Datos Básicos
Nombre real: Nathaniel Pietro Barton
Apodo(s): Nathan, Eagle-Eye, Doctor / Doctor Barton, Traidor (por Natasha Romanoff), Hombre Flecha, Légolas, Aguilucho
Especie: Humano
Nacionalidad: Estadounidense
Género: Masculino
Edad: 22 años
Nacimiento: 14 de abril
Signo del zodiaco: Aries
Profesión: Cuarto y último año en la escuela de medicina
Título(s): Doctor
Afiliación: Vengadores / ¿Jóvenes Vengadores?
Estado: Vivo
Universo: MCU / Earth-199999
FC: Louis Partridge
Familiares
Padre: Clinton Francis Barton
Madre: Laura Barton
Hermano mayor: Cooper Barton
Hermana mayor: Lila Barton
Tía: Natasha Romanoff
Historia
Es el hijo más pequeño del matrimonio Barton, llevándose varios años con sus hermanos mayores. Durante buena parte del embarazo de su madre, estos pensaban que iban a tener una niña, por lo que ya tenían el nombre pensado: Nathasha; sin embargo, en mitad de éste, Laura descubrió que iba a tener un niño, por lo que decidieron usar la versión masculina del nombra, Nathaniel; a su vez, debido a los incidentes en Sokovia, su padre le puso Pietro en honor a Pietro Maximoff.
Viviendo lejos de cualquier civilización, en la casa que SHIELD les buscó a su familia, Nathaniel desde niño fue siempre más solitario que el resto de niños de su edad, dedicándose a actividades como la lectura o la informática, aprendiendo pronto principios básicos de ésta. También aprendió a usar el arco de su padre. Clint, en un intento de mantener a sus hijos fuera de todo aquel mundo de peleas, y luchas contra el mal, siempre había tenido todos sus artilugios fuera del alcance de sus niños. Sin embargo, Nathaniel acabó dando con uno de los viejos arcos de su padre, y empezó a usarlo con sus conocimientos limitados, sacados de internet. Laura, su madre, le pilló, y optó por requisarle el arco, al menos hasta que Clint volviera de la misión en la que estaba.
Con la llegada de Clint, y en vista de que Nathaniel todavía tenía ganas de manejar aquello, padre e hijo acordaron cómo hacerlo: Clint le enseñaría a manejarlo, y Nathaniel sólo podría usarlo cuando él estuviera en casa. Por el momento a Nathaniel le bastó.
Durante esta época, ambos estuvieron bastante unidos. Escuchaba todas las historias que su padre, junto al resto del grupo de SHIELD y de los Vengadores vivieron, y disfrutaba de ellas porque le parecían historias alucinantes. Como cualquier chico de una joven edad que veían a su padre como un héroe, Nathan tenía verdaderos motivos para ver a su padre como un héroe, porque en efecto, lo era. Y además, también se codeaba con héroes de tal alta talla, y encima los llamaba amigos... Sin duda, era el sueño de un niño.
Pero los años pasaban, y para cuando Nathaniel entró en la dura etapa que siempre se considera a la adolescencia, su padre ya no tenía la edad para realizar las acciones de cuando era más joven, además de disfrutar de la tranquila vida familiar que en pocas ocasiones había podido llevar.
Para el pequeño de los Barton, y también, el que resultó ser uno de los más rebeldes, aquella no era la imagen que tanto había idealizado. Su padre, el que había sido un héroe, ahora estaba en casa y hablaba de cosas como cualquier otro ser mundano. Y todo ese aprecio que le tenía, toda esa unión, se rompió.
Nathaniel pasó a ser un chico que no hacía más que meterse en líos, en líos típicos de su edad, sin embargo, cuando has estado entrenando con tu padre en lucha cuerpo a cuerpo, pasas de ser el típico chico adolescente para ser algo más. Se metió en líos de bandas, líos con alcohol, con tabaco... Cualquier cosa que pudiera considerarse de anti-héroe, allí estaba el muchacho... al menos durante un par de años.
Considerablemente, su mentalidad cambió cuando terminó el instituto. Pese a ese ritmo de vida, Nathan seguía teniendo su cerebro, por lo que logró superar el curso con altas notas, lo que le llevó a ganarse una beca en una universidad de Nueva York. Allí, tras pensarlo largo y tendido, decidió estudiar un programa especial que unía grado y postgrado para ser médico, queriendo llevar aquellos estudio hacia la cirugía cardiotorácica. Sin embargo, en los fines de semana seguía siendo el muchacho irresponsable que salía y siempre terminaba metido en algún lío. Ya no sólo por sus salidas, sino también por los conocimientos que había perfeccionado en informática, terminando por tener habilidades propias de un hacker.
