Aquella galeria de arte le brindaba calma en medio del bullicio de la ciudad. Las paredes blancas y minimalistas exhibían obras de arte contemporáneo que desafiaban la percepción y provocaban la reflexión. Hyeon, vestido con un elegante abrigo de lana, recorría la galería con paso tranquilo, su mirada analizando cada obra con atención.
A pesar de su reputación como magnate de los negocios, o de su identidad oculta como líder de una organización criminal, sentía una profunda fascinación por el arte. Encontraba en las pinturas y esculturas una forma de escapar de la realidad y conectar con emociones que nunca se permitía sentir.
Su mirada se detuvo en una obra en particular. Un lienzo abstracto, de colores vibrantes y formas dinámicas, que parecía reflejar la complejidad de su propia alma. Hyeon-Seok se acercó a la pintura, sintiendo una conexión inexplicable con la obra y con el artista que la había creado.
Mientras contemplaba la pintura, sintió la presencia de una persona a su lado que parecía igual de cautivada que él por la pintura. Observó a la persona de reojo, levemente sorprendido de encontrar a alguien que compartiera su aprecio por la obra.
— Es una pieza interesante, ¿No cree? La técnica es...peculiar. —mencionó.
A pesar de su reputación como magnate de los negocios, o de su identidad oculta como líder de una organización criminal, sentía una profunda fascinación por el arte. Encontraba en las pinturas y esculturas una forma de escapar de la realidad y conectar con emociones que nunca se permitía sentir.
Su mirada se detuvo en una obra en particular. Un lienzo abstracto, de colores vibrantes y formas dinámicas, que parecía reflejar la complejidad de su propia alma. Hyeon-Seok se acercó a la pintura, sintiendo una conexión inexplicable con la obra y con el artista que la había creado.
Mientras contemplaba la pintura, sintió la presencia de una persona a su lado que parecía igual de cautivada que él por la pintura. Observó a la persona de reojo, levemente sorprendido de encontrar a alguien que compartiera su aprecio por la obra.
— Es una pieza interesante, ¿No cree? La técnica es...peculiar. —mencionó.
Aquella galeria de arte le brindaba calma en medio del bullicio de la ciudad. Las paredes blancas y minimalistas exhibían obras de arte contemporáneo que desafiaban la percepción y provocaban la reflexión. Hyeon, vestido con un elegante abrigo de lana, recorría la galería con paso tranquilo, su mirada analizando cada obra con atención.
A pesar de su reputación como magnate de los negocios, o de su identidad oculta como líder de una organización criminal, sentía una profunda fascinación por el arte. Encontraba en las pinturas y esculturas una forma de escapar de la realidad y conectar con emociones que nunca se permitía sentir.
Su mirada se detuvo en una obra en particular. Un lienzo abstracto, de colores vibrantes y formas dinámicas, que parecía reflejar la complejidad de su propia alma. Hyeon-Seok se acercó a la pintura, sintiendo una conexión inexplicable con la obra y con el artista que la había creado.
Mientras contemplaba la pintura, sintió la presencia de una persona a su lado que parecía igual de cautivada que él por la pintura. Observó a la persona de reojo, levemente sorprendido de encontrar a alguien que compartiera su aprecio por la obra.
— Es una pieza interesante, ¿No cree? La técnica es...peculiar. —mencionó.

