https://ficrol.com/posts/43099 — Prev. con [Thomas]
Una vez el precioso dragón blanco aterriza, su brujo amante se enfrenta a la siguiente etapa del viaje: el descenso. La última vez resultó en una croqueta de brujo rodando por el suelo del bosque, esta vez, ya con algo más de experiencia, Tolek se desliza sentado y logra mantener la estabilidad lo suficiente como para apoyar los pies a tiempo al llegar al piso. Pero entonces el impulso que lleva surte efecto y le hace trastabillar, cojeando, hasta detenerse dando de frente contra la pared de roca.
Apoyando las manos por delante se salva del impacto, que tampoco habría sido tan fuerte.
— Ya casi lo domino... —farfulla, aun de cara a la pared.
Recuperando el paso y el norte, toma la mano de Thomas con la derecha donde no lleva el bastón para avanzar juntos hacia el interior adonde conduce la brecha.
— Es una fortuna tenerte a mi lado esta vez, de lo contrario me hubiera tardado horas sólo para dar con la montaña correcta —aventura—. Y ya ni decir acerca de escalarla...
Conforme penetran en el interior de la montaña se puede apreciar que el que siguen parece un sendero, cosa que no debería existir en una caverna y mucho menos de forma tan convenientemente apropiada para caminar. Además, el calor se intensifica y el aroma en el ambiente empieza a tornarse asfixiante.
— Este debe ser el camino que hizo Khan para salir —sospecha.
Pero se equivoca. Bajo sus pies y al poco andar se pueden distinguir huellas de maquinaria humana, las marcas de poderosos neumáticos industriales y de las uñas de lo que sólo puede ser una escavadora.
— ¿O no? —Inquirió, tras descubrirlas.
Al atravesar una suerte de umbral de piedra donde acaba el túnel, una gran bóveda se abre a la vista entre nubes de humo y vapores estancados. En el suelo de roca negra hasta donde llegan las marcas se pueden ver, amontonados en las esquinas y estrelladas en las paredes, los restos de las máquinas humanas que labraron el paso hasta aquí.
Una vez el precioso dragón blanco aterriza, su brujo amante se enfrenta a la siguiente etapa del viaje: el descenso. La última vez resultó en una croqueta de brujo rodando por el suelo del bosque, esta vez, ya con algo más de experiencia, Tolek se desliza sentado y logra mantener la estabilidad lo suficiente como para apoyar los pies a tiempo al llegar al piso. Pero entonces el impulso que lleva surte efecto y le hace trastabillar, cojeando, hasta detenerse dando de frente contra la pared de roca.
Apoyando las manos por delante se salva del impacto, que tampoco habría sido tan fuerte.
— Ya casi lo domino... —farfulla, aun de cara a la pared.
Recuperando el paso y el norte, toma la mano de Thomas con la derecha donde no lleva el bastón para avanzar juntos hacia el interior adonde conduce la brecha.
— Es una fortuna tenerte a mi lado esta vez, de lo contrario me hubiera tardado horas sólo para dar con la montaña correcta —aventura—. Y ya ni decir acerca de escalarla...
Conforme penetran en el interior de la montaña se puede apreciar que el que siguen parece un sendero, cosa que no debería existir en una caverna y mucho menos de forma tan convenientemente apropiada para caminar. Además, el calor se intensifica y el aroma en el ambiente empieza a tornarse asfixiante.
— Este debe ser el camino que hizo Khan para salir —sospecha.
Pero se equivoca. Bajo sus pies y al poco andar se pueden distinguir huellas de maquinaria humana, las marcas de poderosos neumáticos industriales y de las uñas de lo que sólo puede ser una escavadora.
— ¿O no? —Inquirió, tras descubrirlas.
Al atravesar una suerte de umbral de piedra donde acaba el túnel, una gran bóveda se abre a la vista entre nubes de humo y vapores estancados. En el suelo de roca negra hasta donde llegan las marcas se pueden ver, amontonados en las esquinas y estrelladas en las paredes, los restos de las máquinas humanas que labraron el paso hasta aquí.
https://ficrol.com/posts/43099 — Prev. con [Thomas]
Una vez el precioso dragón blanco aterriza, su brujo amante se enfrenta a la siguiente etapa del viaje: el descenso. La última vez resultó en una croqueta de brujo rodando por el suelo del bosque, esta vez, ya con algo más de experiencia, Tolek se desliza sentado y logra mantener la estabilidad lo suficiente como para apoyar los pies a tiempo al llegar al piso. Pero entonces el impulso que lleva surte efecto y le hace trastabillar, cojeando, hasta detenerse dando de frente contra la pared de roca.
Apoyando las manos por delante se salva del impacto, que tampoco habría sido tan fuerte.
— Ya casi lo domino... —farfulla, aun de cara a la pared.
Recuperando el paso y el norte, toma la mano de Thomas con la derecha donde no lleva el bastón para avanzar juntos hacia el interior adonde conduce la brecha.
— Es una fortuna tenerte a mi lado esta vez, de lo contrario me hubiera tardado horas sólo para dar con la montaña correcta —aventura—. Y ya ni decir acerca de escalarla...
Conforme penetran en el interior de la montaña se puede apreciar que el que siguen parece un sendero, cosa que no debería existir en una caverna y mucho menos de forma tan convenientemente apropiada para caminar. Además, el calor se intensifica y el aroma en el ambiente empieza a tornarse asfixiante.
— Este debe ser el camino que hizo Khan para salir —sospecha.
Pero se equivoca. Bajo sus pies y al poco andar se pueden distinguir huellas de maquinaria humana, las marcas de poderosos neumáticos industriales y de las uñas de lo que sólo puede ser una escavadora.
— ¿O no? —Inquirió, tras descubrirlas.
Al atravesar una suerte de umbral de piedra donde acaba el túnel, una gran bóveda se abre a la vista entre nubes de humo y vapores estancados. En el suelo de roca negra hasta donde llegan las marcas se pueden ver, amontonados en las esquinas y estrelladas en las paredes, los restos de las máquinas humanas que labraron el paso hasta aquí.
0
turnos
0
maullidos
295 vistas