• Esa misma noche recordó que se cumplían 10 años desde que entro al clan Shie Hassaikai, el no había aceptado solo acepto de mala manera al ser derrotado por quien ya no se encontraba en este mundo su jefe y viejo rival.

    Embriagado por la euforia y la promesa de derrotarlo, fue aun bar donde solo bebió en una mesa aparte y en solitario ya que el clan estaba desintegrado y separado y este aun que borracho sentía una mezcla de respeto pero desagrado por lo ocurrido.

    ─ Maldito imbécil, incluso en la muerte te quedaste debiendo tu deuda conmigo. . .¡Tu rival!. . . ¿Y que haces? ¡Desapareces y te conviertes en polvo! Esto es una mierda.

    Protesto mientras apretaba el pequeño vaso que rodeaba su enorme y gruesa mano, la presión solo hizo que fuera el cuarto vaso roto. Si, aun que no pareciera mas allá de las risas sarcasticas y burlonas, muy en el fondo estaba cabreado ya que le gustaba servir a la gente fuerte y tener objetivos a los que superar.

    Pero ahora. . .No los tenia, aquella ultima guerra quien pensó que ganaría mas de lo que sus puños deseaban, termino perdiendo mas de lo que había imaginado.

    ─ ¡¡¡𝐂𝐇𝐈𝐒𝐀𝐊𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈!!!

    Grito a todo pulmón causando que algunos clientes del bar entraran en pánico, ¿Lamento? ¿Pena? ¿Resentimiento? Aquel corpulento hombre era demasiado imbécil para expresar claro lo que sentia, siendo un gladiador de peleas callejeras y con una mentalidad tan absorta en las peleas era lo máximo que podía expresar.

    Pero cuando el trance y su visión parecían perderse mas por el alcohol, el sonido de su celular ante una llamada lo saco por momentos de ese pequeño estado, mirando el nombre de aquel emisor quien empezó la llamada, supone que era para un trabajo, el fortachon limpiaba los restos de bebida con el torso de su mano en su boca y sonríe mirando la pantalla de su móvil.

    ─ Oh bueno. . .No te preocupes, masacrare algunos en tu nombre, mi rival.
    Esa misma noche recordó que se cumplían 10 años desde que entro al clan Shie Hassaikai, el no había aceptado solo acepto de mala manera al ser derrotado por quien ya no se encontraba en este mundo su jefe y viejo rival. Embriagado por la euforia y la promesa de derrotarlo, fue aun bar donde solo bebió en una mesa aparte y en solitario ya que el clan estaba desintegrado y separado y este aun que borracho sentía una mezcla de respeto pero desagrado por lo ocurrido. ㊗️ ─ Maldito imbécil, incluso en la muerte te quedaste debiendo tu deuda conmigo. . .¡Tu rival!. . . ¿Y que haces? ¡Desapareces y te conviertes en polvo! Esto es una mierda. Protesto mientras apretaba el pequeño vaso que rodeaba su enorme y gruesa mano, la presión solo hizo que fuera el cuarto vaso roto. Si, aun que no pareciera mas allá de las risas sarcasticas y burlonas, muy en el fondo estaba cabreado ya que le gustaba servir a la gente fuerte y tener objetivos a los que superar. Pero ahora. . .No los tenia, aquella ultima guerra quien pensó que ganaría mas de lo que sus puños deseaban, termino perdiendo mas de lo que había imaginado. ㊗️ ─ ¡¡¡𝐂𝐇𝐈𝐒𝐀𝐊𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈𝐈!!! Grito a todo pulmón causando que algunos clientes del bar entraran en pánico, ¿Lamento? ¿Pena? ¿Resentimiento? Aquel corpulento hombre era demasiado imbécil para expresar claro lo que sentia, siendo un gladiador de peleas callejeras y con una mentalidad tan absorta en las peleas era lo máximo que podía expresar. Pero cuando el trance y su visión parecían perderse mas por el alcohol, el sonido de su celular ante una llamada lo saco por momentos de ese pequeño estado, mirando el nombre de aquel emisor quien empezó la llamada, supone que era para un trabajo, el fortachon limpiaba los restos de bebida con el torso de su mano en su boca y sonríe mirando la pantalla de su móvil. ㊗️ ─ Oh bueno. . .No te preocupes, masacrare algunos en tu nombre, mi rival.
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  • ─ 𝙸𝚖𝚙𝚛𝚎𝚜𝚒𝚘𝚗𝚊𝚗𝚝𝚎, 𝚖𝚒 𝚜𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚓𝚊𝚖𝚊𝚜 𝚜𝚎 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚊𝚐𝚒𝚝𝚊𝚍𝚘 𝚢 𝚜𝚎 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚒𝚖𝚙𝚛𝚎𝚐𝚗𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚖𝚒 𝚋𝚘𝚌𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚕 𝚍𝚞𝚕𝚌𝚎 𝚜𝚊𝚋𝚘𝚛 𝚊 𝚖𝚎𝚝𝚊𝚕.

