Cuando algo le interesa, desaparecen los límites. No duda.Decide que lo quiere y actúa.

Sin pedir permiso, sin pensar en lo que arrastra.No distingue entre deseo y posesión.

Para ella, lo que llama su atención debe estar cerca, disponible, presente.No soporta la distancia ni la independencia.

Confunde el afecto con dominio, y el interés con control. No entiende el espacio ajeno, ni el derecho a decir “basta”.

Cree que querer algo le da derecho a tenerlo.

La calma solo llega cuando lo que quiere deja de moverse.Y cuando por fin lo tiene, no confía.

Teme perder lo que domina y, por miedo, lo encierra más. No hay ternura en su manera de sentir, solo la necesidad de asegurar lo que considera suyo.

 

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Este personaje está adaptado para roles de tipo oscuro y psicológico.

Su comportamiento se basa en la fijación y ausencia de límites emocionales. No representa un modelo romántico ni saludable.