• Había respondido una llamada aquella noche, lo sacaron prácticamente de las sábanas blancas de ese hotel en las afueras del Barrio Francés donde solía quedarse para no tener que hacerlo en la casa Du Lac, que no había pisado desde hace cien años. Con la pereza que lo caracterizaba, arrastró los pies hasta la recepción, como odiaba que no supieran manejar a una simple rata que no hacía más que generar problemas, pero como era la costumbre quien tenía que terminar el trabajo era él. Por lo menos no podía quejarse y ya lo tenían en una de las bodegas del Bayou pero tener que entrar a ese pantano después de lo que había pasado cien años atrás, bueno no era su lugar favorito tampoco. Se pasó la mano por las hebras azabaches de su cabello con fastidio y se subió al auto que esperaba para llevarlo hasta el lugar, genial se moría por encender un cigarrillo y aunque este inundara sus pulmones, al final no se convertía del todo en un vicio y tampoco lo mataría, por lo que una risa salió de sus labios, era divertido verse simple deseando algo que no podía ser. — Parfois, je déteste la façon dont je resseme à Louis.— Refunfuñó para sí mismo.

    Cuando llegaron todo estaba listo, lo habían torturado y por supuesto que había dicho lo que necesitaban, pero dejarlo ir no era una opción, el olor de la sangre hizo que sus ojos se volvieran rojos, había “desayunado” muy bien, la sangre del barrio francés aún era de sus favoritas, pero ahí estaba parado frente a un tipo que pronto pasaría ser parte de las filas del infierno. Si describiera lo que vino después de que cerraran la puerta tras él, seguramente será más que infrahumano, al final ni los huesos quedaron; lo único que había de un vestigio de que hubo ahí algo más que el, era la sangre que manchaba el traje Hermès que portaba ese día, junto con la que escurría de la plancha metálica detrás de él, lo había disfrutado, por supuesto, a veces eso saciaba su necesidad de cazar y matar, aún cuando no bebió ni una gota más, el sonido de las súplicas, de los huesos rotos, todo lo demás le hacían recordar los viejos tiempos donde podía hacerse pasar por un infante. — Je dis qu'il n'y a rien de plus excitant que ça.— Al final tampoco era tan diferente de Lestat.
    Había respondido una llamada aquella noche, lo sacaron prácticamente de las sábanas blancas de ese hotel en las afueras del Barrio Francés donde solía quedarse para no tener que hacerlo en la casa Du Lac, que no había pisado desde hace cien años. Con la pereza que lo caracterizaba, arrastró los pies hasta la recepción, como odiaba que no supieran manejar a una simple rata que no hacía más que generar problemas, pero como era la costumbre quien tenía que terminar el trabajo era él. Por lo menos no podía quejarse y ya lo tenían en una de las bodegas del Bayou pero tener que entrar a ese pantano después de lo que había pasado cien años atrás, bueno no era su lugar favorito tampoco. Se pasó la mano por las hebras azabaches de su cabello con fastidio y se subió al auto que esperaba para llevarlo hasta el lugar, genial se moría por encender un cigarrillo y aunque este inundara sus pulmones, al final no se convertía del todo en un vicio y tampoco lo mataría, por lo que una risa salió de sus labios, era divertido verse simple deseando algo que no podía ser. — Parfois, je déteste la façon dont je resseme à Louis.— Refunfuñó para sí mismo. Cuando llegaron todo estaba listo, lo habían torturado y por supuesto que había dicho lo que necesitaban, pero dejarlo ir no era una opción, el olor de la sangre hizo que sus ojos se volvieran rojos, había “desayunado” muy bien, la sangre del barrio francés aún era de sus favoritas, pero ahí estaba parado frente a un tipo que pronto pasaría ser parte de las filas del infierno. Si describiera lo que vino después de que cerraran la puerta tras él, seguramente será más que infrahumano, al final ni los huesos quedaron; lo único que había de un vestigio de que hubo ahí algo más que el, era la sangre que manchaba el traje Hermès que portaba ese día, junto con la que escurría de la plancha metálica detrás de él, lo había disfrutado, por supuesto, a veces eso saciaba su necesidad de cazar y matar, aún cuando no bebió ni una gota más, el sonido de las súplicas, de los huesos rotos, todo lo demás le hacían recordar los viejos tiempos donde podía hacerse pasar por un infante. — Je dis qu'il n'y a rien de plus excitant que ça.— Al final tampoco era tan diferente de Lestat.
    Me shockea
    1
    0 turnos 0 maullidos 280 vistas
  • "Bienvenido a Nueva Orleans"
    Fandom The Vampire Diaries / The Originals / OC
    Categoría Fantasía

