• ◞1.𝐌𝐘𝐒𝐓𝐈𝐂 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐒
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀╰———— ╱ ᴡʀɪᴛɪɴɢ.
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    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀i. ₂₅ ᴅᴇ Fᴇʙʀᴇʀᴏ
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ii. Nᴜᴇᴠᴀ Oʀʟᴇᴀɴs
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    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀#NeverlandWitch ⠀⠀❜
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    ⠀⠀⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐬 ⦂ chihiro.psd

    El calor era asfixiante. Tanto que incluso dormida podía sentir como el aire que entraba en sus pulmones quemaba a su paso. Aunque no fue aquello lo que logró hacer que se despertara, sino la exagerada luz que había a su alrededor, que unida al olor a humo habían logrado incluso meterse en sus sueños.

    Abrió los ojos de golpe, para encontrarse en medio de un incendio que amenazaba con acabar con todo lo que encontrara a su paso. Aunque un solo vistazo le sirvió para darse cuenta de que no todo ardía, sino que el fuego formaba un círculo perfecto alrededor de su cama.

    Se incorporó lo más rápido que pudo y, tratando de no perder la calma intentó concentrarse en el fuego para poder extinguirlo antes de que fuera demasiado tarde. Aunque este no reaccionó como cabría esperar, sino que parecía reavivarse a cada segundo que pasaba y cuánta más energía empleaba en sofocarlo más alto se volvía.

    Soltó un juramento que se vio ahogado por el crepitar de las llamas y tosiendo metió su mano derecha bajo la almohada. De dónde sacó un athame, que pasó sobre su palma hasta que la sangre empezó a inundarla, y, juntando ambas manos se concentró durante unos pocos segundos en un punto fijo.

    Pudo notar en la lengua el sabor empalagoso de la magia que luchaba contra la suya, intentando acabar aquello para lo que la habían conjurado. Al igual que sentía como el humo la atontaba a medida que los minutos pasaban hasta que finalmente lo sintió. Un ligero cambio en la resistencia que oponía la otra parte, que escasos momentos después simplemente desapareció.

    Las llamas simplemente se apagaron , hecho que la mujer aprovechó para salir finalmente de la cama y abrir la ventana de la habitación para que el humo saliera.

    Con la respiración todavía agitada salió del dormitorio y, tras encender las luces miró su mano. La hemorragia había parado y en lugar del corte que se había hecho la herida había adquirido la forma de un vevé.

    Observó el símbolo perteneciente al vudú haitiano y negando con la cabeza fue hasta una de las estanterías que presidía la sala de estar dónde de entre todos los libros que la llenaban sacó uno encuadernado y cuyas páginas estaban amarillentas debido al paso del tiempo. Con suavidad, casi acariciando cada página las fue pasando hasta encontrar la que buscaba.

    Hacía años que no tocaba el grimorio de su abuela pues con el tiempo había formado el suyo propio aunque rara vez lo necesitase. Sin embargo, continuaba demostrando que aquella reliquia podía seguir salvándola en los peores momentos.

    Tardó cinco minutos en reunir las velas y las plantas necesarias para el hechizo. Y, con mimo fue dibujando con las hierbas un tetragramatón sobre la mesa, antes de colocar en cada punta una vela blanca y, en el centro de la figura un velón negro que ungió con aceite y flores secas antes de encenderlo y tomar asiento en el suelo antes de empezar a susurrar las palabras que la llevarían a un estado de inconsciencia mientras buscaba a quién se hubiera atrevida a ir a por ella mientras dormía.

    De forma lenta, sintió como su cuerpo ya no pensaba, sino que parecía tan liviano que en cualquier momento una brisa de aire sería capaz de elevarla. Y, si alguien hubiera observado desde fuera habría podido ver como sus ojos se giraban hasta que el iris y la pupila quedó oculta en el interior de las cuencas mientras que a medida que las horas pasaban y los gritos en el Barrio Francés se hacían más notorios, una lágrima de sangre corría por el rostro de la morena.

