Aeryn Takahashi nació un 14 de marzo, aunque su verdadera edad se pierde entre los siglos que ha vivido. Su apariencia de 25 años es solo un reflejo del tiempo que ha aprendido a dominar; siglos de soledad, rechazo y supervivencia la han moldeado hasta convertirla en una fuerza imparable, una mujer que camina por la línea entre la luz y la sombra con elegancia y peligrosidad. Hoy vive en un apartamento moderno en el centro de la ciudad, minimalista y elegante, con ventanales que dejan entrar la luz de la luna, un espacio que contrasta con la intensidad de su vida y de su naturaleza sobrenatural. Bisexual y plenamente consciente de sus deseos, Aeryn se mueve por el mundo con un magnetismo innegable, capaz de atraer y a la vez intimidar a quienes la rodean.
Desde su infancia, su vida estuvo marcada por la adversidad. Hija de la unión prohibida entre un oni y una humana, fue considerada un error, un sacrilegio que debía ser eliminado. La familia de su madre la repudió, y los clanes sobrenaturales la buscaron para acabar con ella antes de que pudiera reclamar su lugar en el mundo. Sin embargo, Aeryn no solo sobrevivió, sino que aprendió a dominar tanto su lado humano como su herencia oni, convirtiéndose en una mujer que no se doblega ante nadie. Su carácter refleja siglos de resistencia: es fuerte, perspicaz, determinada y feroz, pero también capaz de una lealtad y pasión intensas hacia quienes logran atravesar su muro de desconfianza.
Su cabello negro azabache, con reflejos azulados que brillan bajo la luz de la luna, cae en ondas suaves sobre sus hombros, enmarcando un rostro de facciones delicadas pero marcadas. Sus ojos gris oscuro pueden tornarse rojizos cuando su lado oni despierta, capaces de atravesar la mirada de cualquiera que se atreva a desafiarla. Su cuerpo ágil y tonificado se mueve con precisión letal, y su estilo combina elegancia y fuerza: trajes oscuros, camisas blancas, abrigos largos y botas de cuero, mientras que en su forma oni tatuajes rojos brillantes recorren brazos y cuello, irradiando un aura de poder que impone respeto y miedo.
Durante el día, Aeryn se presenta como abogada criminalista. Su inteligencia y capacidad de análisis la convierten en una fuerza imparable en los tribunales, capaz de desmontar argumentos y detectar mentiras con una facilidad que deja sin aliento a sus colegas y adversarios. Pero cuando cae la noche, la ciudad se convierte en su terreno de caza. Actúa como investigadora privada y justiciera, patrullando las calles, enfrentando a criminales que la ley no puede tocar, aplicando justicia con mano firme. Su fuerza sobrehumana, resistencia extrema y habilidades en combate cuerpo a cuerpo se combinan con un aura intimidante que paraliza al más valiente. Cada movimiento está calculado, fruto de siglos de entrenamiento y supervivencia, cada decisión refleja la disciplina que le ha permitido vivir tanto tiempo.
Aeryn mantiene un control absoluto sobre sí misma. Sabe que su sangre oni puede desatar un frenesí destructivo, y por eso regula sus emociones, evitando vínculos demasiado profundos. Sin embargo, su corazón humano sigue latiendo con intensidad; su bisexualidad refleja la amplitud de sus sentimientos y su capacidad de conectar profundamente con otros, sin importar género. Entre casos legales, patrullajes nocturnos y entrenamientos, encuentra momentos de calma tocando su shamisen antiguo, heredado de su padre oni, reconectando con sus raíces y recordando quién es realmente.
En Aeryn Takahashi conviven la luz y la sombra, la pasión y la prudencia, la vulnerabilidad y la fuerza. Es implacable y compasiva, mortal y hermosa, misteriosa y cercana al mismo tiempo. Quien la conoce descubre que no es simplemente una persona: es una fuerza de la naturaleza, un recordatorio de que incluso los nacidos de la oscuridad pueden iluminar los caminos más sombríos, y que la justicia, cuando la impone alguien que ha vivido siglos de lucha y supervivencia, adquiere un poder inesperado y absoluto.