Su inesperada aparición la sobresaltó, pero de una forma tan leve que ni siquiera la escolta fue consciente de ello. También parecían disfrutar del paseo aprovechando la tranquilidad y la brisa estival.
—Me gustan las flores...
Aclaró sin salir del todo de su sorpresa, aunque ahora apenas prestaba atención a las susodichas. Su mirada estaba posada en aquella criatura que, al principio, le pareció una elfa... Pero las elfas no tenían alas, solo las hadas—que ella supiese. Nunca había visto una, en Eainiviel no había...
—¿Y a ti?
Cuestionó sin los formalismos habituales. Dudaba que criaturas como ella estuviesen cómodas en las encorsetadas costumbres de los nobles...
Su inesperada aparición la sobresaltó, pero de una forma tan leve que ni siquiera la escolta fue consciente de ello. También parecían disfrutar del paseo aprovechando la tranquilidad y la brisa estival.
—Me gustan las flores...
Aclaró sin salir del todo de su sorpresa, aunque ahora apenas prestaba atención a las susodichas. Su mirada estaba posada en aquella criatura que, al principio, le pareció una elfa... Pero las elfas no tenían alas, solo las hadas—que ella supiese. Nunca había visto una, en Eainiviel no había...
—¿Y a ti?
Cuestionó sin los formalismos habituales. Dudaba que criaturas como ella estuviesen cómodas en las encorsetadas costumbres de los nobles...