    De aquella forma la encontraron las ancianas del consejo cuándo por la mañana fueron a comprobar que ella no fuera una víctima más de la masacre que había tenido lugar durante la noche y, tras dedicarse una significativa mirada se acercaron a ella trataron de sacarla del trance para poder ofrecerles alguna respuesta.

    —Bonnie regresa, ya es de día y nos debes explicaciones.

    —Vamos niña, vuelve a este plano. Tenemos que hablar.

    Tardaron media hora en que los primeros síntomas de conciencia apareciera. Y otros quince minutos para que pudieran acercarse sin chocarse con una pared invisible.

    Pestañeó un par de veces mientras poco a poco recordaba qué había pasado y era consciente de lo que había tenido que hacer aquella noche para protegerse a ella misma y a las más jóvenes del aquelarre.

    —¿Cuántas muertes han sido?

    Sabía que no había sido un sueño, y que el suyo no había sido un caso aislado por lo que ignorando el mareo que sintió al levantarse del suelo se limpió los restos de humo y sangre del rostro antes elevar los ojos hacia las ancianas.

    Nunca había visto a dos personas tan distintas y a la vez tan parecidas. Grace, con su largo cabello gris siempre recogido en un moño parecía ser el ejemplo de lo que envejecer con poder implicaba. Su sola presencia bastaba para que una había se silenciar y una mirada suya era suficiente para intimidar hasta al más valiente.

    Noelie por el contrario había usado su magia durante años para mantener la juventud que hacía años debía haber desaparecido. Debía estar cerca de los ochenta años y su aspecto era el de alguien de treinta. Aunque el azul de sus ojos parecía encerrar los años que se había ido quitando.

    Sin embargo, poseían la misma energía. La misma presencia y la misma determinación. Como si fueran las dos caras de una misma moneda.

    —Doce, tres nuestras, seis del aquelarre de Gentilly y tres del aquelarre de Tremé —la voz de Grace estaba tan cargada de pesar que sintió el peso su tristeza sobre los hombros —Todas de la misma forma. Y todas a la misma hora.

    —¿Alguna estaba en un círculo ceremonial? Me desperté anoche en medio de un círculo de fuego, aunque no era natural. Tuve que recurrir a una vevé para pararlo.

    Las tres conocían el fuego al igual que al agua y al viento. Y sabían que por muy caprichoso que fuera dicho elemento jamás sería imparable. No para una bruja que como ellas, habían aprendido sus mejores trucos habilidades estando al borde de la muerte. Si la naturaleza se rebelaba de aquella forma tan salvaje era únicamente porque la habían forzado a ello.

    —Han desaparecido también brujas de los aquelarres sureños…

    Una idea pasó por la mente de la morena y, sin decir nada rebuscó entre los cajones hasta que encontró un mapa que, segundos después dejó sobre la mesa.

    —Han matado aquí y en el sur ¿Cuántas han sido?

    —Doce también.

    Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer al darse cuenta de lo que estaba pasando y, tras marcar con un bolígrafo los dos puntos de las muertes resopló. Aquello no era bueno.

    —Si no me equivoco, en la siguiente luna llena habrá una nueva masacre.

    —¿Crees que alguien está intentando acceder a la Expresión tras tanto tiempo?

    Asintió antes de usar su athame para pincharse el dedo, dejando caer sobre el mapa unas gotas de su propia sangre antes de murmurar un sencillo hechizo de localización.

    —¿Crees que es de tu familia? Creía que ya no quedaban brujas Bennet vivas.

    —Somos pocas, pero todavía quedamos aunque no es lo que estoy buscando, si alguien está intentando acceder a la Expresión, para encontrarle necesitamos a alguien que ya haya llevado en la sangre ese veneno para localizar el foco—explicó viendo como las gotas se iban moviendo por el papel lentamente, buscando el punto exacto —Y nadie más lo admitirá.