    𝙴𝚜𝚝𝚊 𝚌𝚕𝚊𝚜𝚎 𝚍𝚎 𝚎𝚖𝚘𝚌𝚒ó𝚗 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚜𝚎 𝚍𝚒𝚜𝚏𝚛𝚞𝚝𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚍𝚎 𝚛𝚒𝚟𝚊𝚕𝚎𝚜 𝚍𝚒𝚐𝚗𝚘𝚜. 𝙻𝚊 𝚙𝚛ó𝚡𝚒𝚖𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘𝚜 𝚟𝚎𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚊 𝚎𝚕 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕, 𝚊𝚙𝚘𝚜𝚝𝚊𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜. . . ❰˗ˋ◜𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗩𝗶𝗱𝗮𝘀.˗ˋˎ❱
    ㊗️ ─ 𝙸𝚖𝚙𝚛𝚎𝚜𝚒𝚘𝚗𝚊𝚗𝚝𝚎, 𝚖𝚒 𝚜𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚓𝚊𝚖𝚊𝚜 𝚜𝚎 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚊𝚐𝚒𝚝𝚊𝚍𝚘 𝚢 𝚜𝚎 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚒𝚖𝚙𝚛𝚎𝚐𝚗𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚖𝚒 𝚋𝚘𝚌𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚕 𝚍𝚞𝚕𝚌𝚎 𝚜𝚊𝚋𝚘𝚛 𝚊 𝚖𝚎𝚝𝚊𝚕. 𝙴𝚜𝚝𝚊 𝚌𝚕𝚊𝚜𝚎 𝚍𝚎 𝚎𝚖𝚘𝚌𝚒ó𝚗 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚜𝚎 𝚍𝚒𝚜𝚏𝚛𝚞𝚝𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚍𝚎 𝚛𝚒𝚟𝚊𝚕𝚎𝚜 𝚍𝚒𝚐𝚗𝚘𝚜. 𝙻𝚊 𝚙𝚛ó𝚡𝚒𝚖𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘𝚜 𝚟𝚎𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚊 𝚎𝚕 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕, 𝚊𝚙𝚘𝚜𝚝𝚊𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜. . . ❰˗ˋ◜𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗩𝗶𝗱𝗮𝘀.˗ˋˎ❱
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  • —Hola señorita, ¿Qué tal?

    *Shinn se acerca a la chica con hábitos de monja, y la acorrala en la pared, imponiéndose a ella. Le sonríe con una expresión malévola.*

    —Mis amigos y yo estamos... Organizando una fiesta para la noche de Halloween. Y me gustaría llevarla conmigo, ya que todos necesitamos tener una presa para el sacrificio... Así es, yo he decidido que usted será mi presa para esa noche, así que no tiene caso resistirse. Con su reticencia no hace sino retrasar lo inevitable, pues no hay escapatoria...
    Después de todo, octubre es el mes del terror y donde se celebra Halloween 🏻‍
    —Hola señorita, ¿Qué tal? *Shinn se acerca a la chica con hábitos de monja, y la acorrala en la pared, imponiéndose a ella. Le sonríe con una expresión malévola.* —Mis amigos y yo estamos... Organizando una fiesta para la noche de Halloween. Y me gustaría llevarla conmigo, ya que todos necesitamos tener una presa para el sacrificio... Así es, yo he decidido que usted será mi presa para esa noche, así que no tiene caso resistirse. Con su reticencia no hace sino retrasar lo inevitable, pues no hay escapatoria... Después de todo, octubre es el mes del terror y donde se celebra Halloween 🎃🧡👻🧝🏻‍♂️🧟‍♂️🐉👿🧞‍♂️
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗧𝗨𝗔𝗥 .ᐟ.ᐟ.ᐟ
    ᵘˢˢ ; ᴬʳᵏ | ʰᵉ ⁻ ʰⁱᵐ

