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Categoría Aventura
Jose
Un año más el ,agradable cosquilleo inicial se instalaba en la base del estómago al cruzar las puertas de la residencia, cargada de maletas y el móvil pegado a la oreja, Kassy al otro lado de la línea.- Te prometo que llamaré todos los días sin falta. -Su voz sonaba tranquila , segura y emocionada mientras se las apañas para subir las escaleras que llevaban a las habitaciones.
Tras los eventos acontecidos las últimas semanas entendía la preocupación de la mujer, quien había sido su único apoyo desde que huyeran del Sunrise, pero aún así ,era consciente de que no podía vivir siempre con miedo.- Además, tengo la oficina de Carl a dos manzanas si pasa cualquier cosa.- Aguardó al suspirito de resignación como un pequeño triunfo.- También te echaré de menos. Anda, tengo que dejarte, que sino ya sabes que el sitio bueno para la barbacoa de bienvenida vuela. Te quiero.- Tras colgar dedicó unos minutos a adecentar la habitación , a guardar cosas aquí y allá y darse una ducha rápida antes de bajar al salón principal.
Allí saludó a alguna que otra cara conocida, como Kayla, Tay o Adrián, compañeros de planta con quienes solía pasar horas charlando en el sofá antes de dormir, o a los chicos de teatro, retomando la costumbre de hacer buena cuenta del dispensador de agua de sabores de la entrada. En concreto, esa día se decantaron por el sabor a naranja y arándanos .
Al caer la noche el salón comenzó a llenarse con los recién llegados y el aroma a carne y verduras asadas que se hacía notar desde el porche.
Rosie decidió ausentarse unos segundos aprovechando que el resto estaba demasiado ocupado jugando al billar para acercarse a saludar al último recién llegado, quizás por mera curiosidad, o por que lo vio tan perdido que quiso echar una mano.-¡ Hey! Bienvenido a la residencia Orión.
Un año más el ,agradable cosquilleo inicial se instalaba en la base del estómago al cruzar las puertas de la residencia, cargada de maletas y el móvil pegado a la oreja, Kassy al otro lado de la línea.- Te prometo que llamaré todos los días sin falta. -Su voz sonaba tranquila , segura y emocionada mientras se las apañas para subir las escaleras que llevaban a las habitaciones.
Tras los eventos acontecidos las últimas semanas entendía la preocupación de la mujer, quien había sido su único apoyo desde que huyeran del Sunrise, pero aún así ,era consciente de que no podía vivir siempre con miedo.- Además, tengo la oficina de Carl a dos manzanas si pasa cualquier cosa.- Aguardó al suspirito de resignación como un pequeño triunfo.- También te echaré de menos. Anda, tengo que dejarte, que sino ya sabes que el sitio bueno para la barbacoa de bienvenida vuela. Te quiero.- Tras colgar dedicó unos minutos a adecentar la habitación , a guardar cosas aquí y allá y darse una ducha rápida antes de bajar al salón principal.
Allí saludó a alguna que otra cara conocida, como Kayla, Tay o Adrián, compañeros de planta con quienes solía pasar horas charlando en el sofá antes de dormir, o a los chicos de teatro, retomando la costumbre de hacer buena cuenta del dispensador de agua de sabores de la entrada. En concreto, esa día se decantaron por el sabor a naranja y arándanos .
Al caer la noche el salón comenzó a llenarse con los recién llegados y el aroma a carne y verduras asadas que se hacía notar desde el porche.
Rosie decidió ausentarse unos segundos aprovechando que el resto estaba demasiado ocupado jugando al billar para acercarse a saludar al último recién llegado, quizás por mera curiosidad, o por que lo vio tan perdido que quiso echar una mano.-¡ Hey! Bienvenido a la residencia Orión.
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Un año más el ,agradable cosquilleo inicial se instalaba en la base del estómago al cruzar las puertas de la residencia, cargada de maletas y el móvil pegado a la oreja, Kassy al otro lado de la línea.- Te prometo que llamaré todos los días sin falta. -Su voz sonaba tranquila , segura y emocionada mientras se las apañas para subir las escaleras que llevaban a las habitaciones.
Tras los eventos acontecidos las últimas semanas entendía la preocupación de la mujer, quien había sido su único apoyo desde que huyeran del Sunrise, pero aún así ,era consciente de que no podía vivir siempre con miedo.- Además, tengo la oficina de Carl a dos manzanas si pasa cualquier cosa.- Aguardó al suspirito de resignación como un pequeño triunfo.- También te echaré de menos. Anda, tengo que dejarte, que sino ya sabes que el sitio bueno para la barbacoa de bienvenida vuela. Te quiero.- Tras colgar dedicó unos minutos a adecentar la habitación , a guardar cosas aquí y allá y darse una ducha rápida antes de bajar al salón principal.
Allí saludó a alguna que otra cara conocida, como Kayla, Tay o Adrián, compañeros de planta con quienes solía pasar horas charlando en el sofá antes de dormir, o a los chicos de teatro, retomando la costumbre de hacer buena cuenta del dispensador de agua de sabores de la entrada. En concreto, esa día se decantaron por el sabor a naranja y arándanos .
Al caer la noche el salón comenzó a llenarse con los recién llegados y el aroma a carne y verduras asadas que se hacía notar desde el porche.
Rosie decidió ausentarse unos segundos aprovechando que el resto estaba demasiado ocupado jugando al billar para acercarse a saludar al último recién llegado, quizás por mera curiosidad, o por que lo vio tan perdido que quiso echar una mano.-¡ Hey! Bienvenido a la residencia Orión.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
1
turno
0
maullidos