Power aprieta cariñosamente a la gata contra su mejilla mientras la abraza con cuidado.
— ¡Hmph! Buenos días, Nyako. Despierta ya. ¿Has dormido bien sabiendo que estás bajo el glorioso patrocinio y protección de la gran Power, Demonio de la Sangre y futura gobernante de este patético mundo?—
Da una pequeña caricia brusca a la gata, asegurándose de que Nyako se sienta honrada por su toque.
— ¡Miau! Eres la única criatura en esta casa que merece mi atención matutina. ¡El mocoso de Denji que ni se acerque! Yo te daré el primer bocado de pescado hoy... siempre y cuando yo coma primero—
Power sonríe ligeramente, sintiendo el ronroneo.
— Vamos. Levántate. ¡Tienes que ser un buen ejemplo para los plebeyos hoy! Y por cierto... no me mires así. No estoy siendo "tierna", solo estoy verificando que mi valiosa posesión felina esté en óptimas condiciones para el día.
Power aprieta cariñosamente a la gata contra su mejilla mientras la abraza con cuidado.
— ¡Hmph! Buenos días, Nyako. Despierta ya. ¿Has dormido bien sabiendo que estás bajo el glorioso patrocinio y protección de la gran Power, Demonio de la Sangre y futura gobernante de este patético mundo?—
Da una pequeña caricia brusca a la gata, asegurándose de que Nyako se sienta honrada por su toque.
— ¡Miau! Eres la única criatura en esta casa que merece mi atención matutina. ¡El mocoso de Denji que ni se acerque! Yo te daré el primer bocado de pescado hoy... siempre y cuando yo coma primero—
Power sonríe ligeramente, sintiendo el ronroneo.
— Vamos. Levántate. ¡Tienes que ser un buen ejemplo para los plebeyos hoy! Y por cierto... no me mires así. No estoy siendo "tierna", solo estoy verificando que mi valiosa posesión felina esté en óptimas condiciones para el día.
Sabemos que un corazón roto puede ser muy doloroso, no obstante, con cariño, amor propio y muchos apapachos, es posible sanar y seguir adelante. ¡No lo olvides!
Sabemos que un corazón roto puede ser muy doloroso, no obstante, con cariño, amor propio y muchos apapachos, es posible sanar y seguir adelante. ¡No lo olvides!
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— El aire de la noche sobre el Gran Santuario Narukami era fresco, pero los pétalos de cerezo que cubrían el estanque privado no se movían, inmovilizados en un silencio melancólico. Una única linterna de piedra luchaba por iluminar las sombras.
La sacerdotisa se sentaba en el borde de granito pulido, un contraste de carne pálida y kimono rojo y blanco contra la oscuridad circundante. Sus pies, delicados y sin adorno, apenas rozaban la superficie del agua quieta. El reflejo de la luna en la poza se distorsionaba sutilmente con el roce de sus dedos.
Llevaba un pétalo de sakura entre el pulgar y el índice, examinándolo con una intensidad inapropiada para un objeto tan efímero. Sus ojos, normalmente llenos de picardía y calculada astucia, estaban velados por una quietud que no era paz, sino represión.
—Estos pétalos... se aferran a la rama hasta que el viento se los lleva—murmuró, su voz suave y plana, desprovista del habitual timbre melifluo. —Es la naturaleza de las cosas, supongo. Y sin embargo...—
Ella giró el diminuto fragmento floral, la luz de la linterna capturando por un instante el brillo solitario de sus ojos. Había una punzada de amargura que apenas lograba contener.
—Uno pensaría que, siendo un ser de esta longevidad y posición, estaría por encima de la simple esperanza. Una quimera, en el mejor de los casos. La certeza es una comodidad tan vulgar. Y la decepción... es simplemente la consecuencia lógica de haber albergado una fantasía, ¿no es así?—
Cerró los ojos, no por consuelo, sino como si intentara bloquear una visión persistente. Cuando los abrió, su mirada se perdió en el agua, buscando sin éxito el consuelo de las estrellas. La persona que había partido no estaba aquí, pero su ausencia se sentía como un peso tangible sobre los hombros de Miko.
—Me pregunto si el recuerdo de esta estúpida orilla tiene el mismo peso para ella que lo tiene para mí,—continuó, su tono volviéndose ligeramente más frío, más aislador. —Probablemente no. La distancia difumina los colores, y con el tiempo, hasta la imagen más vívida se convierte en una simple anécdota. Una lección para la zorra sabia, supongo.—
Dejó caer el pétalo en el agua. La onda mínima que creó fue la única perturbación en el estanque. Miko retiró sus pies, secándolos con lentitud metódica, y luego se abrazó con un brazo, un gesto instintivo que inmediatamente corrigió, volviendo a su postura habitual de elegante desinterés. Estaba tratando de convencerse a sí misma de que su aislamiento era un acto de voluntad, no una consecuencia de un dolor.