    ㅤㅤㅤㅤB𝐢e𝐧v𝐞n𝐢d𝐨 𝐚 𝐍u𝐞v𝐚 𝐎r𝐥e𝐚n𝐬
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Abel T Kovacs



    Aun no habían dilucidado siquiera la punta completa del iceberg del misterio por el cual Elijah, Hayley, él y… algunas criaturas sobrenaturales más habían regresado de la tumba. Era un hecho sin precedentes y, no malinterpretéis… Lo cierto era que Niklaus Mikaelson era feliz de haber regresado, de poder volver a respirar, de volver a sentir la luz del sol. Pero al mismo tiempo sabía que su regreso a la vida, que la marca en su brazo (y en la de su hermano y madre de su hija) no eran casualidad, no eran un tatuaje cutre que ninguno recordaba después de una borrachera. No. Allí había algo mucho más importante. Algo que no eran capaces de entender siquiera.

    Klaus podía sentirlo, no sabia el qué. Era como un pesar como un zumbido, como una sombra que se cernía sobre su cabeza de forma inevitable. No lo reconocía, no sabía a qué se enfrentaban y, sin embargo, durante un segundo, por una fracción de este, casi podía darle nombre. Eran apenas siquiera flashes, fogonazos…

    Y, después, una terrible jaqueca.

    -Hay un visitante en el St. James Infirmary -escuchó la voz de Freya, pero lo cierto era que su mirada estaba perdida en el infinito-¿Nik? ¿Estás bien?

    Klaus salió de su ensimismamiento y regresó a la realidad desviando su mirada hacia su hermana mayor.

    -Freya, ¿qué decías?

    -Me ha llamado Jannie, la camarera del St. James… Dice que hay un visitante que nadie reconoce. Un hombre adulto… No sabe quien es, pero… -decía Freya.

    Klaus curvó una rápida sonrisa, divertido con la situación.

    -¿Acaso jugueteas con la posibilidad de que, repentinamente, un extraño aparezca en Nueva Orleans con todas las respuestas al misterio que tenemos entre manos? -preguntó el Hibrido- Harto improbable, ¿no crees?


    Freya se encogió de hombros y se apoyó contra el umbral de la puerta.
    -No lo sé… -negó con la cabeza- No tengo ni idea, Nik… Esto es algo a lo que ninguno nos hemos enfrentado antes… -suspiró y negó con la cabeza antes de acercarse al hibrido original- Ni tu ni yo tenemos las respuestas, pero… Ir a echar un vistazo no te matara, ¿no?

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃. 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙸𝚗𝚏𝚒𝚛𝚖𝚊𝚛𝚢.
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝙱𝚊𝚛𝚛𝚒𝚘 𝙵𝚛𝚊𝚗𝚌𝚎́𝚜.
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊 𝙾𝚛𝚕𝚎𝚊𝚗𝚜.

    Divisó desde la puerta a aquel extraño visitante. En un local donde todo era colorido y todo eran risas y diversión solo un hombre destacaba, sentado a la barra. No es que saltara a simple vista que era distinto o que un pudiera averiguar con solo observarlo qué lo hacía diferente. Simplemente, era una sensación. Si, Nueva Orleans era una ciudad realmente turística, pero solo criaturas sobrenaturales o amigos de estos frecuentaban ese lugar. Como si fuera un secreto y un rumor que corriera a voces al mismo tiempo. Asi que… o ese tipo había dado con aquello por casualidad, o… Había gato encerrado. Fuera como fuera. Valia la pena echar un vistazo.

