• La escandalosa bola de pelos del barrio, otra vez capturada.

    —Qué perro más feo eres, mierda. ¿Y se supone que los perros hagan esa pose? Ugh... Tres mil yenes... —revisa su bolsillo, haciendo sonar las monedas. Cambio exacto, una lágrima se forma en su ojo izquierdo al apretar los párpados.

    —Carajo, ¡carajo, es lo último que me quedaba! ¿¡Por qué tienes que ser tan hijo de perra?! ...No me respondas.

    Frustración. Desesperación. La quiebra absoluta.

    —Bueno, ya veremos mañana como completamos la renta *Sigh*... ¡Pero esta es la última, ÚLTIMA puta vez que te saco de aquí!
    La escandalosa bola de pelos del barrio, otra vez capturada. —Qué perro más feo eres, mierda. ¿Y se supone que los perros hagan esa pose? Ugh... Tres mil yenes... —revisa su bolsillo, haciendo sonar las monedas. Cambio exacto, una lágrima se forma en su ojo izquierdo al apretar los párpados. —Carajo, ¡carajo, es lo último que me quedaba! ¿¡Por qué tienes que ser tan hijo de perra?! ...No me respondas. Frustración. Desesperación. La quiebra absoluta. —Bueno, ya veremos mañana como completamos la renta *Sigh*... ¡Pero esta es la última, ÚLTIMA puta vez que te saco de aquí!
    0 turnos 0 maullidos
  • En mi imaginación solamente.

    Pronto se cumplirán tres meses desde la partida de ***** y otro año más del fallecimiento de +++++ .

    Lo sé, debería guardar cierta calma, cierta reserva, como quien dejó a las flores marchitar, el polvo juntarse y las arañas hacer nidos.

    Pero últimamente he sentido algo extraño, como un eco de mis años de estudiante. No es nostalgia, no exactamente...

    Es más bien una vibración leve, como el sonido de un tren que pasa a lo lejos en la madrugada.
    Camino por la ciudad y pienso en ello. Las luces de los semáforos cambian sin prisa, los gatos cruzan las calles como si supieran secretos que yo nunca entenderé. Y en medio de todo, aparece este muchach....hombre..-

    Sus palabras son simples, pero hay algo en su voz, en la manera en que se detiene antes de hablar, que me hace sentir que el mundo no es tan solitario como parece.

    Quizá no se trata de olvidar ni de recordar. Si no de vivir la vida que me resta.

    Quizá todo esto ocurre solo en mi imaginación.
    Pero incluso en la imaginación, las cosas tienen peso. Y ese peso, por alguna razón, me mantiene despierto cuando la noche se vuelve demasiado silenciosa.

    ¿Debería acercarme?
    No.
    En mi imaginación solamente.
    En mi imaginación solamente. Pronto se cumplirán tres meses desde la partida de ***** y otro año más del fallecimiento de +++++ . Lo sé, debería guardar cierta calma, cierta reserva, como quien dejó a las flores marchitar, el polvo juntarse y las arañas hacer nidos. Pero últimamente he sentido algo extraño, como un eco de mis años de estudiante. No es nostalgia, no exactamente... Es más bien una vibración leve, como el sonido de un tren que pasa a lo lejos en la madrugada. Camino por la ciudad y pienso en ello. Las luces de los semáforos cambian sin prisa, los gatos cruzan las calles como si supieran secretos que yo nunca entenderé. Y en medio de todo, aparece este muchach....hombre..- Sus palabras son simples, pero hay algo en su voz, en la manera en que se detiene antes de hablar, que me hace sentir que el mundo no es tan solitario como parece. Quizá no se trata de olvidar ni de recordar. Si no de vivir la vida que me resta. Quizá todo esto ocurre solo en mi imaginación. Pero incluso en la imaginación, las cosas tienen peso. Y ese peso, por alguna razón, me mantiene despierto cuando la noche se vuelve demasiado silenciosa. ¿Debería acercarme? No. En mi imaginación solamente.
    Me gusta
    Me entristece
    Me shockea
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • Nunca sabes cuando será la última vez de algo, así que...¡Disfruta al máximo cada momento! ♡
    Nunca sabes cuando será la última vez de algo, así que...¡Disfruta al máximo cada momento! ♡
    Me encocora
    Me gusta
    Me enjaja
    Me endiabla
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • — Los objetos antiguos... a menudo son dejados de lado, olvidados en lugares polvorientos o vendidos por un puñado de monedas sin que el comprador sepa qué carga consigo...

