• • Los dragones son seres solitarios por naturaleza, pero también saben apreciar la compañía de aquellos que son dignos de su confianza. °
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  • Todo es tan tranquilo aqui...y pensar que luego de esto debo ir a un mundo a entrevistar dragones. Ah...*se acomoda dejandose caer en el sillon*
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  • — Alexstraza-san que alegría, muchas gracias por eso. Espero poder verte como dragona sin que tengas que enojarte algún dia. Uff, muchos regalos, gracias

    Alexstraza
    — Alexstraza-san que alegría, muchas gracias por eso. Espero poder verte como dragona sin que tengas que enojarte algún dia. Uff, muchos regalos, gracias [nebula_ruby_shark_924]
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  • • Está emocionada, ha visto a otra dragona por aquí, pero… hay un problema: aparentemente no pertenece al vuelo rojo. ¿ Qué hago, le saludo con un poquito de fuego o le muerdo ?..
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  • • ¡Quee? !¿Por qué me miras tanto? ¿ Acaso nunca has visto a una dragona de cerca? °
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  • • Soy una dragona, no un lagarto. Yo no hago eso de la lengua. °
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  • "-Veo que la desesperación puede hacer que incluso un hombre como vos tome medidas poco dignas de su reputación. Pero ahora que estais aquí, en mi fortaleza, el legado palpable de mi familia, ¿qué pensáis que podeis ofrecerme para que no acabe con vuestra vida como lo haría con cualquier otro enemigo que ha intentado destruirme?

    Hizo una nueva pausa dejando que sus palabras calasen, pero no lo suficientemente larga como para que Jaime entendiera que estaba esperando una respuesta.

    -Sobre qué haré con vos… Bueno, tengo dragones que no han cenado aún -dijo, intentando aparentar altanería, o sonar amenazante, pero no era idiota, no se lo daría de comer a sus dragones, no después de la defensa que Sir Barristan había elaborado en favor del Lannister-Tengo soldados que claman justicia por lo que vuestra familia ha hecho a la mía, y un mundo entero que necesita saber que traicionar a los Targaryen es un delito que no queda impune. Pero soy también una reina, no una carnicera. Dadme una razón para no hacer de vos un ejemplo, y tal vez considere ser más… misericordiosa que los que intentaron serlo conmigo. Puedo ser razonable… -aseguró al final- Decidme, Sir Jaime… De estar en mi lugar, ¿qué haríais con alguien como vos?"

    Jaime Lannister

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    "-Veo que la desesperación puede hacer que incluso un hombre como vos tome medidas poco dignas de su reputación. Pero ahora que estais aquí, en mi fortaleza, el legado palpable de mi familia, ¿qué pensáis que podeis ofrecerme para que no acabe con vuestra vida como lo haría con cualquier otro enemigo que ha intentado destruirme? Hizo una nueva pausa dejando que sus palabras calasen, pero no lo suficientemente larga como para que Jaime entendiera que estaba esperando una respuesta. -Sobre qué haré con vos… Bueno, tengo dragones que no han cenado aún -dijo, intentando aparentar altanería, o sonar amenazante, pero no era idiota, no se lo daría de comer a sus dragones, no después de la defensa que Sir Barristan había elaborado en favor del Lannister-Tengo soldados que claman justicia por lo que vuestra familia ha hecho a la mía, y un mundo entero que necesita saber que traicionar a los Targaryen es un delito que no queda impune. Pero soy también una reina, no una carnicera. Dadme una razón para no hacer de vos un ejemplo, y tal vez considere ser más… misericordiosa que los que intentaron serlo conmigo. Puedo ser razonable… -aseguró al final- Decidme, Sir Jaime… De estar en mi lugar, ¿qué haríais con alguien como vos?" [The_Lion] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Sostuvo el anillo entre sus dedos, observando cómo el diamante reflejaba pequeños destellos de luz en la penumbra. Al principio, no podía negar que el diseño era hermoso, pero cuando leyó el mensaje grabado en su interior, su expresión cambió drásticamente.

    Sus pupilas se contrajeron y un destello peligroso cruzó por sus ojos, la calma inicial desvaneciéndose en un instante. Cerró el puño alrededor del anillo, apretándolo con fuerza, mientras su mente repetía aquellas palabras que le provocaban una mezcla de ira y disgusto.

