• Buenas noches a todos. ¿Que tal están en este sábado por la noche?
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  • -habia estado en el gimnasio un buen rato despues de trabajar, cuando escuche el sonido de la camara, voltie a mirary vi a anne, ya que desde que anne fue mi clienta, pues empezamos a congeniar y nos fuimos haciendo buenas amigas, y le dije con voz levemente seria-

    anne?, que demonios haces?

    Anne Marie Bourgeois
    -habia estado en el gimnasio un buen rato despues de trabajar, cuando escuche el sonido de la camara, voltie a mirary vi a anne, ya que desde que anne fue mi clienta, pues empezamos a congeniar y nos fuimos haciendo buenas amigas, y le dije con voz levemente seria- anne?, que demonios haces? [annie_marie]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Y entonces fui donde Yuna y la asuste con que le iba a dar una paliza, queria probar que tan fuerte se hizo, pero en lugar de eso, simplemente se echó a correr, admito que me enojo y le iba dar unas buenas nalgadas, pero ya sabes, me puso esos ojitos de bebita y no tuve el valor de castigarla.
    Y entonces fui donde Yuna y la asuste con que le iba a dar una paliza, queria probar que tan fuerte se hizo, pero en lugar de eso, simplemente se echó a correr, admito que me enojo y le iba dar unas buenas nalgadas, pero ya sabes, me puso esos ojitos de bebita y no tuve el valor de castigarla.
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  • Buenas noches a todos. Espero que estén teniendo un bonito día, ya que es fin de semana. Bueno, casi. ¿Que tal están?
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  • ✦ Canciones para sanar ✦
    Fandom OC
    Categoría Original
    El sonido tenue de las risas infantiles llenaba el pasillo principal del hospital pediátrico de Seúl, mezclándose con el aroma característico a desinfectante. Yunseok, vestido con elegancia sobria : un traje negro bien ajustado, camisa oscura de cuello alto con patrones sutiles y una cadena discreta asomando bajo el saco, avanzaba con paso tranquilo mientras cargaba una guitarra acústica bajo su brazo y un bloc de notas con sus letras en el bolsillo del pantalón. No estaba allí como acompañante, sino como "The Oracle of the Mirrors", el hombre que componía canciones para los olvidados, para aquellos que la sociedad solía mirar de reojo.

    Había aceptado aquella invitación para cantar unas piezas acústicas para los niños hospitalizados, algo que hacía de manera privada y sin prensa. Aquella actividad era tan íntima como necesaria para él: sus letras cobraban vida cuando lograban sacar sonrisas en medio de la adversidad.

    Al llegar a la sala designada, su mirada se posó en un joven de rostro dulce y expresión cansada pero radiante, rodeado de pequeños que parecían adorarlo. Vestía bata blanca, y había algo en su modo delicado de hablarles que le llamó la atención: su voz transmitía calidez pura, esa que no se podía fingir. Yunseok observó cómo se agachaba para atar el cordón del zapato de uno de los niños, sonriendo como si nada más en el mundo importara en ese instante.

    Decidido, se acercó y carraspeó suavemente para llamar su atención.

    —Buenas tardes!

    saludó con una leve inclinación de cabeza, su tono bajo y cordial

    —. Me llamo Yunseok Wang.

    Una sonrisa sincera asomó en sus labios mientras sus ojos, cargados de un brillo tranquilo, lo evaluaban con curiosidad

    —. No quiero interrumpir… pero, ¿puedo saber tu nombre?

    Esperó su respuesta antes de continuar, acomodando la guitarra que llevaba en su estuche de cuero.

    —Vine para el pequeño concierto benéfico… y, bueno, creo que voy a necesitar tu ayuda para coordinar un par de cosas. Aunque, honestamente...

    añadió con un deje de humor suave

    - parece que los niños ya te adoran lo suficiente como para ser mi mejor aliado aquí.

    Su mirada descendió brevemente hacia uno de los pacientes que reía mientras tiraba suavemente de la bata del joven médico.