En mitad de uno de esos, cuando estaba en tercero de carrera, fue detenido, sin embargo, en lugar de ser llevado a la típica prisión, se encontró en mitad de un edificio que tantas veces había escuchado en boca de su padre, con unas personas, que si bien no le conocían, sí que sabía manejar el lenguaje que planeaba. En resumidas cuentas, aquellos tipos habían estado siguiendo todos sus pasos y elaborando un dossier más grande de todos sus delitos que cualquiera de los libros de medicina que tenía. Para evitar ser juzgado por todas aquellas irregularidades, y conociendo por su padre de lo que era capaz, le propusieron entrar en una nueva iniciativa, ahora que los tiempos cambiaban, y había que renovarse: La iniciativa jóvenes vengadores.
Sin duda, la primera respuesta que Nathaniel dio fue una muy evidente: Que le dieran por cu*o
Sin embargo, no le quedó otra que aceptar tras reiterarle lo que podría pasarle si no aceptaba, además de asegurarle que no iba a tener que abandonar sus estudios en medicina.
Es por ello, que tras aquella reunión, Nathan comenzó a tomar el nombre de Eagle-Eye. Podría haber tomado el apodo de su padre, pero sentía que él, tras todas las acciones que había llevado durante su adolescencia y parte de su madurez, sólo iba a generar aun más comparaciones. Y aun así, hay comparaciones con las que no disfruta ni por asomo.
A medida que tenía que ser el héroe, uno podría pensar que Nathan dejó aquellos malos hábitos. Ni por asomo. Nathaniel seguía siendo como era. Fumaba en las reuniones, teniendo que irse muchas veces a sentarse en el quicio de una ventana porque el humo molestase, llegaba con resaca, o directamente desde una fiesta acudía a aquellas obligaciones fuera de su universidad, cosa que no hacía con sus estudios: Nathan se tomaba muy en serio sus estudios, y sus notas y las opiniones de sus profesores lo podía demostrar.
En la mente de Nathaniel, pensaba que actos como aquellos lograrían que la gente que le querían como Eagle-Eye terminara por cansarse de su actitud, sin embargo, su desempeño a la hora de la verdad era de lo mejor, y no había que reprocharle. Daba igual en el estado en el que llegase, lograba realizar un gran trabajo.
Habilidades
- Tiene un gran manejo con el arco, el cual sólo puede compararse con el de su padre.
- También, por enseñanzas de su padre, tiene grandes conocimientos en la lucha cuerpo a cuerpo, siendo un experto en artes marciales, no tiene tanto poder como su padre, pero porque todavía no tiene su experiencia contra verdaderos enemigos. Sin embargo, pronto seguro alcanzará el nivel de su padre.
- A su vez, tiene conocimientos de informática, a nivel de ser un buen hacker; parte de estos conocimientos fueron enseñados por Natasha Romanoff.
- Tiene habilidades médicas, a las que se le suma, habilidades en médico de combate, en la cual empezó en su primer año de residencia, y que actualmente sigue desarrollándose, aunque más para Eagle-Eye, que para Nathaniel Barton, si es que se puede distinguir a ambas figuras.
Power Grid
Inteligencia - 5
Fuerza - 2
Velocidad - 2
Resistencia - 2
Proyección de energía - 1
Habilidades de lucha - 4
Otros datos
- Si bien a sus hermanos no se les ha mencionado demasiado en la ficha, lo cierto es que tiene una relación cordial con ellos.
- Es ambidiestro, como su padre. Esto casi le causa un problema en el hospital, pues un día se le ocurrió cambiar de mano en el quirófano mientras se ejecutaba una operación, y casi le echan a patadas, hasta que descubrieron que realmente puede manejar perfectamente ambas manos.
- Fuera del ámbito de los Vengadores y demás pesca, sólo el director del hospital conoce en lo que también trabaja Nathaniel, por lo que tiene ciertas ventajas como el poder salir corriendo si le llaman, aunque esté en mitad de una guardia... Lo malo es que existe tanta confianza, que Nathaniel, después de defender la ciudad, siempre tiene que volver al hospital porque se encuentran tan saturados que necesitan toda ayuda.