    Sintió sus miradas acusadoras en la espalda. Sin embargo decidió ignorarlas hasta que la sangre se detuvo para, segundos después separarse, formando un triángulo perfecto que prendió en llamas por sí solo.

    Un pesado suspiro salió de entre los labios de la mujer al darse cuenta del lugar señalado y, negando con la cabeza se dejó caer en el sofá sin saber bien si reír o enfadarse con el destino por ello.

    Para detener a quién fuera que estuviera jugando con ese tipo de magia debían ir hasta allí y hacerlo en persona. Y era consciente de que ninguna de las brujas de Nueva Orleans se movería, estaban atadas a sus Ancestros y su tierra, por lo que debería ser ella si quería que las muertes cesaran y el infierno de hacía unos años se repitiera.

    Debía regresar a Mystic Falls. Debía regresar a casa.
    ◞1.𝐌𝐘𝐒𝐓𝐈𝐂 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐒 ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀╰———— ╱ ᴡʀɪᴛɪɴɢ. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀◦ ◦ ◦ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀i. ₂₅ ᴅᴇ Fᴇʙʀᴇʀᴏ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ii. Nᴜᴇᴠᴀ Oʀʟᴇᴀɴs ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀❛⠀⠀⠀⠀posted by ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀#NeverlandWitch ⠀⠀❜ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐬 ⦂ chihiro.psd El calor era asfixiante. Tanto que incluso dormida podía sentir como el aire que entraba en sus pulmones quemaba a su paso. Aunque no fue aquello lo que logró hacer que se despertara, sino la exagerada luz que había a su alrededor, que unida al olor a humo habían logrado incluso meterse en sus sueños. Abrió los ojos de golpe, para encontrarse en medio de un incendio que amenazaba con acabar con todo lo que encontrara a su paso. Aunque un solo vistazo le sirvió para darse cuenta de que no todo ardía, sino que el fuego formaba un círculo perfecto alrededor de su cama. Se incorporó lo más rápido que pudo y, tratando de no perder la calma intentó concentrarse en el fuego para poder extinguirlo antes de que fuera demasiado tarde. Aunque este no reaccionó como cabría esperar, sino que parecía reavivarse a cada segundo que pasaba y cuánta más energía empleaba en sofocarlo más alto se volvía. Soltó un juramento que se vio ahogado por el crepitar de las llamas y tosiendo metió su mano derecha bajo la almohada. De dónde sacó un athame, que pasó sobre su palma hasta que la sangre empezó a inundarla, y, juntando ambas manos se concentró durante unos pocos segundos en un punto fijo. Pudo notar en la lengua el sabor empalagoso de la magia que luchaba contra la suya, intentando acabar aquello para lo que la habían conjurado. Al igual que sentía como el humo la atontaba a medida que los minutos pasaban hasta que finalmente lo sintió. Un ligero cambio en la resistencia que oponía la otra parte, que escasos momentos después simplemente desapareció. Las llamas simplemente se apagaron , hecho que la mujer aprovechó para salir finalmente de la cama y abrir la ventana de la habitación para que el humo saliera. Con la respiración todavía agitada salió del dormitorio y, tras encender las luces miró su mano. La hemorragia había parado y en lugar del corte que se había hecho la herida había adquirido la forma de un vevé. Observó el símbolo perteneciente al vudú haitiano y negando con la cabeza fue hasta una de las estanterías que presidía la sala de estar dónde de entre todos los libros que la llenaban sacó uno encuadernado y cuyas páginas estaban amarillentas debido al paso del tiempo. Con suavidad, casi acariciando cada página las fue pasando hasta encontrar la que buscaba. Hacía años que no tocaba el grimorio de su abuela pues con el tiempo había formado el suyo propio aunque rara vez lo necesitase. Sin embargo, continuaba demostrando que aquella reliquia podía seguir salvándola en los peores momentos. Tardó cinco minutos en reunir las velas y las plantas necesarias para el hechizo. Y, con mimo fue dibujando con las hierbas un tetragramatón sobre la mesa, antes de colocar en cada punta una vela blanca y, en el centro de la figura un velón negro que ungió con aceite y flores secas antes de encenderlo y tomar asiento en el suelo antes de empezar a susurrar las palabras que la llevarían a un estado de inconsciencia mientras buscaba a quién se hubiera atrevida a ir a por ella mientras dormía. De forma lenta, sintió como su cuerpo ya no pensaba, sino que parecía tan liviano que en cualquier momento una brisa de aire sería capaz de elevarla. Y, si alguien hubiera observado desde fuera habría podido ver como sus ojos se giraban hasta que el iris y la pupila quedó oculta en el interior de las cuencas mientras que a medida que las horas pasaban y los gritos en el Barrio Francés se hacían más notorios, una lágrima de sangre corría por el rostro de la morena. De aquella forma la encontraron