    Llámenme Ark, utilizo pronombres masculinos.
    Llevo años en el roleplay, pero he querido integrarme en otros espacios para compartir con gente que tenga los mismos intereses. Es importante mencionar que veo esto como un pasatiempo, NO como una obligación.

      𑁯 ⩩⠀⠀𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐯𝐞¸
         ❪/.𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭.𝘭❫
      ՙ 𝐈 ── 𝗥𝗢𝗟
    Mi manera es en tercera persona; siéntete en la libertad de escribir como gustes, pero NO controles las acciones de mi personaje (si no lo hemos acordado previamente), POR FAVOR. A mi tampoco me gusta controlar el de los demás.
    Puedo rolear tanto de forma breve como extensa, se me es fácil adaptarme a la otra persona. Y en cuanto a géneros, me adapto a cualquiera y el personaje se puede modificar mínimamente para ello también.

      ՙ 𝐈𝐈 ── 𝗠𝗘𝗡𝗦𝗔𝗝𝗘𝗦 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗦
    Estoy dispuesto a rolear por DM si así se desea. SIEMPRE Y CUANDO no se confunda el rol de la realidad; me quiero evitar inconvenientes así.
    También es válido hablar por este medio para puntualizar cosas de los roles, acordar o simplemente charlar. ¡Estoy abierto a hacer amistades entre usuarios!

      ՙ 𝐈𝐈𝐈 ── 𝗔𝗠𝗜𝗦𝗧𝗔𝗗 𝗬 𝗧𝗜𝗘𝗠𝗣𝗢
    Como mencioné anteriormente, estoy abierto a charlar casualmente. Opino que mantener una buena relación amistosa entre usuarios, y una buena comunicación, es lo que da paso a interacciones agradables y tranquilas.
    Aprovecho esta sección para también pedir paciencia, CERO PRESIONES, al momento de llevar los roles. Soy una persona ocupada, y repito, ESTO PARA MI ES UN HOBBIE. Soy alguien muy flexible, y no me importa esperar.
    Como dicen por ahí: para las cosas buenas, siempre se hace esperar.

      ՙ 𝐈𝐕 ── 𝗠𝗨𝗟𝗧𝗜𝗦𝗛𝗜𝗣
    Este personaje: Valvon, NO será exclusivo.
    Por supuesto, tendrá relaciones amistosas; pero en caso de una romántica, está a disposición de todos. Cada ship que lleve, será independiente.
    NO cuenta como infidelidad, NO será dentro de una misma "línea". Mi propósito no es cerrarme a las relaciones ni interacciones, sino crear múltiples historias con bonitos desarrollos entre los personajes. NO me gustan los triángulos amorosos, ni que se generen discusiones a raíz de esto.
    Por favor, evita confundir las relaciones.

      ՙ 𝐕 ── 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗦
    Valvon está pensado para adaptarse a cualquier trama y género.
    Se me da pésimo el rol battle, asi que no esperes mucho sobre eso. Del resto, puedo adaptarme a cualquier trama.
    Estoy abierto a cualquier tipo de interacción; siéntete libre de escribirme al privado para acordar algo, o directamente etiquetarme para iniciar un rol.
    PREFERIBLEMENTE OC's. No me molestan los canon, pero siento que son muy limitadas las interacciones.