    —Debo admitirlo, es raro ver a alguien con tanta luz en un lugar como este

    comentó, en un tono casi reflexivo

    —. ¿Siempre eres así de cercano con ellos?
    El sonido tenue de las risas infantiles llenaba el pasillo principal del hospital pediátrico de Seúl, mezclándose con el aroma característico a desinfectante. Yunseok, vestido con elegancia sobria : un traje negro bien ajustado, camisa oscura de cuello alto con patrones sutiles y una cadena discreta asomando bajo el saco, avanzaba con paso tranquilo mientras cargaba una guitarra acústica bajo su brazo y un bloc de notas con sus letras en el bolsillo del pantalón. No estaba allí como acompañante, sino como "The Oracle of the Mirrors", el hombre que componía canciones para los olvidados, para aquellos que la sociedad solía mirar de reojo. Había aceptado aquella invitación para cantar unas piezas acústicas para los niños hospitalizados, algo que hacía de manera privada y sin prensa. Aquella actividad era tan íntima como necesaria para él: sus letras cobraban vida cuando lograban sacar sonrisas en medio de la adversidad. Al llegar a la sala designada, su mirada se posó en un joven de rostro dulce y expresión cansada pero radiante, rodeado de pequeños que parecían adorarlo. Vestía bata blanca, y había algo en su modo delicado de hablarles que le llamó la atención: su voz transmitía calidez pura, esa que no se podía fingir. Yunseok observó cómo se agachaba para atar el cordón del zapato de uno de los niños, sonriendo como si nada más en el mundo importara en ese instante. Decidido, se acercó y carraspeó suavemente para llamar su atención. —Buenas tardes! saludó con una leve inclinación de cabeza, su tono bajo y cordial —. Me llamo Yunseok Wang. Una sonrisa sincera asomó en sus labios mientras sus ojos, cargados de un brillo tranquilo, lo evaluaban con curiosidad —. No quiero interrumpir… pero, ¿puedo saber tu nombre? Esperó su respuesta antes de continuar, acomodando la guitarra que llevaba en su estuche de cuero. —Vine para el pequeño concierto benéfico… y, bueno, creo que voy a necesitar tu ayuda para coordinar un par de cosas. Aunque, honestamente... añadió con un deje de humor suave - parece que los niños ya te adoran lo suficiente como para ser mi mejor aliado aquí. Su mirada descendió brevemente hacia uno de los pacientes que reía mientras tiraba suavemente de la bata del joven médico. —Debo admitirlo, es raro ver a alguien con tanta luz en un lugar como este comentó, en un tono casi reflexivo —. ¿Siempre eres así de cercano con ellos?
    Tipo
    Individual
    Líneas
    30
    Estado
    Disponible
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  • 🎨 Cuando la música encontró sus trazos
    Fandom OC
    Categoría Original
    El taller de arte en el centro de Seúl era un rincón que Yunseok conocía bien. Lo había visitado varias veces en silencio, no porque fuera artista visual, sino porque aquel lugar le ofrecía algo que rara vez encontraba en su mundo: calma. Entre lienzos y trazos, siempre lograba respirar hondo, dejar atrás el ruido de su agenda, de su empresa de moda y de los escenarios.

    Aquella tarde volvió, buscando esa misma sensación. Pero al entrar, notó algo diferente. No estaba vacío como de costumbre. El aire estaba impregnado de olor a pintura fresca, y frente a un caballete, un joven concentrado en su trabajo trazaba líneas suaves con una precisión casi delicada.

    Cerró la puerta tras de sí con cuidado y habló en un tono grave y tranquilo:

    —Buenas tardes...

    Su voz resonó en el silencio del taller, suave pero firme

    —. Soy Yunseok Wang.

    Yunseok esbozó una leve sonrisa mientras avanzaba despacio, con la seguridad de quien aprecia el arte aunque no pertenezca a ese mundo.

    —¿Puedo saber tu nombre?

    preguntó con cortesía, sus ojos recorriendo las paredes tapizadas de ilustraciones que parecían hablar por sí mismas.

    Cuando escuchó su respuesta, Yunseok asintió levemente, como si lo encajara todo en su mente. Se acercó a una de las obras enmarcadas, quedándose en silencio unos segundos frente a ella. Había algo en esos trazos: calidez, humanidad… historias sin palabras.

    —No solo dibujas bien.

    dijo finalmente, girándose hacia él con una expresión sincera

    — Cuentas historias.

    Hizo una pausa y apoyó una mano en la mesa llena de pinceles y bocetos.

    —Estoy trabajando en un proyecto musical distinto. Un álbum benéfico que lleva la voz de colectivos ignorados, juzgados… personas que solo necesitan sentirse vistas. Cada letra está escrita para ellos, pero quiero que esa fuerza no solo se escuche. Quiero que también se vea.