las ancianas del consejo cuándo por la mañana fueron a comprobar que ella no fuera una víctima más de la masacre que había tenido lugar durante la noche y, tras dedicarse una significativa mirada se acercaron a ella trataron de sacarla del trance para poder ofrecerles alguna respuesta. —Bonnie regresa, ya es de día y nos debes explicaciones. —Vamos niña, vuelve a este plano. Tenemos que hablar. Tardaron media hora en que los primeros síntomas de conciencia apareciera. Y otros quince minutos para que pudieran acercarse sin chocarse con una pared invisible. Pestañeó un par de veces mientras poco a poco recordaba qué había pasado y era consciente de lo que había tenido que hacer aquella noche para protegerse a ella misma y a las más jóvenes del aquelarre. —¿Cuántas muertes han sido? Sabía que no había sido un sueño, y que el suyo no había sido un caso aislado por lo que ignorando el mareo que sintió al levantarse del suelo se limpió los restos de humo y sangre del rostro antes elevar los ojos hacia las ancianas. Nunca había visto a dos personas tan distintas y a la vez tan parecidas. Grace, con su largo cabello gris siempre recogido en un moño parecía ser el ejemplo de lo que envejecer con poder implicaba. Su sola presencia bastaba para que una había se silenciar y una mirada suya era suficiente para intimidar hasta al más valiente. Noelie por el contrario había usado su magia durante años para mantener la juventud que hacía años debía haber desaparecido. Debía estar cerca de los ochenta años y su aspecto era el de alguien de treinta. Aunque el azul de sus ojos parecía encerrar los años que se había ido quitando. Sin embargo, poseían la misma energía. La misma presencia y la misma determinación. Como si fueran las dos caras de una misma moneda. —Doce, tres nuestras, seis del aquelarre de Gentilly y tres del aquelarre de Tremé —la voz de Grace estaba tan cargada de pesar que sintió el peso su tristeza sobre los hombros —Todas de la misma forma. Y todas a la misma hora. —¿Alguna estaba en un círculo ceremonial? Me desperté anoche en medio de un círculo de fuego, aunque no era natural. Tuve que recurrir a una vevé para pararlo. Las tres conocían el fuego al igual que al agua y al viento. Y sabían que por muy caprichoso que fuera dicho elemento jamás sería imparable. No para una bruja que como ellas, habían aprendido sus mejores trucos habilidades estando al borde de la muerte. Si la naturaleza se rebelaba de aquella forma tan salvaje era únicamente porque la habían forzado a ello. —Han desaparecido también brujas de los aquelarres sureños… Una idea pasó por la mente de la morena y, sin decir nada rebuscó entre los cajones hasta que encontró un mapa que, segundos después dejó sobre la mesa. —Han matado aquí y en el sur ¿Cuántas han sido? —Doce también. Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer al darse cuenta de lo que estaba pasando y, tras marcar con un bolígrafo los dos puntos de las muertes resopló. Aquello no era bueno. —Si no me equivoco, en la siguiente luna llena habrá una nueva masacre. —¿Crees que alguien está intentando acceder a la Expresión tras tanto tiempo? Asintió antes de usar su athame para pincharse el dedo, dejando caer sobre el mapa unas gotas de su propia sangre antes de murmurar un sencillo hechizo de localización. —¿Crees que es de tu familia? Creía que ya no quedaban brujas Bennet vivas. —Somos pocas, pero todavía quedamos aunque no es lo que estoy buscando, si alguien está intentando acceder a la Expresión, para encontrarle necesitamos a alguien que ya haya llevado en la sangre ese veneno para localizar el foco—explicó viendo como las gotas se iban moviendo por el papel lentamente, buscando el punto exacto —Y nadie más lo admitirá. Sintió sus miradas acusadoras en la espalda. Sin embargo decidió ignorarlas hasta que la sangre se detuvo para, segundos después separarse, formando un triángulo perfecto que prendió en llamas por sí solo. Un pesado suspiro salió de entre los labios de la mujer al darse cuenta del lugar señalado y, negando con la cabeza se dejó caer en el sofá sin saber bien si reír o enfadarse con el destino por ello. Para detener a quién fuera que estuviera jugando con ese tipo de magia debían ir hasta allí y hacerlo en persona. Y era consciente de que ninguna de las brujas de Nueva Orleans se movería, estaban atadas a sus Ancestros y su tierra, por lo que debería ser ella si quería que las muertes cesaran y el infierno de hacía unos años se repitiera. Debía regresar a Mystic Falls. Debía regresar a casa.
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  • — Supongo que hoy debería divertirme… debería ir al Barrio Francés en lugar del Bayou.—
    — Supongo que hoy debería divertirme… debería ir al Barrio Francés en lugar del Bayou.—
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  • A Discovery of Witches
    Fandom Oc
    Categoría Fantasía

