Alessandro Scarlatti lleva en su alma cicatrices profundas que comenzaron desde su niñez puesto que tuvo que vender su cuerpo y, cuando a la tierna edad de cinco años sufrió un abuso que marcó su psique para siempre. Esta infancia atormentada se vio reflejada en el destino turbulento de su familia. Su padre, un vampiro de sangre pura, quien inicialmente quiso protegerlo a toda costa, fue poco a poco sumergiéndose en el oscuro mundo de la mafia. Su involucramiento en ese submundo no solo surgió de la necesidad de justicia, sino también de una búsqueda personal de venganza y control, una lucha interna entre su naturaleza vampírica y su humanidad que gradualmente lo fue alejando de la luz.

 

Por otro lado, Alessandro heredó de su madre, una mujer lobo de primera generación y poseedora de un poder inmenso, la fuerza física, la ferocidad y la protección instintiva propia de su linaje. La combinación de esta herencia con los dones de brujo obtenidos de sus abuelos le conferían habilidades excepcionales en el manejo de energías ocultas y en la manipulación de fuerzas sobrenaturales, convirtiéndolo en una figura única entre las razas míticas. Esta amalgama genética le otorgaba una dualidad constante entre su lado oscuro y su humanidad, un conflicto que lo define y da profundidad a su carácter.

 

Ahora tiene 28 años y su apariencia física es tan cautivadora como enigmática digna de un italiano, con un rostro de rasgos finos y armoniosos, pómulos marcados y una mandíbula definida que insinúa fuerza y sensibilidad a la vez. Sus ojos, profundos y expresivos, parecen contar historias que solo él conoce, con un brillo que puede ser tanto seductor como intimidante. Su cabello oscuro, a menudo despeinado con un estilo casual, enmarca su rostro con naturalidad joven y atractiva, es de cuerpo firme y muy tonificado debido a la genética extraordinaria que posee. Sobre su piel, que mantiene un tono terso y ligeramente bronceado, lucen varios tatuajes que narran fragmentos de su historia y simbolizan sus creencias y batallas internas; cada uno es un emblema de sus vivencias y poderes.

 

A pesar de sus oscuras conexiones y el mundo de sombras en el que se mueve, Alessandro es esencialmente una buena persona fuera de los negocios turbios. Tiene un corazón generoso y una naturaleza protectora que lo hacen cercano y confiable con quienes le importan. En el amor, ha explorado diversas formas y experiencias, destacándose en relaciones poliamorosas que reflejan su apertura emocional y su deseo de conexión auténtica y profunda con varias personas. No ha tenido reparos en vivir y amar con libertad, lo que le ha otorgado un conocimiento amplio sobre los vínculos humanos y las complejidades del afecto múltiple.

 

En conjunto, Alessandro Scarlatti es una persona de múltiples capas, donde el dolor de su infancia se mezcla con su fortaleza sobrenatural, la dualidad de sus linajes y la calidez de su espíritu. Su vida es un constante equilibrio entre la luz y la oscuridad, la familia y la soledad, el poder y la vulnerabilidad, haciendo de él un ser complejo y fascinante en cualquier historia donde se desenvuelva.