    —¿"Alguna parte de mi cuerpo se vende bien"? Por supuesto, porque nada dice "feliz cumpleaños" como reducirme a un maldito trozo de mercancía… —Murmuró, con un tono cargado de sarcasmo

    Levantó la mirada, como si el remitente estuviera presente, aunque sabía que no era así. Inspiró profundamente, intentando controlar el torbellino de emociones que se había desatado en su interior.

    —¿Qué clase de humor enfermo es este? —Pensó, su ceño ahora fruncido.

    Finalmente, dejó el anillo sobre una mesa cercana con un movimiento brusco, como si el simple hecho de tenerlo en sus manos le resultara incómodo. Cruzó los brazos, su postura reflejando una mezcla de indignación y ofensa.

    —Bendiciones… Qué considerado. Lástima que olvidaron agregar algo como "no intentes insultar a la receptora mientras lo haces". —Comento al aire, con un deje de ironía y clara molestia,

    Tras un momento, su expresión se suavizó ligeramente, aunque la incomodidad persistía. A pesar de todo, no podía negar que el regalo tenía su valor, pero el mensaje había empañado cualquier intención positiva que pudiera haber detrás.

    —Supongo que debería estar agradecida… Aunque me pregunto si debería de dormir con un ojo abierto por si alguien me trata de quitar una escama.

    Con un último suspiro, se alejó del anillo, prefiriendo concentrarse en otros obsequios que no le recordaran lo raro que podía ser recibir regalos, especialmente uno tan ambiguo como aquel.

    [¡Gracias por el regalo, Gaikokujin ᵂᵃⁿᵈᵉʳⁱⁿᵍ ᴮˡᵃˢᵖʰᵉᵐʸ! ♥
    Aunque la dragona no esté contenta, yo lo agradezco por ella (?)]
    Sostuvo el anillo entre sus dedos, observando cómo el diamante reflejaba pequeños destellos de luz en la penumbra. Al principio, no podía negar que el diseño era hermoso, pero cuando leyó el mensaje grabado en su interior, su expresión cambió drásticamente. Sus pupilas se contrajeron y un destello peligroso cruzó por sus ojos, la calma inicial desvaneciéndose en un instante. Cerró el puño alrededor del anillo, apretándolo con fuerza, mientras su mente repetía aquellas palabras que le provocaban una mezcla de ira y disgusto. —¿"Alguna parte de mi cuerpo se vende bien"? Por supuesto, porque nada dice "feliz cumpleaños" como reducirme a un maldito trozo de mercancía… —Murmuró, con un tono cargado de sarcasmo Levantó la mirada, como si el remitente estuviera presente, aunque sabía que no era así. Inspiró profundamente, intentando controlar el torbellino de emociones que se había desatado en su interior. —¿Qué clase de humor enfermo es este? —Pensó, su ceño ahora fruncido. Finalmente, dejó el anillo sobre una mesa cercana con un movimiento brusco, como si el simple hecho de tenerlo en sus manos le resultara incómodo. Cruzó los brazos, su postura reflejando una mezcla de indignación y ofensa. —Bendiciones… Qué considerado. Lástima que olvidaron agregar algo como "no intentes insultar a la receptora mientras lo haces". —Comento al aire, con un deje de ironía y clara molestia, Tras un momento, su expresión se suavizó ligeramente, aunque la incomodidad persistía. A pesar de todo, no podía negar que el regalo tenía su valor, pero el mensaje había empañado cualquier intención positiva que pudiera haber detrás. —Supongo que debería estar agradecida… Aunque me pregunto si debería de dormir con un ojo abierto por si alguien me trata de quitar una escama. Con un último suspiro, se alejó del anillo, prefiriendo concentrarse en otros obsequios que no le recordaran lo raro que podía ser recibir regalos, especialmente uno tan ambiguo como aquel. [¡Gracias por el regalo, [Gaikos]! ♥ Aunque la dragona no esté contenta, yo lo agradezco por ella (?)]
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  • Descansando aún al pie del árbol, vió que alguien le dejó un paquete envuelto con cuidado. Al principio, frunció el ceño, sabiendo que en su vida rara vez hay sorpresas agradables. Se acercó y, con curiosidad, desenvolvió el paquete, encontrándose con un dragón rojo de peluche.

    Se queda inmóvil por un segundo, observando el muñeco con sorpresa. No es lo que esperaba, para nada. Era pequeño, pero tenia detalles que lo hacian único, desde las escamas tejidas hasta los ojos brillantes. No sabía si reír o enojarse.