    Se inclinó apenas hacia él, su mirada fija en la suya.

    —Tus ilustraciones tienen esa alma que busco. Me gustaría que las acompañaran. Que mis canciones y tus trazos formen algo que conecte de verdad con la gente.

    Yunseok sonrió suavemente, dejando su propuesta en el aire.

    —¿Qué dices? ¿Me permitirías unir tu arte al mío y darle vida juntos a algo que pueda hacer la diferencia?
    El taller de arte en el centro de Seúl era un rincón que Yunseok conocía bien. Lo había visitado varias veces en silencio, no porque fuera artista visual, sino porque aquel lugar le ofrecía algo que rara vez encontraba en su mundo: calma. Entre lienzos y trazos, siempre lograba respirar hondo, dejar atrás el ruido de su agenda, de su empresa de moda y de los escenarios. Aquella tarde volvió, buscando esa misma sensación. Pero al entrar, notó algo diferente. No estaba vacío como de costumbre. El aire estaba impregnado de olor a pintura fresca, y frente a un caballete, un joven concentrado en su trabajo trazaba líneas suaves con una precisión casi delicada. Cerró la puerta tras de sí con cuidado y habló en un tono grave y tranquilo: —Buenas tardes... Su voz resonó en el silencio del taller, suave pero firme —. Soy Yunseok Wang. Yunseok esbozó una leve sonrisa mientras avanzaba despacio, con la seguridad de quien aprecia el arte aunque no pertenezca a ese mundo. —¿Puedo saber tu nombre? preguntó con cortesía, sus ojos recorriendo las paredes tapizadas de ilustraciones que parecían hablar por sí mismas. Cuando escuchó su respuesta, Yunseok asintió levemente, como si lo encajara todo en su mente. Se acercó a una de las obras enmarcadas, quedándose en silencio unos segundos frente a ella. Había algo en esos trazos: calidez, humanidad… historias sin palabras. —No solo dibujas bien. dijo finalmente, girándose hacia él con una expresión sincera — Cuentas historias. Hizo una pausa y apoyó una mano en la mesa llena de pinceles y bocetos. —Estoy trabajando en un proyecto musical distinto. Un álbum benéfico que lleva la voz de colectivos ignorados, juzgados… personas que solo necesitan sentirse vistas. Cada letra está escrita para ellos, pero quiero que esa fuerza no solo se escuche. Quiero que también se vea. Se inclinó apenas hacia él, su mirada fija en la suya. —Tus ilustraciones tienen esa alma que busco. Me gustaría que las acompañaran. Que mis canciones y tus trazos formen algo que conecte de verdad con la gente. Yunseok sonrió suavemente, dejando su propuesta en el aire. —¿Qué dices? ¿Me permitirías unir tu arte al mío y darle vida juntos a algo que pueda hacer la diferencia?
    Tipo
    Individual
    Líneas
    30
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  • Buenas tardes. Espero que tengan un día súper bonito y relajado el día de hoy! Y que su semanita este comenzando de maravilla.
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  • -fui por un ramo de rosas blancas, para despues llegar a la puerta de alguien, tocando su puerta suavemente, cuando me abrio, la mire sonriendo suavemente-

    buenas tardes mi bella omega, vengo coardialmente a invitarte a cenar, y a traerte este presente

    -dije extendiendole el ramo de rosas blancas levemente, cerca de ella-

    [flash_peridot_sheep_354]
    -fui por un ramo de rosas blancas, para despues llegar a la puerta de alguien, tocando su puerta suavemente, cuando me abrio, la mire sonriendo suavemente- buenas tardes mi bella omega, vengo coardialmente a invitarte a cenar, y a traerte este presente -dije extendiendole el ramo de rosas blancas levemente, cerca de ella- [flash_peridot_sheep_354]
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    Correo electrónico para Ivanna 𝑺𝒑𝒆𝒍𝒍𝒎𝒂𝒏

    Buenas noches Ivanna te necesito ya que pronto quedre hacerme un "humilde hogar" ya sabes muy bien mis gustos y quiero hablar sobre ello en persona.
    Att : M Kirijo
    Correo electrónico para [ThxGreen] Buenas noches Ivanna te necesito ya que pronto quedre hacerme un "humilde hogar" ya sabes muy bien mis gustos y quiero hablar sobre ello en persona. Att : M Kirijo
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    Me voy a dormir, buenas noches y descasen
    Me voy a dormir, buenas noches y descasen
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