Habían estado juntos en la carretera tanto tiempo que lo único que tenía sentido era ella. La risa de Kate, baja y privada, había sido como un refugio en mitad de todo.

    —¿De qué te ríes? —gruñó él, sin querer sonreír, pero haciéndolo de todos modos.

    —De ti—respondió ella, y sus dedos se enredaron en el cuello de su camisa antes de atraerlo hacia ella.

    El beso fue lento, pero firme. No había prisa, porque sabían que siempre habría otro. Su boca sabía a esperanza, a promesas no dichas, a hogar. Y Daryl le había respondido con la única certeza que tenía: su tacto, sus manos en la curva de su espalda, el temblor contenido en su aliento.

    Pero la promesa se había roto.

    Él la rompió. Eligió irse con Merle. Aunque volvió pronto, no lo hizo a tiempo. No lo hizo para salvar lo que tenían. Ya estaba roto.

    ⸻⸻ El presente lo golpeó con la misma fuerza con la que le latía el corazón. Kate pasó cerca, con su rifle colgado al hombro, sin mirarlo. Como si aquel beso nunca hubiera existido. Como si todos los demás tampoco.

    Daryl soltó un suspiro áspero y se apartó de la barandilla. La prisión funcionaba. Todos tenían un sitio. Pero él no sabía si el suyo aún estaba junto a ella.


    Kate Blake

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ⸻⸻ El mundo se había reducido a rutinas. Guardias, reparaciones, planes para el invierno. La prisión, con su cercado de alambradas y muros de hormigón, ofrecía algo parecido a seguridad, pero no ahogaba los pensamientos. No ahogaba los recuerdos. Daryl se pasó la mano por la nuca, apoyándose contra la verja del pasillo superior. Abajo, en el patio, algunos recogían provisiones mientras otros hablaban en pequeños grupos. Kate estaba allí. No tenía que mirarla para saberlo. Lo sentía. Como siempre la había sentido. Pero ya no era lo mismo. Apretó la mandíbula y bajó la vista, como si eso pudiera contener la punzada en el pecho. Pero su mente no le hizo caso. Se vio a sí mismo, meses atrás, en la parte trasera de un edificio abandonado, con la luna reflejándose en las ventanas rotas. Habían estado juntos en la carretera tanto tiempo que lo único que tenía sentido era ella. La risa de Kate, baja y privada, había sido como un refugio en mitad de todo. —¿De qué te ríes? —gruñó él, sin querer sonreír, pero haciéndolo de todos modos. —De ti—respondió ella, y sus dedos se enredaron en el cuello de su camisa antes de atraerlo hacia ella. El beso fue lento, pero firme. No había prisa, porque sabían que siempre habría otro. Su boca sabía a esperanza, a promesas no dichas, a hogar. Y Daryl le había respondido con la única certeza que tenía: su tacto, sus manos en la curva de su espalda, el temblor contenido en su aliento. Pero la promesa se había roto. Él la rompió. Eligió irse con Merle. Aunque volvió pronto, no lo hizo a tiempo. No lo hizo para salvar lo que tenían. Ya estaba roto. ⸻⸻ El presente lo golpeó con la misma fuerza con la que le latía el corazón. Kate pasó cerca, con su rifle colgado al hombro, sin mirarlo. Como si aquel beso nunca hubiera existido. Como si todos los demás tampoco. Daryl soltó un suspiro áspero y se apartó de la barandilla. La prisión funcionaba. Todos tenían un sitio. Pero él no sabía si el suyo aún estaba junto a ella. [KateBlake] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    hola se que este no es el contenido de siempre es que quiero contarles que cree un grupo para rolear ya que vi que son escazos y como antigua usuario de project z ahora clover space estaba acostumbrado a rolear por medio de grupos pero cuando quise volver a project vi que estala la pagina pero ya no puedo hacer rol conoci esta pagina y quise entrar a un grupo pero todos muertos por eso decidi crear uno yo mismo y prometo tratar de no dejarlo morir entonces los espero en nova urbis bye besitos
    hola se que este no es el contenido de siempre es que quiero contarles que cree un grupo para rolear ya que vi que son escazos y como antigua usuario de project z ahora clover space estaba acostumbrado a rolear por medio de grupos pero cuando quise volver a project vi que estala la pagina pero ya no puedo hacer rol conoci esta pagina y quise entrar a un grupo pero todos muertos por eso decidi crear uno yo mismo y prometo tratar de no dejarlo morir entonces los espero en nova urbis bye besitos
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  • También os comento que estoy actualizando el "Directorio de fandoms 3D" para incluir fanpages y grupos.

    Hace mucho tiempo que no revisaba ese directorio y ya es hora de ordenarlo
    También os comento que estoy actualizando el "Directorio de fandoms 3D" para incluir fanpages y grupos. Hace mucho tiempo que no revisaba ese directorio y ya es hora de ordenarlo ☺️
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  • Capítulo #8: Actualidad; ¿Una esperanza latente?

    Han pasado casi 10 años desde que mi hogar fue destruido... hubo muchos intentos por recuperar el territorio de manos de la confraternidad, pero ha sido muy difícil... los enemigos son temibles, sus magias deforman y tuercen la realidad a su antojo y no hay arma que los elimine ni cerca de tan rápido como ellos mismos logran hacer... incluso grupos de brujos y clérigos de todo el mundo se han unido, buscando realizar un ritual para cerrar la brecha... entre ellos, mi amada esposa, Chloanne... ella era una suma sacerdotisa, descendiente de la familia real, quién efectuó un ritual de sacrificio para convertirse en un arcángel y usar sus nuevos poderes para intentar sellar la brecha, pues se rumoraba que el mundo de pesadilla del que la confraternidad proceden es también la fuente de su poder... pero incluso ese esfuerzo no dio frutos... la única esperanza que queda son leyendas antiguas; relatos infantiles que hoy día, con la locura y pesadillas que vagan por nuestro mundo, comienzan a sonar mejor que la total falta de un verdadero plan de acción; algunos dicen que nuestra única esperanza es encontrar el tamboril sagrado y a un elegido para ser el treceavo paladín... para así tal vez, solo tal vez, tener aliados lo bastante fuertes para proteger nuestro mundo...
    Capítulo #8: Actualidad; ¿Una esperanza latente? Han pasado casi 10 años desde que mi hogar fue destruido... hubo muchos intentos por recuperar el territorio de manos de la confraternidad, pero ha sido muy difícil... los enemigos son temibles, sus magias deforman y tuercen la realidad a su antojo y no hay arma que los elimine ni cerca de tan rápido como ellos mismos logran hacer... incluso grupos de brujos y clérigos de todo el mundo se han unido, buscando realizar un ritual para cerrar la brecha... entre ellos, mi amada esposa, Chloanne... ella era una suma sacerdotisa, descendiente de la familia real, quién efectuó un ritual de sacrificio para convertirse en un arcángel y usar sus nuevos poderes para intentar sellar la brecha, pues se rumoraba que el mundo de pesadilla del que la confraternidad proceden es también la fuente de su poder... pero incluso ese esfuerzo no dio frutos... la única esperanza que queda son leyendas antiguas; relatos infantiles que hoy día, con la locura y pesadillas que vagan por nuestro mundo, comienzan a sonar mejor que la total falta de un verdadero plan de acción; algunos dicen que nuestra única esperanza es encontrar el tamboril sagrado y a un elegido para ser el treceavo paladín... para así tal vez, solo tal vez, tener aliados lo bastante fuertes para proteger nuestro mundo...
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