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑂𝑝𝑒𝑛 𝑤𝑖𝑑𝑒
    ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ 𝑌𝑜𝑢 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑜𝑟𝑛 𝑡𝑜 ℎ𝑦𝑝𝑛𝑜𝑡𝑖𝑧𝑒 𝑡ℎ𝑒𝑚 𝑎𝑙𝑙
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑇ℎ𝑒𝑦 𝑠𝑎𝑖𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑖𝑟 𝑝𝑟𝑎𝑦𝑒𝑟𝑠
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐶𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 ℎ𝑒𝑎𝑟 𝑚𝑒 𝑢𝑝 𝑡ℎ𝑒𝑟𝑒?

    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ starter para Oliver Watson


    —Desde que había descubierto que era brujo su vida había cambiado bastante. Sin embargo, algunas cosas se mantenían igual. Aún no sabía de dónde venía. Sí, su vida en general había sido bastante buena, una infancia plena, con unos padres que lo adoran, nunca le faltó de nada, pero la pregunta siempre estuvo ahí. Tras descubrir que venía de un largo linaje de brujos dicha pregunta sólo se hizo más presente. ¿Quién era su verdadera familia? ¿Quién era Danny Bishop en realidad?

    Había estado estudiando el Libro en estos últimos meses, recibiendo clases por parte de Spinel y de Luke y lo cierto era que mejoraba bastante rápido. Por ello mismo era que había decidido dar aquel paso. Estuvo investigando zonas en las que había aparecido su apellido, contrastando entre lo que encontraba en Internet y de otros medios algo más místicos. El más reciente lo había llevado hasta aquella ciudad de Louisiana, más concretamente al Barrio Francés. Ya en un principio, nada más mencionarlo, su familiar le había contado la realidad de aquella ciudad: un hervidero de criaturas sobrenaturales, uno de los más importantes del mundo, incluso. El destino estaba decidido.

    Allí había conocido al mismísimo Klaus Mikaelson, el híbrido original, lo que al principio parecía una amenaza para su vida, pero acabó convirtiéndose en un punto de inflexión, pues no era la primera vez que este milenario híbrido se encontraba con un Bishop, en realidad. Fue así como Danny descubrió un nombre que hizo que le diese un vuelco el corazón, Diana Bishop, una bruja que había conocido treinta años antes y que era todo un prodigio con la magia.