    Asi que, usando su velocidad vampírica, en un instante el asiento al lado del recién llegado estaba vacío y, un segundo después estaba ocupado por Klaus Mikaelson quien, usando solo dos dedos y una rápida mirada a la camarera, obtuvo un vaso de whisky frente a sí.

    -Bienvenido al Barrio Francés -saludó el Hibrido Original dedicando una tranquila y aparentemente amigable mirada al hombre sentado a su lado.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D

    ⤷ Dinámica de compañero de rol aleatorio
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤB𝐢e𝐧v𝐞n𝐢d𝐨 𝐚 𝐍u𝐞v𝐚 𝐎r𝐥e𝐚n𝐬 ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [orbit_turquoise_ape_723] ㅤ Aun no habían dilucidado siquiera la punta completa del iceberg del misterio por el cual Elijah, Hayley, él y… algunas criaturas sobrenaturales más habían regresado de la tumba. Era un hecho sin precedentes y, no malinterpretéis… Lo cierto era que Niklaus Mikaelson era feliz de haber regresado, de poder volver a respirar, de volver a sentir la luz del sol. Pero al mismo tiempo sabía que su regreso a la vida, que la marca en su brazo (y en la de su hermano y madre de su hija) no eran casualidad, no eran un tatuaje cutre que ninguno recordaba después de una borrachera. No. Allí había algo mucho más importante. Algo que no eran capaces de entender siquiera. Klaus podía sentirlo, no sabia el qué. Era como un pesar como un zumbido, como una sombra que se cernía sobre su cabeza de forma inevitable. No lo reconocía, no sabía a qué se enfrentaban y, sin embargo, durante un segundo, por una fracción de este, casi podía darle nombre. Eran apenas siquiera flashes, fogonazos… Y, después, una terrible jaqueca. -Hay un visitante en el St. James Infirmary -escuchó la voz de Freya, pero lo cierto era que su mirada estaba perdida en el infinito-¿Nik? ¿Estás bien? Klaus salió de su ensimismamiento y regresó a la realidad desviando su mirada hacia su hermana mayor. -Freya, ¿qué decías? -Me ha llamado Jannie, la camarera del St. James… Dice que hay un visitante que nadie reconoce. Un hombre adulto… No sabe quien es, pero… -decía Freya. Klaus curvó una rápida sonrisa, divertido con la situación. -¿Acaso jugueteas con la posibilidad de que, repentinamente, un extraño aparezca en Nueva Orleans con todas las respuestas al misterio que tenemos entre manos? -preguntó el Hibrido- Harto improbable, ¿no crees? Freya se encogió de hombros y se apoyó contra el umbral de la puerta. -No lo sé… -negó con la cabeza- No tengo ni idea, Nik… Esto es algo a lo que ninguno nos hemos enfrentado antes… -suspiró y negó con la cabeza antes de acercarse al hibrido original- Ni tu ni yo tenemos las respuestas, pero… Ir a echar un vistazo no te matara, ¿no? ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚃. 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙸𝚗𝚏𝚒𝚛𝚖𝚊𝚛𝚢. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝙱𝚊𝚛𝚛𝚒𝚘 𝙵𝚛𝚊𝚗𝚌𝚎́𝚜. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊 𝙾𝚛𝚕𝚎𝚊𝚗𝚜. Divisó desde la puerta a aquel extraño visitante. En un local donde todo era colorido y todo eran risas y diversión solo un hombre destacaba, sentado a la barra. No es que saltara a simple vista que era distinto o que un pudiera averiguar con solo observarlo qué lo hacía diferente. Simplemente, era una sensación. Si, Nueva Orleans era una ciudad realmente turística, pero solo criaturas sobrenaturales o amigos de estos frecuentaban ese lugar. Como si fuera un secreto y un rumor que corriera a voces al mismo tiempo. Asi que… o ese tipo había dado con aquello por casualidad, o… Había gato encerrado. Fuera como fuera. Valia la pena echar un vistazo. Asi que, usando su velocidad vampírica, en un instante el asiento al lado del recién llegado estaba vacío y, un segundo después estaba ocupado por Klaus Mikaelson quien, usando solo dos dedos y una rápida mirada a la camarera, obtuvo un vaso de whisky frente a sí. -Bienvenido al Barrio Francés -saludó el Hibrido Original dedicando una tranquila y aparentemente amigable mirada al hombre sentado a su lado. #Personajes3D #3D #Comunidad3D ⤷ Dinámica de compañero de rol aleatorio
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    2
    10 turnos 0 maullidos 1984 vistas
  • — Supongo que hoy debería divertirme… debería ir al Barrio Francés en lugar del Bayou.—
    — Supongo que hoy debería divertirme… debería ir al Barrio Francés en lugar del Bayou.—
    Me gusta
    Me encocora
    4
    10 turnos 0 maullidos 514 vistas
  • A Discovery of Witches
    Fandom Oc
    Categoría Fantasía

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑂𝑝𝑒𝑛 𝑤𝑖𝑑𝑒
    ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ 𝑌𝑜𝑢 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑜𝑟𝑛 𝑡𝑜 ℎ𝑦𝑝𝑛𝑜𝑡𝑖𝑧𝑒 𝑡ℎ𝑒𝑚 𝑎𝑙𝑙
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑇ℎ𝑒𝑦 𝑠𝑎𝑖𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑖𝑟 𝑝𝑟𝑎𝑦𝑒𝑟𝑠
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐶𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 ℎ𝑒𝑎𝑟 𝑚𝑒 𝑢𝑝 𝑡ℎ𝑒𝑟𝑒?

    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ starter para Oliver Watson


    —Desde que había descubierto que era brujo su vida había cambiado bastante. Sin embargo, algunas cosas se mantenían igual. Aún no sabía de dónde venía. Sí, su vida en general había sido bastante buena, una infancia plena, con unos padres que lo adoran, nunca le faltó de nada, pero la pregunta siempre estuvo ahí. Tras descubrir que venía de un largo linaje de brujos dicha pregunta sólo se hizo más presente. ¿Quién era su verdadera familia? ¿Quién era Danny Bishop en realidad?

    Había estado estudiando el Libro en estos últimos meses, recibiendo clases por parte de Spinel y de Luke y lo cierto era que mejoraba bastante rápido. Por ello mismo era que había decidido dar aquel paso. Estuvo investigando zonas en las que había aparecido su apellido, contrastando entre lo que encontraba en Internet y de otros medios algo más místicos. El más reciente lo había llevado hasta aquella ciudad de Louisiana, más concretamente al Barrio Francés. Ya en un principio, nada más mencionarlo, su familiar le había contado la realidad de aquella ciudad: un hervidero de criaturas sobrenaturales, uno de los más importantes del mundo, incluso. El destino estaba decidido.

    Allí había conocido al mismísimo Klaus Mikaelson, el híbrido original, lo que al principio parecía una amenaza para su vida, pero acabó convirtiéndose en un punto de inflexión, pues no era la primera vez que este milenario híbrido se encontraba con un Bishop, en realidad. Fue así como Danny descubrió un nombre que hizo que le diese un vuelco el corazón, Diana Bishop, una bruja que había conocido treinta años antes y que era todo un prodigio con la magia.

    Pero no solo era una poderosa bruja, resultaba ser, también, la madre biológica de Danny. Una poderosa bruja, protectora de los inocentes, con el poder de controlar el tiempo. Una muchacha que vivía en Oxford, historiadora y aficionada a la alquimia. No supo decirle mucho más, pues Klaus tampoco conocía todos los detalles de la vida de Diana, pero sin duda era algo, una nueva pista, un poco de información. El chico volvió a Chicago, con esperanzas renovadas y un par de aventuras vividas nuevas. Pero, en todo ese tiempo, había una persona que había echado demasiado de menos.

    Nada más llegar a la ciudad, conforme se estaba subiendo al uber que lo llevaría a casa, Danny sacó su teléfono para mandarle un mensaje a Oliver. “Estoy de vuelta en Chicago, por fin. Aunque aún me quedan un par de días de vacaciones. ¿Sigues en Nueva York?” le escribió, esperando que le dijese que también estaba en la ciudad—
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑂𝑝𝑒𝑛 𝑤𝑖𝑑𝑒 ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ 𝑌𝑜𝑢 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑜𝑟𝑛 𝑡𝑜 ℎ𝑦𝑝𝑛𝑜𝑡𝑖𝑧𝑒 𝑡ℎ𝑒𝑚 𝑎𝑙𝑙 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑇ℎ𝑒𝑦 𝑠𝑎𝑖𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑖𝑟 𝑝𝑟𝑎𝑦𝑒𝑟𝑠 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐶𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 ℎ𝑒𝑎𝑟 𝑚𝑒 𝑢𝑝 𝑡ℎ𝑒𝑟𝑒? ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ starter para [witcheddemon] —Desde que había descubierto que era brujo su vida había cambiado bastante. Sin embargo, algunas cosas se mantenían igual. Aún no sabía de dónde venía. Sí, su vida en general había sido bastante buena, una infancia plena, con unos padres que lo adoran, nunca le faltó de nada, pero la pregunta siempre estuvo ahí. Tras descubrir que venía de un largo linaje de brujos dicha pregunta sólo se hizo más presente. ¿Quién era su verdadera familia? ¿Quién era Danny Bishop en realidad? Había estado estudiando el Libro en estos últimos meses, recibiendo clases por parte de Spinel y de Luke y lo cierto era que mejoraba bastante rápido. Por ello mismo era que había decidido dar aquel paso. Estuvo investigando zonas en las que había aparecido su apellido, contrastando entre lo que encontraba en Internet y de otros medios algo más místicos. El más reciente lo había llevado hasta aquella ciudad de Louisiana, más concretamente al Barrio Francés. Ya en un principio, nada más mencionarlo, su familiar le había contado la realidad de aquella ciudad: un hervidero de criaturas sobrenaturales, uno de los más importantes del mundo, incluso. El destino estaba decidido. Allí había conocido al mismísimo Klaus Mikaelson, el híbrido original, lo que al principio parecía una amenaza para su vida, pero acabó convirtiéndose en un punto de inflexión, pues no era la primera vez que este milenario híbrido se encontraba con un Bishop, en realidad. Fue así como Danny descubrió un nombre que hizo que le diese un vuelco el corazón, Diana Bishop, una bruja que había conocido treinta años antes y que era todo un prodigio con la magia. Pero no solo era una poderosa bruja, resultaba ser, también, la madre biológica de Danny. Una poderosa bruja, protectora de los inocentes, con el poder de controlar el tiempo. Una muchacha que vivía en Oxford, historiadora y aficionada a la alquimia. No supo decirle mucho más, pues Klaus tampoco conocía todos los detalles de la vida de Diana, pero sin duda era algo, una nueva pista, un poco de información. El chico volvió a Chicago, con esperanzas renovadas y un par de aventuras vividas nuevas. Pero, en todo ese tiempo, había una persona que había echado demasiado de menos. Nada más llegar a la ciudad, conforme se estaba subiendo al uber que lo llevaría a casa, Danny sacó su teléfono para mandarle un mensaje a Oliver. “Estoy de vuelta en Chicago, por fin. Aunque aún me quedan un par de días de vacaciones. ¿Sigues en Nueva York?” le escribió, esperando que le dijese que también estaba en la ciudad—
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
    Me encocora
    1
    714 turnos 1 maullido 2881 vistas
  • 𝗥𝗘𝗦𝗖𝗔́𝗧𝗔𝗠𝗘 𝗗𝗘𝗟 𝗢𝗟𝗩𝗜𝗗𝗢
    Fandom Legacies / The Vampire Diaries / Supernatural
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝑶𝑳 𝑪𝑶𝑵 [ImmWarlck]

    Si alguien le dijera a Hope que sus años de instituto fueron los mejores de su vida, probablemente Hope se reiría en su cara. En su corta vida, en los años que habia pasado dentro del instituto Salvatore, Hope Mikaelson habia cosechado suficientes dramas familiares y personales para toda una vida. Antes de cumplir los tres años, Hope ya habia perdido a su familia paterna, encerrados, aislados, apartados de ella. A los siete los recuperó… solo para perderlos de nuevo poco meses después. Todos disgregados por el planeta, impedidos de volver a verse, para siempre bajo riesgo de una catástrofe mundial. A los quince, Hope Mikaelson ya habia perdido a su madre, su padre y a su tio Elijah. Y se sentía totalmente sola en el mundo. Aunque su tia Freya intentó pasar los siguientes años ejerciendo de figura materna, lo cierto era que Freya estaba bastante ocupada con su propia maternidad y Hope… ya era mayor para aceptar consejos maternales.

    La primera vez que Hope se enamoró su madre terminó muriendo. La segunda vez que Hope se enamoró, la que murió fue ella. Al menos asi era para el resto del mundo que la conoció. O, más bien, nadie que la conociera la recordaba. Esas eran las consecuencias de ser la tríbrida, la laguna de la naturaleza y la única con poder de destruir a Malivore. Al tirarse al pozo de Malivore, Hope habia sido destinada al olvido, a que su novio, su familia, sus amigos… todos la olvidaran.

    Sabia lo que habia cuando consiguió regresar al mundo real, sabia que nadie la recordaría. Y aunque su destino era la Escuela Salvatore donde intentaría reconstruir su vida, aun le quedaba bastante camino para llegar hasta allí. Sin amigos, sin dinero, sin familia… Una joven de dieciocho años perdida en la inmensidad de un mundo que no sabia quien era ella. Por esa razón habia tenido que buscar un trabajo de media jornada, lo suficiente como para sobrevivir y poder pagar un autobús hasta Mystic Falls.

    Pero, por el momento, sus pasos le habían llevado a su hogar, a Nueva Orleans. Y, aunque se habia alejado todo lo posible del Barrio Francés, de la casa de su familia y del Rousseau’s, por las noches, al salir del trabajo, no podía evitar dejar que sus pasos recorrieran aquellas calles que conocía tan bien…
    ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝑶𝑳 𝑪𝑶𝑵 [ImmWarlck] Si alguien le dijera a Hope que sus años de instituto fueron los mejores de su vida, probablemente Hope se reiría en su cara. En su corta vida, en los años que habia pasado dentro del instituto Salvatore, Hope Mikaelson habia cosechado suficientes dramas familiares y personales para toda una vida. Antes de cumplir los tres años, Hope ya habia perdido a su familia paterna, encerrados, aislados, apartados de ella. A los siete los recuperó… solo para perderlos de nuevo poco meses después. Todos disgregados por el planeta, impedidos de volver a verse, para siempre bajo riesgo de una catástrofe mundial. A los quince, Hope Mikaelson ya habia perdido a su madre, su padre y a su tio Elijah. Y se sentía totalmente sola en el mundo. Aunque su tia Freya intentó pasar los siguientes años ejerciendo de figura materna, lo cierto era que Freya estaba bastante ocupada con su propia maternidad y Hope… ya era mayor para aceptar consejos maternales. La primera vez que Hope se enamoró su madre terminó muriendo. La segunda vez que Hope se enamoró, la que murió fue ella. Al menos asi era para el resto del mundo que la conoció. O, más bien, nadie que la conociera la recordaba. Esas eran las consecuencias de ser la tríbrida, la laguna de la naturaleza y la única con poder de destruir a Malivore. Al tirarse al pozo de Malivore, Hope habia sido destinada al olvido, a que su novio, su familia, sus amigos… todos la olvidaran. Sabia lo que habia cuando consiguió regresar al mundo real, sabia que nadie la recordaría. Y aunque su destino era la Escuela Salvatore donde intentaría reconstruir su vida, aun le quedaba bastante camino para llegar hasta allí. Sin amigos, sin dinero, sin familia… Una joven de dieciocho años perdida en la inmensidad de un mundo que no sabia quien era ella. Por esa razón habia tenido que buscar un trabajo de media jornada, lo suficiente como para sobrevivir y poder pagar un autobús hasta Mystic Falls. Pero, por el momento, sus pasos le habían llevado a su hogar, a Nueva Orleans. Y, aunque se habia alejado todo lo posible del Barrio Francés, de la casa de su familia y del Rousseau’s, por las noches, al salir del trabajo, no podía evitar dejar que sus pasos recorrieran aquellas calles que conocía tan bien…
    Tipo
    Individual
    Líneas
    30
    Estado
    Terminado
    0 turnos 0 maullidos 2221 vistas
Patrocinados