    Con un pincel, aplicó una resina dorada y espesa sobre la microfractura en la base de la bailarina.

    — Pero ellos... recuerdan. Atrapan instantes. Susurros de alegrías pasadas, punzadas de dolor... la desesperación de una última mirada.

    Con la punta de una aguja, eliminó el exceso de resina. Y por un instante, un brillo purpura, tan fugaz que duró apenas un parpadeo, pasó desde su piel a la porcelana. La grieta soldada al instante, como si nunca hubiera existido.

    — No se trata solo de devolverles el brillo perdido. Eso sería... demasiado superficial, para criaturas que han atrapado pedazos de alma en su interior.

    Cambió de herramienta, tomando un destornillador miniatura para acceder al mecanismo interno.

    — Se trata en cambio, de escuchar. Escuchar lo que nadie más quiere escuchar. Escuchar su historia. Honrar el eco que ha quedado atrapado en su interior.

    Sus dedos, comenzaron a trabajar en el resorte principal, donde aplicó una gota de aceite especial.

    — Todos merecen una segunda oportunidad... una segunda vida —uno de los engranajes cedió con un sonido sutil— Merecen que se les de nuevamente una voz... Permitir que la canción que una vez contuvieron pueda volver a escucharse, aunque sea con un tono diferente.

    Con un sonido suave, la música comenzó a sonar. La bailarina, ahora con su brazo restaurado, giró lentamente. Una melodía olvidada que parecía surgir directamente de los sueños de quien la tuvo hace un siglo.

    — Bienvenida de vuelta.
    — Los objetos antiguos... a menudo son dejados de lado, olvidados en lugares polvorientos o vendidos por un puñado de monedas sin que el comprador sepa qué carga consigo... Con un pincel, aplicó una resina dorada y espesa sobre la microfractura en la base de la bailarina. — Pero ellos... recuerdan. Atrapan instantes. Susurros de alegrías pasadas, punzadas de dolor... la desesperación de una última mirada. Con la punta de una aguja, eliminó el exceso de resina. Y por un instante, un brillo purpura, tan fugaz que duró apenas un parpadeo, pasó desde su piel a la porcelana. La grieta soldada al instante, como si nunca hubiera existido. — No se trata solo de devolverles el brillo perdido. Eso sería... demasiado superficial, para criaturas que han atrapado pedazos de alma en su interior. Cambió de herramienta, tomando un destornillador miniatura para acceder al mecanismo interno. — Se trata en cambio, de escuchar. Escuchar lo que nadie más quiere escuchar. Escuchar su historia. Honrar el eco que ha quedado atrapado en su interior. Sus dedos, comenzaron a trabajar en el resorte principal, donde aplicó una gota de aceite especial. — Todos merecen una segunda oportunidad... una segunda vida —uno de los engranajes cedió con un sonido sutil— Merecen que se les de nuevamente una voz... Permitir que la canción que una vez contuvieron pueda volver a escucharse, aunque sea con un tono diferente. Con un sonido suave, la música comenzó a sonar. La bailarina, ahora con su brazo restaurado, giró lentamente. Una melodía olvidada que parecía surgir directamente de los sueños de quien la tuvo hace un siglo. — Bienvenida de vuelta.
    Me encocora
    Me shockea
    Me gusta
    7
    6 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    || Sé que debo roles pendientes, pero últimamente no estoy en un buen momento y por eso no me conecto mucho. Gracias igual por la comprensión y pido disculpas
    || Sé que debo roles pendientes, pero últimamente no estoy en un buen momento y por eso no me conecto mucho. Gracias igual por la comprensión y pido disculpas
    Me gusta
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • -Últimamente estoy manejando mal muchas cosas. Una de ellas: la comida.