    —¿Un dragón? ¿De peluche? Esto… No me lo esperaba. —Lo sostuvo en las manos, mirando el dragón rojo como si estuviera evaluando su propósito.

    Después de un rato de silencio, no pudo evitar soltar una risa suave, casi imperceptible, pero auténtica. Nunca pensó que un peluche podría hacerla sentir de esa manera.

    —¿Esto es una broma? ¿Un dragón de peluche por mi cumpleaños? —Murmuró en voz baja, sin poder evitar sonreír.

    Su mirada se suavizó, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió un poco más ligera. Aunque no iba a admitir, aquel gesto tan inesperado tocó algo en ella. No era el tipo de regalo que esperaría de alguien, pero de alguna manera era perfecto en su simplicidad.

    —Es ridículo... Pero me hace sentir bien. ¿Por qué? —Su mente dió vueltas, pero decidió no complicarlo más. Miró al peluche una vez más y se recostó contra el árbol, agarrando este de cerca.

    —Gracias. No sé si esto fue una broma o... Algo más, pero es... Bonito.

    Sintió una calidez que no solía permitirse abiertamente, y aunque no iba a admitirlo completamente, la ligera sonrisa permaneció en su rostro mientras observaba el dragón rojo de peluche. Leyó el mensaje escrito en la tarjeta adjunta. Al principio, su mirada se endureció, tratando de comprender el propósito detrás de palabras tan amables. Su corazón dio un ligero salto, pero no lo mostró. El peluche ahora parecía más un símbolo de algo que va más allá de lo que esperaba.

    —Abrazar algo... No suelo hacerlo, pero esto... Parece extraño. —Por un momento, se quedó quieta, el dragón en sus manos, y algo en ella comenzó a cuestionar por qué, de alguna manera, algo tan simple podría tocarla tan profundamente.— Compañía… en los malos momentos…

    Sintió un impulso de tirar el peluche a un lado, de rechazar el gesto por completo, como una forma de protegerse. Pero, al mirarlo de nuevo, el mensaje calentó su corazón más de lo que debería. Suspiró, sin poder evitar un pequeño, casi imperceptible cambio en su actitud.

    —Gracias... No sé si esto es lo que esperabas, pero… No está mal. —Musito, en voz baja, con una ligera sonrisa.

    Abrazo el dragón de peluche, con un de familiaridad, embriagándose de una sensación de consuelo en ese pequeño gesto de apreciación.

    —Quizás... Tal vez no está tan mal tener algo a lo que aferrarse de vez en cuando.

    [¡Muchas gracias por el regalo, Maximiliaan y Jack Williams! ♥
    El dragoncito rojo me ha enternecido mucho.~]
    Descansando aún al pie del árbol, vió que alguien le dejó un paquete envuelto con cuidado. Al principio, frunció el ceño, sabiendo que en su vida rara vez hay sorpresas agradables. Se acercó y, con curiosidad, desenvolvió el paquete, encontrándose con un dragón rojo de peluche. Se queda inmóvil por un segundo, observando el muñeco con sorpresa. No es lo que esperaba, para nada. Era pequeño, pero tenia detalles que lo hacian único, desde las escamas tejidas hasta los ojos brillantes. No sabía si reír o enojarse. —¿Un dragón? ¿De peluche? Esto… No me lo esperaba. —Lo sostuvo en las manos, mirando el dragón rojo como si estuviera evaluando su propósito. Después de un rato de silencio, no pudo evitar soltar una risa suave, casi imperceptible, pero auténtica. Nunca pensó que un peluche podría hacerla sentir de esa manera. —¿Esto es una broma? ¿Un dragón de peluche por mi cumpleaños? —Murmuró en voz baja, sin poder evitar sonreír. Su mirada se suavizó, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió un poco más ligera. Aunque no iba a admitir, aquel gesto tan inesperado tocó algo en ella. No era el tipo de regalo que esperaría de alguien, pero de alguna manera era perfecto en su simplicidad. —Es ridículo... Pero me hace sentir bien. ¿Por qué? —Su mente dió vueltas, pero decidió no complicarlo más. Miró al peluche una vez más y se recostó contra el árbol, agarrando este de cerca. —Gracias. No sé si esto fue una broma o... Algo más, pero es... Bonito. Sintió una calidez que no solía permitirse abiertamente, y aunque no iba a admitirlo completamente, la ligera sonrisa permaneció en su rostro mientras observaba el dragón rojo de peluche. Leyó el mensaje escrito en la tarjeta adjunta. Al principio, su mirada se endureció, tratando de comprender el propósito detrás de palabras tan amables. Su corazón dio un ligero salto, pero no lo mostró. El peluche ahora parecía más un símbolo de algo que va más allá de lo que esperaba. —Abrazar algo... No suelo hacerlo, pero esto... Parece extraño. —Por un momento, se quedó quieta, el dragón en sus manos, y algo en ella comenzó a cuestionar por qué, de alguna manera, algo tan simple podría tocarla tan profundamente.— Compañía… en los malos momentos… Sintió un impulso de tirar el peluche a un lado, de rechazar el gesto por completo, como una forma de protegerse. Pero, al mirarlo de nuevo, el mensaje calentó su corazón más de lo que debería. Suspiró, sin poder evitar un pequeño, casi imperceptible cambio en su actitud. —Gracias... No sé si esto es lo que esperabas, pero… No está mal. —Musito, en voz baja, con una ligera sonrisa. Abrazo el dragón de peluche, con un de familiaridad, embriagándose de una sensación de consuelo en ese pequeño gesto de apreciación. —Quizás... Tal vez no está tan mal tener algo a lo que aferrarse de vez en cuando. [¡Muchas gracias por el regalo, [Maxi8]! ♥ El dragoncito rojo me ha enternecido mucho.~]
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  • Al principio, observó con una mirada desconcertada, como si se estuviera preparando para algo extraño. Cuando se acercó y vió las flores, una ligera sonrisa se formó en su rostro, aunque sus ojos aún permanecían atentos.

