Aquel día había sido difícil, durante todo el finde de semana la habían enviado a una misión compleja. Y lo peor de ello es que restringían a una chica de 25 años de usar su aparato más preciado (su móvil), además, de estar totalmente aislada de la civilización (y aquello significaba que tendría que aguantar al lunes para poder comprar su revista de moda favorita.)
Por lo tanto, cuando llegó a aquel abierto jardín de un ex integrante de una mafia, no le costó no contenerse. Quizás la rabia contenida la ayudo a poseer más fuerza. — Ah... Creo que ya he acabado por aquí... — Mencionó mientras guardaba la espada en su funda que blandía con fuerza al estar sola en aquella misión, devolviendo el hilo de sangre a su muñeca.
Por lo tanto, cuando llegó a aquel abierto jardín de un ex integrante de una mafia, no le costó no contenerse. Quizás la rabia contenida la ayudo a poseer más fuerza. — Ah... Creo que ya he acabado por aquí... — Mencionó mientras guardaba la espada en su funda que blandía con fuerza al estar sola en aquella misión, devolviendo el hilo de sangre a su muñeca.
Aquel día había sido difícil, durante todo el finde de semana la habían enviado a una misión compleja. Y lo peor de ello es que restringían a una chica de 25 años de usar su aparato más preciado (su móvil), además, de estar totalmente aislada de la civilización (y aquello significaba que tendría que aguantar al lunes para poder comprar su revista de moda favorita.)
Por lo tanto, cuando llegó a aquel abierto jardín de un ex integrante de una mafia, no le costó no contenerse. Quizás la rabia contenida la ayudo a poseer más fuerza. — Ah... Creo que ya he acabado por aquí... — Mencionó mientras guardaba la espada en su funda que blandía con fuerza al estar sola en aquella misión, devolviendo el hilo de sangre a su muñeca.