    ...me lleva. Tendré que ir por papitas nuevamente a la tienda.-

    (Resignada presiona PAUSE. Tampoco es que 23 segundos de intro vayan a generar algun cambio en la historia. Toma sus llaves y sale a comprar)
    -Últimamente estoy manejando mal muchas cosas. Una de ellas: la comida. ...me lleva. Tendré que ir por papitas nuevamente a la tienda.- (Resignada presiona PAUSE. Tampoco es que 23 segundos de intro vayan a generar algun cambio en la historia. Toma sus llaves y sale a comprar)
    Me enjaja
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Cuántos ojos curiosos últimamente, ya me pusieron nerviosa.
    Cuántos ojos curiosos últimamente, ya me pusieron nerviosa.
    Me gusta
    Me encocora
    5
    2 turnos 0 maullidos
  • El nombre del cadáver.
    Categoría Original
    ⊹┈┈┈┈┈┈⊹
    ⤷ 𝒓𝒐𝒍 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐 / 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆 / 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂
    ⊹┈┈┈┈┈┈⊹


    En una de sus tantas caminatas que solía hacer para despejar su mente, había conseguido entre varios árboles una pequeña capilla abandonada, la cual se convertiría en su refugio y en su escondite. Allí se encontraba en ese preciso momento, realmente agotado, debido a que esta última ‘cacería’ había sido algo difícil, inesperada, improvisada. Se encontraba sentado fumándose un cigarro, restándole importancia a las manchas de sangre de sus manos, rostro y ropa, manchando bajo su tacto la madera polvorienta de las bancas del recinto y corrompiendo solo con su simple presencia lo sagrado que quedaba en aquel lugar.

    Alzó su mirada hacia la gran figura en la cruz que estaba en todo el centro, como si esperara algún devoto para que le rezara. Eunwoo no era devoto, pero tuvo una conversación con aquella imagen.

    —Hubiese sido más fácil matarme que tener que vivir de esta forma. Sé que estoy condenado… condenado a vivir solo y escondido como la especie de monstruo que tú creaste y que todos temen. Si tan solo me hubiera convertido en un asesino a sueldo, en vez de ser un caníbal al que le gusta pintar, tal vez sería más aceptado, o por lo menos por un grupo de gente que trabaja para la corrupción a gran escala sin que les importe quién se mancha las manos— Su tono y actitud eran serenos, hablaba pausado como si nada perturbara su voz, aunque sabía que dentro de él podía esconder una gran carga de ira y agresividad, desde aquel incidente no se había podido quitar la culpa de encima y fue la primera vez que se cuestionó su sangrienta naturaleza -dando inicio a una vida torturada-.

    Al terminar un cigarro encendía otro, años anteriores vivía un poco más en conflicto consigo mismo y con el mundo, ahora y en este punto el dolor se había convertido en ironía, por eso se escapa allí a esa capilla, uno de los pocos lugares que conocía sus secretos y ocultaba la sangre en las manchas de moho, polvo y tierra del lugar. ¿Cuántos otros pecados más estarían resguardados entre las agrietadas paredes?

    Tal vez su vida fuese más interesante si estuviese siendo perseguido, pero eso de ser un asesino en serie nunca se le dió, su lado artístico le tomaba una buena parte de su tiempo y su ser meticuloso, asqueado con facilidad por el resto de la raza humana, lo hacía ser tan selectivo con sus presas que aquellas desapariciones pasaban inadvertidas con el tiempo, sobretodo porque siempre buscaba personas igual de solitarias que él. O personas que deseaban morir.

    Si se comiera a alguien importante, su vida definitivamente correría una adrenalina inigualable, pero no estaba seguro de querer arriesgarse, tal vez más adelante cuando el poco sentido que le veía a la vida se le terminara de esfumar.