    —¿Mas flores…? —Recogió el ramo con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

    Las flores eran hermosas y vibrantes, una clara manifestación de algo tierno. Su expresión se suavizó un poco.

    —No sabía que esto era una costumbre tan arraigada… —Musitó en voz baja, casi para sí misma.

    Sus ojos recorrieron las flores, algunas de ellas tenían pétalos que parecían brillar débilmente, como si fueran algo más que simples plantas. Olió cada una de ellas con cierto escepticismo, pero no pudo evitar dejar que una pequeña risa escapara.

    —¿Por qué siempre algo tan… Dulce, cuando yo soy todo lo contrario? —Se recostó contra un árbol, el ramo en las manos.

    Se tomó un momento para realmente admirar las flores y, por primera vez en mucho tiempo, se permitió sentir algo cercano al agradecimiento.

    —Lo agradezco. A pesar de todo, me resulta… Agradable. —Pensó, con suavidad.— Gracias... Es algo pequeño, pero... Significativo.

    Sonrió levemente, como si las flores hubieran tocado algo dentro de ella, algo que normalmente guardaba bajo llave. No era alguien que requería de mucho para hacer que ese día se sienta un poco diferente.

    [Gracias por el regalo —𝘼𝑙𝑖𝑛𝑒⋆
    La pequeña dragona recordara esto...]
    Al principio, observó con una mirada desconcertada, como si se estuviera preparando para algo extraño. Cuando se acercó y vió las flores, una ligera sonrisa se formó en su rostro, aunque sus ojos aún permanecían atentos. —¿Mas flores…? —Recogió el ramo con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Las flores eran hermosas y vibrantes, una clara manifestación de algo tierno. Su expresión se suavizó un poco. —No sabía que esto era una costumbre tan arraigada… —Musitó en voz baja, casi para sí misma. Sus ojos recorrieron las flores, algunas de ellas tenían pétalos que parecían brillar débilmente, como si fueran algo más que simples plantas. Olió cada una de ellas con cierto escepticismo, pero no pudo evitar dejar que una pequeña risa escapara. —¿Por qué siempre algo tan… Dulce, cuando yo soy todo lo contrario? —Se recostó contra un árbol, el ramo en las manos. Se tomó un momento para realmente admirar las flores y, por primera vez en mucho tiempo, se permitió sentir algo cercano al agradecimiento. —Lo agradezco. A pesar de todo, me resulta… Agradable. —Pensó, con suavidad.— Gracias... Es algo pequeño, pero... Significativo. Sonrió levemente, como si las flores hubieran tocado algo dentro de ella, algo que normalmente guardaba bajo llave. No era alguien que requería de mucho para hacer que ese día se sienta un poco diferente. [Gracias por el regalo [drift_gray_tiger_181] ♥ La pequeña dragona recordara esto...]
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