    Gracias por tomarte el tiempo de leer, y espero nos llevemos bien. ✶
    𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗧𝗨𝗔𝗥 .ᐟ.ᐟ.ᐟ ᵘˢˢ ; ᴬʳᵏ | ʰᵉ ⁻ ʰⁱᵐ Llámenme Ark, utilizo pronombres masculinos. Llevo años en el roleplay, pero he querido integrarme en otros espacios para compartir con gente que tenga los mismos intereses. Es importante mencionar que veo esto como un pasatiempo, NO como una obligación.   𑁯 ⩩⠀⠀𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐯𝐞¸      ❪/.𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭.𝘭❫   ՙ 𝐈 ── 𝗥𝗢𝗟 Mi manera es en tercera persona; siéntete en la libertad de escribir como gustes, pero NO controles las acciones de mi personaje (si no lo hemos acordado previamente), POR FAVOR. A mi tampoco me gusta controlar el de los demás. Puedo rolear tanto de forma breve como extensa, se me es fácil adaptarme a la otra persona. Y en cuanto a géneros, me adapto a cualquiera y el personaje se puede modificar mínimamente para ello también.   ՙ 𝐈𝐈 ── 𝗠𝗘𝗡𝗦𝗔𝗝𝗘𝗦 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗦 Estoy dispuesto a rolear por DM si así se desea. SIEMPRE Y CUANDO no se confunda el rol de la realidad; me quiero evitar inconvenientes así. También es válido hablar por este medio para puntualizar cosas de los roles, acordar o simplemente charlar. ¡Estoy abierto a hacer amistades entre usuarios!   ՙ 𝐈𝐈𝐈 ── 𝗔𝗠𝗜𝗦𝗧𝗔𝗗 𝗬 𝗧𝗜𝗘𝗠𝗣𝗢 Como mencioné anteriormente, estoy abierto a charlar casualmente. Opino que mantener una buena relación amistosa entre usuarios, y una buena comunicación, es lo que da paso a interacciones agradables y tranquilas. Aprovecho esta sección para también pedir paciencia, CERO PRESIONES, al momento de llevar los roles. Soy una persona ocupada, y repito, ESTO PARA MI ES UN HOBBIE. Soy alguien muy flexible, y no me importa esperar. Como dicen por ahí: para las cosas buenas, siempre se hace esperar.   ՙ 𝐈𝐕 ── 𝗠𝗨𝗟𝗧𝗜𝗦𝗛𝗜𝗣 Este personaje: Valvon, NO será exclusivo. Por supuesto, tendrá relaciones amistosas; pero en caso de una romántica, está a disposición de todos. Cada ship que lleve, será independiente. NO cuenta como infidelidad, NO será dentro de una misma "línea". Mi propósito no es cerrarme a las relaciones ni interacciones, sino crear múltiples historias con bonitos desarrollos entre los personajes. NO me gustan los triángulos amorosos, ni que se generen discusiones a raíz de esto. Por favor, evita confundir las relaciones.   ՙ 𝐕 ── 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗦 Valvon está pensado para adaptarse a cualquier trama y género. Se me da pésimo el rol battle, asi que no esperes mucho sobre eso. Del resto, puedo adaptarme a cualquier trama. Estoy abierto a cualquier tipo de interacción; siéntete libre de escribirme al privado para acordar algo, o directamente etiquetarme para iniciar un rol. PREFERIBLEMENTE OC's. No me molestan los canon, pero siento que son muy limitadas las interacciones. Gracias por tomarte el tiempo de leer, y espero nos llevemos bien. ✶
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  • ── 𝐿𝑒𝓉'𝓈 𝓇𝓊𝓃 𝒶𝓌𝒶𝓎
    𝒜𝓌𝒶𝓎 𝒻𝓇𝑜𝓂 𝓉𝒽𝑒 𝒻𝑒𝒶𝓇, 𝓉𝒽𝑒 𝑒𝓍𝓅𝑒𝒸𝓉𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃𝓈 𝒶𝓃𝒹 𝒾𝒹𝑒𝒶𝓁𝒾𝓈𝓉𝒾𝒸 𝓊𝓃𝒸𝒽𝒶𝓃𝑔𝑒𝒶𝒷𝓁𝑒 𝒹𝓇𝑒𝒶𝓂𝓈.
    ── 𝐿𝑒𝓉'𝓈 𝓇𝓊𝓃 𝒶𝓌𝒶𝓎 𝒜𝓌𝒶𝓎 𝒻𝓇𝑜𝓂 𝓉𝒽𝑒 𝒻𝑒𝒶𝓇, 𝓉𝒽𝑒 𝑒𝓍𝓅𝑒𝒸𝓉𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃𝓈 𝒶𝓃𝒹 𝒾𝒹𝑒𝒶𝓁𝒾𝓈𝓉𝒾𝒸 𝓊𝓃𝒸𝒽𝒶𝓃𝑔𝑒𝒶𝒷𝓁𝑒 𝒹𝓇𝑒𝒶𝓂𝓈.
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  • 𝐄𝐋 𝐉𝐔𝐑𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐅𝐑𝐎
    𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬

    Una de las mayores alegrías para una madre es el instante en el que carga en brazos a su hijo por primera vez. Esa vida pequeña que llevaba cuidando en el interior de su vientre abre los ojos y conoce el mundo por primera vez.