    —Uhm… Todavía estoy a tiempo de convertirme en uno de ellos, si me como a algunas víctimas a nadie le importaría— Seguía divagando observando el humo, dejando que las colillas cayeran sobre la vieja madera. Volteó a un costado y allí se encontraba aquel cuerpo inerte, todos esos pensamientos surgían a raíz de esa persona que yacía a unos pocos pasos a su lado, considerando todas las posibilidades.

    ¿A quién engañaba realmente?

    Sabía que había cometido un error, su descuido lo hizo tomarse del cabello y apoyar su frente del respaldo de la banca siguiente, gruñendo con frustración sin dejar que se convirtiera en un grito. Se pasó las manos por el rostro, ya no le importaba si se manchaba más de sangre, colilla y polvo, le crecía el estrés al reconocer su equivocación, pues jamás le había pasado eso. Jamás. Aún así, por más complicada que estuviese una situación, sabía mantener la calma y resolver impecablemente, así que esta vez no sería la excepción, ¿cierto…?

    Por primera vez en su vida no sabía a quién había asesinado.
    ⊹┈┈┈🩸♰🩸┈┈┈⊹ ⤷ 𝒓𝒐𝒍 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐 / 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆 / 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 ⊹┈┈┈🩸♰🩸┈┈┈⊹ En una de sus tantas caminatas que solía hacer para despejar su mente, había conseguido entre varios árboles una pequeña capilla abandonada, la cual se convertiría en su refugio y en su escondite. Allí se encontraba en ese preciso momento, realmente agotado, debido a que esta última ‘cacería’ había sido algo difícil, inesperada, improvisada. Se encontraba sentado fumándose un cigarro, restándole importancia a las manchas de sangre de sus manos, rostro y ropa, manchando bajo su tacto la madera polvorienta de las bancas del recinto y corrompiendo solo con su simple presencia lo sagrado que quedaba en aquel lugar. Alzó su mirada hacia la gran figura en la cruz que estaba en todo el centro, como si esperara algún devoto para que le rezara. Eunwoo no era devoto, pero tuvo una conversación con aquella imagen. —Hubiese sido más fácil matarme que tener que vivir de esta forma. Sé que estoy condenado… condenado a vivir solo y escondido como la especie de monstruo que tú creaste y que todos temen. Si tan solo me hubiera convertido en un asesino a sueldo, en vez de ser un caníbal al que le gusta pintar, tal vez sería más aceptado, o por lo menos por un grupo de gente que trabaja para la corrupción a gran escala sin que les importe quién se mancha las manos— Su tono y actitud eran serenos, hablaba pausado como si nada perturbara su voz, aunque sabía que dentro de él podía esconder una gran carga de ira y agresividad, desde aquel incidente no se había podido quitar la culpa de encima y fue la primera vez que se cuestionó su sangrienta naturaleza -dando inicio a una vida torturada-. Al terminar un cigarro encendía otro, años anteriores vivía un poco más en conflicto consigo mismo y con el mundo, ahora y en este punto el dolor se había convertido en ironía, por eso se escapa allí a esa capilla, uno de los pocos lugares que conocía sus secretos y ocultaba la sangre en las manchas de moho, polvo y tierra del lugar. ¿Cuántos otros pecados más estarían resguardados entre las agrietadas paredes? Tal vez su vida fuese más interesante si estuviese siendo perseguido, pero eso de ser un asesino en serie nunca se le dió, su lado artístico le tomaba una buena parte de su tiempo y su ser meticuloso, asqueado con facilidad por el resto de la raza humana, lo hacía ser tan selectivo con sus presas que aquellas desapariciones pasaban inadvertidas con el tiempo, sobretodo porque siempre buscaba personas igual de solitarias que él. O personas que deseaban morir. Si se comiera a alguien importante, su vida definitivamente correría una adrenalina inigualable, pero no estaba seguro de querer arriesgarse, tal vez más adelante cuando el poco sentido que le veía a la vida se le terminara de esfumar. —Uhm… Todavía estoy a tiempo de convertirme en uno de ellos, si me como a algunas víctimas a nadie le importaría— Seguía divagando observando el humo, dejando que las colillas cayeran sobre la vieja madera. Volteó a un costado y allí se encontraba aquel cuerpo inerte, todos esos pensamientos surgían a raíz de esa persona que yacía a unos pocos pasos a su lado, considerando todas las posibilidades. ¿A quién engañaba realmente? Sabía que había cometido un error, su descuido lo hizo tomarse del cabello y apoyar su frente del respaldo de la banca siguiente, gruñendo con frustración sin dejar que se convirtiera en un grito. Se pasó las manos por el rostro, ya no le importaba si se manchaba más de sangre, colilla y polvo, le crecía el estrés al reconocer su equivocación, pues jamás le había pasado eso. Jamás. Aún así, por más complicada que estuviese una situación, sabía mantener la calma y resolver impecablemente, así que esta vez no sería la excepción, ¿cierto…? Por primera vez en su vida no sabía a quién había asesinado.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    3
    16 turnos 1 maullido
  • -Hm... Creo que he bajado un poco de tono últimamente. Nunca me ha resultado sencillo ganar masa muscular, es casi imposible, pero... Diría que estoy más delgado. No lo entiendo. ¿Será la alimentación?- Observaba su propio cuerpo con algo de frustración.