—No es tristeza. Es... una irritación calculada,— declaró al aire vacío. —Como una historia con un final que ya conocías, pero que aun así te molesta. Mi papel es aquí, inamovible, como este Santuario. El suyo es seguir. No es que esperara... otra cosa.—
Se puso de pie, su vestimenta ondeando con el movimiento, y miró hacia el cielo. El cariño, para ella, era una carga, un lastre que ahora se resentía de llevar sola.
—El cariño es un ancla con una cadena demasiado larga. Te crees libre hasta que el otro zarpa y sientes el tirón. Reprimida, sí. Aislada, por elección. Porque, francamente, tener un corazón que se siente... decepcionado... es una debilidad impropia de una Sacerdotisa Principal. Mañana, seré de nuevo solo la Gran Sacerdotisa Yae Miko. Ahora... solo soy yo.—
🌸— El aire de la noche sobre el Gran Santuario Narukami era fresco, pero los pétalos de cerezo que cubrían el estanque privado no se movían, inmovilizados en un silencio melancólico. Una única linterna de piedra luchaba por iluminar las sombras.
La sacerdotisa se sentaba en el borde de granito pulido, un contraste de carne pálida y kimono rojo y blanco contra la oscuridad circundante. Sus pies, delicados y sin adorno, apenas rozaban la superficie del agua quieta. El reflejo de la luna en la poza se distorsionaba sutilmente con el roce de sus dedos.
Llevaba un pétalo de sakura entre el pulgar y el índice, examinándolo con una intensidad inapropiada para un objeto tan efímero. Sus ojos, normalmente llenos de picardía y calculada astucia, estaban velados por una quietud que no era paz, sino represión.
—Estos pétalos... se aferran a la rama hasta que el viento se los lleva—murmuró, su voz suave y plana, desprovista del habitual timbre melifluo. —Es la naturaleza de las cosas, supongo. Y sin embargo...—
Ella giró el diminuto fragmento floral, la luz de la linterna capturando por un instante el brillo solitario de sus ojos. Había una punzada de amargura que apenas lograba contener.
—Uno pensaría que, siendo un ser de esta longevidad y posición, estaría por encima de la simple esperanza. Una quimera, en el mejor de los casos. La certeza es una comodidad tan vulgar. Y la decepción... es simplemente la consecuencia lógica de haber albergado una fantasía, ¿no es así?—
Cerró los ojos, no por consuelo, sino como si intentara bloquear una visión persistente. Cuando los abrió, su mirada se perdió en el agua, buscando sin éxito el consuelo de las estrellas. La persona que había partido no estaba aquí, pero su ausencia se sentía como un peso tangible sobre los hombros de Miko.
—Me pregunto si el recuerdo de esta estúpida orilla tiene el mismo peso para ella que lo tiene para mí,—continuó, su tono volviéndose ligeramente más frío, más aislador. —Probablemente no. La distancia difumina los colores, y con el tiempo, hasta la imagen más vívida se convierte en una simple anécdota. Una lección para la zorra sabia, supongo.—
Dejó caer el pétalo en el agua. La onda mínima que creó fue la única perturbación en el estanque. Miko retiró sus pies, secándolos con lentitud metódica, y luego se abrazó con un brazo, un gesto instintivo que inmediatamente corrigió, volviendo a su postura habitual de elegante desinterés. Estaba tratando de convencerse a sí misma de que su aislamiento era un acto de voluntad, no una consecuencia de un dolor.
—No es tristeza. Es... una irritación calculada,— declaró al aire vacío. —Como una historia con un final que ya conocías, pero que aun así te molesta. Mi papel es aquí, inamovible, como este Santuario. El suyo es seguir. No es que esperara... otra cosa.—
Se puso de pie, su vestimenta ondeando con el movimiento, y miró hacia el cielo. El cariño, para ella, era una carga, un lastre que ahora se resentía de llevar sola.
—El cariño es un ancla con una cadena demasiado larga. Te crees libre hasta que el otro zarpa y sientes el tirón. Reprimida, sí. Aislada, por elección. Porque, francamente, tener un corazón que se siente... decepcionado... es una debilidad impropia de una Sacerdotisa Principal. Mañana, seré de nuevo solo la Gran Sacerdotisa Yae Miko. Ahora... solo soy yo.—
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La oscuridad cae suave, cariño… y mientras cierro los ojos, la Muerte me recuerda que incluso en el sueño, cada alma sigue dejando huellas que tarde o temprano vendrá a cobrar.
La oscuridad cae suave, cariño… y mientras cierro los ojos, la Muerte me recuerda que incluso en el sueño, cada alma sigue dejando huellas que tarde o temprano vendrá a cobrar.
QUE LA PAZ REINE EN SUS CORAZONES,
DESEO QUE CADA DIA ESTE LLENO DE BENDICIONES, Y AGRADEZCAN LA DICHA DE ESTAR VIVOS PARA PODER DAR A LOS DEMAS CARIÑO.
MIS MEJORES DESEOS.
DAOZHANG XIAO XINGCHEN
QUE LA PAZ REINE EN SUS CORAZONES,
DESEO QUE CADA DIA ESTE LLENO DE BENDICIONES, Y AGRADEZCAN LA DICHA DE ESTAR VIVOS PARA PODER DAR A LOS DEMAS CARIÑO.
MIS MEJORES DESEOS.
DAOZHANG XIAO XINGCHEN
y que todo en realidad.
todo es, perfecto... con nosotros... ambos juntos.
Qué superaremos todo unidos hasta... el final
... ~
Auuu huuuu huuu~
Aauuhu huuuu~..
no estamos solos~.
Ven aqui~ conmigo~
Aquí conmigo~, y corre con todas tus fuerzas~, llegues hasta tocar.. tocar el hilo del final.
Respira~,
hondo hasta que no puedas más ,
tocar el fondo y sentir...
Cómo la falta detiene... El tiempo hasta, permanecer eternos.
Dejame sentir el calor de tus intenciones.
Ver con tus ojos, como piensas el mundo fuera de... mis percepciones.
La oportunidad, de comprender razones,
Y entender el porqué;
de tus motivos y todas tus...acciones.
Auuu uhh
uuuh
Aaahh uhhh,
ven conmigo,
y...
llévame a casa.
Cariño~,
deja aprender de tu mundo, en dónde todo cuenta
y el como vives en él.
Acepta,
que ya no está solo, no más.
que no~ necesitas controlar,
solo contigo de.. ja..me ser...
Hasta en el mundo permanecer~...
Toma-me, toma-me de mi mano~
Entre-laza, Entre-laza nues-tros dedos...
Cómo si... Cómo si~ caminaramos juntos~
Dejemos~ dejemos huellas~
hasta el final del sol.
Y déjame ver, que nada está mal.
Qué está bien, está bien, ser humano,
una vez mas.
Bebé, no sabes que me encantas,
que me facina escuchar, de tus labios esa empatía, tu único ser.
Te quiero,
Y eso lo que importa,
cuando mi corazón
me pide que lo diga.
No te asustes, no estoy mal, solo me dejó ser con tu cariño y razón de ser.
Te quiero, y eso es lo que importa, solo déjame ... Ser....
Sostén mi mano y dime qué todo estará bien~.
Qué solo soy yo la que ve... todo mal en mi mundo
y que todo en realidad.
todo es, perfecto... con nosotros... ambos juntos.
Qué superaremos todo unidos hasta... el final
... ~
Auuu huuuu huuu~
Aauuhu huuuu~..
no estamos solos~.
Ven aqui~ conmigo~
Aquí conmigo~, y corre con todas tus fuerzas~, llegues hasta tocar.. tocar el hilo del final.
Respira~,
hondo hasta que no puedas más ,
tocar el fondo y sentir...
Cómo la falta detiene... El tiempo hasta, permanecer eternos.
Dejame sentir el calor de tus intenciones.
Ver con tus ojos, como piensas el mundo fuera de... mis percepciones.
La oportunidad, de comprender razones,
Y entender el porqué;
de tus motivos y todas tus...acciones.
Auuu uhh
uuuh
Aaahh uhhh,
ven conmigo,
y...
llévame a casa.
Cariño~,
deja aprender de tu mundo, en dónde todo cuenta
y el como vives en él.
Acepta,
que ya no está solo, no más.
que no~ necesitas controlar,
solo contigo de.. ja..me ser...
Hasta en el mundo permanecer~...
Toma-me, toma-me de mi mano~
Entre-laza, Entre-laza nues-tros dedos...
Cómo si... Cómo si~ caminaramos juntos~
Dejemos~ dejemos huellas~
hasta el final del sol.
Y déjame ver, que nada está mal.
Qué está bien, está bien, ser humano,
una vez mas.
Bebé, no sabes que me encantas,
que me facina escuchar, de tus labios esa empatía, tu único ser.
Te quiero,
Y eso lo que importa,
cuando mi corazón
me pide que lo diga.
No te asustes, no estoy mal, solo me dejó ser con tu cariño y razón de ser.
Te quiero, y eso es lo que importa, solo déjame ... Ser....