    Pero no solo era una poderosa bruja, resultaba ser, también, la madre biológica de Danny. Una poderosa bruja, protectora de los inocentes, con el poder de controlar el tiempo. Una muchacha que vivía en Oxford, historiadora y aficionada a la alquimia. No supo decirle mucho más, pues Klaus tampoco conocía todos los detalles de la vida de Diana, pero sin duda era algo, una nueva pista, un poco de información. El chico volvió a Chicago, con esperanzas renovadas y un par de aventuras vividas nuevas. Pero, en todo ese tiempo, había una persona que había echado demasiado de menos.

    Nada más llegar a la ciudad, conforme se estaba subiendo al uber que lo llevaría a casa, Danny sacó su teléfono para mandarle un mensaje a Oliver. “Estoy de vuelta en Chicago, por fin. Aunque aún me quedan un par de días de vacaciones. ¿Sigues en Nueva York?” le escribió, esperando que le dijese que también estaba en la ciudad—
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑂𝑝𝑒𝑛 𝑤𝑖𝑑𝑒 ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ 𝑌𝑜𝑢 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑜𝑟𝑛 𝑡𝑜 ℎ𝑦𝑝𝑛𝑜𝑡𝑖𝑧𝑒 𝑡ℎ𝑒𝑚 𝑎𝑙𝑙 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑇ℎ𝑒𝑦 𝑠𝑎𝑖𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑖𝑟 𝑝𝑟𝑎𝑦𝑒𝑟𝑠 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐶𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 ℎ𝑒𝑎𝑟 𝑚𝑒 𝑢𝑝 𝑡ℎ𝑒𝑟𝑒? ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ starter para [witcheddemon] —Desde que había descubierto que era brujo su vida había cambiado bastante. Sin embargo, algunas cosas se mantenían igual. Aún no sabía de dónde venía. Sí, su vida en general había sido bastante buena, una infancia plena, con unos padres que lo adoran, nunca le faltó de nada, pero la pregunta siempre estuvo ahí. Tras descubrir que venía de un largo linaje de brujos dicha pregunta sólo se hizo más presente. ¿Quién era su verdadera familia? ¿Quién era Danny Bishop en realidad? Había estado estudiando el Libro en estos últimos meses, recibiendo clases por parte de Spinel y de Luke y lo cierto era que mejoraba bastante rápido. Por ello mismo era que había decidido dar aquel paso. Estuvo investigando zonas en las que había aparecido su apellido, contrastando entre lo que encontraba en Internet y de otros medios algo más místicos. El más reciente lo había llevado hasta aquella ciudad de Louisiana, más concretamente al Barrio Francés. Ya en un principio, nada más mencionarlo, su familiar le había contado la realidad de aquella ciudad: un hervidero de criaturas sobrenaturales, uno de los más importantes del mundo, incluso. El destino estaba decidido. Allí había conocido al mismísimo Klaus Mikaelson, el híbrido original, lo que al principio parecía una amenaza para su vida, pero acabó convirtiéndose en un punto de inflexión, pues no era la primera vez que este milenario híbrido se encontraba con un Bishop, en realidad. Fue así como Danny descubrió un nombre que hizo que le diese un vuelco el corazón, Diana Bishop, una bruja que había conocido treinta años antes y que era todo un prodigio con la magia. Pero no solo era una poderosa bruja, resultaba ser, también, la madre biológica de Danny. Una poderosa bruja, protectora de los inocentes, con el poder de controlar el tiempo. Una muchacha que vivía en Oxford, historiadora y aficionada a la alquimia. No supo decirle mucho más, pues Klaus tampoco conocía todos los detalles de la vida de Diana, pero sin duda era algo, una nueva pista, un poco de información. El chico volvió a Chicago, con esperanzas renovadas y un par de aventuras vividas nuevas. Pero, en todo ese tiempo, había una persona que había echado demasiado de menos. Nada más llegar a la ciudad, conforme se estaba subiendo al uber que lo llevaría a casa, Danny sacó su teléfono para mandarle un mensaje a Oliver. “Estoy de vuelta en Chicago, por fin. Aunque aún me quedan un par de días de vacaciones. ¿Sigues en Nueva York?” le escribió, esperando que le dijese que también estaba en la ciudad—
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  • Crescent City
    Fandom TVD/The Originals/Legacies
    Categoría Acción
    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ⤹ Sᴛᴀʀᴛᴇʀ ᴘᴀʀᴀ ᴍᴜᴛᴜᴀʟs ʏ ɢᴇɴᴛᴇ ᴅᴇʟ ғᴀɴᴅᴏᴍ

    ㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    —Nueva Orleans, la ciudad que nunca duerme, ciudad del jazz, el vudú y lo sobrenatural. Sin duda un lugar repleto de magia. Para no variar parecía haber una fiesta por el Barrio Francés. Música, gente bailando y bebiendo, pasándoselo bien. El ambiente era contagioso. La mayoría eran humanos, ajenos a los peligros que acechaban en las sombras. Vampiros aprovechando el momento para catar sangre fresca, sobre todo los neófitos, y los demás dándose un pequeño banquete pero procurando no reducir demasiado la población de turistas que se avecinaba cada día.

    Todo aquello podía vislumbrarlo, y de esa forma lo estaba haciendo, desde el balcón principal que daba directo a la calle. Pero bajaría, habiendo dejado a Hope dormida en su cuna, y caminaría un poco para impregnarse a fondo de ese ambiente y vería lo que la noche quisiera ofrecerle—


    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ⤹ Sᴛᴀʀᴛᴇʀ ᴘᴀʀᴀ ᴍᴜᴛᴜᴀʟs ʏ ɢᴇɴᴛᴇ ᴅᴇʟ ғᴀɴᴅᴏᴍ ㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻ —Nueva Orleans, la ciudad que nunca duerme, ciudad del jazz, el vudú y lo sobrenatural. Sin duda un lugar repleto de magia. Para no variar parecía haber una fiesta por el Barrio Francés. Música, gente bailando y bebiendo, pasándoselo bien. El ambiente era contagioso. La mayoría eran humanos, ajenos a los peligros que acechaban en las sombras. Vampiros aprovechando el momento para catar sangre fresca, sobre todo los neófitos, y los demás dándose un pequeño banquete pero procurando no reducir demasiado la población de turistas que se avecinaba cada día. Todo aquello podía vislumbrarlo, y de esa forma lo estaba haciendo, desde el balcón principal que daba directo a la calle. Pero bajaría, habiendo dejado a Hope dormida en su cuna, y caminaría un poco para impregnarse a fondo de ese ambiente y vería lo que la noche quisiera ofrecerle—
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  • 𝗥𝗘𝗦𝗖𝗔́𝗧𝗔𝗠𝗘 𝗗𝗘𝗟 𝗢𝗟𝗩𝗜𝗗𝗢
    Fandom Legacies / The Vampire Diaries / Supernatural
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝑶𝑳 𝑪𝑶𝑵 Luke Crain

    Si alguien le dijera a Hope que sus años de instituto fueron los mejores de su vida, probablemente Hope se reiría en su cara. En su corta vida, en los años que habia pasado dentro del instituto Salvatore, Hope Mikaelson habia cosechado suficientes dramas familiares y personales para toda una vida. Antes de cumplir los tres años, Hope ya habia perdido a su familia paterna, encerrados, aislados, apartados de ella. A los siete los recuperó… solo para perderlos de nuevo poco meses después. Todos disgregados por el planeta, impedidos de volver a verse, para siempre bajo riesgo de una catástrofe mundial. A los quince, Hope Mikaelson ya habia perdido a su madre, su padre y a su tio Elijah. Y se sentía totalmente sola en el mundo. Aunque su tia Freya intentó pasar los siguientes años ejerciendo de figura materna, lo cierto era que Freya estaba bastante ocupada con su propia maternidad y Hope… ya era mayor para aceptar consejos maternales.

    La primera vez que Hope se enamoró su madre terminó muriendo. La segunda vez que Hope se enamoró, la que murió fue ella. Al menos asi era para el resto del mundo que la conoció. O, más bien, nadie que la conociera la recordaba. Esas eran las consecuencias de ser la tríbrida, la laguna de la naturaleza y la única con poder de destruir a Malivore. Al tirarse al pozo de Malivore, Hope habia sido destinada al olvido, a que su novio, su familia, sus amigos… todos la olvidaran.

    Sabia lo que habia cuando consiguió regresar al mundo real, sabia que nadie la recordaría. Y aunque su destino era la Escuela Salvatore donde intentaría reconstruir su vida, aun le quedaba bastante camino para llegar hasta allí. Sin amigos, sin dinero, sin familia… Una joven de dieciocho años perdida en la inmensidad de un mundo que no sabia quien era ella. Por esa razón habia tenido que buscar un trabajo de media jornada, lo suficiente como para sobrevivir y poder pagar un autobús hasta Mystic Falls.

    Pero, por el momento, sus pasos le habían llevado a su hogar, a Nueva Orleans. Y, aunque se habia alejado todo lo posible del Barrio Francés, de la casa de su familia y del Rousseau’s, por las noches, al salir del trabajo, no podía evitar dejar que sus pasos recorrieran aquellas calles que conocía tan bien…
    ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝑶𝑳 𝑪𝑶𝑵 [ImmWarlck] Si alguien le dijera a Hope que sus años de instituto fueron los mejores de su vida, probablemente Hope se reiría en su cara. En su corta vida, en los años que habia pasado dentro del instituto Salvatore, Hope Mikaelson habia cosechado suficientes dramas familiares y personales para toda una vida. Antes de cumplir los tres años, Hope ya habia perdido a su familia paterna, encerrados, aislados, apartados de ella. A los siete los recuperó… solo para perderlos de nuevo poco meses después. Todos disgregados por el planeta, impedidos de volver a verse, para siempre bajo riesgo de una catástrofe mundial. A los quince, Hope Mikaelson ya habia perdido a su madre, su padre y a su tio Elijah. Y se sentía totalmente sola en el mundo. Aunque su tia Freya intentó pasar los siguientes años ejerciendo de figura materna, lo cierto era que Freya estaba bastante ocupada con su propia maternidad y Hope… ya era mayor para aceptar consejos maternales. La primera vez que Hope se enamoró su madre terminó muriendo. La segunda vez que Hope se enamoró, la que murió fue ella. Al menos asi era para el resto del mundo que la conoció. O, más bien, nadie que la conociera la recordaba. Esas eran las consecuencias de ser la tríbrida, la laguna de la naturaleza y la única con poder de destruir a Malivore. Al tirarse al pozo de Malivore, Hope habia sido destinada al olvido, a que su novio, su familia, sus amigos… todos la olvidaran. Sabia lo que habia cuando consiguió regresar al mundo real, sabia que nadie la recordaría. Y aunque su destino era la Escuela Salvatore donde intentaría reconstruir su vida, aun le quedaba bastante camino para llegar hasta allí. Sin amigos, sin dinero, sin familia… Una joven de dieciocho años perdida en la inmensidad de un mundo que no sabia quien era ella. Por esa razón habia tenido que buscar un trabajo de media jornada, lo suficiente como para sobrevivir y poder pagar un autobús hasta Mystic Falls. Pero, por el momento, sus pasos le habían llevado a su hogar, a Nueva Orleans. Y, aunque se habia alejado todo lo posible del Barrio Francés, de la casa de su familia y del Rousseau’s, por las noches, al salir del trabajo, no podía evitar dejar que sus pasos recorrieran aquellas calles que conocía tan bien…
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