    A pesar de ser delgado era fuerte, ágil, tenía buena resistencia y velocidad. Pero una de sus mayores "obsesiones" era ser más y más fuerte para asegurarse que nadie pudiera con él, en caso de necesitar defenderse o defender a su madre. También porque, aunque no tenía problema con ser omega, no le gustaba que constantemente le confundieran con una mujer.
    Resultaba exasperante.

    Aun así, por mucho que ejercitara una y otra vez, su cuerpo tenía un tope que no pasaba. El máximo que llegó a conseguir fue un cuerpo de tipo atlético sutil.

    -¿Tendré que comer más proteína quizá? Proteína..- Se quedó pensando unos instantes. -Mierda, ahora quiero pollo frito. Bueno, iré a un bar a pedirlo y de paso tomaré unas copas.
    -Hm... Creo que he bajado un poco de tono últimamente. Nunca me ha resultado sencillo ganar masa muscular, es casi imposible, pero... Diría que estoy más delgado. No lo entiendo. ¿Será la alimentación?- Observaba su propio cuerpo con algo de frustración. A pesar de ser delgado era fuerte, ágil, tenía buena resistencia y velocidad. Pero una de sus mayores "obsesiones" era ser más y más fuerte para asegurarse que nadie pudiera con él, en caso de necesitar defenderse o defender a su madre. También porque, aunque no tenía problema con ser omega, no le gustaba que constantemente le confundieran con una mujer. Resultaba exasperante. Aun así, por mucho que ejercitara una y otra vez, su cuerpo tenía un tope que no pasaba. El máximo que llegó a conseguir fue un cuerpo de tipo atlético sutil. -¿Tendré que comer más proteína quizá? Proteína..- Se quedó pensando unos instantes. -Mierda, ahora quiero pollo frito. Bueno, iré a un bar a pedirlo y de paso tomaré unas copas.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    32 turnos 0 maullidos
  • "Día de caza, es bueno volver a casa..."
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr,
    ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ



    ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa.

    Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes.

    La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía.
    -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje.

    -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila.

    Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia.

    -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna.

    Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario.

    -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja.

    Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena.

    -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido.



    ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos.

    Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis.

    Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra.

    -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura.

    -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop.

    Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos.

    -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna.

    -¡Si! -respondió Judith.

    -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro.

    Magna alzó la mirada hacia Aaron.

    -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead

    psd: psd 53 by tuschen
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr, ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [AAR0N] ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa. Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes. La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía. -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje. -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila. Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia. -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna. Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario. -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja. Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena. -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido. ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos. Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis. Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra. -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura. -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop. Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos. -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna. -¡Si! -respondió Judith. -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro. Magna alzó la mirada hacia Aaron. -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead psd: psd 53 by tuschen ㅤ
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados