Nombre completo: Michael Gobletfire
Apodos: El Portador de la Llama, El Herido de Luz
Edad aparente: 30 años
Edad real: Incalculable
Especie: Arcángel
Género: Masculino
Orientación: Homosexual
Rol: Guerrero celestial, ejecutor del juicio divino
Origen: Reino Celestial
Residencia actual: Vagando entre cielo y tierra
Idiomas: Lenguas angelicales, latín, arameo, demoníaco antiguo, todos los idiomas humanos.

 

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— PERSONALIDAD —
Solemne y melancólico, Michael es la imagen viva de la justicia rota. Lucha por el orden divino, pero sus emociones lo consumen. Detrás de su frialdad habita un corazón herido, lleno de amor reprimido, especialmente por aquel al que no pudo salvar.

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— GUSTOS —

  • El silencio de los templos vacíos

  • Espadas antiguas

  • La poesía escrita con fe

  • Recuerdos prohibidos

  • La voz de Lucifer

— DISGUSTOS —

  • La traición disfrazada de fe

  • El libre albedrío sin consecuencias

  • Que pronuncien el nombre de Lucifer frente a él

  • La corrupción celeste

  • Verse reflejado en su enemigo.

 

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— HABILIDADES —

  • Fuego Sagrado: Quema impurezas, exorciza y purifica

  • Espada de la Verdad: Invocación de su arma celestial

  • Alas de Fuego: Vuelo con despliegue de energía divina

  • Sentencia Divina: Juicio sagrado que puede destruir demonios o condenar almas

  • Protección Absoluta: Crea barreras de luz impenetrables

— DEBILIDADES —

  • Su amor eterno por Lucifer

  • Carga con culpa eterna

  • Limitado por las leyes del Cielo

  • Sus emociones reprimidas son un volcán dormido

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— APARIENCIA —
1.90 m de altura, cuerpo esculpido en perfección divina. Cabello largo, dorado como la luz de un amanecer celestial. Ojos dorados que contienen tormentas de memorias. Alas enormes de fuego blanco y oro, que solo despliega ante verdades absolutas.

— HISTORIA —
Creados como opuestos complementarios, Michael y Lucifer fueron más que hermanos: fueron amantes celestiales, dos almas unidas por propósito y deseo. Pero cuando Lucifer cayó, fue Michael quien levantó la espada… y quien perdió más de lo que jamás admitirá. Desde entonces, ha vagado entre el deber y el deseo, entre la justicia y el amor. El fuego que lo quema por dentro ya no es divino: es humano… y lleva el nombre de quien ya no puede tener.

— RELACIONES —

  • Lucifer: Amor prohibido, enemigo eterno, su más profunda herida.

  • Gabriel: Hermano en la fe, pero ajeno a su tormento.

  • Heinrich: Rival silencioso, no por odio… sino por envidia.

  • Dios: Obedece… pero su fe se fragmenta.