    ────Tranquila, tranquila. Sigue respirando… y… ¡empuja!

    Y así lo hizo con todas sus fuerzas. Echó la cabeza hacia atrás, apretando la mandíbula y los puños, hasta que los nudillos se le pusieron blancos por el esfuerzo. No había palabras para describir el inmenso dolor que la atravesó en esos instantes. Tampoco el alivio que sintió cuando escuchó el llanto de Eneas por primera vez.

    ────¡Es un varón! ──anunció la partera.

    La lagrimas rodaron por sus mejillas y jadeó una risa entrecortada. Solía decir que su hijo era un niño del verano: nació durante el solsticio que marcaba el fin de la primavera, esas fechas en la que los campos se volvían fértiles y los cielos estaban despejados y brillantes. Cuando lo sostuvo en sus brazos, envuelto en la manta con la que la partera lo había cubierto con cuidado, Afro le sonrió.

    ────Hola, hola…

    Tenía el cabello dorado y el rostro salpicado de pecas tostadas de su padre; los rasgos de la familia real de Dardania, la Casa de los Leones. Y esos ojos… esos ojos claro que los reconocía, eran los suyos: iris del color rosa del cielo del amanecer. Lo meció con amor y él pronto dejó de llorar, acurrucándose contra el pecho de su madre.

    Las puertas de la habitación se abrieron de par en par. El príncipe Anquises se detuvo lentamente en el umbral. Estaba tan quieto y callado que Afro habría pensado que la gorgona lo había convertido en piedra. Ella le sonrió y como respuesta, en el rostro del príncipe poco a poco una sonrisa comenzó a curvarse en sus labios, hasta que volverse amplia, orgullosa.

    ────Llegaste justo a tiempo ─murmuró la diosa con suavidad.

    ────Has hecho un buen trabajo, hija ─dijo la reina Temiste a la partera, apretando su hombro con suavidad en señal de agradecimiento por su labor─. Ven, deja que te ayude a buscar las mantas, mientras tú te encargas de traer el agua caliente.

    La partera hizo una pequeña reverencia al salir de la habitación y antes de que la reina cerrara la puerta tras de sí, asomó su cabeza y sonrió a la diosa con complicidad, diciéndole: “este es su espacio”. El príncipe se acercó al lecho, sus ojos avellana brillaban. Le acarició el cabello color vino; estaba apelmazado, sucio y cubierto de sudor y ella deseaba un baño caliente como era debido, aun así, su tacto cálido le resultó reconfortante. A él eso no le importaba.

    ────Lo hiciste bien, Afro ─musitó con suavidad.

    ────¿Quieres cargarlo?

    Anquises extendió sus manos y ella, con cuidado, depositó a su hijo recién nacido en los brazos fuertes de su padre. Sus ojos avellana no pudieron evitar la alegría que apareció en ellos, en su sonrisa. A ella se le aceleró el corazón.

    ────Hola, pequeño.

    Esa imagen terminó por desmoronarla. Derritió su pecho y lo llenó de calidez. Realmente no creía que estuviera viviendo ese momento.

    Afro no conocía lo que era tener una familia. Nació habiendo quedado huérfana de padre, no tenía madre, pues su cuna habían sido las profundidades del mar. Había ocasiones, aunque no demasiadas, en las que Afro se decía si misma que ser huérfana tenía sus ventajas. No respondía a casi nadie por sus acciones, no tenía una voz que le dictara qué era lo que debía hacer. Nadie le lanzaba una mirada de advertencia cuando se llevaba una copa de vino a la boca durante las reuniones y fiestas sagradas. No era que ella se excediera en ese sentido… pero había observado a algunas deidades tener ese gesto protector para con sus hijos inmortales.

    Esa ausencia le ayudó a volverse independiente y aprender algunas cosas por cuenta propia. Pero también la hacían sentirse increíblemente sola. No tenía a quién acudir por un consejo cuando lo necesitaba, tampoco había quién la escuchara. No tenía a quién abrazar, tampoco quién la abrazara a ella.

    A veces, cerraba los ojos e imaginaba que tenía una familia. Su padre estaba vivo y tenía una mamá. Otras solo eran padre e hija. La criaba bajo su ala, era la clase de padre que era severo, fiel a las historias que escuchó sobre él, pero enérgico cuando se trataba de velar por ella. Su madre… ella era dulce, comprensiva, protectora, de carácter tranquilo pero firme. Le enseñaba a tejer y trenzaba su cabello en las noches, mientras le tarareaba una canción.

    Afro no tenía nada de eso. Pero su hijo no pasaría por lo mismo.

    Los dioses no participaban en la crianza de sus hijos mortales de forma activa, normalmente, cuando un semidios nacía, era entregado a su progenitor mortal o a un familiar cercano para que se ocupara de esa labor. Intervenían en sus vidas como figuras protectoras, no como un padre o una madre.

    No existía una regla estricta que prohibiera las relaciones entre humanos y mortales, pero se decía que, cuando un mortal y un dios interactuaban por mucho tiempo, los hilos del destino se movían, ocurrían eventos cuyos resultados nadie podía predecir.

    Y los dioses temían a esos resultados.

    Habían visto incontables veces a lo largo del tiempo cómo, cada vez que un dios se unía a un mortal, el desenlace era el mismo: el amor entre lo divino y lo mortal terminaba en tragedia.

    Y ella no quería dejar el sello de la tragedia sobre aquellos que amaba.

    Pero tampoco quería dejarlos. Ella quería quedarse para cuidar a su hijo, verlo crecer. Darle la familia y el hogar que ella no pudo tener.

    Lo pensó, dudó, pero su convicción era más grande. Cuidaría a su hijo bajo el disfraz de una nodriza. No podía declarar abiertamente que su hijo era hijo de la diosa del amor, pero asumiendo otra identidad, podría protegerlo. Si el destino no podía identificar su huella divina, su “Aión”, no podía intervenir. Le dolía no poder presentarse tal cual era, actuar como alguien que estaba cuidando al hijo de otra persona... pero estaba dispuesta a hacer ese sacrificio por él, por su hijo.

    Anquises se sentó en el borde de la cama y le pasó un brazo detrás de los hombros, Afro se ahuecó a su lado, a su calor. Su oreja estaba pegada a su pecho, escuchaba los latidos de su corazón, tan constantes como los suyos.

    Una suave brisa entró a la habitación, el sol brillaba sobre las montañas. Era un día precioso.
    𝐄𝐋 𝐉𝐔𝐑𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐅𝐑𝐎 🌿 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬 Una de las mayores alegrías para una madre es el instante en el que carga en brazos a su hijo por primera vez. Esa vida pequeña que llevaba cuidando en el interior de su vientre abre los ojos y conoce el mundo por primera vez. ────Tranquila, tranquila. Sigue respirando… y… ¡empuja! Y así lo hizo con todas sus fuerzas. Echó la cabeza hacia atrás, apretando la mandíbula y los puños, hasta que los nudillos se le pusieron blancos por el esfuerzo. No había palabras para describir el inmenso dolor que la atravesó en esos instantes. Tampoco el alivio que sintió cuando escuchó el llanto de Eneas por primera vez. ────¡Es un varón! ──anunció la partera. La lagrimas rodaron por sus mejillas y jadeó una risa entrecortada. Solía decir que su hijo era un niño del verano: nació durante el solsticio que marcaba el fin de la primavera, esas fechas en la que los campos se volvían fértiles y los cielos estaban despejados y brillantes. Cuando lo sostuvo en sus brazos, envuelto en la manta con la que la partera lo había cubierto con cuidado, Afro le sonrió. ────Hola, hola… Tenía el cabello dorado y el rostro salpicado de pecas tostadas de su padre; los rasgos de la familia real de Dardania, la Casa de los Leones. Y esos ojos… esos ojos claro que los reconocía, eran los suyos: iris del color rosa del cielo del amanecer. Lo meció con amor y él pronto dejó de llorar, acurrucándose contra el pecho de su madre. Las puertas de la habitación se abrieron de par en par. El príncipe Anquises se detuvo lentamente en el umbral. Estaba tan quieto y callado que Afro habría pensado que la gorgona lo había convertido en piedra. Ella le sonrió y como respuesta, en el rostro del príncipe poco a poco una sonrisa comenzó a curvarse en sus labios, hasta que volverse amplia, orgullosa. ────Llegaste justo a tiempo ─murmuró la diosa con suavidad. ────Has hecho un buen trabajo, hija ─dijo la reina Temiste a la partera, apretando su hombro con suavidad en señal de agradecimiento por su labor─. Ven, deja que te ayude a buscar las mantas, mientras tú te encargas de traer el agua caliente. La partera hizo una pequeña reverencia al salir de la habitación y antes de que la reina cerrara la puerta tras de sí, asomó su cabeza y sonrió a la diosa con complicidad, diciéndole: “este es su espacio”. El príncipe se acercó al lecho, sus ojos avellana brillaban. Le acarició el cabello color vino; estaba apelmazado, sucio y cubierto de sudor y ella deseaba un baño caliente como era debido, aun así, su tacto cálido le resultó reconfortante. A él eso no le importaba. ────Lo hiciste bien, Afro ─musitó con suavidad. ────¿Quieres cargarlo? Anquises extendió sus manos y ella, con cuidado, depositó a su hijo recién nacido en los brazos fuertes de su padre. Sus ojos avellana no pudieron evitar la alegría que apareció en ellos, en su sonrisa. A ella se le aceleró el corazón. ────Hola, pequeño. Esa imagen terminó por desmoronarla. Derritió su pecho y lo llenó de calidez. Realmente no creía que estuviera viviendo ese momento. Afro no conocía lo que era tener una familia. Nació habiendo quedado huérfana de padre, no tenía madre, pues su cuna habían sido las profundidades del mar. Había ocasiones, aunque no demasiadas, en las que Afro se decía si misma que ser huérfana tenía sus ventajas. No respondía a casi nadie por sus acciones, no tenía una voz que le dictara qué era lo que debía hacer. Nadie le lanzaba una mirada de advertencia cuando se llevaba una copa de vino a la boca durante las reuniones y fiestas sagradas. No era que ella se excediera en ese sentido… pero había observado a algunas deidades tener ese gesto protector para con sus hijos inmortales. Esa ausencia le ayudó a volverse independiente y aprender algunas cosas por cuenta propia. Pero también la hacían sentirse increíblemente sola. No tenía a quién acudir por un consejo cuando lo necesitaba, tampoco había quién la escuchara. No tenía a quién abrazar, tampoco quién la abrazara a ella. A veces, cerraba los ojos e imaginaba que tenía una familia. Su padre estaba vivo y tenía una mamá. Otras solo eran padre e hija. La criaba bajo su ala, era la clase de padre que era severo, fiel a las historias que escuchó sobre él, pero enérgico cuando se trataba de velar por ella. Su madre… ella era dulce, comprensiva, protectora, de carácter tranquilo pero firme. Le enseñaba a tejer y trenzaba su cabello en las noches, mientras le tarareaba una canción. Afro no tenía nada de eso. Pero su hijo no pasaría por lo mismo. Los dioses no participaban en la crianza de sus hijos mortales de forma activa, normalmente, cuando un semidios nacía, era entregado a su progenitor mortal o a un familiar cercano para que se ocupara de esa labor. Intervenían en sus vidas como figuras protectoras, no como un padre o una madre. No existía una regla estricta que prohibiera las relaciones entre humanos y mortales, pero se decía que, cuando un mortal y un dios interactuaban por mucho tiempo, los hilos del destino se movían, ocurrían eventos cuyos resultados nadie podía predecir. Y los dioses temían a esos resultados. Habían visto incontables veces a lo largo del tiempo cómo, cada vez que un dios se unía a un mortal, el desenlace era el mismo: el amor entre lo divino y lo mortal terminaba en tragedia. Y ella no quería dejar el sello de la tragedia sobre aquellos que amaba. Pero tampoco quería dejarlos. Ella quería quedarse para cuidar a su hijo, verlo crecer. Darle la familia y el hogar que ella no pudo tener. Lo pensó, dudó, pero su convicción era más grande. Cuidaría a su hijo bajo el disfraz de una nodriza. No podía declarar abiertamente que su hijo era hijo de la diosa del amor, pero asumiendo otra identidad, podría protegerlo. Si el destino no podía identificar su huella divina, su “Aión”, no podía intervenir. Le dolía no poder presentarse tal cual era, actuar como alguien que estaba cuidando al hijo de otra persona... pero estaba dispuesta a hacer ese sacrificio por él, por su hijo. Anquises se sentó en el borde de la cama y le pasó un brazo detrás de los hombros, Afro se ahuecó a su lado, a su calor. Su oreja estaba pegada a su pecho, escuchaba los latidos de su corazón, tan constantes como los suyos. Una suave brisa entró a la habitación, el sol brillaba sobre las montañas. Era un día precioso.
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  • 𝐌𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐞𝐞𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬, 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐝í𝐚 𝐧𝐮𝐛𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞.

    –𝐏𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐢𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐞𝐫𝐜𝐢𝐨𝐩𝐞𝐥𝐨, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝐚𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬, 𝐬𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐠𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬–

    𝐀𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞... 𝐣𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐢𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐮𝐧 𝐜𝐚𝐥𝐳𝐚𝐝𝐨, 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐛𝐥𝐞 𝐟𝐢𝐥𝐨.
    𝐌𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐞𝐞𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬, 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐝í𝐚 𝐧𝐮𝐛𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞. –𝐏𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐢𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐞𝐫𝐜𝐢𝐨𝐩𝐞𝐥𝐨, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝐚𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬, 𝐬𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐠𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬– 𝐀𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞... 𝐣𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐢𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐮𝐧 𝐜𝐚𝐥𝐳𝐚𝐝𝐨, 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐛𝐥𝐞 𝐟𝐢𝐥𝐨.
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  • 𝗡𝗼 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮 ── no importa qué ──. No puedo parar.
    𝗡𝗼 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮 ── no importa qué ──. No puedo parar.
    Me shockea
    Me entristece
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  • "─ ℍ𝔼ℝ𝕄𝔸ℕ𝕆... 𝕋𝔼 𝕃𝕆 𝔻𝔼𝔻𝕀ℂ𝕆 𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕃𝕆 𝕄𝔸𝕊 ℙℝ𝕆𝔽𝕌ℕ𝔻𝕆 𝔻𝔼 𝕄𝕀 ℂ𝕆ℝ𝔸ℤ𝕆ℕ."
    "─ ℍ𝔼ℝ𝕄𝔸ℕ𝕆... 𝕋𝔼 𝕃𝕆 𝔻𝔼𝔻𝕀ℂ𝕆 𝔻𝔼𝕊𝔻𝔼 𝕃𝕆 𝕄𝔸𝕊 ℙℝ𝕆𝔽𝕌ℕ𝔻𝕆 𝔻𝔼 𝕄𝕀 ℂ𝕆ℝ𝔸ℤ𝕆ℕ."
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  • "─ 𝕼𝖚𝖎𝖊𝖓 𝖋𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖈𝖆𝖇𝖗𝖔𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖎𝖟𝖔 𝖊𝖘𝖙𝖔?... 𝕬 𝖛𝖊𝖗, 𝖖𝖚𝖊 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖈𝖆𝖗𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖈𝖔𝖓𝖔𝖟𝖈𝖆 𝖆 𝖒𝖎𝖘 𝖆𝖒𝖎𝖌𝖆𝖘..."

    https://www.pinterest.com/pin/1407443618391376/
    "─ 𝕼𝖚𝖎𝖊𝖓 𝖋𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖈𝖆𝖇𝖗𝖔𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖎𝖟𝖔 𝖊𝖘𝖙𝖔?... 𝕬 𝖛𝖊𝖗, 𝖖𝖚𝖊 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖈𝖆𝖗𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖈𝖔𝖓𝖔𝖟𝖈𝖆 𝖆 𝖒𝖎𝖘 𝖆𝖒𝖎𝖌𝖆𝖘..." https://www.pinterest.com/pin/1407443618391376/
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